Nº 2 de la revista Blanco Negro y Magenta.

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3 Guerra, dolor y violencia atravesarán

a partir de entonces todo su arte dando lugar, con un efecto emocional abrumador, a una imaginería de situaciones y personajes anticanónicos, grotescos, de pincelada caricaturesca, en los que la figura de la prostituta hallará especial relieve como metáfora de una sociedad en la que todos tienen que venderse para lograr sobrevivir.

La figura de la prostituta hallará especial relieve como metáfora de una sociedad en la que todos tienen que venderse

Si la fealdad es consustancial al arte moderno, Otto Dix es uno de los primeros iniciadores, al llegar a la conclusión de que la fealdad tiene más relación con la verdadera naturaleza de las cosas que la belleza, que siempre es superficial y transitoria. Su pesimista rechazo de la ilusión de la belleza, lo revela como deudor incontestable de las teorías nietzschianas que admiró y en las que se inspiró en profundidad. Dentro de esta posición independiente y autónoma que ocupa dentro del movimiento, Dix, ya lo hemos comentado, sólo admite comparación con George Grosz, pero su actitud ante el mensaje de la obra es distinta. Grosz se autodefine como un individuo de acción política y entiende su arte como una herramienta para la agitprop. Su denuncia artística señala sólo a los verdugos de la sociedad y de la guerra: políticos, militares, gran industria, prensa. Por el contrario, Otto Dix nos muestra solo a las víctimas. Su dolor, desesperación y su consecuente corrupción. En apariencia siempre se mantuvo a distancia del acontecer político (nunca fue comunista, incluso en algunos aspectos mantenía unas actitudes conservadoras), pero su obra revela una evidente contradicción entre sus palabras y sus imágenes. Opinaba que la misión de los artistas no era la de testimoniar, pero, en realidad, su selección de motivos, su testimonio pictórico, jamás estuvo libre de juicios de valor, incluso de la implícita declaración de una postura política. Tal vez malgré lui. Un crítico diría de él que era un pintor “esencialmente reaccionario de temas de izquierda”.

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Personaje controvertido, se le acusó de sentir una “fascinación por el horror”, de ser un “pornógrafo de la violencia”. Pero en todo caso ¿no eran una irracional perversidad las dos guerras que le tocó vivir? Y Otto Dix Metrópolis (fragmento de un tríptico, 1928-29).


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