cuánta información hay, el scroll no deja ver más allá, no se conoce dónde empieza la información (¿en la portada?). Es muy importante ubicar al usuario en los textos web: dónde está, qué tiene que hacer, qué es lo más importante de la página… Nos hemos hecho más vagos No se lee todo porque se sabe que leyendo una parte uno ya puede imaginarse el texto completo, con una frase del párrafo se puede deducir de qué trata, y así se sigue navegando a toda velocidad hasta que se encuentra algo que contenga las palabras clave que estábamos buscando (trigger words). Trucos para adaptar los textos a la web Resumir, utilizar frases simples y elementos visuales de apoyo son algunos de los trucos infalibles para adaptar un texto a internet. En la presentación de los textos es fundamental ser correcto, pero también lo es ser eficaz. Desde hace años se habla de diversas reglas de oro para la escritura web. Jakob Nielsen, una de las autoridades mundiales más reconocidas en el ámbito de la usabilidad y de la que ya hemos hablado anteriormente, destacó hace tiempo tres directrices principales y básicas de la escritura para los soportes digitales. 1.
2.
3.
Ser breve. No se debería escribir más de la mitad de lo que ese tema requeriría si la publicación se hiciera en papel. Se recomienda usar palabras cortas frente a las largas y, si se puede prescindir de alguna, mejor quitarla. Se deberían leer y extraer los puntos más importantes; el resto se puede dejar en papel. Hay que pensar que el lector tiene que quedarse con la impresión que se le quiera dar. Escribir para que el usuario encuentre. Claridad. Sencillez. No ocultar los datos en textos largos y densos; no obligar a los lectores a atravesar el espesor de largos entramados textuales. Utilizar párrafos cortos, encabezados, listas numeradas o apoyadas en viñetas. Los adornos pueden entorpecer la comunicación. Aprender a utilizar el hipertexto para segmentar la información extensa en varias páginas. El enlace es uno de los elementos más poderosos de la escritura para web: aprovéchalo.
Otras premisas que facilitan la adaptación de los textos al formato web Practicar la pirámide invertida Una vez extraídos del texto los puntos clave, se puede invertir la argumentación clásica de introducción, nudo y desenlace. Es preferible poner siempre al principio del texto lo más importante, para dejar al final lo menos relevante: primero las conclusiones o el gancho, después las ventajas o la historia más interesante y al final la información para los que quieren ampliar (para más información véase el siguiente apartado).