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Rodrigo Zamora Murillo
Los grandes aportes de COONAPROSAL R.L. t Rodrigo Zamora Murillo es el presidente de COONAPROSAL R.L. una de las cooperativas más importantes del país. Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario
-Cuénteme de su vida. ¿Dónde nació usted? Esos apellidos suenan más a Heredia, Poás o Alajuela que a Guanacaste. -Son de un bello cantón herediano, Belén. Mi abuelo es procedente de Alajuela. Crecí en San Antonio de Belén. Mi niñez, mi escuela, mi colegio los hice en San Joaquín de Flores. Terminé sacando mi bachillerato en el Instituto de Alajuela. -¿A qué se dedicaron sus papás? ¿Cómo se llaman o se llamaron? -Mi abuelo Santiago Zamora fue un ganadero. Yo siempre he dicho que no sé por qué mi abuelo viajó al Lepanto. Buscó el cono sur de la península. Yo no sé si fue que se jaló una torta o tenía mucha visión. -Porque fue como a esconderse allá. -Puede ser. Esos Zamora se dice que son terriblillos. El asunto es que le agradezco mucho. Yo vive actualmente en Lepanto. Ellos inician como ganaderos de carne. Yo les seguí los pasos. -¿En Lepanto? -En Lepanto. Cerca de Jicaral. Está el pueblo de Lepanto y después sigue Jicaral. -Pero usted creció en Heredia. Originalmente pasó en Heredia, en Santo Domingo. -Sí señor. En San Antonio de Belén. Pasaba mis vacaciones en Lepanto.
Lepanto en su corazón -¿Siempre en Lepanto? -Esas vacaciones no se podían perder. La finca, el mar, el caballo, la montaña, las mejengas… Ir por las noches con los amigos a agarrar frutas. Era una belleza. Un mundo diferente. Un mundo donde los guanacastecos le hablaban a uno, “vamos al río, pue”. Eso es algo bellísimo. Hay una relación Lepanto- San Antonio de Belén muy fuerte. -Como hay, por ejemplo, una relación entre Hojancha y Palmares, entre Hojancha y San Ramón, entre Tilarán y Poás. -Así es. Hay una relación. Hay muchas mujeres lepanteñas casadas con hombres belemitas y hombres lepanteños casados con mujeres
betlemitas. Eso se dio mucho por la familia Aguilar Solís, cuando la empresa estaba muy fuerte en San Antonio de Belén. Mucha gente por falta de trabajo en Lepanto, viajaba a San Antonio de Belén. Aguilar y Solís era una fuente de trabajo y se empezó a crear esa relación.
GUANACASTE R.L. en la época de Daniel Oduber. Cuando a Daniel le dijeron los ingenieros, “¿y los planos?”, contestó Daniel, “pongan las líneas, los planos vienen después porque esto hay que hacerlo”. Había algunos fondos. Yo estaba muy pequeño. Después COOPEGUANACASTE R.L. como cooperativa se organiza y retoma eso primero, que se hizo, que fue la línea a Paquera. Los ramales que van hacía las diferentes comunidades, muy pequeños, los hace la cooperativa. Hay un sentido social de desarrollo enorme porque no es lo mismo poner una línea eléctrica en San Antonio de Belén que en Lepanto o en Montaña Grande de Lepanto, donde hay una casa de habitación cada kilómetro.
De Belén a Lepanto -¿Dónde hizo usted la escuela? ¿Dónde hizo el colegio? -La escuela la hice en San Antonio de Belén en la Escuela España. El colegio, los primeros tres años en San Joaquín de Flores y los dos años finales en el Instituto de Alajuela. -Después de eso, ¿usted se va para Lepanto? ¿Estudia en la universidad? ¿Qué hace después? -Cuando voy a estudiar Medicina Veterinaria, en el año 72, había becas a Brasil. Uno de mis hermanos tuvo la genial idea de casarse y había dos hermanos en la finca, el mayor y el que le sigue. Entonces, pensé que no era justo que solo uno asumiera el trabajo en la finca y me fui a ocupar el puesto de este hermano. Ahí aprendí la parte del manejo del ganado de engorde. Aprendí en principio sobre la producción de sal. Me involucré con las luchas comunales de Lepanto.
