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ECONOMÍA
Una buena y atractiva idea que permite a los palmicultores que solo tienen pequeñas extensiones de tierra participar en mercados más grandes, mejorar la producción y abrir oportunidades hacia mercados más grandes.
“En el mundo entero, deseamos vivamente que los sistemas económicos estén bajo nuestro control, bajo nuestra comprensión, y que una vez más nos proporcionen espacio para la interacción humana – pero, también constantemente estamos abrumados por encontrarnos atrapados dentro de sistemas económicos muy amplios”, mensaje que apareció 2011 en el periódico The Guardian en 2011.
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En relación con esta idea y su impacto en las inversiones, que se llevan a cabo con las compañías que generan beneficios sociales o medio ambientales, están las operaciones financieras.
Esta clase de capitales emergentes a menudo no están interesados en el aceite de palma. Sin embargo, sorprendentemente, desde hace unos años, las miniextractoras parecen ser un objetivo en las inversiones que se llevan a cabo en el mundo de los agronegocios.
Durante 20 años, el desarrollo de la industria de palma de aceite ha estado bajo el escrutinio de las ONG por los daños que causan al medio ambiente, la constante depredación de sus recursos vegetales y animales, todo ello aunado a los problemas sociales que esta industria trae consigo.
El aceite de palma –es muy versátil y, además es un producto disponible todo el año- que en la actualidad se comercializa bajo condiciones muy estrictas con objeto de frenar los daños ambientales que ocasiona.
La Unión Europea –el grupo de comercio más grande del mundo y el segundo mercado más importante para la palma de aceite- puede durar diez años más. Algunas compañías en Italia, Suiza y la Gran Bretaña impiden la comercialización de este aceite.
Beneficios de las mini-extractoras
Este tipo de empresas mini-extractoras de aceite de palma tienen una capacidad de procesamiento máxima de 2 a 10 toneladas/hora – una cantidad que por sí misma no es una respuesta completa a la imagen del problema de sustentabilidad de la palma de aceite, pero es un componente importante en ciertas circunstancias. Esto se debe a que a escala humana, a menudo tiene un sentido de ‘comunidad’ en la que participan varios propietarios, que manejan la empresa con más transparencia, sentido social y carácter sustentable.
Los propietarios de palma de aceite pueden añadir valor a los racimos frescos del fruto de la palma (FFBs), además de producir y vender aceite de palma crudo (CPO) y aceite de kernel (PKO) de la misma forma que otros agricultores participan en la producción y comercialización de cultivos importantes como el café y el cacao.
Las mini-extractoras y los pequeños propietarios productores de palma de aceite tienen a sus espaldas el escrutinio de varias ONG como Oxfam y Solidaridad.
“En Solidaridad pensamos que el cultivo por sí mismo no es el problema, pero si más allá de la forma como se produce”, señala una de las ONG. “La producción de palma de aceite
puede ser sustentable y puede jugar un importante papel en el suministro de aceites vegetales para alimentos, pero para estar seguros que la producción de aceite de palma es sustentable, es necesario mejorar varias prácticas de producción “.
Las ONG y las empresas de tamaño pequeño y mediano (SME) que sostienen las mini-extractoras con carácter sustentable se han desarrollado principalmente en África Occidental, Tailandia y Latinoamérica. Las mini-extractoras también empiezan a jugar un importante papel en Indonesia, en donde están surgiendo plantaciones de pequeños propietarios que establecen plantaciones informales.
África

