Taller epistemología avance

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© UNIVERSIDAD DE CHILE REPRESENTANTE LEGAL: Departamento de Antropología Facultad de Ciencias Sociales Volumen n° de Inscripción:

•Comité editorial -María Elena Acuña -Eugenio Aspillaga -Claudio Millacura -Sonia Montecino -Loreto Rebolledo •Coordinación Editorial -Alejandra Alvear M. -Javiera Quiroga C. -Catalina Aguilera

•Diseño y diagramación -Fernanda Fuentes F. -Sebastián Bascuñán V •Informaciones -uchileindigena@facso.cl


Taller Epistemología Indígenas y Académicas

Santiago de Chile, 2015


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Cuando yo era pequeña, todo estaba basado en torno al sueño

SONIA MONTECINO: El novelista José Donoso escribió un libro que se llama El obsceno pájaro de la noche. Es la primera vez que en la literatura chilena se toman mitologías y representaciones del mundo indígena, antes se había hecho, pero no de esa manera. Quiero comparar brevemente el libro de Donoso con un cuento de José María Arguedas, un autor peruano, que mezcla literatura y antropología. Hablaba quechua, aunque él no lo era y se crió en el Altiplano, en una hacienda con los indígenas. Vivió en la cocina con los sirvientes, con las sirvientas y ahí aprendió quechua. José Donoso viene del mundo pituco chileno, viene de la oligarquía, ¿cuál es su contacto con el mundo popular? Como todo oligarca a través de la servidumbre, por medio de las empleadas; su familia es de Talca, una zona muy mestiza con dominio de la hacienda, del fundo y del poder de los patrones. El corazón del poder de la zona central se da en esa zona. ¿Cómo incorpora Donoso los temas indígenas? Recurre a dos mitos o a dos representaciones. Por un lado, la del Chonchón, y por otro lado, la del Imbunche. Esta figura había sido tomada en el siglo XIX por Lastarria, quien para criticar a Chile hace la analogía con la cueva del chivato, de allí que todos los chilenos seamos imbunches pasivos, amarrados, que no tenemos poder y que somos gobernados. ¿Cuál es el centro de la novela? Es una reflexión sobre el poder. Sitúa el mundo de los sirvientes, el mundo de las empleadas domésticas como poseedoras de una sabiduría y de un poder que está en la brujería, por eso aparece el Chonchón. Uno de los personajes principales es una vieja sirvienta, una bruja que se transforma en Chonchón y manipula tanto a los patrones como a la propia servidumbre. Esta mujer pobre, harapienta que no tiene ningún poder económico, sin embargo, domina a través de la brujería, transformándose en la perra amarilla. El otro personaje de esta obra, es un hombre joven que pertenece a las clases medias emergentes y que será el Imbunche tomado por los distintos poderes, para ser un mediador, entre la servidumbre y los patrones. Lo clave en la novela es que el poder siempre está circulando, a veces lo tiene el patrón, a veces lo tiene la bruja, a veces lo tiene el Imbunche.

En El sueño del pongo de José María Arguedas, también se habla del poder, se trata de un pobre entre los pobres, un pongo que llega a una hacienda donde todos se burlan de él, especialmente el patrón. El pongo se humilla ante los maltratos, besa las manos del patrón, se agacha y acepta todo lo que le imponen, y sufre por ello. El patrón perversamente lo castiga, lo hace ladrar como perro, imitar a las vizcachas, lo patea delante de todos. Cierta vez que toda la hacienda estaba reunida el pongo se atrevió a hablar y le contó al patrón un sueño que había tenido: soñó que ambos habían muerto y se les apareció San Francisco quien los examinó para saber quiénes eran y les dijo: “‘De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente’. El ángel pequeño cubrió de miel el cuerpo del patrón. 5


Y luego San Francisco ordenó: “Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano’. Ese ángel embadurnó el cuerpo del pongo de excremento. El patrón y los demás esperaban el desenlace del sueño, entonces el pongo dijo que San Francisco pidió: “Ahora, lámanse el uno al otro”.

Podemos apreciar, entonces que la solución de Donoso al tema del poder y las diferencias que atraviesan a América Latina es circular: el poder está arriba y abajo; en cambio en Arguedas el mundo se trastoca con el sueño, el que estuvo con poder lo pierde y lo gana el otro. Esto era para introducirnos en el tema de los sueños. ¿Quieres partir Jacki? ¿Qué pasa con los sueños en Rapa Nui?

JACKELINE RAPU: Bueno yo quisiera plantearlo con el origen la Isla de Pascua, ya que cuando llega Uru Hotu Matu’a, el primer rey de Isla de Pascua, antes de venir, su asistente, Hau Maka, tuvo un sueño que le cuenta al rey en la mañana:” Soñé que existía una isla muy lejana, muy pobre y se veía todo deslumbrando. Esa va a ser tu futura casa”. Entonces, el rey Hotu Matu’a le dice: “Lo que hay que hacer es que hay que ver cómo es esa isla”. Entonces envía siete mensajeros a ver cómo es.

A través de la poesía, se va relatando la historia de Rapa Nui. Entonces llegan a la playa de Anakena, ahí duermen y empiezan a recorrer toda la isla, para ver cómo es esta isla donde va a vivir supuestamente Hotu’ Matu’a, que tenía que salir de Mara’ eh hena, que era la isla donde él vivía, porque iba a haber un maremoto. Por eso, él tenía que salir. Siempre cuando se cuenta esta historia, que nos contaban mi abuela y nuestros antepasados, se refieren en poesía, mi abuela va contando, cómo ellos iban volando y cuando ellos descansaron en Anakena. Ellos se reunían y decían: “No hay que tocar nada, sino que ir observando, viendo cómo son las cosas”, pero en algún momento, uno de ellos, se acerca a la costa y ve que viene una tortuga con su aleta pegada. Entonces, al despertar, el grupo se da cuenta que está accidentada, la lleva y la recuesta entre medio de las piedras, donde estaban ellos y tratan de recuperarlo, pero no podía porque estaba muy accidentado. De ahí, le ponen piedras encima y continúan recorriendo toda la isla. Pero dentro de ese recorrido insisten en que cuando llegan a un lugar: no hay que tocar nada, sino lo que hay que hacer es recorrer, ir a ver qué es lo que existe para que el rey Hotu’ Motua pueda realmente desembarcar en la isla.

