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Desarrollo sostenible

Visión 30/30 de la ANDI ingresó a EXPRA

Este programa colombiano es el único en EXPRA, la alianza internacional sombrilla de Responsabilidad Extendida del Productor experta en el aprovechamiento de residuos de envases y empaques.

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MÓNICA VILLEGAS

Gerente de Visión 30/30 de la ANDI

Recientemente, Visión 30/30 de la ANDI se convirtió en miembro de EXPRA, la alianza de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) más importante a nivel internacional, en un momento relevante para la implementación del modelo de REP y la transición a la economía circular de los materiales de envases y empaques. Esto no solo debido a la revisión de la legislación de residuos que se está llevando a cabo actualmente en la Unión Europea y a la introducción activa de los principios de REP en la legislación de numerosos países en todo el mundo, y especialmente en América del Sur, sino también a la implementación de la Estrategia Nacional de Economía Circular de nuestro país.

Según la OCDE, hay alrededor de 400 esquemas REP implementados a nivel global para diferentes corrientes (envases, llantas y residuos electrónicos, entre otros). De estos, aproximadamente el 17 % está relacionado con envases y empaques1. De igual manera, hay diversos modelos de aplicación de este principio y la forma como se adapta normativamente en los diferentes países. El modelo de aplicación del principio REP, además de las implicaciones en el incremento en las tasas de aprovechamiento de los materiales de envases y empaques, tiene impacto en aspectos socioeconómicos de largo plazo en el desarrollo de nuevos mercados, inversiones en tecnología e infraestructura, así como en la creación de empleos verdes, el fomento al emprendimiento y la inclusión social. Es por esto que Visión 30/30, como colectivo, juega un rol fundamental en el desarrollo de la economía circular de gestión de envases y empaques en el país.

Luego de tres años de diseño y piloto de Visión 30/30, y de cumplir su primer año de implementación ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), el programa ha recogido una gran cantidad de aprendizajes, retos y oportunidades para su fortalecimiento, tanto como colectivo, así como de cara a la regulación REP en el país. Por ejemplo, dentro de los retos que actualmente enfrentamos

1 OECD, Extended Producer Responsibility:

Updated Guidance for Efficient Waste Management. París: OECD Publishing, 2016. http:// dx.doi.org/10.1787/9789264256385-en.

El modelo de aplicación del principio REP, además de las implicaciones en el incremento en las tasas de aprovechamiento de los materiales de envases y empaques, tiene impacto en aspectos socioeconómicos de largo plazo

está contar con sistemas de información transparentes y armonizados para la trazabilidad y certificación de los materiales, la implementación de mejores prácticas de innovación y ecodiseño en envases y empaques, y la pedagogía al consumidor sobre su responsabilidad dentro de la economía circular, así como retos relacionados con la gestión de plásticos como respuesta a la reciente ley que prohíbe los plásticos de un solo uso en el país y las tendencias globales frente a su uso.

Es por esto que contar con nuestra participación en el marco de EXPRA nos permite recoger aprendizajes de otros países que ya tienen un sistema de aprovechamiento de envases y empaques robusto, pero también sobre otros aspectos como la búsqueda de soluciones más eficientes a los desafíos específicos que enfrentamos como país: la gobernanza y articulación entre los actores, la innovación, los sistemas de información, la financiación, las comunicaciones orientadas al cambio de hábitos en el consumidor y las tendencias en economía circular. EXPRA cuenta con la participación de 27 miembros; la mayoría de estos programas son europeos, como Citeo de Francia, Ecoembes de España y Fostplus de Bélgica, que disponen de una vasta experiencia de más de 25 años implementando el modelo REP, con resultados significativos en cada uno de sus países. Dentro de los objetivos de

Dentro de los retos que enfrentamos está contar con sistemas de información transparentes y armonizados para la trazabilidad y certificación de los materiales, la implementación de mejores prácticas de innovación y ecodiseño en envases y promover pedagogía al consumidor sobre su responsabilidad

EXPRA se busca promover: (1) los principios de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) para los residuos de envases y empaques; (2) un esquema REP sostenible y eficiente, sin fines de lucro y que ofrezca un servicio de interés público o colectivo; y (3) buenas prácticas y su defensa ante las instituciones, asociaciones y federaciones europeas e internacionales, así como ante las autoridades nacionales y otras partes interesadas.

