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EDITOR: Diego Salazar COEDITOR: Juan Martínez el éxito Afirma que el triunfo es el resultado del trabajo, siendo el éxito “la dulzura de la recompensa”, aunque sabe “que todo lo que hoy es, mañana deja de ser”.

La danza, su pasión Isaac Hernández, un tapatío en el English National Ballet

“Aquí dicen que el ballet es para niñas, esa frase es pura ignorancia”, señala el bailarín más famoso de México

<< Adriana Morán

Tiene 27 años y es el único bailarín mexicano que ha pertenecido a una de las compañías dancísticas más afamadas del mundo: la Ópera de París, además de haber bailado en el Mariinsky Theatre en San Petersburgo, pero su recorrido hacia este momento de su vida inició en Guadalajara cuando sólo tenía 8 años, hijo de padres bailarines, desde pequeño tuvo claro que eso era lo que quería para su vida: danzar.

Desde muy joven se dio cuenta que la disciplina, la constancia y la pasión eran los ingredientes más importantes para conseguir lo que se propusiera y así empezó a bailar en el patio de su casa, en Guadalajara, junto a sus 10 hermanos, bajo la dirección de su padre, Héctor Hernández. Su progenitor, desde entonces, fue muy claro: no valdría la pena si no era el mejor. Así que abandonó el karate, al taekwondo, el tiro deportivo.

Fue educado por sus padres en su casa, porque no creían que la educación de los colegios era la adecuada. Los ensayos eran duros y con elementos rudimentarios, pues trabajaba con una barra en la pared que había puesto su padre, luego pusieron unas maderas en el cemento. Tenía sólo 11 años cuando una directora lo vio en unos ensayos en París y le dijo a su madre que llevara sus cosas porque Isaac se quedaría ahí, pero los papás creyeron que era muy pequeño y que su hijo no lo lograría, pero después de año y medio el joven bailarín fue el principal invitado.

A los 13 años se fue a estudiar danza en la Escuela de Rock para Educación de Danza, en Filadelfia, luego se fue a Nueva York, y ahí participó en el ballet de San Francisco, y antes de danzar en Londres estuvo en el ballet de Ámsterdam. De ahí en adelante todo es historia, pues incluso ha bailado para el Teatro Bolshoi, el Palais Garnier de París, y desde 2015 se unió al English National Ballet como bailarín principal, quien quiere que

dance para ellos los siguientes 15 años. Pero no todo ha sido fácil, pues ensaya seis días a la semana y ocho horas diarias.

el futuro y México En este 2018 se ha presentado en el Opera de París y el English National Ballet, algo extenuante y muy exigente para un artista. Y danzó en la obra de Don Quijote, de Rudolf Nureyev, una de las versiones más complejas y difíciles del repertorio clásico, interpretando a Basilio. También le han celebrado sus interpretaciones en la obra de La Sylhpide y Le Jeune Homme et la Mort (El hombre joven y la muerte), aunque, señala, una de las obras que más le han costado fue Romeo y Julieta, pues el papel masculino no es nada sencillo.

Cada año regresa a México a montar la obra Despertares, protagonizada y dirigida por él, desde hace cinco años, en el que reúne a los mejores exponentes del mundo, desde el Ballet de la Ópera de París hasta el American Ballet Theatre pasando por el Royal Ballet, con la finalidad de atraer a las nuevas generaciones a este arte. También ha participado en esa puesta su hermano menor, Esteban (quien es solista en el San Francisco Ballet).

Lo más impactante es que cada año que se presenta tiene llenos completos y se siente muy orgulloso de que sea México, único país en el planeta, en donde cerca de 10 mil personas acuden a ver una función de ballet. la fundación y la sencillez Aunque es muy joven aún, sí piensa retirarse antes de los 40 años (edad en la que generalmente se despiden los bailarines), ser embajador para México, estar vinculado a la cultura y mantener su fundación, mediante la cual 270 niños estudian danza gratuitamente y hay 700 en lista de espera. Su prioridad es seguir su labor altruista de danza para niños y niñas en el municipio jalisciense de Tlajomulco. Y claro que le gustaría regresar a México, pues es su casa, a la que califica como un lugar hermoso y con gente amable.

Isaac es, en realidad, un alma sencilla, en su forma de ser, hablar y comportarse, queda claro que lo más importante para él es la familia y el creer que el arte es un agente de cambio en las sociedades para su desarrollo, pues “impacta positivamente la vida de los seres humanos, genera bienestar y sensibiliza a la humanidad”.

Además, sus padres son sus héroes y a quienes más admira. Su sentido de la humanidad y el amor también son importantes, pues busca influir en las personas de manera positiva en donde lo único que busca es devolver con pasión todo lo que le ha sido dado. ▪

• A los 12 años de edad ganó la medalla de oro y Grand Prix. • Estudió danza con una beca en The

Rock School for Dance Education en

Philadelphia. • Ganó la única medalla de oro de México en las Olimpiadas del Ballet, otorgada por el Jackson Mississippi. • Ha participado en El lago de los cisnes, El corsario y Giselle, entre otros. • Tiene el premio Alexandra Radius Award. • Le dieron la Gold Medal USA en la International Ballet Competition. • Obtuvo el primer lugar en la Competencia Internacional de Cuba. • Es embajador de las Artes y el Turismo de México.

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