V O L U M E N N º 2 , A Ñ O 2 0 11
Entabla aquí relación con los hombres importantes con quienes pone en juego una táctica de acercamiento a sus ideas. José Joaquín de Olmedo es, entre los civiles, la figura ecuatoriana de mayor relevancia: político, escritor y poeta, será el cantor de Bolívar y su interlocutor ilustre en las lides del pensamiento. Su poema “La Victoria de Junín”, soberbio himno épico, vivirá eternamente a la par con la gloria del guerrero. Entrevista de Bolívar y San Martín. Seguido de 1.500 hombres llegó Bolívar a Guayaquil el 11 de julio de 1822, y entró a la ciudad bajo arcos triunfales; el pueblo, que veía en él un símbolo de la revolución democrática de América, le aclamó con emoción auténtica, mientras que la Junta de Gobierno guardaba actitud de equívoca reserva y el patriciado de Guayaquil, más cercano del “monarquismo” de San Martín, disimulaba difícilmente su hostilidad por las fuerzas colombianas, en las cuales presentía una amenaza para sus privilegios. Estas circunstancias llevaron al Libertador, el 13 de julio, a notificar a la Junta de Gobierno “que acoge bajo la protección de la República de Colombia al pueblo de Guayaquil, encargándose del mando político y militar de esta ciudad y su provincia”. Grande fue por tanto, la sorpresa del general San Martín, cuando al acercarse a Guayaquil y anclar en las cercanías de la isla de Puná, llegaron los edecanes de Bolívar, enviados por él cuando conoció su proximidad, a invitarle a desembarcar en territorio colombiano. “El Libertador nos ha ganado por la mano”, le diría en carta confidencial a Guido.
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