@anagramaprensa
Diciembre de 2013
Super mercado
Cra 2 No. 12 - 12 / Anapoima
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Un lugar para tod� l� días Crónica
Vivir con VIH no es dejar de vivir
Una experiencia de vida de un joven portador del virus del VIH que trabaja para prevenir su contagio. multiplicación del virus y desaceleran el desarrollo del SIDA, que es la etapa más avanzada de la infección de VIH. Por fortuna Geovanny pudo iniciar rápidamente un tratamiento antirretroviral con el que logró, en un año, estar en condiciones que le permitieron seguir llevando una vida normal, pero aunque ya había vivido situaciones adversas la conciencia por el valor de su propia vida todavía no tenía el peso necesario.
Foto tomada el 01 de diciembre de 2013, día internacional de la Lucha contra el SIDA - VIH en este encuentro en La Mesa Cundinamarca se dictaron charlas encaminadas a la prevención del contagio.
Todo empezó a sus 23 años cuando ingresó a una Unidad de Cuidados Intensivos (USI) por una toxoplasmosis cerebral, una infección por la que perdió el conocimiento y de la cual logró recuperarse en tan sólo un mes, y una semana después de haber salido de la USI recibió una noticia inesperada, estaba infectado de VIH (Síndrome de Inmunodeficiencia Humana) más conocido como SIDA. “Cuando me dieron la noticia desgraciadamente estaba solo en la habitación y llegó la psicóloga a decirme que la prueba de sangre había salido positiva y yo tenía Sida. Mi reacción fue echarme a reír, fue la reacción de los nervios según me dijo ella” me contó muy pausadamente Geovanny Alberto López, un joven oriundo de Santa Martha, que a sus 29 años de edad vive una vida normal, con algunos cuidados por supues-
to, y con la ilusión de poder formar un hogar y tener un hijo como cualquier otra pareja. Cuando le fue detectado el virus no fue una época fácil, con una altura de 1, 75 mts, llegó a pesar 25 kilos, tenía marcas en la piel en todo su cuerpo, con la fortuna de no haber perdido su ojo izquierdo, pues cuando una persona con SIDA sufre toxoplasmosis queda con secuelas. El VIH es un virus que afecta directamente al sistema inmunológico del cuerpo, dejándolo no sólo susceptible a complicaciones recurrentes ocasionada por bacterias, virus y hongos, sino que dichas complicaciones se vuelven potencialmente más graves. Aunque el daño al sistema inmune aumenta con el transcurso del tiempo, los medicamentos antirretrovirales limitan la
“Luego de que me enteré que tenía el virus empecé a asistir a un grupo en la misma clínica en la que me daban el medicamento y bueno muchos me decían que tomaban y nada pasaba, dejé el medicamento y yo mismo empecé a venderlo, cuando tuve una recaída y el doctor me quitó la medicina y me dijo: si no quieres tomar más medicamento hay otras personas que sí lo necesitan. A la semana el doctor me colocó otra vez medicamento, pero seguí en la vida de estar tomando… ya cuando en el grupo se murió la primera persona ahí fue cuando senté cabeza y vengo juicioso con mi medicamento”. Hoy en día, gracias a los avanzados tratamientos antirretrovirales, la infección por VIH es considerada una enfermedad crónico-degenerativa, lo que significa que puede controlarse y tratarse con un diagnóstico temprano y, por lo tanto, permitir una buena calidad de vida. La familia, el pilar que nunca puede faltar
Para Geovanny afrontar esta prueba fue algo relativamente llevadero por-
que contó con el apoyo de familiares y amigos, así lo recordó la tarde en la que conversamos, tal cual como lo hace en diferentes oportunidades a grupos de jóvenes para que tengan conciencia de tener relaciones sexuales de forma segura –una de las formas más frecuentes de contagio del virus. “Yo tuve mucho apoyo de mis amigos, por eso no me dio tan duro, ellos nunca me han dado la espalda, me apoyaron. Mi familia también me apoya, aunque para mi papá fue muy duro, casi se muere, se le subió la tensión y tuvieron que hospitalizarlo” narra Geovanny. Aunque Geovanny nunca supo cómo se contagió del virus –posiblemente por relaciones sexuales o al realizarse alguno de los tatuajes que lleva en cuerpotiene claro que con su experiencia de vida puede ayudar a muchas personas, no sólo para prevenir sino también para que aquellas que lo padecen y no corren con su misma suerte tengan una mejor calidad de vida o por lo menos su apoyo. “Hago parte de un grupo en el que hacemos charlas de prevención con lo que hemos mejorado el uso del preservativo, además hemos logrado que la gente entienda que no sólo las prostitutas y los gay’s son los que padecen de SIDA, sino cualquier persona. Quiero trabajar por un grupo de personas que están en el olvido y son los reclusos que padecen de SIDA y además de vivir la discriminación y exclusión por saber de su condición. Esto es algo que no-
sotros vivimos y nadie lo sabe por ignorancia”.