Monografia

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Proyecto Implementación de control biológico de reservorio de hantavirus en la comuna de Corral, en la Región de los Ríos

Aves Rapaces

MONOGRAFÍA

de capacitación y educación ambiental


Editorial E

sta monografia esta dedicado a la aves rapaces de Chile

y reune artículos sobre este grupo de nuestra fauna, algunos publicados en Enlaces anteriores y escritos, en su mayoría por miembros del Centro de Estudios Agrarios y Ambientales (CEA) y de la Sociedad de Vida Silvestre de Chile (SVSCh). El propósito de esta monografía es compilar información para apoyar la capacitación y actividades de educación ambiental del proyecto Implementación de control biológico de reservorio de hantavirus en la comuna de Corral, en la Región de los Ríos, cuyos objetivos son: (a) proponer una estrategia educativa, orientada a diferentes poblaciones objetivos, que contribuyan a mejorar el conocimiento de la población acerca del rol profiláctico que poseen ciertas especies de aves rapaces en el control de plagas a la vez que mejore su estado de conservación y (b) implementar un programa de control biológico orientado a combatir a la especie de roedor reservorio del virus Hanta en la comuna de Corral. Este proyecto es ejecutado por el Centro de Estudios Agrarios y Ambientales con quién la Sociedad de Vida Silvestre de Chile tiene un convenio de cooperación desde hace más de 15 años. Esta iniciativa, continuadora de otras homólogas, es relevante por que incorpora una propuesta para mejorar el hábitat de especies que han sido alterados por la actividad humana. La restauración de ecosistemas, aún cuando incluya solo algunos elementos del hábitat, parece ser la salida para la conservación de muchas especies de flora y fauna amenazada. Estamos en esa fase, ya muchos de los ambientes que alguna vez tratamos de conservar no están, pero siempre nos queda la alternativa de restaurar. Esto es mucho más caro e ineficiente que conservar (lo que implica su uso sustentable), pero es el destino de nuestra mentalidad, que toma conciencia cuando muchas veces ya es tarde. Esperamos que este proyecto prevalezca en el tiempo, que es de mediano y largo plazo, y solo si es así habrá cumplido con sus objetivos, lo que dependerá, en gran medida del involucramiento, de los habitantes locales. Si ellos hacen suya esta iniciativa se habrán cumplido las expectativas.

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Sumario Editorial .......................................................... Artículos

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Aves rapaces ............................................................................ 3 Rol ecológico de las aves rapaces .............................................. 6 Mitología de aves rapaces ........................................................ 8 Clave de búhos y lechuzas ........................................................ 11

Fichas técnicas de aves rapaces Lechuza blanca ........................................................................ Milano bailarín ........................................................................ Concón....................................................................................... Peuco.......................................................................................... Aguilucho variado.....................................................................

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Técnicas de estudio y manejo Radiotelemetría ....................................................................... Señuelos acústicos ..................................................................... Identificación de rapaces por vocalizaciones.............................. Atracción de aves rapaces......................................................... Estudio de dieta con egagrópilas............................................... Control biológico de roedores con aves rapaces........................

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Proyectos Proyecto Lechuza Blanca ........................................................ 32 Leyendas de zoofauna.................................................... 37

Educación ambiental.......................................................

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Artículos

Aves Rapaces Por Rocío Sanhueza Caba

Las aves rapaces son aves voladoras depredadoras, pero

Centro de Estudios Agrarios y Ambientales Sociedad de Vida Silvestre de Chile

algunas también se alimentan de carroña (animales muertos). Muchas de ellas regurgitan un bolo compacto, llamado egagrópila, con restos no digeribles de las presas consumidas (pelos, huesos, etc.) que, al igual que las fecas de animales como los zorros y pumas, pueden ser estudiadas para conocer la composición de la dieta de cada especie. Estas aves se pueden dividir en dos grandes grupos: rapaces diurnas, pertenecientes al Orden Falconiformes, y rapaces nocturnas, pertenecientes al Orden Strigiformes. En general, todas presentan características especiales que les permiten satisfacer sus requerimientos de desplazamiento y la forma de atacar a sus presas: coronilla

nuca

cúlmen secundarias garganta primarias

pecho tarso dedos garras

plumas tarsales cola

Figura 1: Topografía de un Ave Rapaz.

Tomada de

Muñoz-Pedreros et al. 2004

- Pico: El pico o culmen de estas aves es curvado, con forma de gancho, que le permite penetrar en la musculatura de las presas a modo de cuchillo (ver Fig. 2) y además, cuenta con un borde córneo filoso que permite cortar. La mandíbula superior está adaptada para tirar y desgarrar. De esta forma, el pico puede ser utilizado tanto para matar a la presa durante el ataque, como para desplumarla y despedazarla después. La base del pico, en su parte superior, está cubierta por una estructura como funda carnosa llamada cera, que suele ser de colores vistosos y que en algunas especies puede ser utilizado para diferenciar al macho de la hembra.

Figura 2: Tipos de pico. De arriba a abajo: águila de pecho negro; cernícalo americano; peuquito y tucúquere magallánico.Tomada de Muñoz-Pedreros et al. 2004.

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- Patas: Poseen en general patas grandes y fuertes, con varia-

ciones según sus hábitos de caza (ver Fig. 3). Las especies que capturan presas voladoras presentan dedos largos, firmes y con fuertes garras curvadas que permiten capturar, matar y retener a sus presas, mientras las especies de hábitos carroñeros presentan poca fuerza de aprehensión y garras más rectas, y las que capturan presas de tamaño mayor poseen dedos cortos y robustos, con garras curvadas y largas. El tarso también puede variar, pudiendo ser corto y grueso en aquellas especies que capturan presas de gran tamaño, o delgados y largos en aquellas que capturan presas en vuelo. El color de las patas puede ser variable y en algunas especies también sirve como carácter diferenciador entre machos y hembras.

A

B

D

C

E

Figura 3: Tipos de patas. A = águila de pecho negro; B = peuquito; C = cernícalo americano; D = jote de cabeza negra; E = nuco. Tomada de Muñoz et al. 2004.

- Ojos: Presentan ojos grandes y de mirada penetrante, que están adaptados para ver a grandes distancias. Las rapaces diurnas tienen los ojos móviles a cada lado de la cabeza, que es estrecha, mientras las nocturnas poseen ojos fijos, en posición frontal. - Vuelo: Según sus necesidades, las aves rapaces presentan distintos diseños de alas y diferentes tipos de vuelo, que son útiles para la cacería, sea esta en el suelo o en vuelo. Las rapaces diurnas son capaces de alcanzar grandes velocidades de vuelo para cazar, para lo cual presentan un plumaje duro y compacto, mientras las nocturnas poseen un vuelo más lento y silencioso, gracias a un plumaje suave. Según la forma de las alas el vuelo puede ser: a) planeado y a vela, con alas largas y anchas (águilas); b) de observación a vela, con alas largas y anchas y plumas primarias separadas como dedos (cóndores y jotes); c) batido, muy rápido en distancias cortas, con alas cortas redondeadas y una larga cola (peuquito); o, d) con fuertes picadas, con alas en punta (halcones, cernícalo) (ver Fig. 4).

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A

C

B

D

Figura 4: Diseño alar y tipo de vuelo. A = vuelo planeado y vuelo a vela; B = vuelo de observación a vela; C = vuelo batido, muy rápido en distancias cortas; D = vuelo con fuertes picados. Tomada de MuñozPedreros et al. 2004.

Aves rapaces de Chile En Chile se encuentran 34 especies de aves rapaces, 27 de ellas son de hábitos diurnos (Orden Falconiformes) y 7 son de hábitos nocturnos (Orden Strigiformes) (ver Tabla I). Todas ellas se encuentran protegidas por las disposiciones de la Ley de Caza Nº4.601 de 1929, de texto sustituido por la Ley Nº19.473 de 1996; y por su reglamento, el Decreto Nº5 de 1998 del Ministerio de Agricultura, que prohiben su caza y captura, salvo en el caso del traro (Caracara plancus), para el cual existe una época y cuota de caza en las Regiones XI de Aysén y XII de Magallanes. Respecto a su estado de conservación, el Libro Rojo de los Vertebrados Terrestres de Chile clasifica a nueve especies de aves rapaces según categorías publicadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 1982: una subespecie* considerada En Peligro, dos especies Vulnerables, tres Raras y cuatro Inadecuadamente Conocidas. Entre las causas principales de amenza para estas aves se encuentran la caza y captura ilegal, la pédida de hábitat, la disminución de fuentes de alimento y el uso de pesticidas. PARA SABER MÁS: CONAF (1988) Libro rojo de los vertebrados terrestres de Chile. Corporación Nacional Forestal. Santiago, Chile. 68 pp. JAKSIC F & J JIMÉNEZ (1986) The conservation status of raptors in Chile. Birds of Prey Bulletin 3: 95-104. JAKSIC F, A IRIARTE & J JIMÉNEZ (2002) The raptors of Torres del Paine National Park,Chile: biodiversity and conservation. Revista Chilena de Historia Natural 75: 449-461. JAKSIC F, E PAVEZ, J JIMÉNEZ & JC TORRES-MURA (2001) The conservation status of raptors in the Metropolitan Region, Chile. Journal of Raptor Research 35(2): 151-158. MUÑOZ-PEDREROS A, J RAU & J YÁÑEZ (eds) (2004) Aves rapaces de Chile. CEA Ediciones. Valdivia, Chile. 387 pp. ROTTMANN J & MV LOPEZ-CALLEJA (1992) Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves. Unión de Ornitólogos de Chile. Serie Técnica DIPROREN-SAG. Año I Nº1. 16 pp. TALA CH & A IRIARTE (2004) conservación de aves rapaces en Chile. En: Muñoz A, J Rau & J Yáñez (eds.) (2004) Aves rapaces de Chile. CEA Ediciones. Valdivia, Chile. 387 pp.


Tabla I: Lista de aves rapaces de Chile. Estatus: R = Residente, V = Visitante, AC = Visitante accidental. Estado de Conservación: P = En Peligro, V = Vulnerable, R = Rara, I = Inadecuadamente Conocida, NC = No Categorizada. Fuente: Muñoz-Pedreros et al. 2004.

NOMBRE COMÚN

ESTATUS

ESTADO DE CONSERVACION (CONAF 1988)

ORDEN FALCONIFORMES Familia Cathartidae 1.- Cathartes aura (Linné, 1758) 2.- Cathartes burrovianus Cassin, 1845 3.- Coragyps atratus (Bechstein, 1783) 4.- Vultur gryphus Linné, 1758

Jote de cabeza colorada Jote de cabeza amarilla Jote de cabeza negra Cóndor andino

R AC R R

V

Familia Pandionidae 5.- Pandion haliaetus (Linné, 1758)

Aguila pescadora

V

V

Familia Accipitridae 6.- Elanus leucurus (Vieillot, 1818) 7.- Circus buffoni (Gmelin, 1788) 8.- Circus cinereus Vieillot, 1816 9.- Accipiter chilensis Philippi y Landbeck, 1864 10.- Geranoaetus melanoleucus (Vieillot, 1819) 11.- Parabuteo unicinctus (Temminck, 1824) 12.- Buteo magnirostris (Gmelin, 1788) 13.- Buteo albigula Philippi, 1899 14.- Buteo swainsoni Bonaparte, 1838 15.- Buteo polyosoma (Quoy y Gaimard, 1824) 16.- Buteo poecilochrous Gurney, 1879 17.- Buteo exsul Salvin, 1875 18.- Buteo ventralis Gould, 1837

Milano bailarín Vari huevetero Vari ceniciento Peuquito Aguila de pecho negro Peuco Aguilucho piquiancho Aguilucho chico Aguilucho de Swainson Aguilucho variado Aguilucho de la Puna Aguilucho de Juan Fernández Aguilucho de cola rojiza

R AC R R R R AC R AC R R R R

Familia Falconidae 19.- Phalcoboenus megalopterus (Meyen, 1834) 20.- Phalcoboenus albogularis Gould, 1837 21.- Phalcoboenus australis (Gmelin, 1788) 22.- Caracara plancus (Miller, 1777) 23.- Milvago chimango (Vieillot, 1816) 24.- Herpetotheres cachinnans (Linné, 1758) 25.- Falco sparverius Linné, 1758 26.- Falco femoralis Temminck, 1822 27.- Falco peregrinus Tunstall, 1771

Carancho cordillerano del norte Carancho cordillerano del sur Carancho negro Traro Tiuque Halcón reidor Cernícalo americano Halcón perdiguero Halcón peregrino

R R R R R AC R R R/V

Familia Tytonidae 28.- Tyto alba (Scopoli, 1769)

Lechuza blanca

R

Familia Strigidae 29.- Bubo magellanicus (Gmelin, 1788) 30.- Glaucidium peruanum König, 1991 31.- Glaucidium nanum (King, 1828) 32.- Athene cunicularia (Molina, 1782) 33.- Strix rufipes King, 1828 34.- Asio flammeus (Pontoppidan, 1763)

Tucúquere magallánico Chuncho del norte Chuncho austral Pequén Concón Nuco

R R R R R R

R

R

I R

NC

NC *

ORDEN STRIGIFORMES

I I

(*) Falco peregrinus anatum en la categoría En Peligro, F. p. cassini en la categoría Vulnerable y F. p. tundrius No Categorizada.

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Artículos

Papel Ecológico de las Aves Rapaces: del Mito al Conocimiento Por Jaime Rau Acuña Universidad de Los Lagos Sociedad de Vida Silvestre de Chile

El mito Para bien o para mal, desde las antiguas civilizaciones las aves rapaces han atraído el interés del hombre. Ejemplos destacados han sido los halcones, hábiles cazadores de otras aves a las que capturan en caídas libres que llegan a alcanzar los 300 km/h. Conocidísima es la divinidad egipcia Horus, el dios-halcón al que, posteriormente, los griegos llamaron Hor-Hur. En tiempos modernos, empero, los hábiles halcones fueron entrenados por los cetreros para la caza de aves para el consumo humano. Por otra parte, las águilas, solitarios cazadores alados de las alturas y dotados de una gran capacidad visual, han sido siempre las representantes de la fuerza y la astucia (véanse, por ejemplo, “Así habló Zaratustra”, del filósofo F. Nietzche y “Demian”, del novelista premiado con el Nobel, H. Hesse). Recuérdese que en la mitología griega los dioses castigaron a Prometeo, el hurtador del fuego que se compadeció de los humanos, y era un águila la que consumía en las noches su hígado el que al día siguiente regeneraba. Precisamente, en el Psicoanálisis este mito se interpreta como la búsqueda del conocimiento (véase más adelante) por parte del hombre. Lamentablemente, en nuestra mitología chilota varias especies de aves rapaces diurnas y nocturnas han sido asociadas con la fatalidad y lo funesto. En su “Arte de Pájaros” uno de nuestros poetas laureados (P. Neruda) nos dice sobre el milano bailarín (Elanus leucurus): Ví un halcón blanco suspendido del cielo como por un hilo pero no había hilo ninguno: el halcón blanco palpitaba, era nevado el movimiento, sus grandes alas palpitaban, adentro de él crecía el fuego como una hoguera que lo ardía: el hambre afilaba el acero, el ciclón negro de sus garras: preparaba la sangre ciega para caer como pedrada: terror terror su luz de nieve, terror su paz devoradora.