Finalmente abandonan a esta persona, porque sabían que no iban a poder seguir avanzando con ellos, recorren todo este lugar y vuelven a Hiva, adonde estaba Hotu’ Motua, y le relatan que es un lugar muy pobre, que no tenía plantaciones y en el que no había muchos recursos. A partir de este sueño, Hotu’ Motua decide venir a esta isla, y así como en el arca de Noé pone de todo un poquitito, trae desde alimentos como camote, hasta arquitectos que iban a construir; además, traía de todas las especies en este embarque. El sueño de Hau Maka da inicio a cómo se descubre la isla en algún momento. No sé si ustedes han escuchado hablar de los siete moais, estos son los únicos que están mirando 6


hacia Hiva y supuestamente estos siete moais representan el sueño de Hau Maka, que está siempre mirando hacia Hiva.

En cuanto a la mitología del sueño, antiguamente, cuando yo era pequeña, todo estaba basado en torno al sueño. Entonces mi mamá se levantaba y decía: ‘Bueno, yo soñé anoche tal cosa’ y ellos mismos iban interpretando qué significaban los sueños. Ahora no se usa mucho, porque con todo lo moderno, la tecnología y la nueva cosmovisión, creo que la gente no tiene tiempo para interpretar sus sueños, ni para meditar un poco más con respecto a los sueños; pero sí nuestros tíos, abuelos y madres lo hacían. Ya se sabía qué podía pasar. A mí me gustaría contar dos historias que me marcaron en mi vida que yo he aprendido a través del sueño. Mi abuela que se llamaba Nachave (34:41), era un poco profeta, y ella contaba a mi mamá que nos sentaban a todos en la tarde, así como el rosario. Ella decía ‘por debajo de mí’- estoy interpretándolo en español para que ustedes puedan entenderlo- ‘por debajo mío van a nacer muchos que van a liderar aquí la isla, que van a ser importantes’. En esa época cuando la abuela contaba eso, los nietos estaban chicos, las mamás no entendían de qué estaba hablando y decían “este ya se quedó dormido” y la abuela todo el tiempo decía: ‘Este nunca va a aprender nada. En cambio, este si va a aprender, porque me está escuchando”, los otros se quedaban dormidos porque no entendían.

Esa historia quedó y a la práctica ¿qué significó? Que aunque nosotros somos pocos en la isla, todos quienes han gobernad, han sido gobernadores o alcaldes, son de alguna u otra forma, hijos, o sea, descendientes de esta abuela, y está comprobado. Yo no sé cómo ella se proyecta con su sueño a cuarenta, cincuenta, sesenta años más adelante cuando dice ‘debajo de mí’, pero está Sergio Rapu como gobernador, Eli Copotero, y hay muchos que han salido de estos sueños

Entonces, esa es una parte del sueño. Otro sueño que a mí me ha impactado mucho es que yo soy hija adoptiva. Entonces mi verdadera madre tuvo catorce hijos, de los cuales, uno no es del matrimonio; y por otro lado, está esta madre adoptiva, que ella me crío durante dos años, soñó toda su vida con tener una hija rubia, mujer, bonita, aunque ella era morena, negrita y su esposo también era negro. Ella se levantaba todas las mañanas y decía “yo soñé…”y su esposo le decía: “Tú nunca vas a tener una niña blanca, porque eres negra y fea, entonces, ¿por qué tú siempre tienes ese sueño?” y ella decía: “No sé, pero tengo que contarte mi sueño, porque todas las veces me sale esta niña gordita y rubia”. Todo el tiempo, él se burlaba, hasta que un día, mi mamá- la adoptiva- se junta con mi mamá sacando camote en la isla y ella le dice: “¿Sabes qué? estoy esperando esta guagua, pero esta guagua no es de mi matrimonio, esta guagua es del capitán del barco de la expedición de Tobellas, pero yo no la puedo tener, porque resulta que no es de mi marido. Aunque mi marido también ha estado sospechando, me ha preguntado, pero yo le he dicho que es de él. Por lo que obviamente, yo no lo puedo tener, ¿tú la quieres para ti?”. Ahí la mamá le dice: “Si es mujer, si es blanca y si es rubia sí; porque yo estoy esperando esta guagua”. Obviamente que cuando yo nací y nací con las características que esa madre adoptiva mía

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había soñado y ella antes de que yo naciera, empezó a trabajar como sirvienta en la casa de la gente de la Armada y de diferentes instituciones. Entonces, ella le decía que le pagaran con leche, porque como ella no iba a tener para más tarde para su futura guagua, y ella se metió en su cabeza que yo iba a ser su hija adoptiva.

Para hacer corto, cuando yo nací, justo llegó el capitán de las Fuerzas Aéreas con su esposa, en ese momento estaba de moda la Jackeline Kennedy, y dice:“Yo voy a ser madrina de tu hija y yo voy a elegir el nombre, le vamos a poner Jackeline”. Entonces, esta madre que había soñado que yo iba a ser su hija se enteró, se supone que yo me iba a llamar Ana Delfina como ella y ella iba a ser mi madrina, pero con esto no quiso nada con la guagua, rubia y todo; no la quería, porque ella había tenido otro sueño, que le iba a poner así y surgió de esta otra forma, pero después ella me cuenta que igual el bichito a ella le daba vuelta. Un día, después de ir a sacar sus camotes pasa por la casa de mi mamá y ve que mi mamá estaba dando pecho con una fiebre impresionante, muy enferma y dándome mamadera. Entonces ahí a ella le dio mucha pena su hija, me agarró con un pañal, con un género y me llevó para la casa. Porque ella veía lo que estaba pasando con esta señora por un lado; y por otro lado, era el sueño que ella había tenido. Así que me lleva para su casa, y en eso de la tarde, llega su esposo: “¿Y para qué te trajiste la guagua?”. “No, es que me la traje porque tu hermana estaba enferma”. Y él le dice: “No, porque después te la van a quitar, devuelve esta guagua”. Durante un mes fue todo este show, hasta que un día dijo: “Ya, la voy a devolver”, agarró la guagua de nuevo, fue y la devolvió, pero cuando llegó el esposo en la tarde de nuevo preguntó: “¿Dónde está la guagua?”. “No, es que la devolví”. “Ese es el problema es que yo ya me acostumbre con la guagua”. Y terminé ahí con esta mamá adoptiva, hasta que ella falleció y mientras yo estudiaba allá en el continente.

