ELÍAS NANDINO III ¿Cuántas transmutaciones has pasado? ¿Cuántos siglos de luz, cuántos colores, nebulosas, crepúsculos y flores para llegar a ser, has transitado? ¿En qué constelaciones has brillado? Después de cuántas muertes y dolores, de huracanes, relámpagos y albores la forma corporal has conquistado? No puede concebir mi pensamiento esa edad atmosférica que hicimos en giratorio espera; mas yo siento que milenios de lumbres anduvimos esperanzados en el firmamento, hasta unir este amor con que existimos. IV Cuando tus ojos abren la mirada, se asoman los vestigios verdaderos que donaron la vida a los luceros y pasión a la tierra inanimada. En tu existencia veo, transparentada, la historia virginal de los primeros espasmos de la luz, y los veneros de la girante red astralizada. Al estrechar tu cuerpo, siento mío el Universo todo, y las vertientes de sus cósmicas leyes que nos rigen, porque tu lumbre llena de vacío y, al fundirnos, se engranan los ardientes imanes de la fuerza del origen.
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