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El conocimiento Para la ciencia, no obstante, las aves rapaces han servido de excelentes organismos modelo para el estudio de la estructura y dinámica de las poblaciones ecológicas y las comunidades biológicas. De hecho, en Chile ha habido una fascinación por su estudio la que culminó en un libro monográfico dedicado sólo a este grupo: “Aves Rapaces de Chile” (ver referencia en Material de Apoyo). Se ha estimado que sólo una lechuza blanca (Tyto alba) consume unos 1000 roedores por año. Algunos roedores tienen un importante rol en la epidemiología de diversas enfermedades que afectan a los animales domésticos y al ser humano. Por ejemplo, el ratón colalarga que es reservorio y transmisor del hantavirus. Afortunadamente, la lechuza blanca y el milano bailarín (Elanus leucurus) depredan a este roedor de manera significativa. Las aves rapaces, al situarse en la cima de la trama trófica controlan las poblaciones de diversas especies consideradas plagas para la agricultura. Actualmente es usual combatir roedores con dosis masivas de venenos, lo que de paso mata a sus propios controladores biológicos (aves rapaces, quiques, zorros, güiñas, etc.) y contrinuye a que aumente más la contaminación química en el ambiente. En la Fig.1 se muestra una familia de Tucúqueres de Magallanes (Bubo magellanicus) en el Parque Nacional “Torres del Paine”, Chile austral. Este es un depredador de roedores y lagomorfos (conejos y liebres) introducidos en el país. Para finalizar, una interesante pregunta: ¿Cuál es el papel ecológico que las aves rapaces desempeñan en el teatro evolutivo de la naturaleza? A mi entender, las aves rapaces desempeñan en los ecosistemas naturales uno o algunos de los siguientes roles: - Como ya se señaló, al encontrarse en la cima de las tramas tróficas, las aves rapaces son depredadores de alto nivel trófico y, con mucha

probabilidad, especies claves. Esto es, que con independencia de su abundancia cumplen una función de primaria importancia en determinar la estructura y organización de las comunidades biológicas. - Por lo general son también especies “paraguas”. Esto significa que tienen amplios territorios de caza. De esta manera, empleándose un modelo de conservación de la biodiversidad de filtro grueso, su conservación implicará también las de sus presas y, además, las de estas últimas. - Al ser especies muy sensibles funcionan como excelentes bioindicadores de poluciones ambientales (el lector puede comprobar que ahora no hay águilas pescadoras, Pandion haliaetus, en la época de primavera y verano en el río Cruces de Valdivia, Chile). - Son verdaderos “basureros ambientales” ya que contribuyen al desparasitamiento y confinación de enfermedades al interior de los sistemas ecológicos. - Por último, y tal vez lo más importante, permiten el control biológico de plagas. Como ya se señaló, el ratón colalarga es reservorio y principal transmisor del letal virus hanta en Chile y otros países. El análisis de la dieta de lechuza blanca demuestra claramente que su consumo de esta especie de roedor sobrepasa en todos los estudios efectuados sobrepasa el 50% en el país.

PARA SABER MÁS

http://www.ceachile.cl/rapaces/index.htm Aquí se describen las funciones de las aves de rapiña y su utilidad como controladores biológicos de plagas y enfermedades producidas por roedores (Hantavirus). Hay archivos con sus vocalizaciones. MUÑOZ A, J RAU & J YÁNEZ (eds) (2004) Aves rapaces de Chile. CEA Ediciones. Valdivia, Chile (http://www.ceachile.cl/ publicaciones.htm). Información técnica y dibujos a color de las aves de rapiña que existen en nuestro país. http://www.avesdechile.cl Aquí hay fotos y archivos con registros de los cantos y vocalizaciones de nuestras aves, incluidas las rapaces. http://www.ccpo.odu.edu/~andres/aves También aquí hay fotos y archivos con registros de los cantos y vocalizaciones de las aves del país, considerando también a las aves de rapiña. http://www.unorch.cl Esta es la página oficial de la Unión de Ornitólogos de Chile. http://www.educarchile.cl/aves.main.html Aquí hay archivos con registros y cantos y vocalizaciones de nuestras aves en general y rapaces en particular.

Figura 1: Familia de tucúqueres. Fotografía: Andrés Mansilla.

http://mantruc.com/rincon/aves.htm Aquí hay fotos de algunos tipos (rapaces también) de las aves presentes en Chile.

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Artículos

Mitología de Aves Rapaces Por Marcela Guerrero Almanzar

Universidad de Católica de Temuco

La manera en que una cultura o sociedad forma sus conceptos respecto a su entorno o el medio en que vive, tiene que ver con la manera en que interactúa, percibe y valora los objetos que le rodean. Tradicionalmente las culturas antiguas o aborígenes, ven en su entorno y en su cosmogonía la materialización de la creación, tanto los seres animados como los inanimados son parte de los mitos y leyendas que explican el origen y la evolución del universo. Entre la fauna objeto de veneración por parte de estas culturas, resalta por su preponderancia, el papel que las aves rapaces han tenido en la significación de poder y realeza, siendo las principales intérpretes de relatos míticos y leyendas que perduran hasta nuestros días. Culturas aborígenes Las aves rapaces estaban representadas dentro de la cultura Egipcia por el dios “Horus”, quien era adorado como símbolo de poder y salud, creían que su ojo poseía propiedades curativas (Fig. 1). Las culturas griegas y romanas consideraban que el halcón era la representación del diablo en la tierra. Al igual que los celtas, creían que el búho tenía poderes psíquicos y lo consideraban el ángel de la muerte o la diosa de la noche. Las culturas indígenas norteamericanas pensaban que el halcón era semejante a Mercurio quien era el que entregaba a los indígenas el mensaje de los Dioses acerca de la importancia de tener una conciencia sobre si mismos y de sus alrededores.

Las águilas calvas y doradas están representadas en varios tótemes por la tribu Haida de Norteamérica para mostrar el parentesco entre hombres y animales y permitir la organización en castas, simbolizando clarividencia y discernimiento (Fig. 2). Tenochtitlán hoy día Ciudad de México, fue ocupada inicialmente por los aztecas a partir de una llamada de los dioses, descrito en la leyenda de Huitzilopochtli, que les ordenaba asentarse en donde encontraran un águila perchada en un cactus comiéndose una culebra. Por otro lado, los guerreros águila pertenecían a una de las ordenes militares más importante de los aztecas.

Estas mismas culturas hacían representaciones de un ave llamada “pájaro del trueno” o “thunderbird”, que era un águila o buitre utilizado para describir o personificar los truenos y relámpagos. De acuerdo a una leyenda el reino de las nubes y el viento estaban ubicados por debajo del sol, la luna y las estrellas y estaban embrujados por espíritus por donde constantemente pasaba el “thunderbird”. Según la Mitología Griega, la lechuza blanca simboliza a Palas Atenea o Minerva (Fig. 1). Se le atribuía una gran sabiduría y que era capaz de predecir las desgracias, por lo que se ha considerado un pájaro de mal agüero. También se ha acusado a esta ave rapaz de devorar aves de corral, por lo que ha sido perseguida en ocasiones por los campesinos.

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Figura 1: Izquierda: Dios Horus, cultura Egipcia; derecha: Minerva, con a una lechuza posada en su mano.


En culturas de Los Andes colombianos se encontraron ajuares en forma de ave, dentro de las tumbas de personas que se cree que tenían un alto rango. Las creencias sobre el origen del mundo, en las que figuraba el águila, también han sido documentadas para los indígenas de la Cordillera Oriental de Los Andes (U’was) y de la Sierra Nevada de Santa Marta (Koguis, Ikas y Wiwas). Estas figuras son igualmente importantes en su organización social y como imagen que representa el equilibrio necesario para el devenir de la vida.

a sus orígenes y a su divina facultad de volar al “más allá”. Por eso usan garras y plumas de águila..., quizás del águila mora o calquín, la que habla con Dios. Otras veces toman los atributos del cóndor, también sagrado, ave maligna a la que el mítico Elal (héroe creador y educador de los tehuelches) cazó con una flecha y en castigo ejemplar por llevarse niños le sacó todas las plumas de la cabeza. Entre todos, ¿cuál es el pájaro más temido por el nativo? A no dudar el chonchón o chuncho o quilquil o tué tué, especie de caburé (ave rapaz insectívora) fabuloso al que se considera rey cruel de los seres alados, los convoca para elegir el mejor, destruirlo y comerlo. Los que saben entre los mapuches afirman que se trata de un brujo o bruja en que se ha separado la cabeza del cuerpo y ha hecho crecer desmesuradamente sus orejas como alas para volar a las salamancas (cuevas de los brujos) y participar de las orgías y maleficios (Fig. 4.). La creencia popular cuenta que si este pájaro nocturno o cabeza voladora ríe: habrá muerte cercana, y si canta: se producirá un casamiento. Pero es tanto el temor que suscita el chonchón que siempre se intenta ahuyentar con rezos, las extrañas doce palabras redobladas, o conjuros de todo tipo. El mapuche Lonco Pascual Coña describe una infinidad de aves que vuelan por los aires, el aguilucho, el cóndor, el gallinazo, el jote, el traro, el cernícalo y el tiuque, todas aves diurnas y carnívoras. Otras

Figura 2: Arriba: tótem de águila de una tribu norteamerica, y Escudo Nacional de México. Abajo: colgante en forma de águila de las culturas de os Andes colombianos.

Cultura Local Principalmente dos pueblos patagónicos, los tehuelches del sur y los mapuches, aportaron las historias legendarias, sobre el mito más antiguos de la humanidad, en que cuentan que el Ser Supremo tomó la forma de Águila o gran ave solar, y descendió un día al Árbol del Mundo (Fig. 3). Allí puso sus huevos chamánicos y los empolló o hizo empollar durante los muchos días que suman tres vueltas completas de la Tierra en torno del Sol. Cumplido el tiempo de la incubación los huevos se abrieron y los grandes chamanes de los nidos más altos y los medianos de los nidos intermedios y los más pequeños de los nidos de las ramas mas bajas abrieron sus ojos nuevos ¡y supieron qué debían hacer! Desde entonces son guías de los hombres y mantienen vivo el sagrado contacto entre las criaturas y el Padre Creador. Y en memoria de la Gran Ave-Madre se adornan con elementos ornitomórficos, que magníficamente los devuelven

Figura 3: Águilas en la creación del mundo.

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aves son nocturnas. A esas pertenece el concón (el búho) el tucúquere, la lechuza, el mochuelo, el chuncho, el nuco, el peuco, el halcón, el mero o gancho y el tiuque nocturno. La creencia hacia esas aves nocturnas, dice, son agoreras de mal agüero, si dan su voz sobre una casa el dueño suele decir “ muy mala señal hay; habrá quizás enfermo y muertes” (Fig. 5). Oreste Plath comenta, uno de los graznidos que se posan en los oídos del lector es el «Tue, tue, tue, tue», perteneciente al chonchón. Esta ave, en medio de la pampa, triza el silencio y descompone la calma con su aletear nocturno. Y para ese terror, el sabio consejo popular recomienda, protegerse con un «martes hoy, martes mañana, martes toda la semana», con lo que el ave cae inconsciente hasta que otro chonchón viene a levantarlo. La creencia en el chonchón, que representa al kalku o hechicero transformado en ave y que puede, por este medio, controlar la vida de sus enemigos y ejercer en ellos poderes agoreros o maléficos, es tradición de raíz mapuche. La misma voz chonchón proviene del mapudungun. Choñchoñ corresponde al nombre de “cierto pájaro grande, nocturno”, como una especie de lechuza que vaga favorecida por el silencio, oscuridad de la noche, de rancho en rancho, anunciando enfermedades, muertes y otras semejantes desgracias. Este relato no alude a ningún tiempo ni espacio determinados, pero es indudable que su contenido está muy ligado al sistema de creencias de los campesinos del sur del país, y especialmente de la Araucanía, tanto hispano-chilenos como mapuches. Por lo tanto, puede ser identificado como un relato mítico y, como tal, forma parte de un conjunto de comportamientos sociales hacia la fauna, en este caso hacia las aves rapaces.

Figura 4: Dibujo de chuncho, chonchón, quilquil o tué tué.

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Figura 5: Representación de la creencia hacia las aves nocturnas.

PARA SABER MÁS ANKERBERG J (2002) A Short Guide to Occult Symbols. “The Wise Old Owl”. Theological Research Institute. AUGUSTA F (1991) Diccionario Araucano. Mapuche-Español/Español-Mapuche. 2a ed. Temuco Integra. 125 pp. AUKANAW (2004) La Ciencia Secreta de los Mapuches. Biblioteca Nueva Era Rosario – Argentina. 143 pp. BORREGO CA (2003) Dieta de la lechuza en la mesa de anafe. Grupo espeleológico. Guamuhaya. COÑA P (2000) Testimonio de un cacique mapuche/ Pascual Coña. Dolmes Ediciones.471 pp. ELLA E & CLARK (1953) Indian Legends of the Pacific Northwest. University of California Press. GARCÍA X & MÁRQUEZ (2000) Aves rapaces y cultura. Instituto Alexander von Humboldt. Bogota-Colombia. PLATH O (2000) Lenguaje de los pájaros chilenos. Editorial Grijalbo. Santiago, Julio de 2000, Tercera Edición. 230 pp. PROPP V (1981) Las raíces históricas del cuento. 3a ed. Trad. José Martín Arancibia. Madrid. 242 pp. SÁENZ -SAMPER J (2001) Las águilas doradas: más allá de las fronteras y del tiempo. El motivo de las aves con alas desplegadas en la orfebrería tairona. Boletín Museo del Oro. No. 48, enero-junio 2001. Bogotá: Banco de la República.


