canzaron la victoriosa, cual convenía a los intereses de la América Meridional; batalla en la que el Libertador Simón Bolívar jugó un papel trascendental, no sólo porque su presencia lejana constituía el trasfondo de toda campaña, sino porque, para proteger el avance de Sucre, se mantuvo desde la carga heroica de Bomboná inmovilizado en Juanambú al ejército español de Pasto comandado por el irreductible Basilio García. El ejército de Bolívar fue diezmado, pero era menester el holocausto de un ejército a las faldas del volcán Pasto, para que el otro sellase la independencia de Colombia a las faldas del volcán Pichincha. En la nota del Libertador a la Municipalidad de Quito hay esta frase: “El testimonio de reconocimiento con que señala la I. Municipalidad de Quito sus sentimientos generosos hacia los militares que trajeron sus vidas para inmolarlas en las faldas inaccesibles de los volcanes de Pasto y Pichincha por la libertad de Quito, quedará grabado en el fondo del corazón de nuestros guerreros, más amantes de la gratitud nacional que de la gloria militar”. La Batalla de Ibarra. El coronel Agustín Agualongo, oriundo de Pasto se levantó en armas desconociendo el gobierno de Bolívar, organizó un ejército en Cotambuco. El coronel Juan José Flores, Jefe Civil y Militar de Pasto trató de someterlo, pero fue derrotado el 12 de junio de 1823. Tras el triunfo Agualongo se pone en marcha para avanzar a Quito. El Libertador se hallaba en Babahoyo cuando recibió la noticia de que Quito y su Gran Colombia se
196
La independencia