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Psicología de la religión La Psicología de la Religión es la rama de la Psicología aplicada y de la Ciencia de la Religión que trata las cuestiones psicológicas vinculadas a la práctica religiosa. Estudia las creencias, actividades y experiencias religiosas desde el punto de vista psicológico. Los pasos iniciales en la fundación de la Psicología de la religión en tanto que rama de la psicología remontan a la iniciativa de Friedrich Schleiermacher en su obra "Psychologie" del año 1862. El primer gran clásico de la especialidad fue William James con su obra "Las variedades de la experiencia religiosa" (The varieties of religious experience) del año 1902.

Para muchos, William James (1842-1910) es el fundador de la disciplina. Fue presidente de la American Psychological Association y escribió uno de los primeros textos de psicología, que en el campo de la psicología de la religión conservan aún hoy en día un cierto interés.

James diferenciaba la religión desde el punto de vista institucional, que se refiere más bien a los grupos religiosos y su organización, de la religión considerada en tanto que práctica personal

En el marco de esta última, el individuo puede vivir experiencias místicas independientemente de la cultura. Era este el aspecto que más le interesaba. Distinguía entre religiosidad sana y religiosidad enfermiza. Para James, los individuos con una predisposición "saludable" tienden a ignorar la maldad en el mundo y se concentran en sus aspectos positivos y en el bien en general. Por el contrario, aquellos predispuestos hacia una religiosidad patológica no pueden dejar de lado la percepción del mal y del sufrimiento y necesitan una experiencia unificadora, religiosa o de otro tipo, que les permita reconciliar el bien y el mal.


Sociología dela religión La sociología de la religión es el estudio de los comportamientos, estructuras sociales, evolución y de los roles de las religiones en las sociedades humanas. Intenta explicar la influencia que la religión tiene en el comportamiento colectivo del hombre y vice-versa, es decir, las interacciones recíprocas entre religión y sociedad. El interés por la religión y su interacción social se desarrolló intensivamente hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, recibiendo el aporte de grandes teóricos entre los que es clásico citar a Émile Durkheim, Max Weber y Karl Marx.

Entre los sociólogos de la religión más recientes, pueden citarse a Émile Poulat, Peter L. Berger, Michael Plekon, Rodney Stark, Robert Wuthnow,François Houtart, René Rémond, Danièle Hervieu-Léger, James Davison Hunter y Christian Smith. En América Latina sobresalenChristian Parker (chileno) Fortunato Mallimaci (argentino) Otto Maduro (venezolano) e Imelda Vega-Centeno (peruana), entre otros.


la oración -En la religión : la oración es el esfuerzo de comunicarse con Dios, un santo o un difunto, ya sea para ofrecer pleitesía, hacer una petición o simplemente expresar los pensamientos y las emociones personales. Dependiendo de la religión puede ser una o varias de estas formas -Una simple devoción o práctica piadosa (que el orante puede hacer privada o públicamente, individual o colectivamente, en una circunstancia especial o no). -Una parte de un rito que puede recitar el oficiante o toda la comunidad (como la misa cristiana). -Una obligación en sí misma (como las prescritas cinco veces al día por el islam).

la oracion es una forma de establecer una comunicacion con Dios. Usualmente lo hacemos cuando estamos en una crisis,necesidad o enfermedad,para pedir la ayuda o el remedio; nuestra desesperacion nos lleva a recordar a Dios y acercarnos a EL. Pocas veces lo hacemos cuando todo nos va bien y casi nunca oramos para dar gracias por las bendiciones y beneficios recibidos.Orar es hablar con Dios, meditacion es escucharlo.


En la iglesia católica La oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El hombre ha sido creado para glorificar a Dios, a través de la oración se le da Gloria, de lo cual el ser humano se beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre por la comunión con Jesucristo a través del Espíritu Santo.

mediante la oración se contempla a Dios, se le agradece, se le pide perdón y se le solicita su bendición y ayuda. Normalmente para orar se necesita un clima de recogimiento, silencio y soleda d interior para facilitar la unión con Dios; aunque hay momentos de oración comunitaria que lo dificultan, sin ser por ello menos efectiva. Al orar, cada uno puede hacerlo con sus propias palabras o recurrir a algunas de las oraciones tradicionales de la Iglesia.

