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HURRICANE PREPARATION / PREPARACIÓN PARA HURACANES

the Central Pacific Ocean, an average of three tropical storms, two of which become hurricanes, form, or move over the area during the hurricane season, which runs from June 1 to November 30 each year. Guam, the Northern Marianas, and Micronesia experience typhoons all year round but the main season is from July through November with a peak from mid-August to mid-September. Over a typical two-year period, the U.S. coastline is struck by an average of three hurricanes, one of which is classified as a major hurricane (winds of 111 mph or greater).

HURRICANE HAZARDS

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While hurricanes pose the greatest threat to life and property, tropical storms and depression can also be devastating. The primary hazards from tropical cyclones (which include tropical depressions, tropical storms, and hurricanes) are storm surge flooding, inland flooding from heavy rains, destructive winds, tornadoes, and high surf and rip currents.

Storm surge is the abnormal rise of water generated by a storm's winds. This hazard is historically the leading cause of hurricane related deaths in the United States. Storm surge and large battering waves can result in large loss of life and cause massive destruction along the coast.

Storm surge can travel several miles inland, especially along bays, rivers, and estuaries.

Flooding from heavy rains is the second leading cause of fatalities from landfalling tropical cyclones. Widespread torrential rains associated with these storms often cause de junio al 30 de noviembre de cada año. En el Océano Pacífico Central, un promedio de tres tormentas tropicales, dos de las cuales se convierten en huracanes, se forman o se desplazan por el área durante la temporada de huracanes, que va desde el 1 de junio al 30 de noviembre de cada año. Guam, las Islas Marianas del Norte y Micronesia experimentan tifones durante todo el año, pero la temporada principal va de julio a noviembre, con un pico desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre. En un período típico de dos años, las costas estadounidenses son azotadas por un promedio de tres huracanes, uno de los cuales es clasificado como un huracán de categoría 3 o más (con vientos de 111 mph o más).

Peligros De Los Huracanes

Aunque los huracanes son la mayor amenaza a la vida y los bienes, las tormentas y las depresiones tropicales también pueden ser devastadoras. Los riesgos principales derivados de los ciclones tropicales (que incluyen las depresiones tropicales, las tormentas tropicales y los huracanes) son las inundaciones por marejadas ciclónicas, las inundaciones causadas por lluvias intensas, los vientos destructivos, los tornados y las corrientes de resaca y grandes olas.

Una marejada ciclónica es un aumento anormal del nivel del agua generado por los vientos durante una tormenta. Históricamente, este peligro ha sido la causa principal de muertes relacionadas con huracanes en Estados Unidos. Una marejada ciclónica y el embate de grandes olas pueden causar grandes pérdidas de vida y destrucción masiva en la zona costera.

Las marejadas ciclónicas pueden recorrer varias millas en tierra, especialmente a lo largo de bahías, ríos y estuarios.

Las inundaciones por lluvias severas son la segunda causa principal de fatalidades durante el azote de un ciclón tropical. Las lluvias torrenciales extendidas asociadas con estas tormentas con frecuencia causan inundaciones cientos de millas tierra adentro. La inundación puede persistir durante varios días aunque la tormenta ya se haya disipado.

El viento de un huracán puede destruir edificios y casas prefabricadas. Los letreros, el revestimiento de los techos y otros elementos que se encuentren en el exterior pueden convertirse en misiles voladores durante un huracán.

Los ciclones tropicales que recalan en tierra pueden traer aparejados tornados. Estos generalmente ocurren en bandas de lluvia alejadas del centro de la tormenta.

Las olas peligrosas generadas por los vientos intensos de un ciclón tropical pueden significar un peligro importante para los habitantes de la zona costera y los marineros. Estas olas pueden generar corrientes de resaca mortales, una erosión significativa de las playas y daños a estructuras en la línea de la costa, incluso si la tormenta se encuentra más de mil millas mar adentro.

A medida que se acerca la temporada de huracanes, los establecimientos marítimos deben tomar medidas proactivas para garantizar la seguridad de sus recursos y el bienestar de sus empleados. La preparación es clave para minimizar los riesgos y daños potenciales asociados con estas fuertes tormentas. En primer lugar, los establecimientos deben revisar y actualizar sus planes de emergencia teniendo en cuenta lo aprendido en temporadas de huracanes previas y cualquier información o tecnologías nuevas disponibles. Esto incluye identificar rutas de evacuación designadas, establecer protocolos de comunicación y asegurar provisiones necesarias, tales como generadores de emergencia, combustible y equipos de seguridad.

Además, los establecimientos marítimos deben monitorear atentamente los pronósticos climáticos y mantener líneas de comunicación abiertas con las autoridades locales y las agencias de administración de emergencias. Las actualizaciones regulares proporcionadas por estas fuentes pueden ayudar a los establecimientos a tomar decisiones informadas sobre potenciales cierres, órdenes de evacuación o precauciones necesarias para proteger sus operaciones. Es de vital importancia implementar un sistema para seguir el desarrollo de tormentas y establecer umbrales de respuesta, como asegurar embarcaciones, trasladarlas a lugares más seguros o suspender temporalmente las operaciones. Con una actitud proactiva, preparada y bien informada, los establecimientos marítimos pueden atravesar los desafíos de la temporada de huracanes de forma más efectiva y priorizar la seguridad y protección de los recursos y el personal.

Los establecimientos marítimos que deseen obtener información completa y recursos valiosos para estar mejor