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Clave de Búhos y Lechuzas Las aves rapaces pertenecientes al Orden Strigiformes, búhos y lechuzas, son en general de hábitos nocturnos o crepusculares, por lo que presentan una serie de adaptaciones para no ser percibidas durante el día y para mejorar sus oportunidades de conseguir alimento en la noche. - Plumaje y vuelo: El plumaje presenta un diseño mimético, que les permite camuflarse en el ambiente donde viven, con tonos café a grises en ambientes boscosos, tonos más claros en espacios abiertos y tonos ocres en ambientes desérticos. Además, poseen “fases” de coloración (diferentes tonalidades) y penachos, que son plumas en la cabeza que permiten difuminar la redondez y simularse con las ramas de los árboles donde se posan. Su vuelo es elegante y silencioso, para lo cual poseen un plumaje especial, con un diseño deflecado y acolchado, que reduce la fricción entre las plumas al batir las alas y el sonido del aire al ser “cortado” por éstas. Los dedos de las patas también pueden presentan plumas y el cuarto dedo es móvil y se encuentra orientado hacia atrás, para mejorar el agarre de las presas. - Vista: Sus ojos tienen una localización frontal y están adaptados para captar de mejor forma los escasos rayos de luz, mediante la presencia de grandes pupilas circulares y de fotoreceptores (conos y bastones) en la retina, con una mayor proporción de bastones (que procesan las impresiones luminosas incoloras) que de conos (que procesan el color). Además, los conos se presentan en mayor cantidad, y son de mayor tamaño, que en las rapaces diurnas. Poseen también una visión binocular amplia y rotación de la cabeza hasta 270º. Esta gran capacidad de rotación de la cabeza compensa la imposibilidad que tienen de mover los ojos dentro de las cuencas oculares para orientarlos hacia el objetivo. - Oído: No poseen pabellones auriculares (orejas), que son los encargados de “atrapar” el sonido y dirigirlo hacia el oído. Para suplir esto, poseen pantallas de plumas en forma de concha o disco acústico, con plumas muy densas y cortas conectadas entre sí y dispuestas alrededor de los ojos, que actúan de receptores del sonido. Ademas, algunas especies presentan asimetría en los oídos, ubicándose uno más arriba que el otro, para mejorar la localización del sonido que emiten las presas.

En Chile, este Orden está conformado por 7 especies (ver Fig. 1): Bubo magellanicus (tucúquere magallánico), Glaucidium nana (chuncho austral), Glaucidium peruanum (chuncho del norte), Athene cunicularia (pequén), Strix rufipes (concón) y Asio flammeus (nuco), pertenecientes a la Familia Strigidae; y Tyto alba (lechuza blanca), perteneciente a la Familia Tytonidae. A continuación se presenta una sencilla clave para ayudar a diferenciarlas.

CLAVE DE IDENTIFICACIÓN 1. Disco facial ………….…………….........................…… Tyto alba 2. Discos oculares ……………….……….....................….. 3 3. Cabeza con penachos …………...…..................…..…. Bubo magellanicus 4. Cabeza sin penacho …………………….....................… 5 5. Dedos emplumados …………..........….....................…. Asio flammeus 6. Dedos con cerdas ……………....…......…...............…… 7 7. Plumaje rayas transversales ……….……...................… Strix rufipes 8. Plumaje sin rayas transversales …….........…..........….. 9 9. Plumaje todo moteado ………………….................….… Athene cunicularia 10. Plumaje moteado solo alas .………….…...........……… 11 11. Cola con bandas transversales castañas y café ..................................... Glaucidium nana 12. Cola con bandas transversales blancas y café ......................................... Glaucidium peruanum

B

A

E

C

F

D

G

Figura 1: Aves rapaces nocturnas de Chile. A = Tyto alba, B = Bubo magellanicus, C = Asio flammeus, D = Strix rufipes, E = Athene cunicularia, F = Glaucidium nana, G = G. peruanum. Fotografías: Nigel Blak, Klaus Koenig, Ann Cook, José Luis Brito Jared Hobbs, Javier Grosfeld y Trevor Quested.

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Fichas técnicas

Lechuza blanca Tyto alba (Scopoli, 1769)

Descripción: El adulto es dorsalmente de color crema amarillento con tintes cenicientos y pintas blanquecinas. El vientre es blanco con puntos cenicientos. La cara presenta dos grandes discos faciales en forma de corazón. Presenta alas largas, que pueden alcanzar una envergadura de 90 cm, relativamente angostas y con extremos redondeados. Con dimorfismo sexual, la hembra, es más grande y de tonos más oscuros, con el dorso más pardusco y el vientre más amarillo; midiendo 38 cm de longitud y pesando 490 g. El macho es más blanco y mide 36 cm de longitud y pesa 450 g. Distribución geográfica: Sur de Norteamérica, Sudamérica, Europa, África, sur de Asia y Australia. En Chile entre Tarapacá (Región de Tarapacá) y Tierra del Fuego (Región de Magallanes).

Dibujo J. Ruiz, en: Muñoz-Pedreros et al. 2004

Por Rocío Sanhueza

son considerados como los factores más importantes en la determinación de la distribución, éxito reproductivo y dieta de la lechuza blanca, por tanto, la disminución de éstos constituye una de las principales amenazas para esta especie. Poblaciones: Probablemente ha incrementado su población en todo el país debido a la alta oferta de roedores existente en áreas intervenidas por el hombre. Estado de Conservación: Es una especie no amenazada. En Apéndice II de CITES. Protegida por Ley 19.473 de 1996.

Hábitat: Ocupa casi todos los ambientes, incluidos zonas urbanas. Conducta: Posee actividad nocturna, con un vuelo silencioso, rectilíneo y con un batido de alas suave entremezclado con planeos cortos. Mientras vuela puede emitir un fuerte y estridente grito que puede repetir a intervalos. Es una especie muy adaptable a las modificaciones ambientales. Alimentación: Se alimenta casi exclusivamente de roedores, aunque ocasionalmente puede capturar aves e insectos. Caza al acecho y activamente en vuelo, generalmente en ambientes abiertos, como praderas, huertos, matorrales, etc. Reproducción: Es una especie muy prolífica. Si tiene buena disponibilidad de alimento, puede sacar varias nidadas al año, poniendo de cuatro a siete huevos que incuba por 33 días. Para ello no construye nido, sino que aprovecha agujeros de troncos, roqueríos y edificaciones. Amenazas: La calidad de hábitat y de los sitios de anidamiento

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PARA SABER MÁS BOND G, NG BURNSIDE, DJ METCALFE, DM SCOTT & J BLAMIRE (2004) The effects of land-use and lanscape structure on barn owl (Tyto alba) breeding success in southern England, U.K. Lanscape Ecology 20: 555-566. FAJARDO I (2001) Monitoring non-natural mortality in the barn owl (Tyto alba), as an indicator of land use and social awareness in Spain. Biological Conservation 97: 143-149. PAVEZ E (2004) Descripción de las aves rapaces chilenas. En: MuñozPedreros A, Rau J & Yáñez J (eds). Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Centro de Estudios Agrarios y Ambientales, Valdivia, Chile. 387 pp. RAU J, D MARTÍNEZ & J YAÑEZ (1985) Dieta de la lechuza blanca, Tyto alba (Strigiformes) en el sur de Chile Boletín del Museo Regional de la Araucanía (Temuco) 2: 134-135. SALVATI L, L RANAZZI &A MANGANARO (2002) Habitat preferences, breeding success and diet of barn owls in Rome: urban versus rural territories. Journal of Raptor Research 36: 224-228.


Fichas técnicas

Milano Bailarín Dibujo J. Ruiz, en: Muñoz-Pedreros et al. 2004

Elanus leucurus (Vieillot, 1818) Por Patricio Contreras

Descripción: El adulto es dorsalmente gris azulado con las cobertoras alares negras y la frente blanca. Por debajo es blanco con la punta de las alas manchadas de negro. Los juveniles son un tanto distintos en su coloración, presentando el dorso pardo y por debajo un blanco moteado con pardo. Posee alas largas angostas y agudas y la cola larga. No existen diferencias de color entre hembra y macho (dimorfismo sexual) salvo el tamaño. Largo total= 40 a 44 cm, envergadura alar = 100 cm, peso= 250 a 300 g. Distribución geográfica: Sur de Norteamérica, parte de Centroamérica y norte y sur de Sudamérica. En Chile entre Copiapó (Región de Coquimbo) y Chiloé (Región de Los Lagos). Hábitat: Principalmente terrenos abiertos, incluso en zonas suburbanas, usualmente bajo los 1.000 msm. Conducta: Posee actividad diurna y crepuscular. Para la caza se desplaza a mediana altura sobre campos abiertos, realizando a intervalos un vuelo batido estacionario para localizar a sus presas, lo cual da origen a su nombre de bailarín, siendo su característica destacable al momento de identificarlo en terreno. Es común y fácil de observar. Alimentación: Sobre el 95% corresponde a pequeños roedores diurnos y crepusculares, entre los cuales figuran la lauchita olivácea (Abrothrix olivaceus) y el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus) como los más consumidos. Cuando localiza a su presa cae en picado lento y vertical con las alas extendidas hacia arriba. Reproducción: Durante el inicio del período reproductivo vocalizan frecuentemente en torno al nido. Construye un nido en lo alto de los árboles poniendo de tres a cuatro huevos blancos con manchas cafés que son incubados por la hembra por un período de 28 a 32 días. Amenazas: La principal amenaza para el milano bailarín radica en la alteración de su hábitat. El reemplazo de áreas agrícolas por plantaciones silvícolas y la aparición de nuevas ur-

banizaciones.

Poblaciones: Se encontraría en incremento en el extremo sur de su rango de distribución, debido al reemplazo de áreas boscosas por campos abiertos. Estado de Conservación: Es una especie no amenazada. En Apéndice II de CITES. Protegido por la Ley 19.473 de 1996.

PARA SABER MÁS DUNK JR (1995) White-tailed Kite (Elanus leucurus). En PooleA, P Stettenheim & F Gill (eds) The Birds of North America N 1. The Academy of Natural Sciences, The American Ornithologist Union, Philadelphia, Washington DC, EE.UU. ERICHSEN AL (1995) The White-tailed Kite (Elanus leucurus): nesting success and seasonal habitat selection in agricultural landscape. Thesis. University of California at Davis, California. HOUSSE RE (1936) Monografía del bailarín, Elanus leucurus leucurus (Vieillot). Revista Chilena de Historia Natural 39: 21-24. PAVEZ E (2004) Descripción de las aves rapaces chilenas. En: MuñozPedreros A, Rau J & Yáñez J (eds). Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Centro de Estudios Agrarios y Ambientales, Valdivia, Chile. 387 pp. SCHLATTER RP, B TORO, JL YAÑEZ & FM JAKSIC (1980) Prey of the White-tailed Kite in central Chile and relation to the hunting habitat. Auk 97: 186-190. SIMEONE AC (1995) Ecología trófica del bailarín Elanus leucurus y la lechuza Tyto alba y su relación con la intervención humana en el sur de Chile. Tesis de grado Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile. 80 pp.

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Fichas técnicas

Concón Strix rufipes King, 1828 Por Andrés Muñoz Pedreros de negro, ocre y blanco. Confun-dible con tucú-quere mag allá-nico, pero este tiene penachos sobre la cabeza, ojos claros y grandes; y lechuza blanca, que es blanca. Ulula croando cua cua cuacua-cuo-cuo-cuo-cococo. En primavera y verano con vocalizaciones potentes y monótonas, frecuentemente en parejas y a dúo.

Distribución geográfica: Quillota a Tierra del Fuego. En Chiloé Strix rufipes sanborni.

Amenazas: destrucción de su hábitat, especialmente sitios para nidificar en remanentes de bosque nativo. Poblaciones en disminución.

Hábitat: bosque nativo maduro y renoval, agroecosistemas con parches de bosques. Zonas bajas y fondos de quebradas. < 1.000 msm. Conducta: nocturna y sedentaria, solitaria o en pareja y más común de lo que se cree en agroecosistemas. Vuelo batido, lento y rectilíneo. Ante los señuelos acústicos responde y es fácil de ver en noches claras. Confiado. Alimentación: caza al acecho, alimentándose principalmente de roedores (>75%) e invertebrados (>17%). Reproducción: en primavera-otoño. Nidifica en huecos y tocones de árboles grandes y viejos y a veces en el suelo. Pone 2-3 huevos. Poblaciones: Común en su hábitat, difícil de ver pero fácil de escuchar su voz. Identificación: cabeza redonda, grande con cara acanelada con discos faciales rojizos y ojos oscuros. Abdomen barrado

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Dibujo J. Ruiz, en: Muñoz-Pedreros et al. 2004

Descripción: El adulto es dorsalmente negruzco con un barreado transversal blanco amarillento, y ventralmente es gris obscuro, barreado transversal y uniformemente de blanco sucio mezclado con tonos acanelados, especialmente hacia los flancos y abdomen. La garganta y bordes interno, superior e inferior de los ojos son notoriamente blancos, semejando dos medias lunas o X entre los ojos. Las plumas que rodean el borde externo de los ojos son café rojizas con un tinte oxidado, y el disco facial es pardo. El collar, flancos, subalares, primarias y parte superior de las rectrices son acanelados. Los calzones, tarsos y dedos con plumas ocre. El pico es amarillento. El juvenil es enteramente gris barreado de negro, y cara con manchas blancas. Macho levemente menor que la hembra. Largo: 33-40 cm, envergadura alar: 90-98. Residente todo el año.

Estado de Conservación: En apéndice II de CITES.

PARA SABER MÁS: DÍAZ I (1999) Food habits of the rufous-legged owl (Strix rufipes) in the Mediterranean sclerophyllous forest of central Chile. Journal of Raptor Research 33: 260-264. MARTÍNEZ DR (1993) Food habits of the Rufous-Legged Owl (Strix rufipes) in temperate rainforests in southern Chile. Journal of Raptor Research 27: 214-216. MARTÍNEZ DR & FM JAKSIC (1996) Habitat, abundance and diet of the Rufous Legged Owls (Strix rufipes) in temperate forests remnants of southern Chile. Ecoscience 3: 259-263. MARTÍNEZ DR & FM JAKSIC (1997) Selective predation on scansorial and arboreal mammals by rufous-legged owls (Strix rufipes) in southern Chilean rainforest. Journal of Raptor Research 31: 370-375.


Fichas técnicas

Peuco Parabuteo unicinctus (Temminck, 1824)

Descripción: El adulto es dorsalmente pardo oscuro, con hombros rojizos, ventralmente es pardo, con patrón rayado o manchado, ejemplares de mayor edad poseen el pecho negro con algunas manchas pardas. Calzones rojizos notorios en contraste con subcaudales blancos. Base de primarias blancas. Rabadilla blanca y cola larga, negra, con banda terminal blanca ancha. El pico es celeste, con cera amarilla. Patas amarillas. El juvenil con cuerpo delgado, cabeza más clara, hombros rojizos claros con plumas del centro oscuras, vientre pardo amarillento estriado negro, cola gris con barrado negro y punta blanca. Macho menor que la hembra. Largo: 45-59 cm, envergadura alar: 92-121 cm. Residente todo el año.

de la cola. Confundible con aguilucho variado juvenil, pero este tiene cola más corta y abdomen y vientre barrado de pardo y rufo.

