Los voluntarios, en un rapidísimo ensayo, al entretejer los dientes, hicieron visible un corazón. Metáfora del interser. Un universo que late, urdimbre donde cada uno, sin dejar de ser, se amalgama con el otro y con todo haciendo el tejido de la nostridad.
Así terminó el taller en Chiloé.
Acotaciones personales: Describir un taller es casi imposible porque lo esencial es la vivencia y Eso es intransferible. Algo ayudan las fotos porque muestran el lenguaje del cuerpo. Seriedad, incógnita, placer, determinación, acercamiento, cooperación…Aquí va un collage con algunas.
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