Con esta alianza, Visión 30/30 de la ANDI se posiciona como líder estratégico en la región, estando a la vanguardia de los desarrollos regulatorios y tecnológicos gracias a la experiencia y los aprendizajes de los programas internacionales. Además, nos abre la oportunidad y nos permite ser un vehículo para compartir con otros países los modelos que estamos implementando, y dar pauta a países latinoamericanos que comparten este contexto en aspectos tales como como los proyectos orientados a la inclusión de la población recicladora, así como nuestra experiencia de trabajo de articulación entre el sector público y el privado.

Visión 30/30 de la ANDI reafirma su compromiso de generar valor agregado y significativo hacia la transición de una economía circular en el país mediante la optimización y el aprovechamiento de los residuos generados de envases y empaques, mientras contribuye activamente a la costo-eficiencia y a una gestión colectiva transparente para que más empresas se sumen y aporten a este gran colectivo país.

Economía circular y agua residual: de residuo a recurso

El patrón de crecimiento de una economía basada en un modelo lineal es cada vez más insostenible, mientras que el cambio de paradigma hacia una economía circular del agua trae nuevas oportunidades de crecimiento, empleo e innovación.

DORA MARÍA MONCADA RASMUSSEN

Directora del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI

Según el Banco Mundial, en las próximas tres décadas, el aumento en la presión sobre el recurso hídrico será inminente, con un sistema alimentario que necesitará entre un 40 % y un 50 % más de agua, seguido de la demanda de los municipios e industrias, que estará entre un 50 % y un 70 %.

Particularmente para Colombia, si bien existe una gran riqueza hídrica, su distribución no es homogénea, presentándose un desarrollo industrial y urbano (56 % de la población) en zonas con alto estrés hídrico. Según el último Estudio Nacional de Agua (ENA) del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), la demanda hídrica en Colombia es de 37.308 millones de m3/año y se concentra en los sectores agrícola (43,1 %), de energía (24,3 %) y pecuario (8,2 %) (figura 1).

Dicho panorama hace que el uso eficiente de este recurso sea un tema central para el gobierno, las empresas y los ciudadanos. Particularmente para las empresas, este escenario ha significado emprender un cambio de paradigma y transformación, de una economía lineal a una economía circular del agua, que reconoce las aguas residuales como un recurso y una oportunidad de crecimiento, empleo e innovación (figura 2).

Al respecto, el gobierno colombiano ha trazado instrumentos de

u a ag d e

m3 18000 16000 14000 12000 10000 8000 6000 4000 2000 0

FIGURA 1. DEMANDA HÍDRICA SECTORIAL COLOMBIA (MILLONES DE M³/AÑO)

16067

9069

3071 3023 2747

1075 668 581 571 436

Fuente: Estudio Nacional del Agua (ENA), 2018. Sector política y normas para el impulso de esta nueva visión de sostenibilidad, dentro de los que se destaca la Estrategia Nacional de Economía Circular de 2019, el Conpes 4004 de Economía Circular en la Gestión de los Servicios de Agua Potable y Manejo de Aguas Residuales de 2020, la Ley 2169 de 2021 de Acción Climática y la Resolución 1256 de 2021 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Específicamente esta última resolución, que reglamenta el uso de las aguas residuales y que fue ampliamente discutida por empresas y la ANDI, define el marco de implementación considerando: • Conceptos de reúso y recirculación, aclarando como reúso al uso de aguas residuales para una aplicación distinta a la actividad que la generó. • Reglas de juego en torno al reúso industrial y agrícola, incluyendo para este último criterios de calidad. Un tema notable para regiones con déficit hídrico y sectores como la agricultura, que utilizan cerca de 16.000 millones de metros cúbicos por año. • Necesidad empresarial de avanzar en un análisis de balance hídrico, importante para identificar riesgos, medidas preventivas y de gestión. • Oportunidad de innovación, productividad 4.0 y eficiencia energética, que debe promoverse a través de beneficios tributarios (Decreto 2205 de 2017).