Distribución geográfica: Arica a Aysén. En Chile Parabuteo unicinctus unicinctus.

Estado de Conservación: En apéndice II de CITES.

Hábitat: Bordes de bosque nativo, agroecosistemas con parches de bosques, praderas, matorrales y desierto con maleza. < 2.000 msm.

PARA SABER MÁS:

Conducta: Diurno y sedentario, solitario o en pareja, tímido y silencioso, juveniles e inmaduros confiados. Vuelo planeado y batido, rara vez en altura. Alimentación: caza al acecho, en el centro de Chile se alimenta de roedores (>92%), reptiles (>5%), aves (>1,7%) y lagomorfos (>1,2%), en el sur de Chile, se alimenta de roedores y lagomorfos (>64%), aves (>26%), reptiles e insectos (>9%). Reproducción: Primavera-otoño, construye su nido en árboles, arbustos y a veces en estructuras humanas. Pone dos a cuatro huevos (promedio tres).

Dibujo J. Ruiz, en: Muñoz-Pedreros et al. 2004

Por Heraldo V. Norambuena

Amenazas: Caza y pesticidas.

FIGUEROA RA & D GONZÁLEZ-ACUÑA (2006) Prey of the Harris’s Hawk (Parabuteo unicinctus) in a suburban area of Southern Chile. Journal of Raptor Research 40: 164-168. HOUSSE RE (1934) Monografía del peuco común (Parabuteo unicinctus Temminck). Revista Universitaria 19: 1005-1013. JAKSIC FM, J YAÑEZ & R SCHLATTER (1980) Prey of the Harris’ Hawk in central Chile. Auk 97: 196-198. YAÑEZ J & FM JAKSIC (1978) Presas de Parabuteo uninctus en los alrededores de Santiago. (Falconiforrnes: Accipitridae). Noticiario Mensual del Museo Nacional de Historia Natural (Chile) 23(264): 8-9.

Poblaciones: Estable. Común en su hábitat, fácil de ver en el centro-sur, escaso en el norte del país. Identificación: Voluminoso, alas cortas y anchas, pardo encima con hombros rojizos, rabadilla blanca, cola larga, negra con banda terminal blanca, posado sus alas alcanzan el centro

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Ficha técnica

Aguilucho variado Buteo polyosoma (Quoy y Gaimard, 1824) Por Heraldo V. Norambuena Descripción: Se han descrito 27 morfos (aspecto externo del ave). En el morfo típico o claro, el adulto macho (>6 años) tiene el manto gris y la hembra adulta (>6 años) tiene el manto rojizo. Macho y hembra adultos tienen la garganta, pecho y vientre blanco intenso, con ligeras estrías pardas en flancos y abdomen. Cola corta, blanca con banda subterminal negra. Extremo interior de las primarias y secundarias negras. En el morfo gris, el macho presenta partes superiores e inferiores gris apizarrado, hembra con manto rojizo y partes inferiores gris apizarrado. En el morfo rojizo, macho y hembra pueden presentar partes inferiores gris rojizo, o sólo rojizas. El juvenil presenta bigotera o banda malar negruzca, dorsalmente color pardo, ventralmente ocráceos, con el abdomen barrado color rojizo y pardo. Cola grisácea con numerosas barras delgadas oscuras. Macho menor que la hembra. Largo: 45-62 cm, envergadura alar: 110-151 cm. Residente todo el año. Distribución geográfica: Arica a Tierra del Fuego. Hábitat: Bosques nativos adultos y renovales, bordes de bosque nativo, agroecosistemas con parches de bosques, praderas, matorrales, acantilados costeros, serranías, sectores semiáridos con vegetación. <5.000 msm. Conducta: Diurno, sedentario y migratorio parcial, en pareja o grupos familiares, silencioso, agresivo con otras aves rapaces de tamaño similar, juveniles confiados. Vuelo planeado, picado, estacionario estático y estacionario batido, a altura media. Alimentación: caza al acecho o con vuelo estacionario o planeado, se alimenta de roedores (44 a 92%), reptiles (0,3 a 20%), aves (1 a 38%), lagomorfos (1 a 6%), peces (0,1 a 6%) e insectos (1 a 28%). Reproducción: Primavera-otoño, construye su nido en árboles, arbustos, cactus o en riscos y a veces en estructuras humanas (torres de alta tensión). Pone 1-3 huevos. Poblaciones: Población en disminución. Común en su hábitat, fácil de ver.

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Identificación: Alas largas, con secundarias poco pro-

minentes, cola blanca con banda subterminal negra, extremo interior de las primarias y secundarias negras. Confundible con águila juvenil, pero esta es más grande y oscura, con peuco juv., pero este tiene cola más larga y su vientre carece de barrado, y con los juvenil de aguilucho chico y cola rojiza, pero estos tienen partes inferiores más blancas y en contraste, y bandas oscuras y más anchas en la cola. Amenazas: Destrucción de su hábitat, tanto sus sitios de nidificación (bosques) como sus sitios de caza (praderas y áreas abiertas). Estado de Conservación: En apéndice II de CITES. PARA SABER MÁS: FIGUEROA RA, ES CORALES & S ALVARADO (2003) Diet of the Red-backed Hawk (Buteo polyosoma) in the forested Patagonia of southernmost Chile and its relation to the abundance of rodent prey. Hornero 18: 43-52. JIMENEZ JE (1995) Historia natural del aguilucho común Buteo polyosoma: una revisión. Hornero (Argentina) 14: 18. PAVEZ E (1998) Observaciones sobre el patrón de coloración en machos y hembras de aguilucho (Buteo polyosoma, Quoy y Gaimard, 1824). Boletín Chileno de Ornitología 5: 21-23.


Técnicas de estudio

La radiotelemetría como instrumento de evaluación en el manejo de aves rapaces Por Mª Carolina González Olave Centro de Estudios Agrarios y Ambientales

Métodos de seguimiento Una de las técnicas que ha revolucionado el estudio de la vida silvestre es el seguimiento de individuos marcados con dispositivos de telemetría. El uso de esta tecnología permite conocer con elevada precisión aspectos bioecológicos de la especie en interés, relacionados principalmente sus movimientos y dispersión. Es así como es posible conocer el ámbito de hogar, la selección de hábitat, hábitos alimenticios, la mortalidad y los movimientos migratorios, entre otros. Hoy en día se utilizan tres sistemas de seguimiento: (1) alta frecuencia VHF (radiotelemetría), (2) seguimiento satelital y (3) sistema GPS. - Sistema VHF: es una técnica estandarizada que se utiliza desde 1963 en que el animal porta un transmisor de radio y puede ser rastreado por uno o más investigadores en terreno, utilizando para ello una antena receptora direccional. Los componentes básicos de un sistema de radiotelemetría son (a) un subsistema transmisor, que consiste en un radio transmisor, una fuente de poder o batería, y una antena propagadora de la señal, (b) un subsistema receptor que incluye una antena receptora, un receptor indicador de señal, y una fuente de poder o batería (Fig 1). Las ventajas de este método son su bajo costo, su razonable exactitud para muchos propósitos, y una larga vida útil. Entre las desventajas de este sistema destacan las dificultades en las labores de terreno condicionadas por el clima. No obstante, el seguimiento VHF, es lejos el más utilizado y versátil tipo de radioseguimiento, ya que permite al investigador obtener variados tipos de información. - Seguimiento satelital: involucra dotar al individuo de un dispositivo, en donde la señal es recibida por satélites y la posición calculada es enviada al computador del investigador directamente en su escritorio. El seguimiento satelital requiere de un gran gasto inicial y hasta fines de la década de los 90, era deficiente en su precisión, ya que podía variar aproximadamente en 500 m, teniendo una vida útil corta. Actualmente los transmisores satelitales poseen mejor tecnología, lo cual ha permitido disminuir a unos 20 m el error inherente del método y se ha mejorado el sistema de baterías, desarrollando cargas con paneles solares pudiendo alcanzar una vida útil de tres años o más. El sistema de seguimiento satelital posee ventajas considerables para el estudio de especies migratorias que poseen gran-

des movimientos, ya que no requiere de investigadores en terreno para su seguimiento. Para ver un ejemplo de su aplicación en halcones peregrinos visita www.frg.org/SC_PEFA_ES.htm - Seguimiento GPS: se basa en un receptor instalado en el animal en forma de un collar o antena, en donde las señales son emitidas por satélites especiales y almacenadas en el receptor, previa programación del sistema en cuanto a la periodicidad de la captura de la posición. Al completarse la captura de información, el receptor es retirado del animal, lo cual es generalmente condicionado por la duración de las baterías. Otros sistemas transmiten la información a otro conjunto de satélites los cuales transmiten directamente a los computadores de los investigadores.

Figura 1: Arriba: receptor y antena de tres elementos; abajo: transmisor utilizado para lechuzas blancas. Fotografías: A. Muñoz-Pedreros.

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El seguimiento VHF se ha utilizado en casi todos los grupos taxonómicos, en donde el diseño de los transmisores difiere de acuerdo a la especie en estudio. Una vez instalado el dispositivo, las localizaciones de los individuos se obtienen a partir de la triangulación de la señal emitida por el transmisor, usualmente contando con dos mediciones simultáneas. Para ello se utilizan las antenas receptoras, orientándolas en la dirección en que la señal se hace más intensa, registrando ese sitio en coordenadas con un GPS e indicando el rumbo de la señal utilizando una brújula, procurando formar un ángulo de 90º entre ambas mediciones, acercando así, la probabilidad de obtener la posición exacta del individuo. Una vez recogida la información en terreno, y de acuerdo a los objetivos del estudio, la información es procesada utilizando para ello, los programas computacionales LOAS 3.4 (Localización de la señal) y BIOTAS 1.3 (ámbito de hogar y análisis espacial). El primero permite procesar los puntos telemétricos y entrega las localizaciones efectivas producto de la triangulación de los individuos en terreno. Mientras que el segundo programa determina y analiza la dispersión y la utilización del espacio, entregando como resultado final el ámbito de hogar. Para entender el ámbito de hogar de una especie existen dos definiciones, dependiendo de los objetivos del estudio una de ellas tiene fundamento ecológico y se refiere a la dispersión de los individuos en sus actividades normales incluyendo el territorio para la alimentación, apareamiento y crianza. La otra forma de comprender el ámbito de hogar es con fundamento biogeográfico, entendiéndolo como la dispersión y uso espacial de un lugar determinado, lo cual se traduce en puntos de localización de un individuo a través de un área geográfica sin considerar estrictamente su ciclo reproductivo. Junto a estos resultados generalmente se desprende la determinación de las preferencias de hábitat, para lo cual es necesario superponer los ámbitos de hogar, con una carta de ambientes presentes en el lugar donde transita el individuo, utilizando para ello programas como ArcGIS.

P royecto lechuza blanca: la aplicación de la radiotelemetría para conocer el ámbito de hogar geográfico de esta especie. De acuerdo a las ventajas del método, la radiotelemetría (VHF) ha sido ampliamente utilizada en estudios que buscan reunir información bioecológica confiable orientada al manejo in situ de las especies con fines de conservación. La protección de la fauna silvestre se ha convirtido en una de las prioridades de conservación a nivel mundial, constituyendo además un patrimonio que brinda bienes y servicios a las poblaciones humanas. Es así, que especies de depredadores se transforman en aliadas del ser humano por basar su dieta en agentes plaga, generalmente roedores, siendo las aves rapaces importantes controladores biológicos. Sin embargo, el incremento de las actividades agrícolas y forestales ha afectado las poblaciones de aves rapaces. En este ámbito, destaca la lechuza blanca (Tyto alba). Su dieta se encuentra dominada por roedores, depredando selectivamente sobre el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus), reservorio y transmisor del virus Hanta. Si bien, esta especie ha aumentado sus poblaciones en zonas en que la disponibilidad alimenticia es alta, en algunas zonas casi ha desaparecido, debido a la

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baja disponibilidad de sitios para nidificar, ya que esta especie no construye nidos, y ocupa huecos de viejos árboles o construcciones humanas deshabitadas. Esta situación motivó a realizar un reforzamiento de las poblaciones de lechuza blanca en dos localidades de la comuna de Panguipulli, Región de los Ríos. Los ejemplares criados fueron liberados dotados de transmisores para la utilización de la radiotelemetría como método de monitoreo. Entre los resultados obtenidos se logró determinar el ámbito de hogar geográfico, que fue en promedio 1.052 ha, mientras que los hábitat de mayor preferencia fueron los de pradera, seguido de matorral de bosque nativo. Esta experiencia de radiotelemetría aplicada a lechuzas blancas, es pionera en Chile, y permitió reunir información bioecológica relevante en el manejo de la especie, entendiendo su importante papel en el control biológico de plagas. Para más información visita www.ceachile.cl/lechuzablanca

Figura 2: Arriba: lechuza blanca con radiotrasmisor. Abajo: radiotelemetría en terreno. PARA SABER MÁS: BOGNER H & G BALDASSARRE (2002) Home range, movement, and nesting of Least Bitterns in western New York. Wilson Bulletin 114: 297–308. FULLER M & MOSHER (1987) Raptor survey techniques. In: Giron Pendleton BA, BA Millsap, KW Cline & DM Bird (eds) Raptor Management Techniques Manual. National Wildlife Federation, Washintong, D.C. EE.UU. 276 pp. KEATING K, W BREWSTER & C KEY (1991) Satellite telemetry: performance of animal-tracking systems. Journal. Wildlife. Management. 55: 160-171. KENWARD R (1987) Wildlife radio tagging. Academic Press, Inc., London, UK. 222 pp. NICHOLS & KENDALL (1995) The use of multi-state capture–recapture models to address questions in evolu-tionary ecology. Journal of Applied Statistics, 22, 835 –846. PAVEZ E (2004) Captura, marcaje, seguimiento y monitoreo de aves rapaces chilenas. En: Muñoz-Pedreros A, J Rau & J Yánez (eds) Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Valdivia, Chile. 387 pp. SEAMAN D & R POWELL (1996) An evaluation of the accuracy of Kernel density estimators for home range analysis. Ecology 77: 20752085.


