las personas que pensaban en el suicidio. Creo que todo ser humano posee herramientas para ser un pensador. El desafío consiste en llevar a cada uno a encontrarlas. El problema radica en que la gran mayoría de las personas conoce, como máximo, la sala de visitas de su propio ser. Se puede admitir que las personas no se conozcan, pero jamás hay que ser un extraño para sí mismo. Una síntesis de los descubrimientos
Mi producción científica se intensificó, obligándome a reducir mis consultas.