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ESTILO DE VIDA / Niños-padres-escuela
Es ist mal wieder so weit: Das 2.Schulhalbjahr hat begonnen, oder wie es immer mehr zur Mode gerät (wie z.B. in Mexiko), das 2.Semester! Ein scheinbar unbedeutender Begriffswandel, denn die Präparatoria (oder Oberstufe) ist ja immer noch nur Schule und noch nicht Universität und da sprechen wir schließlich vom 2.Halbjahr und noch nicht von Semestern! Nein, ich will keine Wortklauberei betreiben, aber die wachsende Sucht vieler "Präparatorias" möglichst schon ganz nahe an der Universität zu sein, ist unverkennbar! Vielleicht liegt das auch an dem "Geschäft Schule", in dem die Verwissenschaftlichung alles zunehmend beiseiteschiebt, was den Hauch von Erziehung haben könnte, denn Erziehung als Prestige lässt sich nur schlecht verkaufen! Früher hieß es einmal: "Nicht für die Schule, sondern fürs Leben lernen wir!". Heute sollte es heißen: "Nicht für die Schule, sondern für die Aufnahme an die Universität lernen wir!". So zumindest beobachte ich es in meiner Umgebung! Und dabei ist es noch überhaupt nicht sicher, welcher Jugendliche für die Universität geeignet ist, bzw. seine Zukunft an der Universität sehen wird. Wir bestimmen ohne unsere Kinder über ihre Zukunft! Die Wohlfühloase Schule, in der man gern mit seinen Freunden zusammenlebt und arbeitet, in der das entdeckende Lernen und die Entfaltung der eigenen, noch unfertigen Persönlichkeit im Mittelpunkt stehen, in der das Erleben und die Werte des Lebens zählen sollten, ist zu einer unerbittlichen Stressmühle geworden. Die Folge ist, dass immer mehr Kinder und Jugendliche unter Stresssymptomen leiden. Dabei unterscheiden wir zwischen körperlichen Stresssymptomen wie Bauchschmerzen, Kopfschmerzen, Übelkeit, Durchfall und Essstörungen (Appetitlosigkeit genauso wie übermäßiges Essen) und psychischen Stresssymptomen wie Angst, Nervosität, Gereiztheit, Aggressivität und Niedergeschlagenheit. Meist geht mit diesen Symptomen eine Auffälligkeit im Verhalten einher. Viele Kinder und Jugendliche ziehen sich aus ihrem sozialen Umfeld zurück, legen ein vermindertes Selbstbewusstsein an den Tag, sie schlafen schlecht, haben Alpträume und oftmals verschlechtern sich auch die schulischen Leistungen aufgrund von Konzentrations- und Aufmerksamkeitsstörungen rapide. Ein ungeheurer Druck lastet auf den jungen Menschen. Die Erwartungshaltungen der Schule, für die sich jeder Schüler bereits auf akademisch höchstem Niveau bewegen sollte, die meist unrealistischen Träume und Wünsche der Eltern, die ihre Kinder am liebsten heute schon im weißen Arztkittel sehen möchten, erdrücken die jungen Menschen buchstäblich und berauben sie um einen bedeutenden Teil ihres jungen Lebens, die Schule, die sie so nie wieder erleben dürfen! Kinder brauchen Freiräume zur individuellen Entfaltung und sollten ohne Optimierungsdruck ihre Kindheit und Jugend genießen dürfen. Etwas mehr Gelassenheit seitens der Eltern und Lehrer und Vertrauen in die Kinder, dass sie ihren Weg meistern werden, sind die besseren Mittel! Die Universität kommt noch früh genug!
Hans-Joachim Hepke Rector a.D. * *
Schule: Wohlfühloase oder Stressmühle? Escuela: ¿oasis de bienestar o molino de estrés?
Bis zum nächsten Mal und "Die Gleichstellung in der Familie". <<
Es ese momento otra vez: ha comenzado la segunda mitad del año escolar, o como está cada vez más de moda (como en México, por ejemplo), ¡el segundo semestre! Un cambio de terminología aparentemente insignificante, porque la escuela preparatoria (o la escuela superior) todavía es solo escuela y aún no universidad y ¡finalmente estamos hablando de la segunda mitad del año y no todavía de semestres! No, no quiero andar con tonterías sobre palabras, ¡pero es inconfundible la creciente adicción de muchos “preparatorios” por estar lo más cerca posible de la universidad! Quizás esto también se deba al “negocio de la escuela” en el que el pensamiento científico está dejando cada vez más de lado todo lo que pudiera tener un dejo de educación, ¡porque la educación como prestigio es difícil de vender! Solía ser: “¡No aprendemos para la escuela, aprendemos para la vida!”. Hoy debería ser: “¡No aprendemos para la escuela, aprendemos para ingresar a la universidad!”. ¡Al menos así lo veo en mi entorno! Y todavía no es nada seguro qué jóvenes son aptos para la universidad o quiénes verán su futuro en la universidad. ¡Nosotros determinamos su futuro sin nuestros hijos! La escuela como oasis de bienestar, en el que gusta vivir y trabajar con amigos, en el que se apuesta por el aprendizaje por descubrimiento y el desarrollo de la propia personalidad, aún inacabada, en el que la experiencia y los valores de la vida debe contar, es un molino de estrés implacable convertido. Como resultado, cada vez más niños y jóvenes sufren síntomas de estrés. Diferenciamos entre síntomas de estrés físico como dolor abdominal, dolor de cabeza, náuseas, diarrea y trastornos de la alimentación (pérdida de apetito, así como comer en exceso) y síntomas de estrés mental como ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, agresividad y depresión. Estos síntomas suelen ir acompañados de un comportamiento anormal. Muchos niños y jóvenes se retiran de su entorno social, muestran una reducción de la confianza en sí mismos, duermen mal, tienen pesadillas y el rendimiento escolar a menudo se deteriora rápidamente debido a los trastornos de concentración y atención. Hay una tremenda presión sobre los jóvenes. Las expectativas de la escuela, para las cuales todos los estudiantes ya deberían estar en el nivel académico más alto, los sueños y deseos en su mayoría irreales de los padres, que hoy quisieran ver a sus hijos con una bata blanca de médico, literalmente aplastan a los jóvenes y roban de una parte importante de su joven vida, ¡la escuela que así nunca vuelvan a experimentar! Los niños necesitan libertad para el desarrollo individual y se les debe permitir disfrutar de su infancia y juventud sin presiones para optimizar. ¡Un poco más de serenidad por parte de los padres y maestros y la confianza en los niños de que dominarán su camino son los mejores medios! ¡La universidad llegará pronto! Hasta la próxima con “Igualdad en la familia”. <<
* Rector a.D. Hans-Joachim Hepke, nacido en Amberg/Alemania, profesor desde 1975. Director de una gran Primaria durante más de 21 años y docente de la Universidad de Augsburgo-Munich al mismo tiempo. Fue consejero psicológico en una escuela de Munich para niños con problemas de compartamiento y profesor en una escuela Montessori. Desde 2008, es profesor en grandes escuelas internacionales en Turquía, Puebla, Ciudad de México y en la Universidad del TEC de Monterrey.