-COOPEGUANACASTE R.L. y COONAPROSAL R.L. generan una diferencia social allá. -Bastante interesante. El primer impacto que uno tiene, fuerte, en un pueblo cuando no hay electricidad, para mí fue poder tener y conservar las cosas frías. Por ejemplo, sacar el agua a mano y después tener la bombita. Tampoco había agua potable.
Rodrigo Zamora, presidente del Concejo de Administración de COONAPROSAL.
-¿Cómo era Lepanto en aquellos años? -Qué buena pregunta. Un pueblo sin agua. Nos surtíamos de agua a la margen del río. Ahí hacíamos un pocito. Las casas eran ranchos. Las calles de barro. Empezaban a poner lastre. No teníamos puentes. Pasaba el famoso pastillero por el asunto del paludismo, la malaria. -Toda la comunicación era con Puntarenas por barco. ¿Era muy difícil salir a Nandayure o no había cómo salir? -Estaba incomunicado Guanacaste con el cono sur de la península por falta de carreteras. La comunicación se daba por lanchas. -A Puntarenas. -En lancha viajábamos las vacas, los chanchos y la gente. Eran lanchas de cabotaje. Cuando entra el ferry, se termina el cabotaje. -¿Cuándo llega a Lepanto para quedarse? -En 1974. Hace 42 años.
COONAPROSAL R.L. -Usted se dedica a la ganadería y se dedica a la sal. -Así es. Estuve un año en la finca. Sentí que no era eso lo que yo debía hacer. Inicialmente porque sentí que no era lo que buscaba. Regresé un año a San Antonio de Belén a trabajar con un gran hombre, Calixto Chávez. Estaba formando
su empresa, Pipasa. Aprendí mucho con él. Cuando regresé a Lepanto, regresé con mi esposa. Fui a un proyecto de montar una productora de sal. -¿Cómo se vincula con COONAPROSAL R.L.? -COONAPROSAL R.L. nace inicialmente como una cámara de salineros en el año 72 ó 73. Se funda como cooperativa en el año 74. Cuando llego a ese proyecto de producción de sal, la gran pregunta que me hacía era ¿a quién le vendo? Porque habíamos tenido las experiencias que han tenido todos los productores en este país. Un productor hace el gran esfuerzo, pero un intermediario se gana más de lo que yo gano como productor. -Es la historia eterna de los agricultores. -Total. Y en muchas otras áreas. Al aparecer COONAPROSAL R.L. en el 74 como cooperativa, yo dije, “aquí está la gran solución a un pro-
blema de un empresario en ciernes. La cooperativa me recibe todo mi producto, eso es lo importante”. Además de que estábamos trabajando para evitar esa intermediación, íbamos a tener un mejor precio los productores y un mejor precio los consumidores.
me proponen. En ese entonces tenía 23 años. Salgo electo a la junta directiva. Desde ahí, venimos trabajando en los diferentes proyectos de COONAPROSAL R.L., que son muy interesantes.
-¿Cómo se vincula a COONAPROSAL R.L? Usted ahora es presidente del Consejo de Administración, ¿cuánto tiempo tiene en el Consejo de Administración? ¿Qué significa la cooperativa para usted? -La cooperativa para mí significa toda mi vida. Asistía a todas las reuniones del Consejo de Administración, sin ser yo parte del Consejo. Recuerdo como anécdota que cuando se venían las votaciones del Consejo, don Isidro Gutiérrez me pedía que votara. Yo le decía, “pero don Isidro yo solo estoy escuchando, yo no formo parte de la junta directiva”. Cuando viene la siguiente asamblea de la cooperativa,
-¿Cuáles son algunos de esos proyectos? Hablemos del gran impacto comunal, positivo, de COONAPROSAL R. L. y lo que ha significado en la zona. -En primera instancia, Somoza había visualizado el negocio de la sal para atender dos mercados, Nicaragua y Costa Rica. Cuando yo empiezo a producir, Costa Rica consumía quinientos mil quintales de sal y apenas producía cien mil quintales. Con la cooperativa, con apoyo del gobierno y el apoyo de los productores, empezamos a hacerle un bloqueo a la frontera para que no ingresara la sal de Somoza. Pero teníamos que darle respuesta al país de cómo íbamos a producir.
