Me pidieron hablar de amor toxico, a ver, ¿qué podría decir sobre el amor? Puesnada,paramíesmásbiencomo unestadodeánimo,perorefiriéndosea lo“toxico”comotal,esdifícildescribirlo. Parecería fácil, de lejos, un amor que hacedaño,unamorviolento,solemne, atemorizante, ardiente. Pero ¿quién quiere un amor obediente, blando y frío?Asíyanoloquiero,unamorqueno hace llorar, entonces carece de sentido. Lo malo en algún momento serían las partes desiguales, en ese caso, también renuncio a eso, sin dudas.

Resolviendo lo que, para mí, por lo menos el amor romántico se refiere, seguí pensando sobre el “amor toxico” comotal,comenzandoporrevelarala gente que amo, en todo caso gente que todavía cuenta con crédito en mi exclusiva cuenta del aprecio. No fue difícil concluir que los principales acreedores de la cuenta son mis queridossobrinos,penséenlosvalores de cada uno, todos distintos con considerablesespecialidades,alllegar al archivo mental de uno de los recuerdosmáspeculiares,aparecióen mi mente una niña pintada completamente de negro, desde la cabeza,cara,ropa,manos,pies.Incluso sumaestrareclamóquehabíapintado el piso y la pared también de pintura negra La miré con curiosidad, mientras ella trataba de escrutar mi reacción,porloquesoltéunapequeña risaconloslabiosapretados,agradecí a la agobiada profesora, tomé de la manoaminiñaysalimosdellugar.