Aún sin Plan

Código para la inversión y gestión pública en cultura

En tiempos como estos, marcados por los recortes, el discurso en torno a la reducción de la inversión pública crece sin parar. Se habla de “optimización del gasto”, “decisiones dif íciles”, “apretarse el cinturón”, “ecuanimidad en las dificultades” y tantas otras maneras de naturalizar una escasez en gran medida artificial e intencionada. O cuando menos repartida de forma desigual en los presupuestos forales, según criterios evidentemente políticos.

Sin necesidad de aceptar tal escasez como marco ineludible, sí es cierto que heredamos de los años de despilfarro una completa ausencia de criterios estables sobre cómo gastar el dinero público destinado a la cultura. La distribución no puede quedar, como hasta ahora, a la elección arbitraria de los gestores de turno.

Igualmente es preciso adoptar las buenas prácticas en la gestión.

Para llenar ese vacío de criterios, proponemos la redacción de un código.

Lo entendemos como un conjunto coherente de normas que establezcan:

‟ En qué se gasta el dinero y en qué no.

‟ Prioridades estratégicas en el reparto de recursos.

‟ Procesos transparentes de solicitud y asignación.

‟ Mecanismos de fiscalización de la gestión

‟ Protocolos de buenas practicas: coordinación dotaciones y planes culturales, gestión participativa, atención equilibrada entre nivel profesional y amateur.

Entendemos que la elaboración de un documento así es una tarea más compleja de lo que puede abarcar este dossier. Con todo, sugerimos como punto de partida los criterios que hemos expuesto en la página 16.