
4 minute read
UNA TRAYECTORIA DE IMPACTO SOCIAL DESDE EL MUNDO ALGUACIL CONOCIENDO NUESTROS ALGUACILES
from Revista Alguaciles
by Alguaciles
Su figura posee reconocimiento a nivel nacional por su trayectoria en el rescate y la conservación animal. Además, es conocido por la gente como el líder fundador del Buin Zoo pero posee una trayectoria de más de 27 años como Alguacil aportando a la labor de Carabineros en la Comuna de Buin.
¿Cómo se inicia tu relación con la agrupación de alguaciles?
Advertisement
Mi acercamiento a los alguaciles es de larga data. La pandemia generó una laguna pero hasta ese momento había recibido la chapita de reconocimiento por los 25 años de trayectoria en esta agrupación. Yo llegué a Buin el año 80 cuando era una ciudad más campestre de lo que es hoy en día pero fuimos ganando bastante protagonismo en la comuna por tener el primer centro de rescate animal del país que luego comenzó a transformarse en un pequeño foco turístico que partió de muy bajo perfil.
En ese entonces teníamos una pequeña cafetería, una exhibición de perros San Bernardo y este centro de rescate que fueron los inicios del zoológico con animales chilenos dañados. Ahí la gente venía sin costo porque esto era abierto a la comunidad. Nuestra única intención en ese minuto era hacer conciencia sobre el daño que le hacíamos a muchos animales chilenos como águilas, peucos, tiuques, y zorros quique. En esa época (30 años atrás) la gente ponía muchas trampas para cazar conejos o liebres, y en esas trampas caían muchos animales silvestres chilenos. Yo siendo veterinario, la gente comenzó a traerme estos animales dañados y con ello a generar una especie de cercanía con nuestro proyecto que años más tarde terminaría transformándose en el Buin Zoo.
En ese contexto, sin conocer aún a los alguaciles, en algún momento me llama uno de los vecinos más conocidos de la zona. Él era el dueño de la única ferretería del lugar. En ese tiempo era así, había un supermercado, una ferretería, etc. Entonces él me invitó a conocer a los alguaciles formados por un grupo selecto de vecinos. Ahí tuvimos un par de reuniones y eso hizo que enganchara rápidamente con la agrupación.
Acá todavía seguimos viviendo esa vida muy de comuna de campo, aunque cada vez menos, pero sigue siendo un estilo de vida diferente. Eso genera esta cercanía con las institucio- nes, no solo con carabineros, de hecho de mis 10 hijos tengo 4 que son bomberos. Entonces estamos muy asociados a estos grupos tan importantes para la comuna.
¿Cómo combinas tu posición de líder de negocios con tu rol de alguacil?
Buin Zoo ha mostrado en el tiempo muchos signos de nuestro compromiso social. Somos el único zoológico certificado como empresa B en el mundo. Esta es una certificación americana que habla de que el tema económico no es lo más importante de la empresa porque hay un aspecto medioambiental y social muy importante. En ese compromiso social todas las instituciones de la comuna siempre han sido relevantes para nosotros y he tenido una especial preocupación por trabajar en los colegios, por ejemplo. De hecho, parte de nuestros trabajadores van a los colegios más vulnerables de la comuna a contar cuentos, que es algo sencillo pero que nos permite generar empatía por la educación y por el conocimiento. Como institución y como familia, hemos tenido un especial interés por todo lo que mueve positivamente a la comuna.
Por ello en las ciudades pequeñas hay un tremendo afecto por Carabineros, porque son las personas a quienes recurrimos cuando tenemos una emergencia o complejidad. Por eso hemos estado siempre muy atentos a colaborar con ellos, muy especialmente desde el punto de vista humano, de apoyo a los funcionarios que son nuestra primera preocupación.
¿Qué características tiene el día a día de tu círculo de alguaciles?
No tengo tanta información de cómo lo viven en otras comunas. Hoy somos catorce y cada uno de nosotros tomamos el apadrinamiento de algún destacamento. En el caso mío soy el padrino de Maipo que es una subcomisaría que se encuentra en el sector poniente de la comuna. Entonces, he tenido una preocupación especial por los requerimientos del día a día de ese lugar. Por ejemplo, cuando se arruina la máquina lavadora o otro artefacto de este tipo, esto se transforma en un proceso eterno administrativo con toda la complejidad que eso les genera a los funcionarios. Entonces nosotros ayudamos a solucionar el problema más rápido.
También hemos estado atentos a reponer las sillas donde almuerzan los carabineros que son cosas que -sobre todo antes- costaba mucho reponer. En ese tipo de detalles siempre hemos tenido una gran preocupación para entregarles algo de confort y acompaña- miento a los Carabineros. Finalmente, destaco una instancia muy tradicional de cada año donde realizamos (antes de Pandemia) un paseo, donde volcamos todo nuestro esfuerzo. Ahí los catorce nos ponemos en primera línea preparando hot dogs para 300 personas que eran todos los funcionarios más sus familias. Ahí siempre nos preocupamos por buscar un buen lugar que pudiera servirle como zona de esparcimiento a la familia de Carabineros (el zoológico sirvió de locación en varias oportunidades para este fin). Ese era el momento del año donde teníamos ese contacto cara a cara con cada uno de los Carabineros y sus familias.
¿Cómo has visto la parte humana en Carabineros en estos últimos años tan desafiantes?
Ha sido súper complejo en realidad. Post estallido social vimos como la institución perdió muchas cosas que había conseguido después de tantos años, pero la vida tiene muchas vueltas y hoy en día vemos como Carabineros vuelve a ser una institución reconocida por la comunidad. Más aún con la violencia y las muertes dramáticas que ha tenido la institución. Eso ha devuelto el entusiasmo por seguir apoyando a Carabineros, entregándoles más recursos y generando una preocupación más genuina de la autoridad por ellos, que es lo que todos esperamos.