Técnicas de estudio

Utilización de

señuelos acústicos Por Patricio Contreras Bravo

Centro de Estudios Agrarios y Ambientales

Las aves rapaces al igual que otros depredadores tope en la trama trófica, suelen denominarse especies bioindicadoras, debido a que generalmente su ausencia en el ecosistema indica la existencia de desequilibrio. Así mismo, son identificadas como especies paraguas debido a que usualmente poseen grandes requerimientos de hábitat implicando y englobando a distintas taxa, y por otro lado, en su relación con el ser humano, cumplen un importante papel como controladoras de especies plaga, convirtiéndose en importantes aliadas en las actividades agrícolas. Dada sus características, funciones, alta movilidad, amplios territorios de caza y en consecuencia baja densidad en sus poblaciones, la detección de estas aves para su estudio se hace difícil. El interés por las aves rapaces ha crecido en el ultimo tiempo experimentando grandes cambios en los métodos empleados para su estudio, logrando comprender numerosos detalles de la ecología y comportamiento. Existen distintas formas para estudiar a las aves rapaces dependiendo de los objetivos de investigación. Por ejemplo, para conocer la diversidad de especies y

la abundancia de éstas (aspectos básicos) existen métodos tales como los puntos de observación, línea de transectos, observaciones en puntos de concentración y la utilización de señuelos acústicos para su registro. Este último método ha sido probado en Chile con muy buenos resultados. En el marco del Programa de Conservación de Aves Rapaces y Control Biológico de Virus Hanta, el Centro de Estudios Agrarios y Ambientales utiliza constantemente el método de señuelos acústicos para el registro y seguimiento de aves rapaces. Este consiste en reproducir las vocalizaciones de las aves rapaces mediante un reproductor portátil conectado a un megáfono, repitiendo cuatro veces la vocalización de cada especie de ave rapaz, por un lapso de tiempo aproximado de un minuto, intentando emular la presencia de un individuo con la finalidad de provocar una respuesta de las aves rapaces que viven en aquel lugar el cual consideran su territorio.

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Figura 1: CD de vocalizaciones de Aves Rapaces del Centro de Estudios Agrarios y Ambientales.

De esta manera, y basado principalmente en las características territoriales de las aves rapaces, logramos registrar las respuestas efectuadas tanto visuales como vocales de los individuos que se acercan para reclamar su territorio o que buscan hacer contacto con individuos de su especie en épocas reproductivas. Los registros se realizan tanto para aves rapaces diurnas como nocturnas, en los períodos que corresponden a su mayor actividad dependiendo de los hábitos respectivos. Habitualmente se utilizan las vocalizaciones de cinco especies de aves rapaces diurnas y cuatro especies nocturnas: Parabuteo unicinctus (peuco), Circus cinereus (vari), Falco femoralis (halcón perdiguero), Falco sparverius (cernícalo americano), Falco peregrinus (halcón peregrino), Tyto alba (lechuza blanca), Bubo magellanicus (tucúquere magallánico), Glaucidium nana (chuncho austral) y Strix rufipes (concón). Con la información recogida en los censos realizados durante dos años, hemos podido registrar cuales son las especies que mejor responden a la utilización de señuelos acústicos, tanto para aves rapaces diurnas como para nocturnas. También hemos podido definir cuales son las vocalizaciones que más utilidad prestan para el registro de aves rapaces, realizando un análisis del número de respuestas emitidas frente a cada vocalización y dependiendo del número de especies registradas para cada vocalización utilizada. Entre las especies registradas se encuentran Accipiter chilensis (peuquito), Caracara plancus (traro), P. unicinctus (peuco), F. sparverius (cernícalo americano) y M. chimango (tiuque), mientras que en las nocturnas se encuentran G. nana (chuncho austral), S. rufipes (concón), T. alba (lechuza blanca) y B. magellanicus (tucúquere magallánico). Entre las aplicaciones para la conservación de las aves rapaces, este método es una herramienta útil y una forma eficaz y eficiente de conocer rápidamente la composición de especies, y aumentar el número de registros en estudios de biodiversidad, pudiendo ser un método complementario a otros métodos de estudio (e.g., utilización de líneas de transecto y señuelos acústicos) y a la vez se transforma en la mejor forma de detectar especies nocturnas en cualquier ambiente en el sur de Chile.

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Figura 2: Utilización del método de señuelos acústicos en monitoreo de aves rapaces en Isla del Rey, Valdivia.

PARA SABER MÁS CENTRO DE ESTUDIOS AGRARIOS Y AMBIENTALES (2003) Vocalizaciones de aves rapaces. Proyecto CHI/01/G09 GEF/PPS/PNUD. Centro de Estudios Agrarios y Ambientales. CEA Ediciones, Valdivia. (DVD). FULLER M & MOSHER (1987) Raptor survey techniques. En: Giron Pendleton BA, BA Millsap, KW Cline & DM Bird (eds). Raptor Management Techniques Manual: 37–65. National Wildlife Federation, Washintong, D.C. EE.UU. 276 pp. MUÑOZ-PEDREROS A (2004) Aves rapaces y control biológico de plagas. En: Muñoz-Pedreros A, Rau J & Yáñez J (eds). Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Centro de Estudios Agrarios y Ambientales, Valdivia, Chile. 387 pp. MÁRQUEZ C, I SÁNCHEZ & J RAU (2004) Técnicas de observación y estimación de abundancia de aves rapaces. En: Muñoz-Pedreros A, Rau J & Yáñez J (eds). Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Centro de Estudios Agrarios y Ambientales, Valdivia, Chile. 387 pp. MARTÍNEZ D & F JAKSIC (1996) Habitat, relative abundance, and diet of rufous legged owls (Strix rufipes King) in temperate forest remnants of southern Chile. Ecoscience 3 (3): 259-263. TEMPLE S (1993) Conservación y gestión. En: Newton I & P Olsen (eds). Aves de Presa. Reino Unido. 240 pp. VILLAGE A (1993) Como se estudian las rapaces. En: Newton I & P Olsen (eds). Aves de Presa. Reino Unido. 240 pp.


Técnicas de estudio

Identificación de las aves rapaces nocturnas, a través de sus vocalizaciones Por Heraldo V. Norambuena

Centro de Estudios Agrarios y Ambientales

En Chile hay siete especies de aves rapaces nocturnas (Strigiformes), seis pertenecientes a la familia Strigidae y una a la familia Tytonidae. Estas aves se caracterizan por poseer adaptaciones particulares que les permiten desarrollar sus actividades durante las horas crepusculares o nocturnas, y en algunos casos también en las horas diurnas. Las adaptaciones más destacadas y que las distingue de las aves rapaces diurnas (Accipitriformes y Falconiformes) son: ojos en posición frontal, ojos con conos retinales más grandes y densos, rotación de la cabeza de hasta 270°, pabellones auriculares en forma de "concha acústica", oídos ubicados en forma asimétrica y frontal para una mejor detección de sus presas, y un plumaje adaptado para reducir el ruido al volar. A diferencia de muchas otras aves, las rapaces nocturnas suelen ser difíciles de detectar, debido a que la mayoría posee hábitos nocturnos, baja densidad poblacional y comportamiento críptico, por lo que la forma más efectiva de detectarlas en terreno es a través de sus vocalizaciones; estas han permitido a los científicos y observadores de aves, estudiar múltiples aspectos bioecológicos como su comportamiento, distribución, uso de hábitat, abundancia y densidades relativas. Con la finalidad de facilitar la identificación en terreno de las aves rapaces nocturnas de Chile, se describen las vocalizaciones de cada especie y el rol que se asocia a cada una de ellas.

Chuncho austral (Glaucidium nana) Tiene dos vocalizaciones: (1) llamada de apareamiento o contacto de pareja hujhuj- huj-huj y (2) llamada de caza truítruí-yí-yí; sin embargo esta última es probable que no sea utilizada durante el forrajeo, sino más bien como una vocalización de tipo territorial.

Chuncho del norte (Glaucidium peruanum) Al igual que su congénere, el chuncho del norte emite una serie de huj-huj- huj-huj, con entre 6-7 notas por segundo y la extensión de la llamada es mucho menor que en chuncho austral, el que emite entre 22-66 notas consecutivas.

Descripción de las vocalizaciones por especie Concón (Strix rufipes) Esta especie tiene tres vocalizaciones: (1) llamada de localización coó-coó-coó, utilizada para delimitar el territorio y mantener los lazos de pareja, (2) grito de contacto míííííííííooo producido exclusivamente por la hembra y (3) llamada de desafío coó-coójuaá-juaá, emitida por ambos sexos en la defensa de su territorio.

Pequén (Athene cunicularia) Tiene dos vocalizaciones al parecer exclusivas del macho: (1) llamada territorial descrita como Coo-coooo y (2) una llamada aguda de 5-8 notas descrita como chéh. La hembra durante el período reproductivo emite una vocalización de notas graves y trinadas.

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Tucúquere magallánico (Bubo magellanicus): tiene una vocalización, un ululato profundo y ahogado que motiva el nombre del ave: (1) tu-cúquere. La nota final es gutural y vibrante, más fuerte que las dos anteriores.

Lechuza blanca (Tyto alba): suele emitir dos vocalizaciones: (1) llamada típica o chillido shrrreeeeee y (2) llamada emitida durante el vuelo o patrullaje de su territorio tiiick-tiiick-tiiick.

Nuco (Asio flammeus): tiene dos vocalizaciones: (1) llamada del macho durante el cortejo, consiste en series de 13-16 notas usadas en vuelo; hoo-hoo-hoohoo-hoo-hoo y (2) llamada territorial utilizada por la hembra en la defensa de su territorio; se describe como keee-ow.

¿Cómo buscarlas en terreno? Existen al menos dos métodos para censar o detectar a las aves rapaces nocturnas en terreno, el primero y menos efectivo, consiste en realizar caminatas nocturnas a lo largo del hábitat de estas aves (e.g., praderas o bosques), para registrar sus cantos en forma espontánea. El segundo método y más efectivo consiste en utilizar la emisión de las vocalizaciones mediante señuelos acústicos (o "playback"), para aumentar su detección; este último método es más efectivo si se realiza en los territorios de anidamiento o caza de estas aves ya que estimula la respuesta territorial. Como todo método que involucra estimular una respuesta es recomendable no estresar a las aves y solo utilizarlo hasta conseguir la detección.

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Gran parte de las vocalizaciones descritas en este trabajo se encuentran disponibles en: http://www.xeno-canto.org/ PARA SABER MÁS BARROS R (1949) La historia del chucho, Glaucidium nanum (King). Revista Universitaria 35: 17-30. DEL HOYO J, A ELLIOTT, J SARGATALL (eds) (1999) Handbook of the birds of the world, Volume 5. Barn-owls to Hummingbirds. Lynx Edicions, Barcelona. 320 pp. FULLER MR & JA MOSHER (1981) Methods of detecting and counting raptors: a review. In: Ralph CJ & JM Scott (eds) Estimating the numbers of terrestrial birds: 235-246. Studies in Avian Biology 6. 630 pp. GOODALL J, A JOHNSON & R PHILIPPI (1951) Las aves de Chile. Su conocimiento y sus costumbres. Tomo segundo. Platt Establecimientos Gráficos. Buenos Aires. 358 pp. JARAMILLO A (2003) Birds of Chile. Princeton University Press, New Jersey. MARTÍNEZ DR (2005) El concón (Strix rufipes) y su hábitat en los bosques templados australes. En: Smith-Ramirez C, JJ Armesto & C Valdovinos (eds) Historia, Biodiversidad y Ecología de los Bosques Costeros de Chile: 477-484. Editorial Universitaria, Santiago, Chile. 708 pp. MOSHER JA, MR FULLER & M KOPENY (1990) Surveying woodland raptors by broadcast of conespecific vocalizations. Journal of Field Ornithology 61(4): 453-461. MUÑOZ-PEDREROS A, J RAU & J YAÑEZ (eds) (2004) Aves rapaces de Chile. CEA Ediciones, Valdivia. 387 pp.


Técnicas de manejo EstudioTécnicas de Estudio

Técnicas para atraer aves rapaces Por Andrés Muñoz-Pedreros Universidad Católica de Temuco Centro de Estudios Agrarios y Ambientales

Las aves rapaces son grandes depredadoras de diversas especies de roedores, lo que las convierten en inestimables aliadas del ser humano en sus prácticas de agricultura, en general, ya que muchas especies de roedores son perjudiciales para los cultivos, afectan graneros y acopios de cosechas o transmiten enfermedades al ser humano y al ganado doméstico. La lechuza blanca (Tyto alba) no construye nido ya que emplea, directamente, huecos de árboles añosos, cavidades en rocas, galpones, entretechos de construcciones antiguas y grandes, etc., demostrando una gran plasticidad para instalar su nidada y ocupándolos reiteradamente durante años. Esta especie anida entre primavera y comienzos del verano en los mismos sitios en los cuales se esconde durante el día, poniendo tres a cinco huevos blancos redondeados y algo brillosos, logrando al menos dos volantones por cada nido exitoso. La lechuza blanca ocupa una gran diversidad de hábitats, desde praderas y agroecosistemas a zonas arboladas e incluso urbanizadas. En el hemisferio norte, se ha estimado su ámbito de hogar en unas 700 ha, cazando hasta unos 2-3 km del nido. La alteración de sus hábitat por la actividad humana hace que no disponga de suficientes árboles con huecos por lo que muchas veces si su densidad es baja puede deberse a esta carencia o a la falta de territorios de caza (praderas o espacios abiertos) y baja oferta de presas (ratones). Para resolver la primera causa se recomienda la instalación de artificios que mejoran el hábitat de la lechuza blanca como perchas, comederos y casas anideras.

Se recomiendan posaderas fabricadas con varas de eucaliptos a una altura de tres metros, con un travesaño de dos metros. La porción de la vara que se entierra se debe tratar con un protector como carbonileo, para aumentar la vida útil del artificio. Para lechuzas blancas se instalaron perchas de eucalipto, de tres metros de alto con travesaños de tres metros de largo, al norte de Concepción, las que fueron intensamente usadas y de- Figura 1: Percha para aves rapaces mostraron su efectividad para atraer lechuzas blancas y controlar una la plaga forestal de degú de Bridges (Octodon bridgesi).

Perchas y comederos Las posaderas o perchas, son estructuras construidas para aves rapaces que usan la estrategia de caza de acecho. Son muy recomendables, tanto para las aves rapaces diurnas como para las nocturnas. Son eficaces para especies que suelen cazar roedores desde posaderas elevadas cerca de campos abiertos o en el límite de los bosques.

Figura 2: Percha en arco instalada en Dichato, Región del Biobío.

