XXIX FESTIVAL CINEMATOGRÁFICO INTERNACIONAL DEL URUGUAY
MUESTRA FESTIVAL DE PUNTA DEL ESTE
Festival de Punta del Este LA MIRADA INVISIBLE Argentina, 2010. 97 min. / 35mm Dirección: Diego Lerman Guión: María Meira, Diego Lerman Producción: Nicolás Avruj, Diego Lerman, Dominique Barneaud, Marc Bordure, Luis Ángel Ramírez, Ignacio Monge, Rafael Álvarez. Fotografía: Álvaro Gutiérrez Edición: Alberto Ponce Intérpretes: Julieta Zylberberg, Osmar Nuñez, Marta Lubos, Gaby Ferrero. Contacto: Campocine +5411 4832 8970 Paraguay 4208 C1425CSJ Buenos Aires, Argentina info@elcampocine.com.ar www.elcampocine.com.ar
LA MIRADA INVISIBLE
Diego Lerman Nació en 1976 en Buenos Aires, debutó en el cortometraje con La prueba (1999) y en el largo con la premiada Tan de repente (2003). Sus últimas películas fueron el mediometraje La Guerra de los Gimnasios (2005), Mientras Tanto (2006), y el telefilm documental Servicios Prestados (2007).
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El nombre de la novela original de Martín Kohan es Ciencias morales. Ciencias morales también se llamaba el prestigioso colegio hoy conocido como Nacional Buenos Aires, ubicado a cuadra y media de la Plaza de Mayo. El año es 1982, faltan apenas unas semanas para que empiece la Guerra de las Malvinas y la dictadura ya ha abierto innumerables heridas en el colectivo. La vida cotidiana en un colegio refleja de esta manera la vertical y atroz represión y su reproducción micro al interior de cada institución educativa. La “mirada invisible” sería la pretensión, por parte de las autoridades del colegio, de imponer una vigilancia constante, de controlar imponiendo el miedo en el alumnado. De la misma manera que en el cine de Haneke, el infierno disciplinario acaba
promoviendo indirectamente conductas morbosas, y aquí la hierática protagonista (la excelente Julieta Sylberberg, que también se lucía en La niña santa, de Lucrecia Martel) desarrolla cierto voyeurismo que la lleva a utilizar su papel de vigilante para fisgonear a los adolescentes en los baños. La mirada invisible se ve subvertida en una actitud de control abusivo, producto de una sexualidad mutilada. La banda sonora, la oscura fotografía, las rígidas estructuras arquitectónicas se condicen con el aburrimiento febril, la solemnidad vacía y la nadería marcial. Diego Lerman logra reproducir un insalubre panóptico, dándole visibilidad a un entorno oculto, hasta ahora ignorado por el cine ambientado en este período histórico.