
3 minute read
POLÍTICA / Valor civil
Choro mareador
El Presidente de la República fue preciso en el tema de la tesis de la Ministra de la Corte Yasmín Esquivel, donde sin limitante señaló que la UNAM y, en particular su Rector, manejaron argumentos a los que bien consideró “choro mareador”.
En efecto, los “choros” además de ser unos moluscos, en nuestro lenguaje coloquial se les da una connotación que implica audacia, simplemente una manera de pretender engañar o buscar justificantes ajenos a la realidad. Un chorero es alguien gracioso, que habla mucho y no dice nada y al final no hace sino “cantinflear”. Tal precisión del mandatario resulta una severa y dura crítica al Jefe Máximo de la Institución Educativa más importante del País.
Con base a lo anterior, se reclama actuar en consecuencia, esto es, entender que el jefe del Ejecutivo exige respuestas concretas en el tan traído y llevado tema de la tesis.
El planteamiento del Rector, quien recientemente se reunió con su cuerpo directivo, es en el sentido de buscar mecanismos para actuar; no se decidió por desconocer el título producto de una tesis espuria, más bien planteó el problema, pero no marcó una solución. Algunos colaboradores cercanos del Rector precisan y lo han convencido de esa idea, de que, en caso de anularse el título, la señora Ministra podrá tramitar un juicio de amparo y de esa manera el problema se alargaría por tiempo indefinido. Sin duda ello es factible, pero también es cierto que actuar con energía es lo que la sociedad espera por parte de los dirigentes universitarios, aun a riesgo de enfrentar las consecuencias que ello conlleve.
Una nueva circunstancia se ha presentado en el sentido de que la Universidad llamará a la Ministra Esquivel para que en el caso con-
Dr. Eduardo López Betancourt elb@unam.mx
creto, declare lo que a su derecho corresponde, renglón que debió haberse considerado hace tiempo.
Dentro de todo este maremágnum, la Universidad sale perdiendo, presentándose en el mejor de los casos, incredulidad de que la situación de la Ministra Esquivel sea el único caso y que la Institución educativa haya otorgado un mayor número de títulos apócrifos o bien, fraudulentos.
Por otro lado, hay rumores de que la Ministra que presentó con posterioridad su tesis fue plagiada por un alumno que entregó su trabajo académico antes que ella. Esta aseveración resulta más que falsa por cualquier lado que se analice. Sería verdaderamente infantil pensar que quien presenta su tesis meses antes, es el que actúa ilícitamente. Nótese, aquí sale perdiendo en forma importante el máximo Tribunal del País al analizar si uno de los 11 ministros tiene título por un plagio, la pregunta obligada es ¿los otros 10 lo hicieron correcto?
La actuación de la Ministra Yasmín Esquivel de no ser radical y renunciar al cargo o pedir licencia afecta terriblemente a sus compañeros, mismos que están obligados a buscar con ella que se cause el menor daño posible a la justicia mexicana, la cual precisamente no cuenta con el reconocimiento social requerido. El pueblo mexicano reclama una justicia adecuada, se queja de jueces impreparados en una buena mayoría comprometidos para dictar resoluciones ajenas a la imparcialidad, muy ligados al tráfico de influencias y a la consigna, sin olvidar que varios juzgadores “litigan” a través de testaferros.
En síntesis, la situación de la tesis ha originado un sinnúmero de daños, no solo en relación con la Ministra Yasmín, sino con la bien denominada “Universidad de la Nación” y más aún con el máximo tribunal del derecho mexicano. Urge acabar con este dislate. <<
* Dr. Eduardo López Betancourt es Licenciado en Derecho, Maestro en Educación Cívica y Social, Maestro en Historia, Doctor en Pedagogía, Doctor en Historia, Doctor en Derecho, además de máster universitario en justicia criminal por la Universidad Carlos III de Madrid. Obtuvo mención honorífica en todos sus exámenes de grado y sus trabajos recepcionales tanto en la licenciatura en derecho como en historia fueron en el campo del derecho constitucional. Cuenta con una actividad docente de 54 años ininterrumpidos. Imparte clases en la licenciatura en Derecho y en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es autor de 79 obras jurídicas, 39 jurídicas y 40 de crítica socia, además de ser un crítico asiduo de los malos sistemas políticos. Su valor civil ha sido motivo de persecuciones y descalificaciones. Expresidente del Tribunal Universitario de la UNAM.