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Se piensa que las perchas para aves rapaces que mejor funcionan son las ubicadas cerca de los cursos de agua. Paralelamente se debieran plantar árboles, que luego sustituirán estas perchas. Por su rápido crecimiento, en el sur de Chile proponemos coihues (Nothofagus dombeyi) que en cinco años pueden sobrepasar los 2,5 metros y canelos (Drimys winteri), que aunque crecen menos (1,5 metros en cinco años), se adaptan muy bien a los ambientes cercanos a cauces de agua. Atendiendo a que en el sur de Chile existen más de 2,2 millones de hectáreas de plantaciones de pino insigne (Pinus radiata), una práctica útil podría ser el mantenimiento de algunos árboles a modo de tocones (perchas), de unos cinco metros de altura a Figura 3: Comedero para aves rapaces. razón de siete unidades por hectárea. Varias especies de aves rapaces requieren de un espacio en altura para despedazar sus presas y alimentarse con tranquilidad. Para satisfacer esta necesidad, y ante la carencia de árboles con ramas gruesas, se pueden instalar comederos artificiales, los que pueden estar instalados sobre ramas de árboles o directamente montados sobre un poste de madera. Los comederos se pueden construir en madera no cepillada y de forma rectangular, con dimensiones de 1 x 1 metro y firmemente clavados a un poste de 4 x 4 pulgadas. Los comederos deben estar firmemente enterrados para evitar oscilaciones con el viento.

petarse los diseños para cada especie. La madera empleada debe ser lo más rústica posible, idealmente debe contener restos de corteza. Sin embargo, deben eliminarse las astillas, que pueden dañar a las aves; el mismo cuidado se debe observar con los clavos, que no deben sobresalir y representar peligro. Una buena construcción no debiera permitir el ingreso de agua, sin embargo, pueden practicarse algunas perforaciones con taladro en la base, para que escurra el agua que eventualmente, pudiera ingresar en un temporal de lluvia. Los diámetros del agujero de ingreso varían según las especies. Para lechuza blanca se recomiendan de 16 a 17 cm. En Chile Central, hemos tenido éxito con aberturas cuadradas de 16 x 16 cm. Estos orificios no deben estar expuestos a los vientos predominantes en cada localidad y, en lo posible, deben recibir rayos de sol por la mañana; sin embargo, no deben estar expuestos a los rayos del mediodía de manera directa. Es conveniente hacer tres o cuatro orificios en la base de la casa, con la doble finalidad de proporcionar ventilación y a la vez drenaje de agua en caso que la casa sufra anegamiento en temporales. Las dimensiones son también muy variables. Para el control de roedores hemos probado con éxito casas para lechuza con las siguientes medidas: El piso de la cavidad de 44 x 34 cm, la profundidad de la casa de 40 cm. El techo debe tener 2 cm más en el frontis y

Casas anideras Las casas anideras son artificios que se instalan para ofrecer huecos para nidificar. Simulando de la mejor manera posible las condiciones naturales se busca atraer a las aves objetivo para que puedan reproducirse en forma efectiva. Estos artificios son refugios alternativos que han mostrado su efectividad desde hace muchos años. Existen muchos tipos de casas anideras, dependiendo de los requisitos de hábitat de las especies, su conducta, el objetivo de la instalación, los materiales disponibles y el presupuesto destinado a los artificios. Una regla básica es considerar que la casa anidera se debe adecuar a los requerimientos del ave, y no al revés; por lo tanto, el diseño debe buscar la mayor semejanza posible con los nidos naturales. Las casas anideras deben ser de buen diseño, durables, protegidas de depredadores, livianas y baratas. También deben res-

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Figura 4: Modelo de casa anidera para lechuza blanca.

flancos, para evitar la penetración de lluvia; es decir, será una placa de 46 x 36 cm sujeta por dos bisagras de cuero o goma La entrada debe ser cuadrada, ubicada al frente y de 16x16 cm.

Instalación de las casas anideras Deben observarse las siguientes consideraciones en la instalación: Se debe instalar la casa tan temprano como sea posible, pero no más


Figura 5: Instalación de casa anidera en Contulmo, Región del Biobío.

tarde que un mes antes del inicio de la época reproductiva. Las aves rapaces comienzan sus períodos reproductivos en primavera, por lo que, a modo de ejemplo, para lechuza blanca se deben instalar las casas anideras durante el mes de agosto. La abertura de la casa debe estar orientada hacia la salida del sol, lo que permitirá que los polluelos reciban mayor calor. Sin embargo, no deben estar expuestos a los rayos directos, por lo que deben estar suficientemente cubiertos por la fronda del árbol en que se instala la casa anidera. Debe evitarse la exposición de la abertura a los vientos predominantes. Las casas anideras para lechuzas blancas se deben instalar a unos 5 m de altura, cuidando de no dejarlas tan altas que impidan su manejo posterior. Hemos tenido éxito con casas a menor altura, pero el ideal se aproxima a los 5 m. Una buena instalación debe respetar el valor paisajístico circundante. De este modo, las casas anideras deben quedar instaladas de la forma más discreta posible. Casas demasiado visibles se hacen más expuestas a intromisiones humanas no deseadas. Para el caso de las lechuzas blancas, y pese a que son territoriales, se pueden instalar casas anideras relativamente juntas, ya que tendrán éxito en la medida que los nuevos residentes tengan alimento disponible. El número de casas anideras por hectárea es una cifra difícil de proponer sin estudiar cuidadosamente el hábitat ocupado, incluyendo una estimación del alimento disponible. Para conseguir antecedentes buenos, y confiables, cada casa se deberá marcar con un número correlativo en la base de la construcción. Este número será ingresado a una planilla en que se registrarán las coordenadas geográficas, características del hábitat, etc. En gabinete, idealmente, se puede llevar la información a una base de datos, vinculada a una carta digital para su seguimiento temporal. Las casas anideras, para propiciar el control de ratones, son artificios que también pueden instalarse en áreas desprovistas de árbo-

Figura 6: Casa anidera instalada en Peñuelas, Región de Valparaíso.

les, o infraestructura adecuada tales como praderas, cultivos agrícolas, parronales, etc. Para suplir estas deficiencias se instala, firmemente enterrado, un poste de 4 x 4 pulgadas con una elevación de 3 metros. Se debe cuidar que la madera esté tratada para retardar la pudrición. Por desprovisto que esté el terreno, siempre es útil considerar la cercanía de algún árbol o percha, especialmente para que sirva de refugio a las aves jóvenes cuando comiencen a abandonar el nido. Para establecer el éxito de ocupación se deben revisar las casas periódicamente. A partir de su inicio operacional, en agosto, se puede elaborar un calendario de revisión semanal. Si existe ocupación esta revisión podrá ser quincenal, para evitar molestias a los adultos y polluelos. Se deben llevar los registros en una planilla especialmente construida que contendrá, al menos, la localidad, georreferencia, número de la casa anidera, fecha, clima y resultados de la observación.

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Durante las revisiones se debe cautelar que las casas estén operativas, es decir correctamente instaladas, y las que estén ocupadas provistas de sus protectores de depredadores instalados. Cuando la casa ha sido ocupada, y ya existen polluelos, se debe evitar entrar en contacto visual excesivo con las crías, para evitar la impronta de los animales y estresarlos. La inspección debe ser rápida y en silencio, ya que en ocasiones las madres se asustan y no regresan al nido. Durante la revisión es posible que se encuenFigura 7: Casa anidera con polluelos de tre algún juvenil fuera del lechuza blanca en Peñuelas, Región de nido. Esto puede deberse Valparaíso. a que el alimento se ha tornado escaso y ha sido expulsado del nido. También a que el juvenil ya está en edad de valerse por sí mismo. Se recomienda observar el polluelo por unos días, y si se aprecia en buen estado es porque la madre aún lo alimenta o está cazando solo. Si se ve desmejorado y/ o está siendo afectado por el clima, se puede atrapar por las patas, envolverlo en una toalla grande y transportarlo a un centro de recuperación.

Mantención de las casas anideras Las casas anideras deben ser revisadas en julio, cuando el período reproductivo esté terminado y ser sometidas a los siguientes manejos: Precauciones. Las aves rapaces consumen ratones de cola larga y éstos pueden ser portadores de Hantavirus. Sus restos no digeribles son expulsados como egagrópilas las que se acumulan en la casa anidera. No existen investigaciones sobre el posible riesgo de contagio con este material, pero como medida precautoria las casas deben ser aseadas en el suelo, premunidos de guantes de goma gruesos, al aire libre y, ojalá, a favor del viento. Ideal es contar con un filtro de aire HEPA de doble entrada. El aseo del material puede hacerse con agua mezclada con cloro (10:1) o con un desinfectante como lysol. El Hantavirus es un riesgo, por lo que se deben observar estas medidas de prevención en la manipulación del material biológico, especialmente las personas que revisan las casas y recolectan egagrópilas, por lo que se recomienda recolectar el material con guan-

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tes de goma y bolsas plásticas para depositar las muestras, las que se deben desinfectar con una botella nebulizadora cargada con lysol o agua con cloro. Limpieza. Se puede retirar el material, aportado para la nidificación anterior, ya que la acumulación sucesiva podría llegar a colmatar la casa y dejarla no funcional. Esta limpieza además liberará, en parte, a los nidos de ectoparásitos. Figura 8: Mantención de casa Las aves, en general, prefieren anidera en Traitraico, Región casas vacías. Algunos autores no de Los Ríos. ven con buenos ojos limpiar los nidos, argumentando que nadie limpia los nidos naturales; sin embargo, esto no es aplicable a casas artificiales con objetivos concretos de conservación. Reparaciones. Se deben revisar las uniones, bisagras y estado de la casa, en general, especialmente la sujeción. Los artificios no se deben pintar ni aplicar materiales no recomendados. Si no se dispone de recursos para el recambio de casas y la madera no es resistente, se puede aplicar barniz marino en varias manos e instalar la casa después de varios días de ventilación. Nunca se debe aplicar en el interior de la casa, sólo en las caras exteriores.

PARA SABER MÁS BELLOCQ MI & FO KRAVETZ (1993) Productividad de la lechuza de campanario (Tyto alba) en nidos artificiales en agrosistemas pampeanos. Hornero 13: 277-312. MARTI CD (1992) Barn Owl. En: Poole A, P Stettenheim & F Gill (eds) The Birds of North America Nº1. The Academy of Natural Sciences, The American Ornithologist Union, Philadelphia, Washington DC, EE.UU. MUÑOZ-PEDREROS A & R MURÚA (1990) Control of small mammals in a pine plantation (Central Chile) by modification of the habitat of predators (Tyto alba, Strigiforme and Pseudalopex sp., Canidae). Acta O´ecologica 11: 251- 261. MUÑOZ-PEDREROS A, C GIL, J YÁÑEZ& J RAU (2010) Raptor habitat management and its implication on the biological control of the Hantavirus. European Journal of Wildlife Research 56(5): 703-715. ROULIN A (1999) Natural and experimental nest-switching in Barn Owl Tyto alba fledglings. Ardea 87(2): 327-246. SHOMON JJ, BL ASHBAUGH & CD TOLMAN (1966) Wildlife habitat improvement. Natural Audubon Society, New York, EE.UU. 96 pp.


Técnicas de estudio

Las egagrópilas de las aves rapaces y su estudio Por Patricia Möller

Centro de Estudios Agrarios y Ambientales

Las aves en general presentan muy variados tipos de dieta, pero todas comparten el que no mastican su alimento. Por ello su sistema digestivo consta de dos estructuras especiales. El buche que es un ensanchamiento del esófago y tiene funciones de almacenamiento, especialmente en las aves granívoras, y la molleja que es un estómago muscular donde es triturado el alimento. En las aves rapaces el alimento permanece menos tiempo en el buche que en las aves granívoras, pasando muy rápidamente a la molleja, donde es triturado separándose las porciones digeribles de las indigeribles. Todos los elementos no digeribles son acumulados en la molleja formando un bolo denominado egagrópila que el ave expulsa por regurgitación. Así, las egagrópilas contienen pelos, uñas, plumas, cúlmenes y huesos de las presas. La expulsión de egagrópilas se produce mediante un movimiento peristáltico negativo del esófago, el que es estimulado por la ausencia de alimento. Las egagrópilas son diferentes en cada especie y asemejan la forma de la molleja del ave (Fig. 1).

Figura 1: Egagrópilas de diferentes especies A= pequén (Athene cunicularia), B= aguilucho variado (Buteo polyosoma), C= lechuza blanca (Tyto alba).

Los restos de las egagrópilas proveen de una excelente fuente de información sobre la dieta de las diferentes especies de aves rapaces. Han sido muy utilizadas para determinar los

itemes que componen su alimento y cómo estos varían, ya sea con los cambios de estación o de localización geográfica de las especies. A esto se denomina ecología trófica. Estos estudios si bien parecen complicados son perfectamente posibles de realizar en la escuela, sólo se requiere la "materia prima". Aquí le contamos cómo hacerlo. Para estudiar la dieta de las aves a través de las egagrópilas primero hay que recolectar el material. Esto se hace detectando nidos y perchas que es donde las aves acostumbran posarse y por lo tanto allí se acumulan. Las perchas suelen ser postes o árboles añosos. Para especies como el pequén, (A. cunicularia), que nidifica y vive en madrigueras hay recolectar el material alrededor de éstas. Es fácil identificarlas porque es un bolo compacto de forma oval, como se ve en la Fig. 1 para tres especies diferentes, en el que suelen apreciarse los restos óseos o de insectos. Hay que tener cuidado de no confundirlas con fecas. Cuando la egagrópila es fresca, se reconoce por un mucus que la envuelve. Esto le proporciona consistencia pero si llueve se disgrega. Por lo tanto no salga a recolectar egagrópilas cuando ha llovido mucho. Las aves rapaces consumen roedores que pueden ser portadores o reservorios de Hantavirus. Aunque no se ha investigado sobre riesgos de contagio a través de la manipulación de egagrópilas, le recomendamos usar guantes de goma y desinfectar el material encontrado nebulizándolo con una solución de lysol o cloro. El material debe recogerse con cuidado, tratando de no romperlo y envolviéndolo en papel absorbente de tipo cofrado. El material recolectado se guarda en una bolsa y se rotula con los siguientes datos: especie, localidad, tipo de hábitat, fecha y nombre del recolector, y se traslada al gabinete en una caja de cartón firme para que no se dañen. Al llegar al laboratorio o gabinete las egagrópilas deben depositarse en una cajita de cartón, etiquetada con el número de la muestra, fecha y localidad y se ponen a secar cerca de una fuente de calor (estufa o al sol) durante un período de cuatro días, para evitar que se desarrollen hongos y/o Figura 2: Recolección de egagrópilas. larvas de insectos. Si el

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material se va a guardar, debe depositarse en cajas provistas de insecticida y en lugares secos. El procesamiento se inicia midiendo y pesando las egagrópilas. Debe medir el largo, ancho y alto con un pie de metro y pesarlas, en caso disponer de una balanza de precisión, y registrar todas las medidas en una planilla. Posteriormente se procede al desmenuzamiento, donde el objetivo es la separación de los ítem-presas, de modo tal que no se dañen y puedan ser examinados separándose sus componentes. Use una mascarilla para el polvo para desmenuzarlas.

