La Autoridad en Israel (cont.)
Los saduceos dominaban la vida religiosa en Jerusalén, específicamente en el Templo, considerando que eran ellos los que tenían la “autoridad” de Moisés para legislar y dirigir la vida nacional. Los fariseos respondían alegando que aun cuando Moisés concedió a los sacerdotes y levitas una gran autoridad, fue a un efraímita quien le sucedió, Josué. Además Esdras, al regreso del exilio, instituyó como interpretes de la Torah no solo a levitas sino también a otros que no lo eran que fueron educados y colocados como jueces. De esta manera, los fariseos podían trazar una línea de autoridad que los llevaba también directamente a Moisés. Debido a esta línea de autoridad, sólo los sabios y jueces (rabinos) que tuvieran la “autoridad” (ordenación) de ellos, estarían capacitados y autorizados para enseñar la Torah, y dictar las leyes apropiadas en Israel.