El gran desafío es la implementación, el escalamiento y el monitoreo de estas medidas; espacio en el cual el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad (CNAB) de la ANDI busca contribuir como plataforma, dinamizando buenas prácticas, gestionando proyectos y generando soluciones que impacten positiva y colectivamente

FIGURA 2. COMPARACIÓN ENTRE ECONOMÍA LINEAL Y ECONOMÍA CIRCULAR

ECONOMÍA LINEAL

PRODUCIR > USAR > TIRAR

BASURA ECONOMÍA CIRCULAR

NUTRIENTES BIOLÓGICOS NUTRIENTES TÉCNICOS

MEZCLA NUTRIENTES BIOLÓGICOS Y TÉCNICOS CICLO DE VIDA

Fuente: Adaptado de Ellen MacArthur Foundation (2013).

a empresas, cadenas de valor y territorios. Esto, con avances en:

a. El fortalecimiento de capacidades en prácticas y creación de entornos de innovación. • Con financiamiento de la Cooperación de Industrias Danesas se implementará entre 2022 y 2023 un programa de formación en gestión corporativa del agua, impartido por la Universidad Antonio Nariño para empresas del

Valle del Cauca y Antioquia. En este espacio se identificarán escenarios futuros de acompañamiento, réplica y cooperación. • El CNAB avanza con las universidades del

Norte, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Nariño y

EAN, entre otras, en la creación de laboratorios de innovación frente a desafíos del agua.

Al tiempo, viene formulando con el IDEAM un portafolio de servicios hidroclimáticos para las empresas.

b. La gestión de proyectos y alianzas para generar soluciones y nuevos modelos de negocio. • La ANDI —como coordinador del grupo de

Huella de Agua en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico— adelanta junto a los capítulos de México, Chile y Perú, y la Cooperación Suiza Cosude una nueva etapa del programa “El agua nos une” para la gestión corporativa del agua y la promoción de una comunidad de práctica en América Latina entre 2022 y 2025. En este escenario se buscará el escalamiento de la medición de la huella de agua (ISO 14046), acciones de protección de ecosistemas y análisis de políticas alrededor de la economía circular del agua.

Finalmente, como CNAB, seguiremos consolidándonos como un actor relevante para medir, informar y visibilizar los avances y las contribuciones del sector empresarial en la gestión corporativa del agua, desde una visión integradora de eficiencia, competitividad y gestión del recurso hídrico para todos.

Seguiremos consolidándonos como un actor relevante para medir, informar y visibilizar los avances y las contribuciones del sector empresarial en la gestión corporativa del agua

Agua, neutralidad y naturaleza positiva: apuestas transformadoras para la agenda empresarial en

Colombia ¡La inacción no es una opción!

DORA MARÍA MONCADA RASMUSSEN

Directora del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI

Según el reciente informe del Foro Económico Mundial de 2022 (WEF por sus siglas en inglés), diez de los riesgos globales con mayor probabilidad e impacto en la próxima década son ambientales y sociales, y entre ellos, tres de los más apremiantes se relacionan con la crisis climática y la pérdida de la biodiversidad. Se trata, además, de un conjunto de riesgos interconectados y sistémicos, que revelan un mensaje poderoso frente a cómo encontrar soluciones que atiendan desafíos sociales y climáticos, al tiempo que se restauren e incrementen los beneficios que ofrece la naturaleza.

Este escenario destaca la necesidad empresarial de avanzar en una agenda de transiciones hacia la sostenibilidad tomando como ejes el agua y el capital natural. Al respecto, las empresas vienen reconociendo sus riesgos hídricos, así como midiendo y gestionando su huella de agua, representada en el uso e impacto que tienen sobre este recurso. Algunas, incluso, ya están sentando las bases para la agua neutralidad, equilibrando sus cuentas de uso de agua, promoviendo una economía circular, integrando tecnologías y articulando esquemas de gobernanza y compensación en ecosistemas estratégicos.

Paralelamente, avanza el concepto de naturaleza positiva en los negocios, que parte de considerar el vínculo profundo que tienen las empresas y la sociedad con el capital natural y los servicios de los ecosistemas (44 billones de dólares, 50 % del PIB mundial, según el WEF en 2021). Esta necesidad ha movilizado en la agenda internacional y nacional un llamado a las empresas para que se conviertan en agentes de cambio conscientes y contribuyan así a revertir la pérdida de la naturaleza evaluando y priorizando, comprometiéndose, midiendo y valorando, actuando, transformando, divulgando e informando sus impactos y dependencias de la biodiversidad.