Yo trabajé hasta en el empleo mínimo que existía en esa época que era el PEM, porque vine a estudiar, pero no tenía recursos como para entrar a una universidad ni a ninguna parte. Entonces, mientras estudiaba, tuve que trabajar y terminé trabajando en el hospital Salvador. Entonces esta mamá, me decía todo el rato “No, quédate tranquila, porque yo quiero que tú seas directora de este colegio de la Isla de Pascua, y eso quiero que tú seas”, hace treinta y cinco, treinta y seis años atrás,mientras yo le decía:“Pero, mamá, nunca voy a poder hacer eso, porque estoy trabajando, estoy buscando”. Yo sabía que ellos eran muy pobres, no podían pagarme una educación. Ella sabía leer, pero mi padre no sabía ni leer ni escribir y ellos querían que uno se educara. Entonces dije: “No, pucha hay que dejarla no más, está delirando”. Entonces en un tiempo no sé cómo pasó en mi vida, terminé estudiando Educación Parvularia, para profesora, pero ella insistía: “Tú vas a terminar aquí en la isla y vas a ser directora con el tiempo”. Volví a la isla y ella siempre me repetía :“Yo mevoy a morir estando tú aquí en la isla, porque tienes que asumir otros papeles”’. Y no sé cómo, de un día a otro, se hizo un concurso y terminé siendo la directora del colegio de la isla y después como DAEM de la isla. Entonces yo me pregunto: ¿cómo soñó esto tanto tiempo atrás? El tema de los sueños es muy potente en la isla y muy potente en la gente antigua. 8


Lo que ha pasado es lamentablemente esto, que ya no nos hacemos espacio para poder pensar, para meditar y buscar el significado de los sueños. Yo relaciono esto un poco con lo del mana, con el poder, porque hasta ahora no se ha sabido cómo se movieron los moais. Entonces yo insisto en que en esa época, la isla estaba aislada y se empezó a capacitar, a desarrollar el pensamiento, la reflexión y a usar poderes mentales que uno tenía. Ellos lo desarrollaron de tal forma, de que pudieron en algún momento a través del mana movilizar a los moais. Esa es mi propia teoría, no soy científico ni nada, pero pienso que si uno está aislado y empieza a trabajar, a reflexionar, a hacer funcionar otra parte del cerebro, podríamos llegar a eso. Pero ocurre que no tenemos este tiempo. Por eso, me gusta mucho esto que podamos reflexionar aquí, porque quizá vamos a sacar tantas experiencias cada uno desde su punto de vista y tal vez vamos a recordar cosas que en algún momento la dejamos pasar. Esto, nos va a permitir reflexionar.

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En mapuche el pewma se valoriza mucho

JUAN ÑANCULEF: Estaba pensando en que los sueños se producen y se generan de acuerdo al entorno de las culturas. ¡Qué increíble eso! Yo he venido refutando desde hace unos diez años, más quizá, que el árbol sagrado de los mapuche no es el canelo, porque todos los árboles para los mapuche son sagrados. Entonces, claro, en el entorno donde hay canelo, el mapuche ritualiza en torno a él, el folle y eso nos conlleva a los pewma, nosotros les decimos pewma a los sueños en mapuzungun. Pero ese sueño tiene que ver con la profecía, con el análisis del consciente y lo subconsciente. En el mapuzungun, como la lengua es muy específica, nosotros llamamos pewma a esos sueños y a dormir, cuando uno tiene sueño de dormir, umawu, ¡qué diferencia, no! El castellano tiene esa complicación de que la misma palabra ‘sueño’ sirve para dos cosas que son muy distintas. He ahí una epistemología propia, como los mapuche fueron generando las palabras, en la medida que fueron analizando el entorno y la palabra del mapuche tenía doce mil siete años, cuando llegaron los occidentales a Wallmapu. A propósito de los pewma, yo también tengo una experiencia, pero quiero hacer un análisis más amplio también. El dios de los aztecas, Huetzilopotchtli, tuvo un gran pewma, contaban ellos en muchos escritos que hay por ahí, y se dice también que todos los pueblos del mundo, y en particular, nosotros los mapuche, siempre la toma de posesión del territorio en el momento de la instalación de la sociedad y de la cultura está sancionada por la ética y la ética la pone el pewma. Como base esencial ética es cuando aparece en el pewma la presencia de su dios, llámese como se llame o de la cultura que sea, en cualquier parte del mundo. Tal fue el caso de los aztecas, que basados en un pewma, su dios le dijo a su jefe que donde encontrara el águila comiéndose a la serpiente, esa iba a ser la señal para el asentamiento de su territorio, y llegaron al lago de Texcoco, tanta era la creencia, y así lo es en todos los pueblos desde hace diecisiete mil o veinte mil años se hace posesión de territorio. Todos basados en ese pewma en esa ética, todos y sin ninguna excepción alguna vez dijimos “nuestro territorio no es de nosotros sino que es de dios, porque dios nos dio esa tierra”, en la concepción propia que cada cultura y cada pueblo tiene sobre dios. Es muy gráfico el caso de los aztecas, era tanta la “fe”, la creencia que construyeron la Tenochtitlán dentro del lago y hoy día, la ciudad de México que está prácticamente encerrada encima de un lago, y aún queda una partecita, una huella que por suerte quedó, donde hoy día es un lugar turístico muy precioso. Entonces, nosotros los mapuche también tuvimos un gran pewma para la toma de posesión de nuestro territorio. Hoy día nuestros machis pueden pewmakar, pueden soñar, con una precisión increíble. Todavía, a pesar de la influencia del judeocristianismo en cuestiones de la modernidad, porque los machis aún mantienen los pewma bastante intactos. Y en

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ese sentido, los pewma para el pueblo mapuche son la sanción ética del principio filosófico del suam.