África produce 2.8M toneladas/año de CPO, menos del 42% del requerimiento anual del continente porque tan solo produce 6.8M toneladas. El cultivo doméstico aumenta poco a poco hasta llegar a las 8M de hectáreas, a menudo con baja productividad. A menudo utilizan procesos artesanales o semi-mecanizados con una proporción de extracción (OERs) menor al 14% o a través de la agrupación con palmicultores más grandes SM que utilizan las mini-extractoras para mejorar calidad o la variedades dura y tenera FFB con OERs o menos del 20%.
También se han dispersado plantaciones en varios lugares a menudo pequeños propietarios extranjeros que procesan FFB de otros países, principalmente de Malasia y que pueden procesar hasta 20-60 toneladas/por hora con OERs a menudo con un excedente del 20%.
Algunos negocios más importantes (como Golden Veroleum/ GAR en el condado de Liberia) inicialmente instalaron miniextractoras con capacidades de hasta 6 toneladas/hora antes de transformarlas en extractoras más complejas utilizando calderas más modernas de vapor presurizado.
Nigeria cuenta con la producción y consumo más importante de África. Costa de Marfil es el único exportador regional que agrupa a varios Estados como Ghana, Sierra Leona, Liberia, Sao Tomé y Príncipe que venden a granel sus productos procedentes de Nigeria una vez que los mercados domésticos se han saturado.
En Nigeria, el gobierno ha impulsado una política de nacionalismo económico y su demanda y auto-suficiencia es un objetivo esencial para adquirir commodities de alimentos incluyendo el aceite de palma con diferentes estrategias de comercialización y precios.
La oportunidad comercial para África ha sido reconocida por los inversionistas locales, Asiáticos y Europeos. Los resultados se dan paulatinamente mientras la tierra aumenta su productividad y empiezan a observarse los cambios. Es un gran riesgo para las empresas aceiteras abrir al inicio de las operaciones, grandes extractoras cuando todavía el desarrollo es muy incierto por lo cual la instalación de mini-extractoras es una estrategia más apropiada durante las primeras etapas.
Esta opción se ha observado en las ventas provenientes de mini-extractoras en Gana, Liberia, Nigeria y Zambia con SMEs y restricción de plantaciones y de capital, y por ello empiezan con negocios de capitales bajos hasta que paulatinamente mejora la producción.
Indonesia

Durante los últimos 10 años, ha habido un cambio fundamental y estructural de los sistemas de producción de palma de aceite en Indonesia, con una industria que está creciendo bajo el dominio de los estados hace una mayor proporción de pequeños productores mientras aumenta el desarrollo a gran escala y se expande la actividad hacia más productores.
“Los investigadores pronostican que los pequeños productores podrán duplicar su capacidad de producción durante la próxima década, manejando el 60% del total de las plantaciones para la producción de aceite de palma en Indonesia para el 2030” afirmó desde el 2018 un delegado del World Resources Institute.
El gobierno de Indonesia ha instaurado un programa muy ambicioso para replantar 2.4M de tierras de pequeños propietarios. Esta es una oportunidad para revisar la agenda de sustentabilidad que permita a los pequeños propietarios participar, no solamente como productores primarios, sino también como procesadores de palma de aceite con un mayor valor agregado. La participación de pequeños propietarios también significa que incorpora a otros propietarios que ya trabajan en las extractoras existentes desde hace varios años o potencialmente en la instalación de nuevas plantas extractoras vía SMEs o cooperativas.
“Esta estrategia tendrá importantes repercusiones en la captura de nuevos propietarios que puedan producir palma de aceite con mayor valor agregado y puedan proporcionar incentivos adicionales para incrementar la productividad y la calidad”, afirmó un funcionario de la ONG Oxfam.
Las mini-extractoras tienen muchas ventajas para los pequeños propietarios para proporcionar un desarrollo SME, transparencia en los precios, oportunidades para tener productos de mayor valor agregado, menores costos, oportunidades para contratar trabajadores, buen salario a tiempo, y menor huella sobre el medio ambiente. Un mercado más grande puede beneficiar a los CPO con productos de bajo contenido de ácidos grasos (FFA), a partir de FFBs frescas procedentes de las mini-extractoras que son más económicas para operar períodos de producción más bajos.
Sin embargo, en algunos casos, las mini-extractoras requerirán estrategias gubernamentales que las respalden y obliguen a las grandes extractoras a someterse a reglas más claras y alejarse de formar monopolios aliándose con pequeños propietarios, muchos de los cuales viven en terrenos informales a menudo muy lejos de las extractoras, y que las hace inoperantes para obtener un precio conveniente para sus FFBs de los comercializadores.
En contraste, muchas empresas formadas con pequeños propietarios que se formaron en Transmigasi (transmigración) de cooperativas KKPA y esquemas Plasma que han encontrado formas para prosperar, a menudo consolidando y diversificando sus productos en pocos años.
Conforme cambia la sociedad, también puede cambiar la estructura de la industria en Indonesia conforme se vayan replantando las antiguas plantaciones, encontrando nuevas formas de organización y comprensión que las mini-extractoras pueden operar bajo los esquemas de Kooperasi Unit Desa (KUDs) o cooperativas a nivel de villas o SMEs integradas por mejores agricultores, con la esperanza que tengan créditos que operan los bancos locales como el Bank Mandiri y BCA, que permitirán mejorar la producción y contar con
valor agregado de sus FFBs además de mejorar los precios. En este sentido hay reportes que expresan interés por estos esquemas en las provincias de Kalimantan y Sumatra.
Las compañías que se están abriendo en nuevas áreas como Aceh, Papua y Sulawesi o en donde se puedan instalar miniextractoras, incluso con características especiales.
América Latina

