g A lgunos de los ejemplos más claros han sido el engrosamiento y el cambio en la forma de mangos y empuñaduras, pensados para que la mano se mantenga alineada con el antebrazo evitando la inclinación lateral de la muñeca. Estas variaciones favorecen el aprovechamiento de la fuerza empleada y previenen, por ejemplo, el agravamiento de las enfermedades reumáticas y el dolor.
43
Existen asideros acoplables al mango de herramientas como rastrillos, azadas, etc. que posibilitan una postura más erguida. Este asidero acoplado a una mopa añade además, la ventaja de evitar los giros de muñeca.