Lengburn (libro completo)

Page 88

Ella secaba pacientemente su pelo con una toalla rosada, mientras caminaba al cuarto de los demás. – ¡Oliv despiértate!. Tom escucho la puerta de su habitación abrirse, se restregó los ojos, logrando encontrar a Ruby. – Solo un momento más – De “Un momento más” ¡nada! – A Ruby le brillaron los ojos “Siempre quise decir eso, estoy de suerte ¡Lucky!” Ella se llevo las manos a las caderas mientras sonreía burlonamente. – ¿Que pasa contigo?. Últimamente despiertas más tarde que yo. “ ¡Es por ti! No, espera, no puedo decir eso” Pensó Tom adormilado Ruby cambió su expresión una más sería y preocupada, luego golpeo su mano izquierda como si se le hubiera ocurrido una idea – ¡Ah ya se! ¡Te debe faltar calcio! ¡Calcio!. – No creo que esa sea la cuestión. – Oh. ¿Lo dices en serio?. Por lo que yo sé últimamente has estado saliendo a entrenar muy temprano. ¡Ciertamente!.. ¡Exageras! Si quieres hacer ejercicio no tienes que hacerlo casi a ocultas. Tom se levantó rápidamente por la sorpresa. – ¡¿Tu lo sabías?!. La sorprendida cara de Tom le parecía bastante graciosa a Ruby. Al punto que oculto una pequeña risita con su mano. – Por supuesto hay que ver el ruido que haces al subirte al árbol de al lado. No deberías hacerlo ¿Sabes?, Es peligroso. – ¡Si lo sabías, podías habérmelo dicho antes! Ruby cabeceó un poco. – Claro que podría haberlo hecho, pero…– dijo Ruby señalando a atrás suyo a María que estaba pasando por el cuarto de Tom. El aspecto que tenía María estaba bastante opaco comparado con los demás días, se veía cansada extremadamente cansada y al parecer demasiado preocupada. – Buenos días Ruby, Tom. Tom y Ruby levantaron le devolvieron el saludo esforzándose por sonreír. La apariencia de María en ese estado no era algo que a uno le gustaría ver y mucho menos a sus seres queridos.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.