Escribí dos, tres artículos en la revista Nutram que la dirigía Foerster, y hay uno que habla de la filosofía mapuche, yo siempre digo que “chinco la jota”, porque se nota que estaba partiendo con las ideas, pero ha servido de bibliografía. Resulta entonces que en los planteamientos empecé a decir que nosotros tenemos el suam, que hoy la gente lo traduce hasta como la diligencia, pero un suam es todo aquello que nos permite ser consciente y que nos diferencia de lo animal aparentemente, es el conocimiento más profundo de la filosofía mapuche y el que todavía no hemos desarrollado bien. Luego del suam, viene el rakisuam, raki significa ‘contar el suam’, entonces si uno lo analiza bien, se traduce como ‘pensar’, la capacidad de pensar, porque claro uno no tiene una gran roba de pensamiento, sino que es ordenado, veloz, rápido, pero ordenado sistemáticamente. Luego del rakisuam viene el numen. Nosotros sabemos que el numen es la habilidad de administrar el rakisuam, para ejemplificarlo, siempre se dice que el zorro es el animal con más nümen, tiene mucha habilidad, de ahí que se dice que el numen hay que saber manejarlo, porque uno puede tener mucha habilidad para administrar, pero mal como el zorro, que tiene mucha habilidad, pero se le sobrepasa las revoluciones.

Después está el mawam, el mawam es contrario al suam, dicen que es como el retraso mental, que en lo mapuche no existía mucho, pero si está el nombre es porque existía, es la perturbación del suam y que influye en el raki suam. El mawam no sabe nada del tiempo ni de espacio. Observa, mira, le llama la atención y puede estar horas mirando. Después viene el rokusuam que es al revés el suam, en vez de ir por acá, se insertó por acá. El rokusuam va a hablar barbaridades cuando no corresponde. También está el wesewes, que es la esquizofrenia, la locura y causada por algún efecto de la naturaleza.

Y a propósito de ahí que entran en una experiencia similar, ñaña, también, porque yo siempre intenté buscar una explicación psicológica cierta al pewma de mi madre. Ahora, ¿por qué? mi madre tuvo tres hijas mayores, pero nosotros somos cinco actualmente y yo quedé como el mayor, entonces las tres hijas, por diferentes motivos, fallecieron de muerte súbita y según mi abuela materna, mi chuchu era porque mi abuelito paterno, mi laku tenía un pacto con el wekuful, tenía witranalwe (58:25).Mi abuelito paterno, mi laku había sido rico, extraordinariamente rico para la época, porque llegó a tener tres arpigadoras, que es como tener hoy día, tres máquinas automotrices, tres mil cabezas de ovejas, explotaba todos los campos en alrededor de veinte kilómetros, en medio de los campos sembraba trigo y tenía catorce carretas para ir a entregar a los trigos a la vega, eso fue cuando recién se había fundado la ciudad en Temuco. Entonces cuando mi abuelita chuchu decía que el viejo se había hecho rico era porque había hecho un pacto con el wekuful. El wekuful comparativamente con el diablo wingka, es más tonto; el diablo winka es más astuto., no cacha las evidencias y nosotros los mapuche podemos hacerlo tonto. El witranalwe se diferencia del wekuful, en el que el witranalwe no tiene ojos generalmente tiene unos hoyos acá, se le ve negro en la noche; y como se suben-

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tiende que no ve, entonces sólo se guía por el olfato. Entonces se dice que si viene de acá para allá, se dice: “Fíjate, adónde va el viento”. Claro, si el viento viene para acá, entonces el witranalwe no te va a cachar, porque no te va a oler. Entonces, hay que esconderse en una ramita, lo más cerca de un colihue o de lo que puedas ver, porque él va a venir derechito y cuando vaya pasando, estira una pata.

Pero esa es la enseñanza, entonces eso supuestamente tenía mi abuelo laku que fue tan rico, sin embargo, sólo fue su generación. Mi padre algo agarró, mi tíos mayores algo agarraron más recursos de herencia, pero al final no quedó casi nada, yo lo único que alcancé a conocer fue una de las máquinas aspigadoras que mi papá manejaba. Murieron las tres niñitas y mi abuelita chuchu decía “el diablo del viejo la mató”, estaba muy complicada psicológicamente. Posteriormente, tuvo un pewma como cuando tenía seis meses de embarazo, dice que un anciano de los ancianos, muz fucha muz fücha, vino a hablar en el pewma y le dijo: “Ahora vas a tener un hijo hombre, pero si querís que viva a los cuatro días tenís que hacer un (01:02:12) nguillatuyma”. Mira, lo que dijo, un nguillatuyma, un rito que significa literalmente ‘acto de oración’ y que se hacía antiguamente, a los niños entre los dos y los cuatro para ponerle el nombre del abuelo. Era un ritual, donde se ungía la frente del niño con sangre de pudú, del puchu en mapuche; después que se extinguieron, con la de camélidos; luego los wingkas nos acabaron los camélidos, no quedan ni chiki ni weke, igual que en Estados Unidos se acabaron los búfalos. Entonces esa ceremonia, ese nguillatuyma, le dijeron que a los cuatro días tenía que hacerlo.

Ella siempre se recuerda que éramos tan pobres, además ella había tenido cierto conflicto con su padre, con mi abuelo laku y con mi tío, que era el hermano mayor que empezó a acaparar todos los recursos. Entonces, además a mi padre lo educaron y a mi tío Francisco no. Mi padre fue muy “educado”, porque pensar en ese 1930, estaba recién empezando la educación formal con la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1928, yo calculo que por ahí debió haber sido. Entonces eso, llevo a mi abuelo a la Misión Araucana, estuvo los seis años allá, se hizo anglicano, andaba con la Biblia predicándome, a mí, junto con las gringas inglesas montaban caballos ingleses y recorrieron la zona de Cholchol, después de ser evangelizado a mi padre le retardó cuarenta años. Porque mi padre a los cuarenta años se casó con mi madre que tenía dieciocho. Entonces, nosotros siempre lo molestábamos después, cuando cayó en el trago mi padre, que ya no fue a ninguna cosa evangélica. Lo molestábamos, le decíamos si no hubiese sido por mi mamá que le hizo inakusu, tú no te habrías casado. Inakusu era una forma de pololear que tenían los antiguos mapuche, donde la novia le daba por permiso por secreto al novio y en la noche le dejaba la puerta abierta, bueno, mucho más antes, había cortinaje. Así que llegaba el novio calladito y se acostaba con la novia hasta el amanecer. Ese era el inakusu, hay muchas historias y leyendas sobre este caso, incluso con el Chonchón me acordaba de algunas.