La palma de aceite se ha dispersado en áreas que habitualmente se consideraban remotas, dueñas de negocios familiares que han convertido tierras ganaderas en plantaciones. Los pequeños propietarios también han tenido éxito en la formación de asociaciones de productores con mini-extractoras independientes en conflicto con áreas que van afectando. Las extractoras pequeñas locales, que a menudo cuentan con calderas miniatura y turbinas, equipo que puede verse en Perú y en Colombia. Aquí hay una visión más amplia con pequeñas operaciones también se han visto en América Central y áreas en donde las compañías han sido las primeras en instalarse en algunas regiones propicias para el cultivo de palma de aceite como en México y Brasil. Fuerza de las mini-extractoras • Escasa huella de carbono. • Bajos costos de campo y de equipo. • Fácil operación y mantenimiento. • Participación de la comunidad. • Baja necesidad de grades sumas de capital (CAPEX).
Debilidades • Costos altos en la generación de energía. • Volúmenes pequeños/Rutas de mercado difíciles hacia las plantas refinadoras y los mercados y los intermediarios. • Costos directos por tonelada o CPO. • Costos efectivos PKO en el procesamiento y volúmenes bajos. • Costos elevados de laboratorio para evaluar el control de calidad. • Costos para conseguir facilidades para el pago de capital. • Poca capacidad de elaborar composta de los racimos de palma y del tratamiento para limpiar efluentes que genera la extractora.
Oportunidades • Sistemas de cálculo de capital y de crecimiento por módulos. • Impacto social: mejores salarios para los trabajadores, en relación con la producción por tonelada/hora y gastos por dólares invertidos. • Impacto social: Mayor poder de los pequeños propietarios y mejores condiciones para los trabajadores. • Menor daño al medio ambiente. • Solución a los costos efectivos de acuerdo con la estación del año. • Formación de grupos en territorios determinados. • Reciclaje de los residuos a nivel local. • Posibilidades de arrendamiento.
Peligros • Difícil acceso a financiamientos. • Dificultades para implementar las normas de calidad, así como el manejo y desecho de los escombros. • Control del impacto al medio ambiente y costos para su cumplimiento. • Percepciones – mayor capacidad es mejor. • Obligación de llevar a cabo importaciones.
En Papua Nueva Guinea, es posible contar con mini-extractoras financiadas con capitales estándares. El nuevo Britain Palm Oil (una subsidiaria de la Plantación de Malasia Sime) ha logrado obtener 10 toneladas/hora en mini-extractoras a partir de la adquisición de las plantas en el Valle de Markham.
En conclusión, las mini-extractoras pueden beneficiar a los pequeños propietarios y a los SMEs. Generalmente, la atención de las ONG colabora para ayudar a mejorar la inversión.
*Andrew Hamilton es un consultor que ha trabajado en estrategia, operaciones, inversión y sustentabilidad para asesorar al sector privado en proyectos de palma de aceite en todo el mundo desde 1985. (Oils and Fats International, Marzo-septiembre 2020)

La prohibición del glifosato
Atanasio Espinosa Ramírez*

Se ha prohibido la aplicación de agroquímicos con glifosato, una medida de aplicación prevista para el año 2024, afectará muchos cultivos como las oleaginosas
La lectura de diversas notas periodísticas sobre la disputa motivada por la prohibición en México de la entrada y uso de herbicidas con glifosato como ingrediente, permite concluir que el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) Ing. Víctor M. Villalobos Arámbula se ubicó del lado correcto, y que su propuesta fue derrotada no por la razón sino por las circunstancias.
Tratemos de entender las causas, las decisiones y las consecuencias:
La autoridad responsable de cuidar el medio ambiente ha tenido que hacer mutis ante hechos atentatorios como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, la reactivación del carbón para producir electricidad, y la cancelación de proyectos de energía renovable. Ante posición tan incómoda, la prohibición de la importación y uso de herbicidas con el glifosato como ingrediente resultó una medida ideal para rescatar la función, puesto que además es efectiva para evitar la siembra de transgénicos en México.
Rescatar la función debió ser una razón más que suficiente para convencer al Presidente López Obrador de decretar la prohibición de la importación y uso del glifosato, con la atenuante de que será gradual, de manera que sea total en 2024, cuando serán otros quienes tengan que responder por la productividad agrícola y la dependencia alimentaria.
En paralelo, se asumió el compromiso de que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), trabajaría en la búsqueda de un sustituto que, se supone, habrá de tener ventajas ecológicas, sanitarias y de preci8o y una eficacia similar, entendiéndose que tal prohibición total podrá suceder. Haya o no haya sustituto.
No se propuso una prohibición total e inmediata porque materialmente no hay sustituto eficaz para los herbicidas que mayoritariamente contienen glifosato y que no solo se usan para deshierbar transgénicos, pues el uso del glifosato empezó en 1974, mucho antes que aparecieran los transgénicos en algunos países.
La prohibición gradual impone la compleja tarea de determinar dónde y en qué cultivos se prohibiría al principio y dónde y en cuáles al final, ya que la simple reducción por volumen produciría escasez y aumento de precio. También faltaría saber cuál será la gradualidad y cómo se determinará el volumen de partida, o sea, la línea base.