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Ave María Padre Nuestro Gloria Patri Rosario Acordaos Salve Magnificat Liturgia de las horas Otras oraciones


Oracion musulmana La oración obligatoria es el segundo de los cinco pilares del islam. Se denomina namaz o salat (en castellano tradicionalmente azalá, en árabe ṣalāt], plegaria, acto de devoción). Se practica cinco veces al día: Fajr (desde el rayar del alba hasta el instante anterior a la salida del sol) Dohor (Poco después de medio día) Assr (En la tarde) Maghrib (Después de la puesta del sol)(corresponde a ma'ariv en hebreo) Isha (1,5 horas después de la puesta del sol hasta la oración de Fajr.) Los musulmanes sufies tienen una peculiar forma de alcanzar la contemplación, girando sobre ellos mismos a gran velocidad.

La iglesia de Jesucristo (mormones) La oración es la comunicación reverente con Dios durante la cual la persona da gracias y pide bendiciones. La oración se dirige e Nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo y puede hacerse en voz alta y en silencio. Los pensamientos también pueden ser una oración si se dirigen a Dios. La canción de los justos es una oración para Dios (D y C 25:12). La finalidad de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino obtener para nosotros y para otras personas las bendiciones que Dios esté dispuesto a otorgarnos, pero que debemos solicitar a fin de recibirlas. Para ofrecer una oración, la persona debe seguir lo siguientes pasos: 1. Nuestro Padre Celestial 2. Te damos gracias por... 3. Te pedimos... 4. En el nombre de Jesucristo. Amén


Oraciones judías La religión hebraica requiere oraciones al despertar, al anochecer, y después de cada comida. También hay bendiciones especiales para todos los gozos, todas las dichas, y todas las penas y dolores. La religión judía prohíbe estrictamente oraciones para pedir que le pase algo malo a los otros, o para pedir que se cambie el pasado. Algunas oraciones requieren la presencia de diez hombres miembros de la comunidad.

Budismo •

La práctica de la meditación, fundamental para el budismo, puede ser considerada en sí misma una forma de oración (y viceversa). Se han encontrado paralelismos entre el monacato, las vías ascética y mística del cristianismo y algunas religiones orientales. Pueden entenderse como formas de oración budista la repetición de mantras y el mero hecho de dar vueltas a un molinillo de oraciones.


Pero para que es la oración La oración es una forma de servir a Dios (Lucas 2:36-38). Oramos porque Dios nos manda que lo hagamos (Filipenses 4:6-7). (2) El orar es un ejemplo dado a nosotros por Cristo y la iglesia primitiva (Marcos 1:35; Hechos 1:14; 2:42; 3:1; 4:23-31; 6:4; 13:1-3). (3) Dios decidió que la oración sea el medio para obtener Su intervención en determinadas situaciones:

• según la iglesia católica : La oración es una forma de servir a Dios (Lucas 2:36-38). Oramos porque Dios nos manda que lo hagamos (Filipenses 4:6-7). (2) El orar es un ejemplo dado a nosotros por Cristo y la iglesia primitiva (Marcos 1:35; Hechos 1:14; 2:42; 3:1; 4:23-31; 6:4; 13:1-3). 3) Dios decidió que la oración sea el medio para obtener Su intervención en determinadas situaciones: a) Preparación para decisiones importantes (Lucas 6:12-13). b) Para derrotar la actividad demoníaca en la vida de las personas (Mateo 17:14-21). c) En la reunión de los obreros para la cosecha espiritual (Lucas 10:2). d) Para adquirir fortaleza y vencer ante la tentación (Mateo 26:41). e) El medio para fortalecer a otros espiritualmente (Efesios 6:18-19). (4) Tenemos la promesa de Dios de que nuestras oraciones no son en vano, aún si no recibimos específicamente lo que pedimos (Mateo 6:6; Romanos 8:26-27).


(5) Él ha prometido que cuando oremos por cosas que estén de acuerdo a Su voluntad, Él nos las concederá (I Juan 5:14-15). Algunas veces Él retarda sus respuestas, de acuerdo a Su voluntad y para nuestro beneficio. En estas situaciones, debemos ser diligentes y perseverantes en la oración (Mateo 7:7; Lucas 18:1-8) La oración no debe ser vista como el medio por el cual Dios cumple nuestra voluntad en la tierra, sino como el medio para hacer que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra. La sabiduría de Dios excede sin medida a la nuestra.

