PSICOTERAPIA
Hipnosis, el trance liberador “La magia no está en las palabras sino en la memoria de quien las escucha” Milton Erickson Por: Leonor Fernández La palabra hipnosis viene de grieg o “πνος”, que significa sueño, sopor y da nombre al dios griego del sueño. La madre de Hipno era Nix, la noche, y en la versión más difundida se dice que tuvo a su hijo sin intervención masculina. El hermano de Hipnos era Tánatos dios de la muerte y según Virgilio (Eneida) ambos habitaban junto a su madre en una oscura cueva, al lado del rio Lete. La amapola será su flor.
Evelyn de Morgan, Night and Sleep; 1878 Sueño y muerte, hermanos: “Ambos eran gemelos y su apariencia física era la misma, muy pocas diferencias había en ellos. Es por ello que los muertos parecen estar soñando eternamente y los que duermen parecen haber muerto por algunas horas.” (www.mitosenespanol.tumblr.com) Creo que su unión va más allá de la apariencia y que hay similitudes transcendentales, pero será en otra ocasión cuando hablemos de ello. Para los más impacientes recordar que el yoga del sueño profundiza en el tema. Tenemos ya claro el origen de la palabra Hipnosis y algunas de las más que sugerencias que ello implica. Aunque curiosamente una de las características de la hipnosis es el evitar que el cliente se duerma. En hipnosis, la persona no pierde en ningún momento la conciencia. Terapia e hipnosis han estado vinculados desde sus orígenes. Los primeros documentos de prácticas de hipnosis fueron descubiertos en Tebas, se trata un extenso papiro (Ebers), fechado en el año 8º del reinado de Amenhotep I (1517AC). En dicho documento se habla de Farmacopea y diferentes enfermedades, ente ellas los primeros esbozos de la depresión nerviosa y técnicas de inducción a estados de trance con fines terapéuticos. Franz Anton Mesmer, (1734-1815) doctorado en Medicina y Filosofía, famoso por sus curaciones milagrosas, con lo que el
denominaba sueño magnético. El atribuía a la energía magnética el estado profundo inducido a sus pacientes. Fueron sus seguidores quienes afirmaron que el efecto producido se debía a la sugestión, y uno de ellos, James Braid (1795-1860) el primero en utilizar el nombre de Hipnosis. Uno de los más destacados Hipnólogos es Milton H. Erickson (19011980), psiquiatra y psicólogo que empleó la hipnosis de una manera respetuosa con sus pacientes poniendo el énfasis en el poder de cada persona, de hecho, dijo que toda hipnosis es una autohipnosis. Empleaba solo la palabra y utilizaba metáforas para ayudar o complementar su intervención. Utilizaba la técnica de la hipnosis en los procesos psicoterapéuticos, con excelentes resultados. Creó su propio método, y formó a prestigiosos psiquiatras y psicólogos. Aunque muchos psicólogos otorgan mucha importancia a las palabras utilizadas en el proceso, para mí estas no son tan esenciales, sin menospreciar su poder, considero que la fuerza terapéutica del proceso está en el paciente o cliente, en su “mundo imaginal” y en la capacidad que tenemos todos para situarnos en diferentes niveles de conciencia. El estado de trance es la pretensión de la hipnosis, en mayor o menor profundidad. La palabra trance viene del latín transīre que significa transitar, transportarse, cruzar. Pasar por un trance, se utiliza para definir momentos de dificultad, también se utiliza esta palabra como sustituta o descripción de la muerte (Tánatos). En todos casos hace alusión al proceso, a un ir más allá. Es importante señalar que en la práctica de la hipnosis no se utilizan sustancias de ningún tipo, aunque la amapola sea la flor de Hipnos. Cuanta menos intervención haya, mejor para el cliente. La visualización puede formar parte del proceso, así como las sugestiones que hagan focalizar la atención del cliente en diferentes sentidos, objetos o partes del cuerpo, a fin de acallar la corteza frontal y pre-fontal, responsable del pensamiento y del estado de vigilia y entrar en otros estados más profundos y mucho más interesantes. La disposición del cliente, la confianza en el terapeuta, va a ser de suma importancia. De ahí que la relación terapéutica sea vital. Es por eso por lo que yo recomiendo que el proceso se haga con un psicoterapeuta experto, que pueda acompañar al cliente en todo lo que va aconteciendo. La utilidad de la hipnosis como técnica psicoterapéutica es variada, es aplicable tanto a estados de estrés como de depresión, ansiedad, fobias, traumas, adicciones, falta de concentración…, siempre dentro de un marco psicoterapéutico. Para terminar, me gustaría dedicar este artículo al profesor Jaume Bordas, con el que realicé mi primera hipnosis, en este caso regresiva, con excelentes resultados en mi vida. Leonor Fernández - Psicóloga colegiada n 7865 Psicoterapeuta Experta en Hipnosis (Universidad de Barcelona) leonor.psique@gmail.com
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