revista 041 [7]

Page 3

2007

041 #7 | editorial txt arq. Juan Manuel Rois

Escribir sobre Marcelo Perazzo es escribir sobre una posibilidad de arquitectura. Enfrentado a la práctica de la banalidad, encontramos en su obra una épica de lo cotidiano. Un obrar que aspira con precisión a la respuesta adecuada, sin renunciar a las discusión que liga al proyecto con los grandes problemas de la arquitectura. Un obrar que pregunta sobre el código genético de la identidad arquitectónica de lo rosarino, buscando simultáneamente una contemporaneidad universal. Es un acto heroico proponer arquitectura en estos tiempos. Contra toda indicación, algunos insisten. Yo quiero llamar a esa actitud, rigor intelectual. Para que la arquitectura tenga lugar debe existir primero una voluntad de arquitectura. Trabajando sobre los problemas, la imaginación del arquitecto propone articulaciones espaciales y materiales que van mas allá de lo requerido. Esta es la generosidad que define a nuestra profesión. Por supuesto que la arquitectura puede manifestarse de muchas maneras. En Marcelo Perazzo podía ser un alero de hormigón que, atando dos edificios vecinos, nos deja ver en diagonal hacia arriba una franja de cielo a través. O un muro bajo que trae césped y reminiscencias de barrio a la vereda de una casa blanca y moderna. O un misterioso edificio que asoma como una aventura a descubrir, escaleras abajo hacia patios a cielo abierto bajo tierra. O en plena corrección en la facultad, los trazos de construcción en un rincón ignorado de una maqueta. ¿Cuántas otras arquitecturas posibles cabían en esa imaginación? Con su paleta elegida de materiales y geometrías, Marcelo Perazzo no renunció a las complejidades de la profesión, ni las usó nunca como coartada. Su grado de compromiso y su rigor de búsqueda no se lo permitían. Se propuso ser arquitecto y en camino su búsqueda personal lo llevó hacia otros que compartían la misma ambición. Estas aspiraciones se hacían cuerpo en conversaciones apasionadas que no esperaban de la cobertura de institución alguna. Colegas, alumnos o amigos participaban por igual en esta construcción cultural. Así como se exigía, exigía a otros. Así como se preguntaba, preguntaba a otros. ¿Qué mejor ejemplo de educador? Viéndolo jugar este juego tan seriamente, mi generación veía en Marcelo Perazzo una ética de la resistencia en acción. Veía un arquitecto y un profesor. Ojalá podamos sostener tan altos estándares.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
revista 041 [7] by liliana agnellini - Issuu