Producción de sal con sol
Inicialmente producíamos con leña. La energía calórica para producir sal era con leña. Era un terrible problema ambiental porque estábamos cortando veinte hectáreas de bosque diarias en Guanacaste porque no sabíamos producir sal de otra forma. Empezamos a viajar a Centroamérica. Un francés nos habla de la posibilidad de procesar con el sol. Nos lo demuestra. Hay cosas curiosas. Cuando llevábamos a los productores a ver a este francés produciendo sal, cuando salían decían que el francés le echaba polvos brujos al agua y por eso producía sal. Ahí aprendimos a producir sal con el sol. Por eso, la marca de la sal en Costa Rica es Sal Sol. Aprendimos a usar la energía solar para producir sal. Esa fue la primera meta, abastecer el país de sal. -¿Cómo fue cambiando la zona gracias a la cooperativa? -Hay dos cooperativas que influyen mucho en el desarrollo del cono sur de la península, COONAPROSAL R.L., inicial-
mente con fuentes de trabajo y las salinas que se establecen en el cono sur de la península y del lado de Colorado de Abangares. La cooperativa abarcaba el anillo del Golfo de Nicoya y un poquito al norte, que es la única parte donde se puede producir sal en el país. COONAPROSAL R.L. colabora mucho con empleo. Teníamos alrededor de quinientas hectáreas y podíamos hablar de cinco personas por hectárea en la época del verano, enero, febrero, marzo, abril… -Más de 2500 empleos para la zona. -Sí.
COOPEGUANACASTE R.L. -Era una zona que no tenía luz eléctrica, entonces, me imagino que COOPEGUANACASTE R.L. es la otra cooperativa de la que usted me va a hablar. -Exactamente. Ahí es donde tiene un gran impacto COOPE-
-Eso quiere decir que había un serio problema de salubridad, que los niños padecían de lombrices. -La expectativa de vida en esas zonas era de 50 años. Mi papá murió de 54 años. En eso, este país ha cambiado enormemente. Esa cantidad de gente que trabaja alrededor de COONAPROSAL R.L. y COOPEGUANACASTE R.L. marca una gran diferencia. Nosotros pasamos a la tercera meta. La primera era producir toda la sal. La segunda era cambiar de sistema. La tercera fue industrializar la sal. Compramos una planta refinadora. Nos costó cinco millones de dólares. Se refina la sal. El país tiene un cambio increíble. Nosotros, cuando empezamos a producir sal refinada, creíamos que íbamos a vender un furgón por mes y empezamos vendiendo cinco furgones. El ama de casa costarricense pasó de aquella sal que había antes, que se hacía un pozo de agua en la mesa, a una sal fluida, una sal de primer mundo. Además, que tiene yodo y que tiene fluor.
Grandes aportes de la cooperativa -Viendo de aquí para atrás, ¿cuáles son los grandes aportes sociales de COONAPROSAL R.L. en esos 42 años de trabajo? -La primera parte es la del empleo. Después, lo que significa para una región de esas, las becas que se les dan a los estudiantes. Sin duda, la creación de una asociación solidarista dentro de la cooperativa es
algo fundamental. El impacto que tiene en la parte ambiental porque la cooperativa contribuye mucho con los esfuerzos ambientales de la región. Se va creando bienestar en los pueblos, por ejemplo, Colorado de Abangares, que vive completamente de la cooperativa. Esos esfuerzos empresariales donde la riqueza se distribuye, se disfruta más porque no es de una sola familia. Estas fuerzas y estás organizaciones tienen un gran impacto en la gente. -Ahora tienen un proyecto de conservación de agua en Lepanto. No sé si tiene que ver con COONAPROSAL R.L., pero sí sé que tiene que ver con usted. -COONAPROSAL R.L. ha colaborado con medio salario en la parte del manejo del relleno sanitario. Sí es ejemplar lo que los distritos de Lepanto, Paquera y Cóbano han demostrado en relación al ambiente. -Con ASOPALECO. -Con la Asociación Paquera, Lepanto y Cóbano hemos logrado mantener en este momento mil hectáreas protegidas para las futuras generaciones. Va incluido un proyecto de biodiversidad. Hay verdadera protección de la flora y la fauna. Tenemos un albergue que se llama Cerro Escondido Lodge, que lo visitan normalmente más gentes de fuera del país que de Costa Rica. Es hermosísimo. Al lugar se puede llegar caminando o a caballo. COONAPROSAL R.L. ha colaborado con este esfuerzo.