Entonces, comprendo que mi madre tuvo este sueño y cumplió, pero tajantemente, lo que le dijo el anciano, y a los cuatro días me hicieron el ritual. Fueron a buscar una machi muy lejana y mi abuela se acostó en la payasa, me tenía en bracitos ahí y la machi hizo el ri-

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tual. Como no había sangre de cabra, me lo hicieron con sangre de chancho. Y en el pewma, ahí está la metáfora o el principio ético, en la sanción que le dice a mi madre: ‘Si tú lo hacís bien. (1:05:00) “kantu tu pugnen zumufu fegne”. “Si tú lo haces bien, él no sólo va a lograr vivir, sino que va a ser dador de conocimiento”, (1:05:50) wun zumufe, profesor o que va a dar conocimiento. Entonces, a mí me contaron todo el tiempo ese pewma. Además, que me crié con machis, me enfermaba cada cuatro años, cada dos años machi machi. Entonces, mi padre como había logrado estudiar en Misión Araucana, después se vino al Colegio Agrícola que se llamaba colegio Teanón y trajeron a mi padre, porque todavía quedaban recursos a una pensión. Con la pensión estudió cuatro años más, y terminó práctica agrícola, ese era el título: práctico agrícola, por allá por los años cincuenta, cuarenta y tantos, o sea, era como de los primeros alumnos. Entonces, él decía: “A mi hijo, no quiero que nadie le enseñe mapuzungun a mi hijo, porque yo sufrí mucho en la Misión Araucana, porque no sabía hablar el castellano y yo no quiero que mis hijos sufran como yo y la vieja –la suegra- ojalá los cabros no vayan para allá”. La pelea que tenía con mi madre y mi abuela, que vivía sola, cuando yo tenía cuatro añitos me empezaron a mandar donde la abuelita, y la abuelita hizo todo el trabajo de educación, me hablo de la cultura, de la lengua, íbamos a los cerros a buscar plantas medicinales, porque ella era médica, no era machi, fue casi machi y resulta que ahí soñaba con los remedios decía “por aquí hay un remedio, del coiwe tras el coiwe, está el remedio”. Y ahí se hizo, mi padre me llevó al colegio técnico, decía “yo quiero que mi hijo sea técnico agrícola” y me tuvo tanto, que luego que yo estudié en la comunidad hasta quinto básico que me fui a Cholchol a estudiar, no a la Misión, sino al colegio de las monjas, yo llegué a hacer sexto, séptimo y octavo. Terminé octavo, y que no me enfermé en el período de matrícula, con una gripe con varios días en cama y mi padre vino solito a matricularme de la nada con un certificado y me metió al Instituto Superior de Comercio para ser contador. Él no quería que por nada yo siguiera una carrera que no fuera técnico, pero mi madre, nunca dejó de contarme el pewma, decía “eso soñé yo ‘Kantü wul zumu fegne, kantü wulzu mufu fegne”’. No sé si llevaré mucho, pero quiero contar cómo se cumplió. Resulta que yo, aun con mi madre, siempre fui bastante ahuincadito, no quería ser mapuche, entonces resulta que yo cuando terminé, empecé a buscar trabajo, llevaba contabilidades particulares –llegué a llevar cincuenta contabilidades, que me daban más o menos un buen grueso-,y ahí yo tenía un billete de suscripción del diario ‘tram’, decía que había una oportunidad para entrar al DuoC para seguir la carrera de Comercio Exterior y el último requisito decía “ser católico y ser recomendado por un cura’”. Resulta que cuando busqué una recomendación de cura no encontré nada, y me acordé del padre Eugenio, que iba a hacer misión a mi escuela, la escuelita de Nutrem cuando estaba en segundo, tercero básico. Me costó un mundo encontrarlo, pero de tanto, que cuando lo encontré, llegué a decirle “soy de tal parte, usted iba hace tiempo”. Me dijo: “yo no lo conozco a usted”, llegó como a las siete de la tarde “mari mari peñi” y él me hablaba puro mapudungun, yo estaba coloradito de vergüenza y cuando le voy diciendo lo que necesita-