El problema de sustituir el glifosato por nuevos herbicidas
Obviamente, la sustitución no iría aparejada a la gradualidad de la prohibición; es decir, la escasez y sus consecuencias se irán sintiendo de inmediato.
Sin sustitutos y sin glifosato habría que regresar varias décadas atrás, a la época de los deshierbes a mano, lo que tiene varios inconvenientes: primero, no se podría contar con toda la mano de obra necesaria, pus se trata de una labor muy pesada. Segundo, los costos de producción se elevarían considerablemente y se irían abandonando los cultivos básicos que son los menos rentables y en los cuales somos dependientes de importaciones, dando al traste con el objetivo de la autosuficiencia alimentaria y, tercero, se propiciaría que muchas tierras de cultivo se transformen en malezas.
La prohibición compromete incluso el combate de los enervantes, pues habría que destruir los sembradíos de amapola
a mano, lo que entraña riesgos para las fuerzas del orden y mayores dificultades para la erradicación de tales sembradíos.
Se dice que estos temores son una falacia porque existen otros herbicidas, pero no se dice por qué tales herbicidas no han desplazado del mercado al glifosato. Lo que es indudable es que estos herbicidas serán los beneficiarios de la prohibición.
Realmente sería razonable que la prohibición tenga lugar cuando ya se cuente con un sustituto, apoyando al máximo al CONACYT para este propósito, tal cual era la propuesta de SADER.
Es decir, la razón está del lado de quien tienen la tarea de disminuir la dependencia de importaciones de alimentos y no se oponen al desarrollo y uso de un mejor herbicida. No obstante el Presidente de la República se pronunció por la prohibición gradual, si bien ofreciendo apoyos para que los investigadores de CONACYT obtengan un sustituto. No sobra aclarar que aquí no se discute el impacto negativo del herbicida en la biodiversidad y en la salud, pues al igual que los combustibles fósiles todos los agroquímicos tienen esos costos y no obstante hay un programa público para regalar fertilizantes químicos porque así se ha considerado necesario y justo, y por razones menos claras se fomenta el uso de carbón para producir electricidad, cuando ya se cuenta con energía renovable que es un sustituto con indiscutibles ventajas ecológicas, sanitarias y de costo. Tampoco se duda que con los debidos apoyos, el CONACYT pueda regalarle al mundo un mejor herbicida, pero es muy importante tener en cuenta que el herbicida sustituto podrá ser menos dañino pero no será totalmente inocuo, pues seguirá siendo un veneno, y que será muy difícil obtener un real sustituto en menos de cuatro años, pues prácticamente se partirá de cero.
Costos ecológicos y sanitarios de los


plaguicidas En consecuencia, conviene ocuparse de otras cuestiones para aminorar los costos ecológicos y sanitarios de los plaguicidas: perfeccionar las prácticas de aplicación, diseñar y poner en uso equipos de protección para quienes se encargan de aplicarlos; perfeccionar los medios mecánicos para la escarda; desarrollar medios para descontaminar los productos alimentarios expuestos a los agroquímicos e incluso proteger las especies con amenaza de extinción a causa de los herbicidas creando huertos, jardines botánicos o campos de preservación de especies, mismos que pueden y deben ser negocios. Para todo esto y para lograr en el menor tiempo posible un sustituto del glifosato, valdría la pena promover un acuerdo internacional de colaboración científica que imprima mayor viabilidad a los objetivos.
*Atanasio Espinosa Ramírez. Egresado de la Facultad de Economía de la UNAM. Especializado en temas agrícolas.