¿Qué presas encontraremos? Podemos investigar previamentequé consumen las diferentes especies, para saber qué podemos encontrar en las egagrópilas. Por ejemplo en las de lechuza blanca encontraremos principalmente micromamíferos. Para determinar el número de presas los restos óseos y dientes se separan con pinzas y ordenan en una bandeja individual para la egagrópila bajo estudio. El número mínimo de individuos contenidos en cada egagrópila se determina según el número de elementos únicos (e.g., cráneos) o pareados (e.g., mandíbulas) encontrados. Luego se puede determinar la especie a la que pertenecen con la ayuda de una clave aportada por Reise (1973), quien identifica a los micromamíferos (marsupiales y roedores) presentes en las egagrópilas, en base a las características de los cráneos, las piezas dentales y ambas mandíbulas (Fig. 2).

mínimo de individuos contenidos en cada egagrópila, lo que se determina según el número de elementos únicos (e.g., lancetas) o pareados (e.g., mandíbulas, élitros, ojos) encontrados. No es fácil identificar insectos pero se puede ayudar de una muestra de referencia, construida con material del área de donde provienen las egagrópilas, como la de la Fig. 3. En aves rapaces consumidoras de artrópodos, como el pequén , son comunes los coleópteros y ortópteros. Figura 3: Muestra de referencia de invertebrados.

¿Qué hacer con la información? Se puede desarrollar diversos análisis, tales como comparar los distintos tipos de presa que presentan las egagrópilas de diferentes especies, así como la variación de la dieta de una misma especie durante el año. La información puede representarse en gráficos, en números absolutos, en porcentaje o frecuencia. Para ello se calcula el porcentaje de ocurrencia por número, para cada categoría trófica de la muestra dietaria total analizada. La frecuencia por número de presas se calcula dividiendo el número de individuos identificados por categoría de presa por el número total de presas identificadas presentes en la muestra dietaria.

PARA SABER MÁS Figura 2: Mandibulas dibujadas a escala para identificar roedores.

Pero también podemos obtener otro tipo de información interesante. Otros restos de la dieta pueden corresponder a aves, cuyos huesos son fácilmente identificables porque al quebrarlos se aprecia que son huecos. Anfibios y reptiles son más frecuentes de encontrar en egagrópilas provenientes de rapaces diurnas. Los invertebrados son otro item importante. La primera fase es separar el material y establecer el número

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BELLOCQ ML & FO KRAVETZ (1983) Identificación de especies, sexo y edad relativa a partir de restos óseos de roedores de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Historia Natural 3(10): 101-112. JIMENEZ JE & FM JAKSIC (1993) Variación estacional de la dieta del caburé grande (Glaucidium nanum) en Chile y su relación con la abundancia de presas. Hornero (Argentina) 13: 265-312. MUÑOZ-PEDREROS A & J RAU (2004) Estudio de egagrópilas. En: MuñozPedreros A, Rau J & Yáñez J (eds). Aves Rapaces de Chile. CEA Ediciones, Centro de Estudios Agrarios y Ambientales, Valdivia, Chile. 387 pp. REISE D (1973) Clave para la determinación de los cráneos de marsupiales y roedores chilenos. Gayana (Zoología) 27: 1-20.


Técnicas de manejo

Control biológico con aves rapaces Por Andrés Muñoz-Pedreros Escuela de Ciencias Ambientales Facultad de Recursos Naturales Universidad Católica de Temuco Figura 1: ratón

de colalarga Oligoryzomys longicaudatus

Aves rapaces y transmisores de enfermedades En general, las aves rapaces son eficaces consumidoras de diversas especies de roedores, lo que las convierte en especies útiles para el ser humano, ya que muchos de estos roedores son perjudiciales para la actividad silvoagropecuaria, dañando acopios de cosechas y árboles de cultivo, perdiéndose importantes recursos a causa de sus ataques. Por otro lado, algunos roedores tienen un importante rol en la epidemiología de diversas enfermedades que afectan a los animales domésticos y al ser humano. Por ejemplo, la leptospirosis es una zoonosis que afecta a personas que desarrollan actividades agrícolas. En Chile se ha detectado leptospiras en rata negra Rattus rattus, laucha de pelo largo Abrothrix longipilis, ratón de colalarga Oligoryzomys longicaudatus y laucha olivácea Abrothrix olivaceus. También lo es la yersiniosis, producida por la bacteria Yersinia enterocolitica, que genera cuadros entéricos en humanos y animales y que involucra al gaurén Rattus norvegicus, laucha de pelo largo, laucha olivácea y ratón de colalarga.

Requisitos de un buen controlador Una especie se considera plaga cuando obstaculiza las actividades del hombre y su impacto estará en directa relación con el daño causado. Se espera que las aves rapaces que pueden tener utilidad como controladores biológicos de roedores cumplan, en lo posible y en general, con los siguientes requisitos: (a) consuman un alto número de ejemplares de la especie objetivo, (b) consuman ejemplares de esta especie en forma selectiva, (c) tengan un período de actividad superpuesto al del reservorio, (d) sean relativamente abundantes en

Figura 2: laucha

de pelo largo Abrothrix longipilis

Figura 3: laucha olivácea Abrothrix olivaceus

el área a intervenir, al menos en su estado natural con baja perturbación antrópica y (e) sean preferentemente grandes, ya que el tamaño corporal del depredador y sus requerimientos energéticos estarían positivamente correlacionados, por lo que así se espera que consuman más ejemplares de la especie a controlar. Algunos o todos estos requisitos deben tener, al final, un impacto negativo sobre el crecimiento poblacional de la especie objetivo y esto no necesariamente puede lograrlo una o dos especies de aves rapaces, podrían ser diferentes especies en diferentes localidades del área de distribución del reservorio.

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Las dietas de algunas aves rapaces está relativamente bien documentada en Chile lo que permite asegurar que varias aves rapaces distribuidas en Chile depredan sobre los reservorio de hantavirus y otras enfermedades como yersiniosis y leptospirosis, entre ellas se destacan las especies nocturnas como: la lechuza blanca Tyto alba, el concón Strix rufipes, el tucúquere magallánico Bubo magellanicus y el nuco Asio flameus; entre las diurnas destaca por sobre todos el milano bailarín Elanus leucurus, también con actividad crepuscular y en menor grado el peuco Parabuteo unicintus y el aguilucho variado Buteo polyosoma.

Si se examinan otras especies de aves rapaces, el tucúquere magallánico, presenta en su dieta un consumo mayoritario de roedores (65%). El concón merece atención ya que su consumo del reservorio de hantavirus es de un 42% (en 1.472 egagrópilas y considerando las presas de invertebrados). Aunque S. rufipes ha sido descrito como una especie asociada al bosque nativo, la hemos registrado, mediante censos acústicos, en diversos agroecosistemas con alta perturbación humana. Por otro lado el aguilucho variado, que en zonas boscosas de Aysén, en la patagonia chilena, presentó el 70% del consumo total de presas es ratón de colalarga (64% en biomasa de su dieta).

Dieta de algunas aves rapaces Para la lechuza blanca, en estudios realizados entre los 30º y los 51º Lat. Sur, en 24 localidades de Chile y analizando más de 4.000 egagrópilas, se estableció que del total de sus presas consume un 94% de mamíferos, de los cuales el 91 % son ratones y de ellos el 29% son ratones de colalarga (Oligoryzomys longicaudatus).

Figura 4: Dieta de lechuza blanca.

La lechuza blanca come entre 50 y 150 gramos de alimento diario, equivalente al consumo de uno a tres ratones al día. Si se considera una familia de dos adultos y cuatro polluelos, el consumo será de 16 a 18 ratones diarios, totalizando unos 1.000 individuos solo en las 10 semanas de crianza, de este modo el impacto que la lechuza blanca tendría sobre las poblaciones de roedores sería muy relevante. Respecto al milano bailarín, se ha estudiado en cinco localidades con casi 2.000 egagrópilas, presentando un consumo muy alto de roedores (98%) y las presas más consumidas es la laucha oliváces (Abrothrix olivaceus ) y el ratón de cola larga (46,3% y 21,3% respectivamente). El milano bailarín es un depredador especialista en ratones que ofrece buenas posibilidades como controlador biológico del reservorio de Hantavirus y otras enfermedades cuando éstas son abundantes en el ambiente.

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Control biológico El control biológico es un tipo de control de plagas que considera a un agente biológico como mecanismo de control de las especies generadoras del daño. Para planificar el control biológico de una plaga se deben considerar las siguientes fases: (a) delimitación y cuantificación del daño antrópico causado por la plaga, (b) identificación documentada e inequívoca de la especie sindicada como plaga, (c) conocimiento de la bioecología de la plaga, (d) conocimiento de la bioecología de sus depredadores, (e) diseño, implementación y evaluación de la estrategia de control. De este modo la mantención y/o incremento de las poblaciones de aves rapaces que consumen reservorios (e.j., lechuza blanca, concón, milano bailarían) pueden contribuir al control biológico de roedores plaga y para incrementar las poblaciones se debe mejorar su hábitat, en particular la oferta de espacios aptos para la nidificación mediante la instalación de artificios (por ejemplo con casas anideras y pechas) y otras herramientas de gestión de fauna silvestre. Se ha implementado este tipo de control aumentando el número de lechuzas blancas con casas anideras en la Reserva Nacional Lago Peñuelas en la Región de Valparaíso, donde se incrementó, dramáticamente, la población y la densidad bruta de Tyto alba. Por otro lado, se constató una disminución significativa de la abundancia de ratones. Antes de la instalación de artificios la densidad bruta de lechuzas era de 0,02/ind/km2. En la primera temporada se aumentó a 0,49 / ind/km2 y en la segunda temporada se incrementó a 1,84/ind/km2 y en temporada siguiente fue de 2,13/ind/km2. Por otro lado la abundancia total de micromamíferos (ratones y marsupiales) disminuyó cinco veces del año 2001 al 2004 y el número de especies se redujo de siete a cuatro. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas. No siempre las casas anideras instaladas son exitosas en la primera temporada, en varias experiencias extranjeras se ha documentado que se debe esperar a la segunda o tercera temporada. Por otro lado


PARA SABER MÁS

Figura 5: Instalación de casa anidera para lechuza blanca

en la Reserva Nacional Lago Peñuelas, Región de Valparaíso. si no existen lechuzas en un territorio amplio la ocupación simplemente no ocurrirá; en este caso puede evaluarse la posibilidad de reintroducir volantones de lechuza, después de una cuidadosa evaluación del hábitat (incluida la oferta de alimento), planificación y monitoreo de los ejemplares liberados con radiotelemetría. Esto es muy importante ya bque se debe cautelar su sobrevivencia.

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Proyectos

Proyecto Lechuza Blanca «La Conservación de la Lechuza Blanca promueve el Turismo en el Sur de Chile»

Por Claudia Gil Cordero

Centro de Estudios Agrarios y Ambientales Sociedad de Vida Silvestre de Chile

Se buscó promover la conservación de las aves rapaces, especialmente la lechuza blanca, que controla al ratón de cola larga (roedores que transmiten el virus Hanta), como una forma de reestablecer el equilibrio natural entre las poblaciones de depredadores y sus presas, balance que se ha perdido principalmente por las modificaciones del hábitat, ya que al eliminar los bosques antiguos desaparecen los sitios de nidificación de estas aves, haciendo imposible su reproducción y establecimiento en la zona. Nuestra hipótesis es que los turistas preferirán visitar áreas en donde se han tomado medidas para disminuir los riesgos de salud, especialmente si esta medida es innovadora y ambientalmente responsable.

En el marco de su Programa de Conservación de Aves Rapaces y Control Biológico de Virus Hanta, el Centro de Estudios Agrarios y Ambientales (CEA) ejecutó, en la comuna de Panguipulli, entre agosto de 2005 y mayo de 2007, el proyecto La conservación de la lechuza blanca promueve el turismo en el sur de Chile o Proyecto Lechuza Blanca con el financiamiento del Banco Mundial a través de su programa Development Marketplace, y con la participación, como organismos asociados, del Servicio de Acesoria Local en Comunidades Rurales de Panguipulli, PRODESAL, Ilustre Municipalidad de Panguipulli e INDAP- Panguipulli. La crisis de la agricultura en Chile ha motivado a los campesinos y comunidades indígenas a explorar nuevas opciones de desarrollo, en particular el turismo rural (etno y ecoturismo), sin embargo, las enfermedades emergentes como la fiebre hemorrágica por Hantavirus ha generado temores en los visitantes del espacio rural y en los propios campesinos. Esta enfermedad tiene componentes ecológicos importantísimos ya que su reservorio y transmisor es un roedor silvestre, el que es controlado en forma natural por aves rapaces, las que a su vez y producto del deterioro del paisaje han visto fuertemente dañado sus hábitats, por lo que este control natural es escaso. Por otra parte, el control de los roedores que son plagas rurales es abordado con aplicaciones de venenos que además de no solucionar el problema, afectan a las aves rapaces.

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Durante la ejecución del proyecto se realizaron diferentes actividades: desarrollamos un programa de educación ambiental dirigido a los niños en escuelas rurales, capacitando a sus profesores; un programa de la educación ambiental dirigido a adultos a través de charlas en postas rurales utilizando para ello una caja de herramientas didácticas; un programa de manejo de hábitat para las aves rapaces, incluyendo censos de roedores, aves rapaces y reintroducción de polluelos en dos localidades con poblaciones reducidas o ausentes; un programa de monitoreo de los ejemplares reintroducidos mediante radiotelemetría; capacitación a distintos grupos de personas para enseñarles las técnicas de manejo de hábitat que favorecen la presencia de las aves rapaces; una red de comunicación y difusión; y se vinculó este proyecto a otras iniciativas de turismo rural en curso en la zona. OBJETIVOS Promover la conservación de las aves rapaces que contribuyen al control de los roedores reservorio del Hantavirus, en especial la lechuza blanca, como una forma de reestablecer los balances naturales entre las poblaciones de los depredadores y sus presas, para fomentar el turismo en un área de menor riesgo de contagio y mayor oferta turística. El proyecto se organizó en cuatro módulos cada uno de ellos con sus respectivos objetivos específicos:


- Módulo Salud pública- Control Biológico 1.- Aumentar la población de depredadores naturales del reservorio del Hantavirus en áreas con presencia de roedores, mediante técnicas de manejo de hábitat. 2.- Reintroducir y monitorear ejemplares de Tyto alba, mediante la técnica de crianza campestre y un sistema de radiotransmisores, en áreas con baja densidad para aumentar la biodiversidad de aves rapaces y el control biológico de reservorios.

- Módulo Educación Ambiental 3.-Desarrollar un programa de educación y comunicación ambiental con innovación curricular formal y un paquete tecnológico en control biológico y turismo destinado a micro empresarios turísticos, comunidades indígenas, escuelas y postas rurales, y servicios públicos del sector.

- Módulo Impacto Social y Económico 4.- Mejorar la oferta turística de los microempresarios indígenas ampliando su oferta cuali y cuantitativamente, mediante la difusión amplia del Proyecto.

- Módulo Evaluación y monitoreo 5.- Desarrollar un programa monitoreo y evaluación del Proyecto.