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ba, él me dice que no y que no. Y yo tenía unas tarjetitas que hacía a máquina de escribir, saqué mi tarjetita y le digo “padrecito, le dejo mi tarjetita, porque cuando usted me pida un favor a mí, yo no lo voy a negar”, y me fui indignado. Pasaron tres meses y me empezaron a llamar: “Preséntese a la Fundación del Instituto Indígena” y yo dije “los militares me andan siguiendo otra vez”. Confundí la Institución de Desarrollo Indígena con la Fundación del Instituto Indígena que era del obispado, y de tanto fui, sale Rodolfo Cañas, que era diácono y me dice:“Perdónenos compadre, nosotros necesitábamos urgente un contador acá y el padre Eugenio dejó esta tarjetita y dice que usted y nadie más que usted, tiene que entrar aquí”. De repente, llegué al medio de la Iglesia Católica a hacerme cargo de todo el sistema contable de la fundación y resulta que ellos me empezaron a acercar a las comunidades, el padrecito Eugenio después cuando ya lo conocí de verdad me decía “vamos a Ercilla”, y llegábamos a Ercilla y empezó a hacer misa en mapuzungun; y yo empecé a hablar mapuzungun, me empecé a interesar en la cultura y veía como la misa la transformaba en un ritual mapuche. Hacía las dos cosas, me empecé a meter y aquí estoy, desde aquella vez, empezando a escribir mapuche. ROSENDO HUISCA:: Yo voy a ser diferente a Don Juan, porque él es reconocido en este momento como sabio y eso no lo sabe respetar mucha gente y hay que valorarlo, cómo llegó. Entonces, voy a hablar de otra forma del peuma, que en castellano habla de tres formas lo que es sueño: Sueño de “soñar”, sueño de “tener ganas de dormir”, y otro también que es “el deseo de realizar”. Como dijo Don Juan en Mapuche el peuma se valoriza mucho. Me acuerdo que cuando niño, mis padres intercambiaban el sueño de la noche, en la mañana se lo contaban, y nosotros quedábamos mirando y escuchando, porque eso es lo que yo aprendí a respetar y atender. Entonces nosotros como niños atendíamos y respetábamos lo que ellos comentarán, aunque no nos interesaba, seguramente como niño uno no le interesan algunas cosas, pero para ellos era muy importante. Por eso, yo creo que el sueño siempre de alguna manera predice el futuro y uno espera y queda pensativo “¿qué va a pasar?”. A mí mismo me ha pasado, a veces tengo sueños que pasan, pero hay sueños que quedan y ese sueño que queda en la mente, yo creo que uno después espera. ¿Qué va a pasar? ¿Por qué soñé esto?¿Por qué soñé así? Y vuelve el sueño en la mente. Me pasó en el norte, yo no conocía el norte, Illapel, años atrás y vi un lugar en mi sueño, que bueno, quedó en la mente, que estaba presente. Y cuando conocí Illapel, subí un cerrito, vi que abajo hay una escuelita, muchos niños y las calles principales eran maicillos no más, en ese momento recién me acordé del sueño que había tenido antes. Yo dije “Este lo conozco, ¿cuándo he visto estas cosas?’. Y era el sueño dónde yo ya antes lo había visto. Entonces, para el Mapuche el sueño es muy importante, porque los sueños predicen y te entregan un mensaje, así como mencionaba Juan, el asunto que el soñador reconocido o conocido, José, que interpretó el sueño del rey, soñaba muchas cosas dice la Biblia. Entonces, ahí tenemos mucha evidencia de que los sueños tienen importancia, ¿y cuándo? Cuando hemos experimentado el sueño, sobre todo cuando experimentamos cosas que en el futuro se convierten y ahí cobran importancia. Creo que eso lo toma 14


muy en serio el Mapuche, y yo creo que todo ser humano, de alguna manera soñamos.

Y existe el sueño, el peuma que tenemos de alguna manera atenderlo, porque bueno, los científicos y otros no toman en cuenta, porque son sueños no más. Ahí, ellos no valorizan aquello, porque no han tenido a lo mejor, alguna experiencia, pero están otras como el witranalwe que nombraban. El witranalwe me contó una vez el finado Domingo Curaqueo, un hombre científico, un antropólogo, que se enfrentó al witranalwe, que en castellano sería un hechizo que se ve por las noches. Y a esta persona aplicada, un gran hombre, su alma ahí la atrapa el ‘witran-alwe’, palabra compuesta que viene de ‘witra’, ‘volver a hacerlo’ y ‘alwe’, ‘el difunto, es el espíritu del hombre.’ Por eso, a las personas cuando fallecen, le hacen el ‘awün’, la nube con el círculo para que no lo atrape el ‘weküfü’ o el brujo para cometer el ‘witranalwe’, de ahí que los convierten, según lo que saben. Entonces, el witranalwe existe, decía el finado Juan Domingo Curaqueo, que él se enfrentó con eso. Pero él en su calidad de científico no lo pudo demostrar, porque como wingka no existe esa cuestión. Entonces esa es la diferencia que hay, pero nosotros como mapuche, entendido que somos criados en el campo y nacimos ahí, de alguna manera, entendemos más, yo creo. Así que es bueno atender a los sueños. Hay personas que tienen esa gracia de que sueñan más que otros y los sueños le predicen, le dicen y le cuentan a otro, en el campo, “yo soñé esta cosa” y públicamente lo dicen. Algunos lo toman en cuenta y otros no, pero al final se convierte, y por ahí la importancia de los peuma. A mí me gusta escuchar también que viene después, hay que aprender todavía, porque todavía estamos aprendiendo, yo todavía estoy aprendiendo.

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La fórmula de una molécula a partir de un sueño

SONIA MONTECINO: Todos estamos aprendiendo aquí. ¿Usted quiere decir algo? ¿Usted sueña?

EUGENIO ASPILLAGA: Mucho, yo creo que toda la humanidad en su historia ha soñado. Nosotros hemos perdido la capacidad de leer los sueños dentro de nuestra experiencia vital. Don Juan tiene mucha razón, los sueños están, por decirlo así, materializados en un relato que se ha teñido por nuestra cultura, nuestro entorno, por la experiencia, por lo que nos enseñaron nuestros padres, y por lo tanto, uno sueña en su propia lengua, sueña con los gestos que le son comunes.

Pero hay algo más que eso. Hay algo más que se ha ido perdiendo en nuestra cultura occidental, pero no siempre pasa así. Un poco para contradecir lo que aquí se ha dicho, un importante científico, químico- y hay muchas anécdotas como esta, yo solo pongo una- tenía un problema de saber cómo era la estructura de una molécula que es muy conocida en química, el benceno. Ese científico se llama Kekulé y él no podía darse cuenta cómo era la forma de la molécula, sabía cuántos carbones, cuántos hidrógenos tenía la molécula, porque nada le cuadraba con la visión que tenía la ciencia de las moléculas. Y él, en la noche soñaba varias veces con un símbolo griego que había aprendido en algún momento en la universidad, de una culebra que se devora a sí misma: uróboro, y eso le hizo crujir, darse cuenta de que en realidad la molécula que estaba analizando era una molécula que se conectaba internamente y diseñó la fórmula de esta molécula, una de las más importantes de la química orgánica, a partir de la interpretación de un sueño. Creo que nosotros hemos perdido esta capacidad de leer los sueños, en parte, por los énfasis que pone nuestra sociedad, que es tremendamente materialista, y que el estatus de la persona tiene que ver con no exponer su intimidad y las cosas que tiene, y los sueños cuando se relatan tienen que ver con exponer una parte de la intimidad de una persona, la parte de un activo, y a veces lo desvinculan de su significación material. Por lo mismo, hemos transferido lo que decía Don Manuel, hemos transferido a decir ‘yo tengo un sueño’ a una materialidad, no es que yo tenga un sueño espiritual, el sueño es un deseo, es una ambición. Entonces, eso nos ha hecho quitarle atención al significado; los psicólogos se han preocupado de darle una explicación como uno puede encontrar en el psicoanálisis, algunas explicaciones, que muchas veces pueden ayudarnos a entender algunos problemas emocionales o psicológicos, ´pero muchas veces no dan cuenta realmente lo que estamos generando en los sueños. Yo viví una buena parte de mi vida resolviendo problemas con mis sueños. Entonces, me iba bien en matemáticas, porque soñaba cómo se resolvían los problemas que no había entendido en clase. Entonces creo que nuestro cerebro esconde formas de ver la realidad 16


