Caleidoscopio
animación de esta época, y John Kricfalusi, el visionario creador de Ren y Stimpy, Cartoon Network lanzó en 1995 la iniciativa What a Cartoon!, desconcertantemente llamada Que Historia Tan Maravillosa: el Show en Latinoamérica. Con fuertes aspectos experimentales esta serie de antologías animadas funcionó para probar pilotos previamente a la producción de series animadas originales de Cartoon Network. El primer programa en ser aprobado fue El Laboratorio de Dexter, creado por Genddy Tartakovsky, y fue seguido rápidamente por Johnny Bravo de Van Partible, Las Chicas Superpoderosas de Craig McCraken, la Vaca y el Pollito de David Feiss, Coraje el Perro Cobarde de John R. Dilworth y Ed, Edd y Eddy de Danny Antonicci. Denominados Cartoons Cartoon esas caricaturas fueron éxitos críticos y comerciales que dominaron el escenario occidental de la dibujos animados. Recogieron la lógica de las sitcoms estadounidenses pero con cualidades irreverentes y experimentales que solo la animación permite, además de ser dirigidas principalmente por los artistas, animadores y dibujantes. Debido a su éxito está perspectiva fue la norma durante los primeros años de los 2000. Pero la estabilidad económica trajo aparejada la pérdida de cierta parte de los impulsos experimentales y creativos originales del canal y de esta manera la producción de series animadas comenzó a bajar en cantidad y en calidad. De los sucesores de los proyectos What a Cartoon! solo cuatro pilotos de 17, a lo largo de seis años, alcanzaron éxito económico y para la crítica: Samurai Jack, Los Chicos del Barrio, Las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy y Mansión Foster para Amigos Imaginarios. Los impulsos empresariales comenzaron a dejar atrás a los artistas y creadores, tratando de controlar cada aspecto creativo y copiando las premisas de otras series más exitosas. En 2006 Cartoon Network tomó la 14 decisión radical de cambiar su pro-
gramación argumentando que la falta de grandes éxitos se debía a que la animación ya no era atractiva. Después que un proyecto de antologías para descubrir nuevo artistas y animadores fue cancelado, los creadores originales de las series exitosas de la década del 90 fueron dejando uno a uno el estudio para buscar libertad artística en otra parte. En 2009 Cartoon Network no estrenó ninguna serie animada y el canal comenzó a producir programas de acción viva que, hasta el 2010, constituyeron el grueso de la producción. Lo que Jake y Finn trajeron consigo En 2010 Cartoon Network recogió un piloto producido para el programa antológico Oh Yeah Cartoons! por Frederator, el estudio de animación que Fred Seibert fundó tras dejar el canal en 1996, y que Nickelodeon rechazó tres años antes. Creado por Pendelton Ward, este piloto narraba las disparatadas aventuras de Jake el perro y Finn, por entonces llamado Pen, el humano en la fantástica tierra de Ooo. Es así que Cartoon Network comenzó a producir Hora de Aventura. Este programa desencadenó cambios profundos para todo el mundo de los dibujos animados. La serie no está construida únicamente como una sitcom episódica que explora una premisa cómica hasta que los chistes se agotan, sino que genera una dimensión emocional y mitológica para los personajes y el universo que pretende construir. Embebida en su contexto cultural, Hora de Aventura sostiene preocupaciones más contemporáneas tales como la construcción de utopías sobre las ruinas de la catástrofe, el desarrollo de la identidad y la sexualidad, los efectos de la salud mental debilitada y cómo es que el placer de experimentar el mundo está por encima del sacrificio y el sufrimiento que se pretende imponer para salvarlo. Y además es extraña. Muy extraña. Es una serie de fantasía con dulces gigantes con ros-
tros sonrientes, arcoíris-unicornios que hablan coreano, y en donde una personificación de Abraham Lincoln es el rey de Marte. Bajo esa capa de rareza, ludismo visual y un espectro de humor que varía de tonteras inocentes a indirectas sexuales de una oración a otra, Hora de Aventura cuenta con un equipo de artistas, escritores, dibujantes y animadores salidos del mundo de las historietas independientes y los webcomics que logran darle ese espíritu inventivo. Hora de Aventura trajo consigo una nueva era de posibilidad creativa para la animación en televisión. Siguiendo los pasos de este dibujo animado, Cartoon Network le ofreció una chance a creadores jóvenes con poca experiencia y a series con un tono experimental y fresco tal como los Cartoons Cartoons originales tenían. Un Show Más y El Sorprendente Mundo de Gumball son las otras series emblemáticas que comenzaron junto a Hora de Aventura. Respectivamente la primera es un festival de la nostalgia ochentera que eleva a niveles sobrenaturales el poder que los símbolos del pasado encierran y la otra es el placer del movimiento engendrado que, diseñada con dedicación y pasión, permite una experiencia trascendental que de-