nuestras noticias La principal conclusión tras la jornada del Ingeniero del S.XXI es que la universidad no es suficiente La Jornada contó con diferentes personalidades del ámbito de la formación, de la ingeniería, y de la Administración, como D. Felipe Pétriz Calvo, Director General de Política de Universidades, entre otros y fue moderada por D. Pedro Canalejo Marcos, Vicepresidente Primero de Tecniberia. Algunas de las conclusiones extraídas son: que la Universidad es insuficiente de cara al desarrollo de habilidades comunicativas y directivas de los nuevos ingenieros, una carencia que aparece también a la hora de aplicar los conocimientos que se han adquirido. Por ello, el nuevo Espacio Europeo de Formación pretende incorporar la formación en empresas privadas para potenciar el desarrollo práctico de la teoría adquirida. Existen además algunos fallos, como en el caso de que tras el seguimiento de un nuevo título formativo, si el resultado es negativo, se retira dicho título a la universidad, con lo cual los estudiantes recién finalizados y las promociones vigentes se quedan también sin título. -Respecto a la Demanda del Sector Privado, y la Administración Pública. Los ingenieros no salen cualificados. Tomemos como ejemplo los idiomas. Dadas las condiciones económicas actuales, las empresas se están internacionalizando y encuentran grandes dificultades para encontrar ingenieros con idiomas. Además el sector necesita formación permanente en tecnologías avanzadas y profesionales abiertos y con habilidades de trabajo en equipo y dirección. También se hace necesaria la innovación desde la universidad, la I+D+i tiene que crecer más en España. También es necesaria la participación conjunta de las universidades y empresas privadas, que durante la universidad se den casos prácticos para dar una visión real de la profesión. Por tanto, se necesita
De izquierda a derecha: D. Manuel Casanova Valcázar, D. Álvaro Rodríguez Dapena, D. Juan F. Lazcano Acedo y D. Pedro Canalejo Marcos durante una de las sesiones
profesorado de la empresa privada, ya que éstos poseen el conocimiento práctico necesario al enfrentarse diariamente a casos reales. En definitiva, tanto las entidades públicas como privadas reconocen un déficit en la formación inicial del ingeniero. Actualmente, es necesaria una formación complementaria en habilidades personales (Inteligencia emocional), directivas, I+D+i, Gestión de proyectos e idiomas. -Respecto a la Oferta Académica Universitaria. Actualmente la Universidad Pública es muy rígida y los MBA's están sobrevalorados en España. Un profesor de puentes puede tener únicamente conocimientos teóricos y no haber proyectado y dirigido la ejecución ni siquiera de un puente. El Convenio de Bolonia pretende reducir el número de alumnos. Aquellos alumnos que proceden de los planes antiguos no saben o no están acostumbrados al trabajo en equipo y esto puede dar lugar a una mayor tasa de fracaso. -Respecto a la Formación Complementaria. Las Escuelas de Negocio resultan fundamentales, ya que en estos programas formativos exponen a los alumnos a situaciones reales y es aquí cuando perciben si tienen o no habilidades para desempeñar en un futuro funciones de Dirección. No complementan los conocimientos adquiridos sino que potencian las habilidades de los individuos para la adquisición de competencias directivas.
El conocimiento de los ingenieros recién licenciados no es suficiente para atender las necesidades de la empresa privada. Necesitan un periodo adicional de formación a través de prácticas en empresa, cursos máster. Por tanto, la formación complementaria es necesaria porque así lo exige el mercado y la sociedad. Un tercio de la formación complementaria para trabajadores ocupados se financia con subvenciones públicas. La impresión general es que gran parte de estos recursos no se aprovechan adecuadamente debidos en gran medida a la inflexibilidad de las reglas burocráticas del propio sistema. Las consultoras de Formación especializadas en la formación complementaria, dan servicio a una demanda muy concreta y con poca oferta en el mercado. Además utilizan novedosas tecnologías formativas como el e-learning facilitando así el acceso a la formación de determinados perfiles. La empresa privada tiene un papel fundamental para la transmisión de los conocimientos prácticos en todas las fases de formación de un ingeniero. Le enseña la realidad de la profesión, pero debe invertir en formación competencial, legislación, idiomas y materias específicas. El convenio de Bolonia aún con algunos errores supone una oportunidad para que la empresa privada entre en la enseñanza pública para transmitir conocimientos prácticos.
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