y al mundo que no entendemos bien, que las miramos a veces peyorativamente, pero que son otros modos de organizar el universo que nos rodea. Nuestro sistema nervioso trabaja aun en contra de la conciencia, eso.

JOSÉ ANTONIO CAYUNAO: Yo solo quiero hacer una diferenciación para lo que quede. Mari mari pu peñi, mari mari pu leyan, mari mari chachay, mari mari pu papay, mari mari pu chachay. Esa es la base de la comunicación en mapuche. Muchos mapuche ahora no tienen ese concepto porque se apoyan en lo que ñafu ñi ku, pero no fue escrito por nosotros, sino por los no mapuche. Entonces, hay muchas cosas que investigar, la parte lingüística sobre todo. En cuanto al sueño, yo tengo una experiencia, muchas tengo, pero solo voy a contar una, yo tengo ya setenta y seis años vividos, quiero llegar a cien. Nosotros como pueblo, tenemos como origen, entender como base de nuestra vida el sueño, son épocas muy atrás, miles de años. Yo antes, cuando empecé a viajar en avión, mucho tiempo atrás, primero me soñé antes de eso, yo iba a la montaña aquí arriba y volaba como avión, hacía en mis sueños así no más y me iba al otro volcán o cerro que había, lo que no, en sueños no vi a Argentina no más. Entonces, ese sueño se cumplió después de un tiempo, sin saber leer ni escribir, llegó el tiempo y volé en avión… ROSENDO HUISCA: Sueño cumplido.

JOSÉ ANTONIO CAYUNAO: Sueño cumplido

ROSENDO HUISCA: Pewmayen. Bueno pewma en el lof tiene que ver con toda la estructura del lof, cómo está el tuwun. Ha sido justamente la lectura del pewma, porque claro, si luego se carga con el tema, alguien va a tener el sueño. Entonces, eso es lo que nos falta, porque no queremos los sueños y no queremos soñar y cuando alguien cuenta un sueño pewmake chen kayen, se dice ‘aah, la gente sueña’ pero ¿si los escuchara? Digo esto, porque prácticamente son esos sueños los que dirige mi lof y eso es lo que se echa de menos, poder tomar el kün. Antiguamente cuando mi papá estaba, iban al rokin, después de estar dos o tres cuatro días en kamarikun, y él tenía un pewma, que yo veo bien literal, él pewman, y siempre contaba el sueño que se tenía, se escuchaba, lo decía y después se interpretaba. ¿Se acuerdan del kamarikun? Cuando escribí kamarikun y estábamos enseñando a escribir mapudungun, escribí cómo parte ese acuerdo, con el pewma y ese pewma se va a conversar donde una persona a la que se le dice “Yo vengo donde usted lamngen por un pewma y vine aquí con mi peñi para que usted lo escuché”. Entonces el pe wentru dirá: “Bueno, esto lo vamos a contar en el trun!. Por lo tanto pasa, se va viendo el nutram.

Bueno, uno va a decir que cuando estudiábamos, uno imaginaba ser otro, teniendo un título, menos mapuche, pero gracias a los pewma, los nutram y todas esas cosas han hecho que no nos vayamos del todo. Porque yo tengo allá, mi lof -seguramente el peñi Juan ha ido varias veces- yo allá tengo mi ramada como cualquier otra persona que viviera allá. No ando con un distintivo especial, tengo que traer el makuñ, la manta de cacique.

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Por el pewma, yo le preguntaba a mi tía, que es muy sancionadora, me decía ‘kumlaymi lawe’, y eso quiere decir “la edad que tiene y no sabe qué significa eso”, era la primera vez, claro, que pedía consejo y me decía“ese pewma que tuve, lo tuve por eso y por esto, lo vamos a conversar con la lamngen”.

Cuando se reformó el kamarikun donde está ahora, está en el campo ngen, que era mío en ese tiempo, pero ahora se llenó de cercos mi campo, donde yo ponía mis ovejas, mis chanchos, los caballos corriendo, pero ahora está lleno de cercos de treinta metros por tres metros en las hectáreas que son la propiedad de cada uno. Pero el pewma ha sido el que cada uno sigue teniendo en el lof, y que mi papá y también el abuelo mío decía que había que tomar en cuenta, decirle a los jóvenes, a los weche keche,para que se vaya traspasando de generación en generación. También eso de “ yo soñé igual que usted”, hay gente que también dice “ka iñche”, “también tuve un sueño”, entonces se va dando para que el otro también cuente su pewma.