Economía Social Solidaria -Usted está vinculado con el proyecto más interesante que tiene este gobierno, que es la visibilización de la economía social solidaria. Asociaciones solidaristas, cooperativas, sindicatos, comités permanentes de trabajadores, asociaciones de desarrollo, ASADAS… Este país no tendría ni la mitad de las aulas de escuela que tiene ni la mitad de las aulas de colegio, ni la mitad de los caminos asfaltados o lastreados, si no fuera por el trabajo comunal, que hace una gran diferencia y que es parte de la economía social solidaria, que ha tenido como líder a Víctor Hugo Morales Zapata. Sé que usted está muy vinculado con el tema. -Cuando uno es cooperativista, está hablando de economía social solidaria. Ese es un bastión costarricense. El país tiene organizaciones valiosísimas como las asociaciones de desarrollo, las ASADAS, las asociaciones solidaristas, sindicalistas, asociaciones de producción, asociaciones de productores como frijol, de mujeres emprendedoras. Son organizaciones invisibilizadas. Tenemos que rescatar ese tipo de
organizaciones y fortalecerlas a través de leyes que tienen que partir de ideas desde la Asamblea Legislativa, donde en principio se pueda hablar de la capacitación. Tenemos al INA. Ya se firmó un decreto para que, al igual que el cooperativismo es obligatorio en el sistema educativo del país, y que también tenemos al CENECOOP capacitando, se pueda hablar de Economía Social Solidaria. Una vez que logremos esa capacitación, viene la parte del financiamiento. En Costa Rica, es emergencia nacional crear la banca social. Una banca en la que no tenga yo que dar algo en garantía para poder desarrollar un negocio. Tiene que haber más riesgo social, como lo hubo en el pasado. -Como las juntas rurales de crédito. -Donde se juega el riesgo financiero. Hay que apostarle a los emprendedores.
CENECOOP -¿Qué significa CENECOOP para usted? -CENECOOP es una organización sumamente importante. Costa Rica es un país ejemplar en el mundo en cuanto a la educación, pero cuando hay un tema de promoción del cooperativismo, se necesita educar a la gente en cooperativismo en sí. CENECOOP viene dando ese respaldo, ese apoyo de formación a nivel nacional, donde los recursos que provienen de las cooperativas por ley, pues tienen que darle un 2,5 % al CENECOOP, y ese dinero se devuelve en capacitación. Eso es importantísimo. Eso tiene que fortalecerse. Eso tiene que apoyarse. Son cosas maravillosas. -¿Qué significa el cooperativismo para usted? -Es una forma de vida. La unión hace la fuerza. Cuando nosotros como productores nos unimos por un fin determinado, las metas no son pequeñas ni hay obstáculos que paren la propuesta. El sueño de un grupo de productores es realizable cuando están unidos a través del cooperativismo. Si vemos a la Dos Pinos, si vemos a la Cooperativa Victoria, si vemos a COOPEGUANACASTE R.L. o a nuestra propia cooperativa, COONAPROSAL R.L., que tiene un sistema de financiamiento que en este momento está creando un consorcio para desarrollar el oro de Las Juntas de Abangares, que en este momento estamos en conversaciones con los productores y pescadores en el Golfo de Nicoya para crear un consorcio… Las cooperativas funcionan de esa forma. Hay desarrollo. Hay riqueza. Lo más importante es esa vivencia personal; ese amor a las cosas, hacia el pueblo y hacia el país.