era capaz de volar realmente al aquelarre y no como fruto de la imaginación. No se pierdan las repercusiones de esta caza de brujas en los principales países europeos. Dice el refrán «Ver para creer». Por suerte, no lo llegamos a ver, pero las pruebas hablan —y gritan— por sí mismas. Compruébenlo en el siguiente capítulo.