Una de las medidas estrella que ha tomado el Ministerio de Hacienda para reducir el peso del fraude fiscal ha sido prohibir el software de doble uso. Se trata de programas de facturación que mediante diferentes técnicas permiten la ocultación de ingresos al fisco. Para ello los programas de facturación tendrán que estar certificados por la Agencia Tributaria para cumplir con una serie de criterios que garanticen la integridad, conservación, trazabilidad e inalterabilidad de los registros de operaciones. Y si tenemos software antiguo o que no cumple con esta certificación pueden sancionar a un negocio o autónomo si el programa no está actualizado.