¿Estás preparado para cuando tus hijos o hijas se encuentren con las drogas ?
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dres de los demás como más “enrollados”, más permisivos y más generosos. Aún así saben apreciar la disposición a estar presentes en sus vidas.
Deberías saber que... Para
no ser los últimos en enterarnos de sus problemas (como el consumo de drogas), debemos hablar a menudo con nuestros hijos e hijas. En la medida que se fomentan espacios de disfrute común: excursiones, salidas al cine, etc., más sencillo será establecer la comunicación en momentos difíciles, sin forzar situaciones.
Participar
ocasionalmente de las actividades propias de nuestros hijos e hijas, como los videojuegos, evita que se consideren un “coto vedado” a los adultos que no saben y, por tanto, pueden estar libres de límites.
El
día a día proporciona mucha información a padres y madres. Sólo si estamos acostumbrados a compartir espacios comunes: hora de cenar, por ejemplo, podemos observar su comportamiento o los silencios que hablan más que las palabras.
La
dedicación no está reñida con el disfrute del tiempo personal que los padres y madres necesitan para sí mismos. En la medida que tengan propios espacios de pareja o individuales, sin remordimientos, pueden ofrecer un ejemplo constructivo.
13. HAY QUE ESTAR ATENTOS Y VIGILANTES
Además de transmitir a nuestros hijos e hijas valores, conocimientos, habilidades y límites, la cercanía emocional es la que permitirá sobre todo que los adolescentes nos confíen sus problemas cuando todo lo anterior no es suficiente.