el ágora Susana Noeda nos invita a desayunar a su casa. Después de que su gato, muy gato, juegue a almorzar dedos en movimiento, ella contesta a preguntas “muy raras”, como comentará más tarde riendo por teléfono.
Hablamos sobre libros El primer recuerdo de Susana con la lectura fue en el colegio, cuando leía con el maestro libros de lectura compuestos de diversos fragmentos. Recuerda con especial cariño las poesías de Góngora y Quevedo, sobre todo aquel Soneto de Quevedo que decía: “Érase un hombre a una nariz pegado / érase una nariz superlativa…”, le hacía mucha gracia. Con diez o doce años su hermano mayor era el encargado de comprar libros, y ella, de devorarlos. El primer buen recuerdo asociado a un libro para adultos le llega con “La dama del Alba” (Alejandro Casona). Lo termina con mucho gusto; le hace ver que la literatura es algo importante en su vida. Quizá este fuera el momento en el que empieza a ser una lectora realmente consciente. “El lector primerizo lee lo primero que le cae en las manos, una vez que eso ya no le satisface, va buscando otras cosas. Siempre tiene que haber literatura para lectores más inquietos, que quieren algo distinto.”. Las inquietudes y las ventas, no obstante, siguen caminos distintos. “Cuando se hacen las estadísticas de las personas que leen un libro (a veces, el best-seller del año), resulta que no han leído nada más. También hay gente que lee mucho, es crítica y selecciona.”. Para las personas más selectivas, Susana ha creado Adeshoras y Anexo. En el largo camino hacia su propia editorial, pasó de la lectura a la facultad de periodismo, y de ejercer de periodista, a ser nota de prensa. Y no le mo-
Presentación de Antes de la tormenta
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