Bibliodiversity / Jan 11

Page 76

cosas se hacían intuitivamente. El resultado era previsible : así como surgían, desaparecían los proyectos. No estaban destinados a brindar un sustento económico al editor. No tenían una visión a largo plazo. Tenían que ver más con una especie de pasión creativa, personal : publicar por gusto. Como quien pinta por pintar, esculpe por esculpir, escribe por una necesidad de dar cauce a su ímpetu creativo. También surgieron proyectos editoriales encabezados por profesionales de la edición que buscaban una identidad alejada del mainstream que, por lo tanto, representaban genuinas opciones a las ofertas “bestsellerizadas” de la industria. Hubo otros intentos de gran importancia que deseaban romper las ataduras dictatoriales en diversos países, como España ante la dictadura de Franco (Anagrama es un ejemplo). Así, poco a poco, el mundo se pobló de nuevas opciones. Los que defendían la libertad de expresión, más que la bibliodiversidad, en algunos casos persistieron, crecieron y se mantuvieron. Pero la bandera libertaria desapareció como razón de ser para muchos, conforme se establecieron las libertades en Europa y América Latina, por ejemplo. El enemigo natural dejó de serlo. Ahora tenían que luchar por prevalecer ante el mercado “bestsellerizado”. En no pocos países los gobiernos impulsaron, paulatinamente, políticas de apoyo a proyectos editoriales. En algunos de ellos, las editoriales “independientes”, sobre todo las emergentes, se convirtieron en genuinos zánganos del presupuesto, pero las más articularon proyectos alternos que dieron a conocer voces que, de otra manera, jamás habrían emergido. Por lo tanto, las editoriales y los proyectos editoriales independientes (porque algunas fueron y son editoriales, y otros sólo proyectos) surgieron como

genuina esperanza de una bibliodiversidad renovada y complementada con numerosas otras voces que, de no ser así, hubieran permanecido calladas. No obstante, enfrentaron y siguen enfrentando —y muchas veces tratan de emular— un mercado creado a imagen y semejanza de las grandes editoriales, de los grandes conglomerados, de la “bestsellerización” del mercado.

Los “teólogos” del libro independiente, del libro con soporte en papel… Surgieron así los panegiristas de las editoriales “independientes” y del soporte en papel del libro ; alabadores de todo lo que oliera a “independiente”, pero en ese mundillo de las falsas ilusiones se cocinaba y se cocina de todo. Libros de excelentes autores maravillosamente producidos con el cuidado del editor artesanal que mira cada detalle, así como esperpentos con una pasmosa carencia de los más elementales conocimientos del oficio. Es verdad que más vale poder leer lo que a uno le interesa por precarias que sean las condiciones de la publicación, pero otra cosa es aprovechar una carencia para arrojar a quien tiene hambre de conocimiento un bodrio, producto, más que nada, de la ignorancia. La edición independiente surgió como alternativa ante el empobrecimiento de la oferta editorial por parte del mercado globalizado. Pero hay que saber discernir entre lo que es resultado del buen oficio, de lo que simplemente es fruto del oportunismo mercantil. Las críticas, en un inicio, se centraron en las grandes editoriales. Parecía que emergía un frente común contra una práctica comercial universal, pero eso no llevaba a nada. Criticar al contrincante, al competidor, en el terreno comercial, no implicaba que éste cediera parte del mercado. Las reglas son otras. De tal suerte que, poco a poco, los “otros” editores, algunos al menos, comenzaron a percatarse de que, más que criticar al contrario, era necesario crear alternativas comercialmente viables.

« Un libro que no llega al lector carece enteramente de valor cultural, o al menos no cumple su cometido, así se trate de un libro de artista con un tiraje de ejemplar único. »

La distribución y venta : la gran barrera para la bibliodiversificación Como decíamos, el circuito comercial fue organizado en función de los intereses de las grandes editoriales que, a la postre, se convirtieron en necesidades de los propios libreros. Un libro que

77 | Bibliodiversity | « Bibliodiversity Indicators » | JAn 2011


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.