Un cuello de cadenas de oro sumado a un bigote cuasi-felpudo, negro como el carbĂłn, se asoma por la ventanilla del TAXI. Mascando un palillo y dejando entrever un par de dientes de oro, Medas Pelas pregunta a Ronko Bronco por su destino. Ronko Bronco pide que le lleve al aeropuerto, ahĂ le espera la libertad. Medas Pelas rĂe caninamente, menuda carrera le va a meter.