Para Colombia, como tercer país más biodiverso del mundo, pero a la vez como uno de los más vulnerables al cambio climático, con innegables escenarios de transformación social y ecológica, se requiere diseñar, planificar y poner en marcha nuevas herramientas, soluciones y espacios posibles para que el agua y la biodiversidad se conviertan en ejes de desarrollo de proyectos y nuevos negocios,

La induEd utemquis magnam, que venis videbis magnam facidia sunt, everum quae prat veles quo voloria tectatque re eatemqu iatemquia comnis sin eraeptia quid quam voluptas et volor aliqui rem recus qui temporum audia vel ex es dit omnimus, tem eniet ut inullup taquates se

ciudades, paisajes rurales, industrias y agroindustrias.

En la ANDI creemos que es posible conciliar estas agendas con el desarrollo económico y social, y con la generación de empleo y competitividad. Desde ahí hemos promovido la creación del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad (CNAB), un área transversal que toma asiento en este gremio multisectorial para promover buenas prácticas, generar soluciones e impactar positivamente a través de la implementación de políticas y acciones empresariales, en la adecuada gestión de la naturaleza con una visión de desarrollo sostenible.

Desde el CNAB, una de las primeras tareas ha sido tejer nuevas redes de aliados académicos, institucionales, comunitarios y de cooperación, que le permitan al empresariado colombiano conectarse con nuevas soluciones, crear nuevos modelos de gestión empresarial y llegar a los territorios con apuestas colectivas, corresponsables y de diálogo. Desde esa mirada se avanza en: • Elevar la contribución empresarial a las áreas protegidas. Articulando líderes empresariales se

han logrado movilizar cerca de 7.000 millones de pesos para las áreas protegidas del país (70 % de inversión privada de Parques Nacionales entre 2016 y 2021), sin contar los aportes a áreas protegidas regionales y locales. • Gestión de conocimiento y datos abiertos sobre biodiversidad. De la mano con el Sistema de

Información sobre Biodiversidad de Colombia se han sumado 31 empresas a compartir datos abiertos, logrando superar el millón de nuevos registros biológicos para el país en tan solo dos años; un ejemplo de transparencia y democratización de la información. • “Biodiversidad y desarrollo”, acuerdos regionales por el agua y la biodiversidad. A través de esta iniciativa que opera en el Putumayo, la sabana de Bogotá y el Caribe (Bolívar, Córdoba y La Guajira), la ANDI ha logrado con sus socios —Parques Nacionales, institutos de investigación y aliados regionales— orientar al sector privado en la planificación, la gestión de proyectos, la ciencia participativa y el diálogo multiactor. En estos esquemas público-privado-comunitarios se destaca en 2022 la puesta en marcha de un estudio pionero en los ríos Caquetá y Putumayo, que contará con una inversión de más de 3.000 millones de pesos. • Vinculación ANDI a Business for Nature.

El CNAB se suma a la coalición global que reúne a más de 70 organizaciones seleccionadas para amplificar el liderazgo empresarial frente a la agenda 2030 en acuerdos

internacionales y promover los altos estándares. • Soluciones de manejo de aguas residuales para comunidades en áreas rurales. Junto con la Universidad Antonio Nariño y la empresa privada se implementan unidades tecnológicas innovadoras que incluyen biodigestores anaerobios y fotobiorreactores para el tratamiento de aguas residuales con subproductos para los hogares, como biofertilizantes y biogás. • Escalamiento de la huella de agua. El CNAB, de la mano con la Cooperación Suiza Cosude, emprenderá una nueva etapa del programa “El Agua nos Une” para la gestión corporativa del agua, integrando nuevas empresas, sectores y regiones, y promoviendo una comunidad de práctica en

América Latina 2022-2025.

Cada una de estas apuestas reconoce la necesidad de lograr acuerdos, promover un diálogo informado, materializar acciones en los territorios medibles y sostenibles, conectar ciencia-empresa y contribuir a una nueva economía de la naturaleza.