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realmente nos garantiza un cambio de vida es un auténtico nuevo nacimiento, y lo que dice Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

La clave es NO conformarse a este siglo. Este siglo propone que todo lo que nos traiga satisfacción es beneficioso, este siglo propone que el hombre lo puede todo solo consigo mismo, este siglo nos habla de mucha tecnología donde Dios es puesto de lado, este siglo nos lleva a pensar que cualquier cosa que nos quite un ingreso económico se opone a nuestra prosperidad, pese a que esto signifique, sacrificar ciertas actividades laborales por buscar nuestra fortaleza espiritual, sin malinterpretar nada de lo dicho antes; hasta Dios descansó un día después de haber creado el universo.

Pues el no conformarse a este siglo, nos llevaría a una lucha de transformación, tornándonos en personas puras, convencidas que, lo que nos trae la verdadera felicidad, es la conciencia limpia de pecados.

Es verdad, la regeneración es un milagro que proviene de Dios, pero la renovación es la decisión de mantenernos en ese milagro todos los días.

La voluntad de Dios es agradable y perfecta, la voluntad de Dios nos llevará a tener éxito en todo lo que emprendamos pero no por arte de magia, hay mucha sopa que tomar, en otras palabras, no permitamos que nuestra visita en la iglesia no signifique nada más que otro ambiente social donde conocemos más gente con quien equivocarnos.

Busquemos que la iglesia nos afecte de tal manera que podamos conformar una nueva generación de personas que no se van a la cama con alguien, solo porque tienen la oportunidad, no practican actividades peligrosas para la santidad solo por ser populares, una generación fuerte, convencida, innovada, y no una transformación externa de apariencias; porque al fin y al cabo, no engañamos a nadie, sino tengamos el entendimiento renovado, que tantas semanas de haber pasado por la iglesia logren que la iglesia pase por nosotros también.