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Tejido permanente
El tejido permanente se clasifica en tres tipos generales: dérmico, vascular y fundamental. Cada tipo de tejido permanente es, en realidad, un sistema de tejidos, ya que puede estar formado por dos o más tipos diferentes.
Tejido dérmico en las plantas
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¿Sabías que dermis significa piel? El tejido dérmico de las plantas tiene una función similar a la de tu propia piel, ya que protege los órganos de la planta en su parte exterior y ayuda a evitar la pérdida de agua.
Hay dos tipos de tejido dérmico: o Las células epidérmicas pueden especializarse en su desarrollo posterior, dependiendo del órgano que protejan, y pueden convertirse en tricomas, células oclusivas de los estomas o pelos radiculares.
El tejido epidérmico: sus células suelen ser planas y pueden tener o no una vacuola. La epidermis consta de una sola o más capas de células (Fig. 2) y su función principal es proteger a las plantas del clima o de los patógenos. Las células epidérmicas también segregan una cutícula, que es una capa cerosa (de lípidos) que proporciona una protección adicional contra la pérdida de agua y los rayos UV del sol.
El tejido epidérmico: forma la peridermis (el tejido que reemplaza la epidermis en plantas leñosas) y es un tejido de crecimiento secundario. Las células peridérmicas son más gruesas que las epidérmicas y suelen estar muertas.
Tejido fundamental en las plantas
El tejido fundamental incluye todo el resto de tejidos de una planta que no sean el vascular o el dérmico. Esto significa que gran parte del tejido vegetal, el que forma la mayor parte del volumen de la planta, es tejido fundamental. Este tipo de tejido es diverso y tiene varias funciones, entre ellas el almacenamiento, la fotosíntesis y soporte estructural.
Los tres tipos de tejido fundamental son la colénquima, el parénquima y el esclerénquima
Colénquima
Las células del colénquima son típicamente largas y fibrosas, con paredes de grosor desigual (Fig. 2 y 3). Proporcionan soporte a las partes no leñosas de la planta, incluyendo los tallos de las plantas herbáceas y los pecíolos (la parte que une la hoja a la rama). A diferencia de los otros tipos de células del tejido fundamental, las células del colénquima no tienen una pared celular secundaria, lo que las hace más flexibles.
Parénquima
Las células parenquimáticas tienen una pared delgada y son las más abundantes en las plantas, ya que cumplen variadas funciones (Fig. 2 y 3):
Fotosíntesis: el tejido que forma las hojas está formado por células de parénquima, donde se produce la fotosíntesis. por eso, algunas células de parénquima contienen cloroplastos.
Las células del parénquima también pueden actuar como lugares de almacenamiento, especialmente en la corteza y la médula de ciertas raíces.
Por ejemplo, la corteza de las zanahorias es un tejido de parénquima que almacena nutrientes. Las células parenquimatosas pueden almacenar todo tipo de sustancias como almidón, aceite, agua, sales, hormonas, resinas, etc.
Las células de parénquima ayudan en el proceso de curación de heridas de las plantas porque, después de la diferenciación, conservan la capacidad de desdiferenciarse y dividirse; es decir, son totipotenciales. Esta capacidad también es importante en la reproducción asexual de las plantas.