¿Quién mató a Rosendo?

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Rodolfo Walsh

¿Quién Mató A Rosendo?

Valdés. Juan Zalazar fue muerto por una bala 38 largo, sin orificio de salida, que entró por la mejilla derecha y siguió una trayectoria de arriba-abajo, adelante-atrás y ligeramente derecha-izquierda. Esto elimina como sospechosos a Valdés, Costa y Tiqui, armados con pistola 45. Rodríguez apretó el gatillo de su revólver 38, pero la bala no salió. Rosendo también tenía un 38: nadie lo vio tirar y la prueba de la parafina resultó negativa. Petraca enfrentó primero a puñetazos a Raimundo y se arrojó después al piso junto a Imbelloni: nadie lo vio tirar. Imbelloni estaba desarmado, según Rolando, que peleó con él. Barreiro, Safi y Gerardi: desarmados, nadie los vio hacer fuego. Quedan solamente Taborda, Vandor y Armando Cabo. Tanto por ser mejor tirador como por la posición que ocupaba junto a la cabecera de la mesa, las probabilidades favorecen si se puede decir así- a Armando Cabo. El disparo número 3 arranca de su silla. Pasó a unos veinte centímetros del asiento de Zalazar y aproximadamente a un metro ochenta de altura, para perforar a dos metros de alto la vidriera de la puerta que da sobre Mitre. El disparo mortal debió seguir una trayectoria paralela y algo más baja. El proyectil número 2 (cuyas posibilidades ya examinamos en relación con Blajaquis), pudo formar también parte de la serie. La incertidumbre que resta obedece una vez más a que la pericia no establece el calibre de los proyectiles 2 y 3, a pesar de los abundantes rastros que dejaron. La distracción del juez Cáceres al no disponer la pericia del pantalón de Safi impide formular hipótesis alguna sobre la bala que lo alcanzó de atrás en la nalga derecha. Llegamos así al interrogante principal: ¿Quién mató a Rosendo? Rosendo García -dice la autopsia- fue muerto por un proyectil con orificio de entrada en la línea media de la región dorsal, a la altura de la duodécima vértebra dorsal, que resultó fracturada, y con orificio de salida en la cara anterior del abdomen, línea media de la región umbilical. Traducido al idioma corriente, esto quiere decir que la bala entró perpendicularmente por la espalda, a una altura aproximada de un metro quince centímetros sobre el suelo, siguiendo una trayectoria de atrás adelante y “ligeramente de arriba hacia abajo”. El proyectil que lo mató, según la autopsia, es de “grueso calibre”, lo que tanto puede significar 38 como 45. La pericia sobre las ropas dice 38. Es cierto que las ropas fueron manipuladas; personalmente dudo de que se haya llegado al extremo de cambiar un saco por otro, perforar éste con un balazo que debía coincidir son los agujeros de la camisa y la camiseta, mancharlo de sangre, etc. Lo verosímil es que el doctor Torres quisiera saber por anticipado lo que iba a revelar la pericia, para adecuar la defensa de Vandor. El resultado neto, sin embargo, es que las conclusiones de la pericia sobre la ropa de Rosendo dejan de ser una certeza para convertirse también en “conjetura”, y queda sin explicar la ausencia de orificio de salida en la camisa y la camiseta. Esta incertidumbre empalma, irónicamente, con las contradicciones de los testigos. No hay duda que Vandor tiró. Lo dicen todos los sobrevivientes del grupo Blajaquis. Lo dice Imbelloni, del grupo vandorista. Y el agonizante Zalazar repite las palabras que oyó: “¡No tire, Vandor!” Es decir que estaba tirando o tenía un arma en la mano. ¿Pero qué arma? Pistola 45, asegura Rolando Villaflor, y lo repiten con decrecientes grados de seguridad sus compañeros. Revólver 38, sostiene Imbelloni. Parece imposible avanzar más. Afortunadamente existe entre los testigos una cierta coincidencia sobre el lugar en que cayó Rosendo. En base a esa coincidencia se puede afirmar que no salió del sector familiar, que no traspuso la línea imaginaria que prolonga la caja hasta la puerta de Sarmiento. Sabemos además que Rosendo se paró de un salto, enfrentó a los miembros del otro grupo y recibió un tiro en la espalda. Es obvio que debemos buscar el tirador entre la gente armada que quedó a su espalda, en el sector familiar. Podemos descartar entonces a Rodríguez, Tiqui y Luis Costa, que no estaban en el salón general. José Petraca fue el primero en adelantarse en dirección a Raimundo. Descartado. Imbelloni se adelantó, no tenía armas y peleó a puñetazos con Rolando. Descartado. Safi, Gerardi, Barreiro. Desarmados. Los dos primeros también resultaron heridos de atrás. Se los descarta. Acha estaba sentado junto a la ventana de Sarmiento, fuera de la línea de fuego. Nadie lo vio tirar y por eso lo descarto. Es posible que Rosendo cruzara en algún momento la línea de tiro de Armando Cabo, representada por la trayectoria del proyectil número 3. Para dirigirse de frente al grupo opuesto, sin embargo, debió seguir un trayecto oblicuo en relación con las mesas vandoristas, y como la línea de tiro de Cabo es paralela a esas mesas, en caso de hacer blanco en Rosendo el proyectil debió atravesarlo oblicuamente de derecha a izquierda. La bala que mató a Rosendo, en cambio, entró y salió perpendicularmente. En consecuencia, Cabo queda descartado. Taborda debió retroceder varios pasos para poner en línea de tiro a Rosendo. Descartable. Quedan como posibles autores de la muerte de Rosendo García, Raúl Valdés y Augusto Timoteo Vandor. La posición de Vandor, especialmente, coincide con la trayectoria del proyectil número 4 establecida por

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