Objetivos, ventajas e importancia de los juegos tradicionales

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Los juegos tradicionales ayudan a: - Desarrollar la creatividad - Fomentar el desarrollo cognitivo - Conocer las costumbres y tradiciones de la zona

Cuentan generalmente con los siguientes objetivos: - Apreciar y conocer nuestro cuerpo y fomentar su desarrollo. - Adoptar hábitos de salud y bienestar. - Adquirir autonomía en las actividades habituales. - Mejorar las relaciones de grupo. - Desarrollar las posibilidades de tomar iniciativas y establecer relaciones afectivas. - Aceptar las normas y reglas que democráticamente se establezcan, respetando los diferentes puntos de vista. - Establecer relaciones equilibradas, solidarias y constructivas con los compañeros de juego. - Conocer los rasgos básicos del patrimonio natural, cultural e histórico de la zona, y contribuir a su conservación y mejora. - Alcanzar aprendizajes significativos mediante las estrategias globales. - Anteponer el juego al triunfo, facilitando la integración. - Fomentar el trabajo en equipo y el compañerismo. - Ampliar el conocimiento de juegos que tienen los niños y niñas. - Aumentar las posibilidades de elección de juegos y la utilización en su tiempo de ocio.


Ventajas de los juegos tradicionales El juego en el niño satisface las necesidades básicas de ejercicio, le permite expresar y realizar sus deseos y prepara su imaginación para el desarrollo de su actitud moral y maduración de ideas, pues es un medio para expresar y descargar sentimientos, positivos o negativos, que ayuda a su equilibrio emocional. Mediante el juego se estima el desarrollo de las potencialidades, la independencia funcional y el equilibrio emocional; por ello, el juego posee valores capaces de generar consecuencias positivas en el individuo, las cuales se pueden clasificar en: •

Valor físico: Por medio del juego se descarga energía física, aumenta la flexibilidad y agilidad, como en los juegos de caza, ladrón y policía, entre otros. Se aumenta la resistencia aeróbica y anaeróbica en juegos de carreras, saltos y lanzamientos, además, fisiológicamente se desarrollan y fortalecen músculos y extremidades. Valor social: Al ofrecer experiencias de relaciones sociales se ayuda a describir el derecho ajeno, a conducirse dentro del grupo social y aprender compañerismo, disciplina, cooperación, liderazgo y comunicación.

Valor intelectual: Permite su interpretación mediante la fantasía, creatividad e imaginación. Valor psicológico: Cuando influye en la organización de una personalidad equilibrada, a través de la actividad del juego, el niño o la niña tiene la oportunidad de construir su propio


Yo, de experimentar sin trabas sus gustos y aficiones sin la rigidez del mundo adulto.

IMPORTANCIA DEL JUEGO EN EL DESARROLLO HUMANO El juego es un elemento esencial en la vida del ser humano, afecta de manera diferente cada periodo de la vida: el juego libre para el niño y el juego sistematizado para el adolescente. Todo esto lleva a considerar el gran valor que tiene el juego para la educación, por eso han sido inventados los llamados juegos didácticos o educativos, y los juegos tradicionales. Desde ese punto de vista, el juego es una combinación entre aprendizaje serio y diversión. No hay acontecimientos de más valor que descubrir que el juego puede ser creativo y el aprendizaje divertido; Si las actividades del aula se planifican conscientemente, el docente aprende y se divierte a la par que cumple su trabajo. De esta manera, el juego en el niño permite satisfacer sus demandas y nos permite conocerlos en sus etapas de desarrollo. Es una actividad ligada a la vida cotidiana, en la que el juego actúa como mediador del proceso psíquico (interioridad) y del proceso de socialización externa (demandas institucionales, instintivas y culturales). En cuanto a lo primero, el niño liga su acción del juego a situaciones imaginarias para poder suplir todas aquellas demandas (biológicas, psíquicas, sociales) producto de su dependencia. En los niños a partir de los dos años, se producen


en los juegos cotidianos los mayores logros en un sentido básico del aprendizaje de las reglas de la cultura (la moralidad entre otras), al final del periodo preescolar y a lo largo de algunos años, construye y se apropia de las reglas de la cultura, es decir, por ejemplo, el niño quiere ser maestro y en consecuencia, está obligado a observar e imitar las reglas de la conducta de un maestro. En los juegos cotidianos, los niños, por primera vez, descubren el mundo de los conflictos y de las relaciones que existen entre los adultos, sus derechos sus deberes; de esta forma, el niño al imitar a los adultos, después de haber adquirido su autoconciencia, puede situarse en la realidad del otro para poder hacer predicciones de sus comportamientos sociales y poder obrar en tal sentido. En la medida que el niño va creciendo, el juego se vuelve más complejo y argumentativo pues los niños empiezan a penetrar en el mundo del adulto para aprender sus reglas sociales de convivencia. Además de los anteriores logros, los juegos de rol o protagonizados, característicos de edades entre los 10 y los 15 años de edad, son básicos para el desarrollo de la fantasía, de la imaginación y en consecuencia, de la creatividad humana. Por ahora es importante que hagamos algunas precisiones del juego en la escuela y como puede éste intervenir en el desarrollo humano, es bien claro que el juego en el espacio libre cotidiano es bien diferente al juego en el espacio normativizado e institucionalizado como es el aula de clase; las teorías piagetianas, en este sentido, plantean que el juego actúa como un revelador mental de procesos cognitivos, los cuales


son necesarios para estimular los estadios de desarrollo (fase sensorio motora — pensamiento simbólico — operaciones intuitivas — operaciones concretas — operaciones formales).


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