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TODOS LOS DÍAS, DE PACO CARREÑO

TODOS LOS DÍAS, DE PACO CARREÑO

El viernes 1 de julio de 2022 se presenta en Bullas, en el Salón de plenos de su Ayuntamiento, el libro de poemas Todos los días, de Paco Carreño (Madrid, 1965), libro editado a mediados del 2021 por la editorial madrileña Casus Belli en su colección La horda de oro. El poeta y profesor de Literatura procede de Bullas, aunque ha nacido en Madrid y en esta ciudad ejerce la docencia. Por sus venas corre la sangre de otro gran poeta murciano, del Noroeste, su tío Alfonso Carreño, compañero de generación de Claudio Rodríguez y Francisco Brines. Todos los días no es el primer libro de Paco Carreño; anteriormente ha publicado dos poemarios: Calblanque y Gabinete de sombras. Pero, además, Paco Carreño es novelista (con su novela La segunda vida quedó entre los cuatro primeros en el Premio Planeta de 2011).

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Si tuviera que decir en pocas palabras lo que es el libro Todos los días, diría que es una colección poética sorprendente donde el autor acierta

a unir con naturalidad el moderno poema en prosa y la tradicional composición estrófica, en metro corto o largo, con igual dominio y maestría en ambas maneras de expresión, y donde junto a extraordinarios poemas de la angustia cotidiana, el autor nos da un logrado conjunto de poemas fuera de tiempo acercándonos la perdida conexión con la naturaleza. Versos límpidos, con un pulso misterioso, sencillo, tras el que se adivina la luz recién nacida y el aire del Noroeste murciano, íbero y mediterráneo. No está exento el libro de cierta sobriedad manchega, otra fuente personal del autor son los campos y los montes, las noches y los días de La Mancha.

Aunque escrito por un poeta contemporáneo, se adivina en muchos poemas del libro el aire clásico, horaciano. Si ante la muerte y la fuga de los años irremediable, Horacio aconsejaba, en su Oda undécima, el “carpe diem”, Paco Carreño invita a encontrar “lo necesario”, la belleza en las cosas sencillas, en la calma de la naturaleza, y en el sucederse puro de los días. El poeta, como hombre que es de su tiempo, no desconoce las angustias, las inquietudes y vaciamientos de cualquiera de nosotros, pero nos alienta a no perder la confianza y el corazón de la tierra. En el poema “Un día en Colonia”, recrea un paseo por esta ciudad alemana y termina diciendo:

“Al final de la tierra veremos, sin añoranza, el principio de la tierra”.

La última sección del libro ciertamente se torna elegía, está dedicado a la memoria del hermano:

“Todo lo que hemos dicho / queda aquí grabado / en el aire silencioso / y es para ti, hermano.

Pero el libro contiene también mayoría de poemas vitales como el titulado “Día de las señales”, maravilloso poema en prosa, erótico, de amor y gozo, donde el poeta celebra a la amada,”las maravillosas señales de tu existencia: un lunar en la pantorrilla, orejas de duende, ojos de almendra, pelo de ciruela”, y se congratula de que está “hecha con el pan de los pájaros, con el carbón de los cielos, con las flores desconchadas”.