Me siento feliz
cuando los demás ven en mí a una persona que vive
de acuerdo a su fe
En cierta ocasión llegó un misionero religioso a una comunidad aborigen. Los habitantes del pueblo recibieron al misionero con alegría y se dispusieron a escucharlo. “Vengo a traerles una Buena Noticia”, les dijo el misionero, “la noticia de un Dios de amor que nos quiere a todos, un Dios que desea que vivamos todos juntos en paz y justicia, ayudándonos unos a otros. ¿Van a aceptar la noticia que les traigo y a recibir en sus corazones a ese Dios de amor?” Cuando el misionero calló, los aborígenes permanecieron en silencio. Entonces, algo impaciente y desconcertado, les preguntó nuevamente si lo aceptaban o no lo hacían. Un momento después se alzó la voz profunda y serena del Cacique que dijo: “quédate a vivir con nosotros unos días y si en verdad vives lo que quieres enseñarnos, entonces te escucharemos”.
“Se r lo que se es. Ha bla r lo que se cre e. Viv ir lo que se procla ma, ha sta las últi ma s con secuen cia s y en la vid a dia ria” no) Mon s. Ped ro Casa ldáliga (obis po católico roma
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