Pero en eso de la interpretación, yo admiro a mi lof, que la base de lo que hace su pewma, porque yo le preguntaba a mi papá justamente cuando estaba trabajando este texto para escribirlo y le decía: Pero ¿cómo aprendieron?”.Porque el Wenu Mapu es así. “¿Por qué? ¿Cómo lo supieron?”. “Porque tuvo un pewma la persona y cuando no sabía cómo hacerlo, cómo realizarlo, los ngenpin hacían wereketukuye para enviar y pedir consejos a otra parte”. Él me nombraba, me decía en todas partes, “Pallawintu nepey müley”, y cuando pasé por Pallawintu, no sé si por acá lo conocerán, por Wawul, por allá está Pallawintu, por Panguipulli, por allá Coz Coz, porque por allá lo conocen, el parlamento de Coz Coz . De esa parte soy yo, ese es mi kupalme, por ahí murió Antonia Vera, que era exactamente la mamá de mi abuelo. Entonces, ahí hay una parte en que se arrancaron los chiquillos y entre esos chiquillos tiene que estar mi abuelo, porque como también le digo a la gente, que nosotros somos nómades. La otra vez un peñi me retó por eso, ya que con eso vamos a perder: “Porque si decimos que somos nómades, lo que estamos reclamando es para qué”, es también un asunto legal, el límite de lo legal. Pero de tal manera fue que mi abuelo se fue al Puellmapu, que yo fui a conocer, como veinte años atrás, dónde llegaron mis abuelos allá y preguntando. No sé cómo la gente sabía dónde, quién vivía, cómo era el nombre, de dónde. Yo preguntaba y “es re lejos” me decían. ‘Es que mi papá se casó con mi mamá en Lanin’, y me decía, o sea, el camino lo está diciendo clarito. Igual que cité a Pascal Coña, y otro peñi me retó, porque lo que cuenta Pascal Coña es la historia de la isla de Argentina, porque están los nombres, los lugares, la familia está ahí y uno va corroborando lo que pasó realmente con esa persona. Mi tía cuenta lo mismo, que la mamá de ella era lamngen de Junin, de los Andes y ahí fueron a Chiwun, que es re lejos, pero que sí conocían a través de los pewma. Entonces por eso quería a tener un pewma hoy día, (01:37:58) pewmaytuayun, allá en mi zona había una machi que decía mülen machi. Esta persona mülen tenía un dedito, hacía purün con el dedito y decía: “Mañana vengan a ver los resultados, porque esta persona en su pewma veía y ahí decía “Usted tiene un agua en tal parte, tal y tal cosa”. Ahí tenemos el pewma, el pewtunque vienen todos y se cuecen a través del pewma y como dije denante, 18


también para mantener el kamarikun y allí como dije, finalmente, es como la Biblia, o sea, a las personas se les pregunta y nace justamente del pewma, porque pasaron tanto tiempo que no hubieron.

Entonces, en nuestro caso, y repito de nuevo, nos falta de que nos contemos los pewma en la mañana. Yo cuando estuve en Cholchol, tres años, cinco años estuve, pero ahí los chiquillos, alumnas más que nada, hablábamos de los pewma, y después las ñañas en las mañanas, me tenían los pewmas las chiquillas para contarme. Entonces me decían “mire, soñé con tal cosa”.

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Una laguna, en la que los caballos nuestros, caían

ROSENDO HUISCA: Cuando la Comisión Lingüística con la que estuvimos en Temuco se hizo, con notario y todo, en la noche yo tuve un pewma. Estuvo todo muy bonito, pero resulta que había como una laguna, en la que los caballos nuestros, de los mapuche, caían ahí adentro. Yo traté de contar mi sueño a los peñi, pero nadie dijo “mire, pásele el pewma, analicémoslo”, nada, me escucharon hablar no más. Pero, yo creo que si lo hubiéramos analizado, ahora mismo yo me doy cuenta de eso, es que eso quedó ahí, el pozo de agua era eso justamente que se hicieron todos los documentos, se tiraron y ahí quedaron. No alcanzó a llegar a notaría, hubo un tema legal, y aquí yo creo que uno se sumerge en la legalidad para rechazar el mapun que tienen. Ahora mismo se está hablando de la legalización del mapudungun otra vez en Temuco, entonces comentaba con un peñi, y me opuse un poco en contra de eso, y me dice: “¿Usted está en contra de eso?” y me reta. “No es que esté en contra, pero en el nombre de la ley, ¿cuántas veces nos ha utilizado a nosotros mismos? Yo estoy totalmente de acuerdo, pero ya pasé esas peleas, yo habiendo dado mi juventud en el tema, ahora la gente que lo quiere hacer, que lo haga”. A eso voy yo.

Mi papá también decía “Si hiciéramos un pewmatun esto andaría mejor”. Entonces, alguien también habló de kamarikun, que hay que kamarikunizar estos encuentros, porque, ¿a qué sistema se lo estamos pasando?

Ahora, pelando otro poquito, y esto es mi realidad, lo mismo pasó en la Academia a denominar la EIB, los mapunche en ese tiempo no pensábamos en una EIB ni nada, queríamos un profesor que hablara en mapundungun y enseñé en mapundungun, aprendamos matemáticas en mapundungun y en mapundungun, nada más, pero los chiquillos pasaron de largo y no quieren trabajar acá. Eso es lo que nosotros queríamos y siempre dijimos en ese tiempo, que lo que queríamos era el profesor mapunche para hacer mapundungun, le vaya a ayudar su tarea donde no entiendan en castellano.

Eso es todo, nada de EIB ni magíster, sino sacar una licenciatura. Ahí están los peñis en regiones, encontrar un trabajo es difícil, si encuentran trabajo en el ministerio mejor, pero no sirvió, no caímos en los mapun, ahí está otra vez el pozo de agua, tirándose cositas ya adentro, es mi pewma. Se me imaginan todas esas cositas que como dijo mi padre, si hiciéramos un ‘pewmatunkum kimün müley tüfachikom kim pewmafe tufa tañi pingen mew ta tu dungun’. Si se le dice a la persona, especialista, el pewmatufe, el machi, reconocen qué es y cómo se demuestra, tendría que dar la respuesta, porque habiendo tanta gente con eso, tufachi fengen.

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JUAN ÑANCULEF: Fue muy asertivo tu pewma, peñi. Durante años estuvimos tratando de vaticinar lo que ocurrió con las Comisiones de Lengua que se formaron en varias regiones, y resulta que todos los que las estuvieron integrando desde un principio ahora no están en la Academia. Todo tu pewma salió tal cual. ROSENDO HUISCA: Sí, salió tal cual, cayeron los caballos.

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Anexos

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