PRINCIPALES RESULTADOS - Salud pública y control biológico: Se realizaron dos censos de aves, roedores y análisis de seropositividad a Hanta virus en terreno, en cinco comunidades indígenas. Éstos dieron como resultado inicial una baja población de aves rapaces, en particular de lechuza blanca, siendo la especie más abundante detectada el chuncho. Los censos de roedores dieron como resultado densidades normales para la época en que se realizaron, encontrándose tres especies de roedores silvestres, entre ellos el ratón de cola larga, más dos especies de roedores introducidos. No se detectaron individuos seropositivos al Hanta virus en las muestras analizadas ni en el primer ni el segundo censo. Se capacitó a los propietarios en la construcción e instalación de casas anideras para lechuzas en predios de seis sectores de la comuna, instalándose un total de 102 artificios, 75 casas anideras y 27 perchas. Coñaripe (15 casas y 5 perchas), Traitraico (22 casas y 4 perchas), Pucura (11 casas y 4 perchas), Huitag (13 casas y 6 perchas), Cultruncahue (7 casas y 3 perchas), Huellahue (7 casas y 5 perchas). En dos de las localidades censadas se reintrodujeron 13 polluelos de lechuza blanca provenientes de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, en la Región de Valparaíso, lugar donde se estableció, en 2001, un programa de manejo de hábitat y donde las casas anideras instaladas son utilizadas cada año por las parejas reproductivas de lechuza blanca. Estos polluelos fueron criados mediante la técnica de crianza campestre o “hacking” y liberados portando un radio transmisor para su seguimiento y monitoreo. De esta manera se determinó el ámbito de hogar y las preferencias de hábitat de dos juveniles de lechuza blanca, en la comuna de Panguipulli.

Proyecto «Lechuza Blanca» en la localidad de Huitag. Fotografía: Proyecto Lechuza Blanca.

PARTICIPANTES Los participantes que se plantearon originalmente en el proyecto, eran los grupos organizados en torno al convenio INDAP-Municipalidades, grupos PRODESAL, normalmente constituidos por alrededor de 20 familias, de seis comunidades indígenas de la Región de los Ríos: Traitraico, Coñaripe, Cultruncahue, Pucura, Cheuquén y Huitag, situadas cerca del lago Calafquén y el lago Panguipulli. A lo largo de la ejecución del proyecto se sumó a éstas la localidad de Huellahue, a partir del interés del profesor de la escuela rural de dicha localidad, situada entre Huitag y Panguipulli. La mayoría de los participantes son pequeños propietarios que viven en propiedades de entre 4 a 30 ha, dedicados a la agricultura y ganadería de subsistencia en una zona con grandes aptitudes turísticas. Muchos de ellos han comenzado, con la ayuda PRODESAL e INDAP, a establecer actividades relacionadas con el ecoturismo.

Polluelos de lechuza blanca. Fotografía: Proyecto Lechuza Blanca.

- Educación ambiental: Se seleccionaron cinco establecimientos educacionales rurales para la aplicación y posterior entrega de la caja de herramientas didáctica de control biológico y conservación de aves rapaces (ver recuadro). En ellas se realizaron visitas y charlas mensuales durante el año 2006, previa aplicación de una encuesta de evaluación de actitud y conocimiento. Entre las actividades realizadas se cuentan exposiciones, actividades al aire libre, actividades de investigación y juegos de educación ambiental. Antes de la entrega de las cajas de herramientas se realizó un curso de capacitación para los profesores rurales y encargados de postas.

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CAJA DE HERRAMIENTAS La caja de herramientas pedagógicas del Programa de Conservación de Aves Rapaces y Control Biológico de Virus Hanta, utilizada en el Programa de Educación Ambiental del proyecto Lechuza Blanca , incluye entre sus componentes más destacados:

- Cajas demostrativas: en caja de madera protegidas por vidrio, se han ensamblado diferentes recursos pedagógicos que han demostrado un muy alto impacto educativo. El contenido de las cajas demostrativas es el siguiente: - roedores embalsamados que permiten diferenciar entre el ratón colilarga y otros roedores silvestres e introducidos. - egagrópilas de distintas especies, incluida la lechuza blanca, con un texto que describe las características de un regurgitado y su valor científico. - dieta de rapaces, en la que se disgregan los distintos componentes contenidos en las egagrópilas de diferentes especies permitiendo reconocer a las presas de las cuales se alimentan.

- Paneles educativos: seis paneles diseñados como parte del componente de autoaprendizaje o al reforzamiento de contenidos en programas de educación ambiental. Estos paneles pueden permanecer en exhibición permanente en escuelas, postas rurales o áreas de alta difusión. - Afiches: un afiche sobre Aves rapaces de Chile, que muestra las 14 especies de aves rapaces más representativas de Chile e ncluye antecedentes de distribución, hábitat, estado de conservación y abundancia; y otro sobre Control biológico, que muestra gráficamente el rol de las aves rapaces en el control biológico, incluyendo antecedentes de dietas de 5 especies. - Diaporamas: dos diaporamas de 39 diapositivas, estructurados de tal forma que el monitor las presente siguiendo un texto base, pudiendo profundizar contenidos de acuerdo a sus propios conocimientos y el tipo de espectador. Aptos para todo tipo de público. - Disco de vocalizaciones: que reúne las vocalizaciones de 13 aves rapaces de Chile junto a un breve relato de cada una de las especies. En formato DVD, este disco enseña a percibir las aves a través del oído, familiarizándonos con sonidos que muchas veces hemos escuchado pero no sabemos de quién proviene. Con este disco se pueden realizar censos de aves rapaces usando las vocalizaciones como señuelos acústicos. - Unidad educativa en formato digital: que incluye texto base, unidad educativa, actividades de educación ambiental, fichas de capacitación, imágenes de aves rapaces, vocalizaciones en formato digital, sitios de Internet relacionados, crónicas de ornitólogos, ornitólogos de Chile y encuestas para docentes.

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- Impacto Social y Económico: El programa de difusión contempló la elaboración del logotipo, un afiche, un portal web con información relativa el proyecto, y un video promocional. Esta información fue enviada a varios medios de difusión y paginas web. El proyecto fue articulado a otras actividades turísticas en el área: Sendero de Chile, Ruta Patrimonial Huitag y Red de Agroturismo de Panguipulli, siendo esta última una organización funcional que capacita a sus miembros, durante todo el año, en diversas áreas relacionadas con la actividad turística, que se lleva a cabo en verano. Durante el verano de 2007 se montaron dos exposiciones referentes al proyecto y la conservación de aves rapaces en los centros de informaciones turísticas de Panguipulli y Coñaripe. Los participantes del proyecto se coordinaron en una Red de Conservación de Aves Rapaces para Panguipulli, la que se vinculó con la ya existente en el marco del Programa de Conservación de Aves Rapaces y Control Biológico de CEA. Esta red elabora un boletín mensual, de una página, que se distribuye entre sus miembros a través de Internet. Para el caso de los miembros beneficiarios de este proyecto, el boletín se imprimió para ser distribuido a través del PRODESAL en sus reuniones mensuales, ya que la mayoría no tiene acceso a este medio. Se instalaron letreros de la Red de Conservación en todas las propiedades de los participantes del proyecto y de las escuelas que participaron en él.

Actividades de educación ambiental. Fotografías: Proyecto Lechuza Blanca.

Durante el proyecto se elaboraron materiales de difusión del mismo que incluyeron poleras, gorros, afiches, chapitas y pegatinas, los que fueron distribuidos como capital semillas a tres grupos de beneficiarios que tenían capacidad demostrada de comercialización durante el verano.

En relación a la implementación de la innovación curricular, de las cinco escuelas beneficiarias del programa, tres de ellas abordarán los contenidos propuestos a través de talleres curriculares, teniendo una estructura que permite abordar los contenidos educativos para cada curso en las distintas asignaturas, durante todo el año escolar. Los otros dos establecimientos, incorporarán los contenidos de la propuesta como unidades temáticas en el subsector comprensión del medio natural social y cultural en el primer ciclo básico y en el subsector comprensión de la naturaleza en el segundo ciclo básico; esto permitirá abordar el tema “conservación de la biodiversidad” en todos los grupos cursos. Como una medida de apoyar y fortalecer la implementación de las distintas iniciativas en los distintos establecimientos, se firmó un convenio de cooperación entre el CEA y las escuelas vinculadas al proyecto; este convenio contempla el trabajo conjunto con alumnos y profesores durante tres jornadas el 2007, la elaboración de materiales pertinentes a las actividades y una evaluación final. En las postas rurales del sector se realizaron ocho charlas, los días de la presencia de la ronda médica, estimándose una asistencia de alrededor de 150 personas, además de los 12 miembros del equipo de salud rural. Materiales de difusión. Proyecto Lechuza Blanca.

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Resultados adicionales En el mes de diciembre de 2006 el CEA se adjudicó el proyecto “Ruta patrimonial Huitag, una confluencia entre el turismo y la conservación de la biodiversidad” financiado por el Fondo de Protección Ambiental (FPA) de CONAMA y co financiado por el Proyecto Lechuza Blanca a través de su módulo Impacto social y económico. Esta iniciativa se gestó al comprobar el alto potencial turístico que poseía esta localidad, surgiendo, al interior del Proyecto Lechuza Blanca, la idea del diseño de un sendero que relevara el patrimonio tanto natural como cultural de Huitag. La postulación al FPA se hizo con el propósito de obtener el financiamiento para concretar e implementar esta Ruta, la que fue implementada durante el mes de febrero de 2007, gracias al apoyo obtenido de CONAMA. Los organismos asociados a este proyecto son la I. Municipalidad de Panguipulli, a través de su Departamento de Turismo, el Programa PRODESAL y el Proyecto Lechuza Blanca del CEA.

Inicio del Sendero Rucachucao, Huitag. Fotografía: Proyecto Lechuza Blanca.

El sendero implementado en esta temporada se denomina “Sendero Rucachucao” y tiene una extensión de 1,1 km que pueden recorrerse en aproximadamente dos horas, y muestra en su trayecto las características más relevantes de un ecosistema de alto valor escénico y cultural. Asimismo, en Huitag el visitante podrá conocer el papel que cumplen las aves rapaces en el ecosistema a través de la información entregada a lo largo de la ruta, relacionada con el control biológico que la comunidad ha adoptado para mantener en equilibrio las poblaciones de depredadores y presas, pudiendo observar y aprender en terreno sobre artificios para atraer aves rapaces, en especial a la lechuza blanca.

Uno de los aportes significativos del Proyecto Lechuza Blanca a esta iniciativa fue la formación de 10 guías turísticos locales para el guiado del sendero conformado por niñas, niños y jóvenes de la comunidad. Recibieron materiales impresos e hicieron muchas actividades al aire libre en el sendero y las áreas próximas. Sus edades fluctúan entre 9 y 17 años, y su interés y entusiasmo causaron un gran impacto en sus familias y en la comunidad. También, su conocimiento del área y su punto de vista local como los miembros de una comunidad indígena enriquecieron grandemente el desarrollo de esta actividad. Estos niños trabajaron durante el verano en el quiosco instalado en el sendero, vendiendo los productos relacionados con el proyecto Lechuza blanca y guiando a turistas a través de la ruta.

EQUIPO DE TRABAJO Andrés Muñoz Pedreros Investigador responsable. Claudia Gil Cordero Coordinación proyecto. Patricio Rutherford Yobánolo Responsable SIG. Patricia Möller Doepking Responsable Educación ambiental. Jorge Pantoja Pinilla, Patricio Contreras Bravo y Laura Gómez Cea Profesionales. Carolina González Olave, Marcela Guerrero, Mariana Muñoz Morandé, Paulina Celis Vergara, Tesistas y voluntarios. Ejecutó: Centro de Estudios Agrarios y Ambientales (CEA) Organismos asociados: PRODESAL Panguipulli, I. Municipalidad de Panguipulli e Indap. Financiamiento: Banco Mundial Vínculos de interés: Proyecto Lechuza blanca www.ceachile.cl/lechuzablanca Red de Conservación de Aves Rapaces www.ceachile.cl/rapaces/rcr.htm

Guías del Sendero Rucachucao, Huitag. Fotografía: Proyecto Lechuza Blanca.

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Leyendas de zoofauna

La cueva de los Tué Tué (leyenda mapuche) A dos kilómetros hacia el oriente de Graneros está el «Cerro Grande», el mayor de todos, cubierto por peumos, espinos y litres, es el último en despedir el sol poniente. Abajo crecen arbustos que adornan las campiñas. En el pequeño flanco, casi en la cima del monte, existe una cueva. Aquí entran los viernes, cientos de «chonchones» que se conocen también con el nombre de «Tué-Tué», por ser éste el grito característico de esta ave nocturna, parecida a la lechuza, que encarna a los brujos. La abertura de la caverna, que antes permanecía abierta, ahora está cerrada. Tiene a su alrededor una pequeña partidura redonda, especie de timbre, que tocan los brujos cuando llegan para abrir la puerta. Han tomado esta precaución, según ellos, porque la gente de hoy es más intrusa y novedosa que la antigua. Los Tué-Tué, convertidos en brujos entran uno por uno y se van descolgando por la cavidad subterránea hasta llegar al «salón» donde se reúnen y tratan los acontecimientos últimos de la secta provincial. Concurren a la cueva de «Cerro Grande», brujos de Machalí, Doñihue, Larmahue, Graneros, Rengo, Rancagua, Almahue Viejo, Rinconada, Cerrillos, Quinta, Coltauco y Tagua Tagua, los que al despuntar el alba empiezan a salir. Su griterío se escucha a lo largo y ancho de la comarca; entonces los pobladores, para que no se acerquen dicen: «martes hoy, martes mañana, martes toda la semana». Si alguien los siente y les ofrece alimentos o prendas de vestir, vuelven al día siguiente convertidos en seres humanos a cobrar lo ofrecido y en caso de que no se acceda, la burla es castigada con males o enfermedades que solo curan las «machis».

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Educación ambiental

¿Qué como, que comes? El objetivo de la actividad es diferenciar los distintos tipos de dieta de las aves rapaces y compararlas con la alimentación de los seres humanos.

OBJETIVO: Conocimiento y Concentración PARTICIPANTES: 4 a 14 personas

Materiales: - Egagrópilas de diferentes especies - Láminas con alimentos - Lupas - Pinzas y punzones - Pie de metros o reglas - Cajas clasificadoras - Fichas de registro Descripción de la actividad: Los participantes manipulan egagrópilas de distintas especies y analizan su contenido, comparando y discutiendo acerca de la diferencia de elementos que estas contienen. Comparan y clasifican el contenido, identifican las distintas especies que componen la dieta a través de los restos.

Fotografías: Centro de Estudios Agrarios & Ambientles (CEA).

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M谩s informaci贸n puede obtenerse en Programa Conservaci贸n de aves rapaces y control biol贸gico www.ceachile.cl/lechuzablanca

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