En situaciones en las que no sabemos específicamente cuál sea la voluntad de Dios, la oración es el medio para discernirla. Si Pedro no le hubiera pedido a Jesús que le ordenara salir de la barca y caminar sobre el agua, él se hubiera perdido de esa experiencia (Mateo 14:28-29). Si la mujer sirofenisa cuya hija estaba poseída por un demonio, no le hubiera rogado a Cristo, su hija no había sido sanada (Marcos 7:26-30). Si el hombre ciego que mendigaba en las afueras de Jericó no hubiera llamado a Cristo, nunca habría recobrado la vista (Lucas 18:35-43). Dios ha dicho que muchas veces no obtenemos lo que pedimos, porque no sabemos cómo pedir (Santiago 4:2). En un sentido, la oración es como compartir el Evangelio con la gente. No sabemos quién responderá al mensaje del Evangelio, hasta que lo compartimos. Es lo mismo con la oración; nunca veremos los resultados de la respuesta a la oración hasta que oremos.


La falta de oración demuestra falta de fe, y falta de confianza en la Palabra de Dios. Oramos para demostrar nuestra fe en Dios, que Él hará conforme a lo que ha prometido en Su Palabra, y bendecirá nuestras vidas abundantemente, más de lo que pudiéramos esperar (Efesios 3:20). La oración es nuestro principal medio para ver la obra de Dios en la vida de otros. Y siendo el medio por el que nos “conectamos” al poder de Dios, es nuestro medio para defendernos del enemigo y su armada (Satanás y su ejército) ante al cual estamos indefensos para derrotarlo por nosotros mismos. Por eso, que Dios nos encuentre con frecuencia ante Su trono, porque tenemos un Sumo Sacerdote en el cielo, que puede identificarse con todo por lo que atravesamos (Hebreos 4:15-16). Tenemos Su promesa de que la oración ferviente del hombre justo puede lograr mucho (Santiago 5:16-18). Que el nombre de Dios sea glorificado en nuestras vidas, creyendo en Él tanto como para acudir con frecuencia ante Él en oración.


Como orar • La forma como estamos acostumbrado, (generalizando), es la oración que hacemos en palabras, la oración vocal, por lo general esta son conocidas de memoria. Pero hay muchas que son de nuestros libros de oraciones. También oramos escuchando una oración, en especial si estamos bien estimulados, con un corazón muy cercano a Dios, entrando con todo en el espíritu de la oración. •

Cabe destacar, que muchas oraciones de hombres buscadores de Dios y la santidad, traen incluida gran fuerza, entonces si las leímos o las

escuchamos y las seguimos con gran atención, nuestra alma se inflamará de gozo. Y si nos vamos adentrando en el alma de la oración, es decir dejando que el espíritu se comprenda en ella, obtendremos la fuerza que trae incluida.

Estas pequeñas razones nos invitan a estar siempre dispuesto a orar, porque si no lo estamos, no podremos conseguir la fuerza de la oración. Estar dispuestos es estar preparados para sentirnos cercanos a Dios al orar. No debemos orar a la rápida y sin afecto. Nuestra propia experiencia nos lo dice, que no nos resultan nuestros ruegos cuando le pedimos a alguien algo para nosotros si los hacemos de modo poco atento, o si nos darnos poco tiempo para hablar o recibir una respuesta. También la experiencia nos enseña que si pedimos algo a alguien, hay darse tiempo para agradecer y mostrar nuestra satisfacción. Por esa razón, al orar hay que mostrase afectuoso con Dios y al final de nuestros momentos de oración agradecer a Dios el encuentro que se ha tenido.


Libertad de culto La libertad de culto o libertad religiosa es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y agnosticismo) y poder ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla.1

En Colombia "La Constitución del 91 desconoce a la Iglesia Católica como 'la religión de la nación' que consagraba la Carta de 1886. Sin ser atea, porque invoca 'la protección de Dios' en el Preámbulo y reconoce la libertad de cultos (Art. 19) sin ningún limite, y desconoce también la supremacía que la Iglesia Católica mantenía a través del Concordato, cuando señala que 'todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley'.

Si a ello agregamos la libertad de educación religiosa del artículo 68 y la suspensión de los efectos civiles del matrimonio católico por divorcio, que prevé el artículo 42, podemos concluir que la primera derrotada por la Carta de 1991 es la Iglesia Católica, quien pierde así el reconocimiento centenario de ser un elemento cultural cohesionante de la nacionalidad colombiana". LEMOS SIMMONDS, Carlos. Reflexiones sobre nuestra Constitución. Prólogo de la Constitución Política de Colombia


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