aproximaban,
quienes
yo
pensaba
que
eran?
Sencillamente, era imposible. –Claro que no! ¿Por qué es imposible? A lo que íbamos, aquí está Ansuz. Tú bien sabes lo que significa, ¡por supuesto que sí! Que yo, y el resto de los dioses, siempre estoy contigo y te guío. Nos comunicamos. Te elegí. ¿Te acuerdas?– Su cálida sonrisa era grave a la vez que el cayado se colocaba junto a otra runa, Ehwaz. – Y sí, siempre estamos en tándem, siempre nos llevamos bien, y nosotros, como tus amos, te guiaremos bien, igual que tú, como nuestra fiel yegua, nos llevarás por senderos seguros. Nos entendemos a la perfección, porque, como ya te habrás dado cuenta, elegí a tus dos mentores y guardianes: mi hijo Thor, para protegerte, y mi maestra de magia y visión, Freyja. Y mira Kenn. ¡Claro que sí! Siempre sentirás la inspiración y el fuego divino, porque sabes que tú eres una de los nuestros y tu corazón late en el fuego de nuestro hogar. –Hm... Y esa es Elhaz: ya sabes cómo siempre te protegeremos mi gente y yo, para que... como dice esta última runa Sigel, que se te cayó - y tú mejor que nadie sabes que las que se caen accidentalmente siempre son