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Acoger a Jesús en Navidad

Dios elige a María y José para formar la Sagrada Familia de Nazaret. Al principio experimentaron ciertas preocupaciones internas. María no entiende cómo fue elegida para ser Madre de Dios. Incluso pregunta: ¿cómo una pobre sierva puede ser la Madre del Salvador? Pero Dios está mostrando los caminos que apaciguan su corazón. Cuando miramos a la persona de José, un hombre sencillo, con el hermoso oficio de carpintero, lo encontramos también confundido, inquieto y hasta considerando la posibilidad de abandonar tal responsabilidad que Dios le ha encomendado.

Constatamos que la Sagrada Familia tiene sus inquietudes, inseguridades, miedos y a la vez el deseo de asegurar y testimoniar que es posible asumir el proyecto que Dios les exige. Es en el estilo de vida sencillo y en la grandeza de la ternura que se encuentra en la Sagrada Familia de Nazaret que el niño Jesús fue educado, creció en sabiduría y gracia.

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Ante estas angustias, dudas, podríamos preguntarnos: ¿Cómo nos preparamos como familia, como comunidad, para recibir al niño Jesús que año tras año renace dentro de cada uno de nosotros? ¿Qué alegrías trae el niño Jesús a nuestros hogares?

Deseamos ser capaces de acoger al niño Jesús en Navidad, no en el frío pesebre de nuestro corazón, sino en un corazón lleno de amor y humildad, tan puro, inmaculado y cálido de amor los unos por los otros.

(Santa Teresa de Calcuta)