Informe Estudios Caldasianos

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250 Años del Natalicio de Francisco José de Caldas (1768-1816)

Seminario Estudios Caldasianos

Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales Grupo de Historia y Filosofía de la Ciencia

Bogotá D.C., 2018 2


Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales Carrera 28A No. 39A-63 Bogotá D.C., Colombia Tels. +57 (1) 555 04 70 – 268 32 90 accefyn@accefyn.org.co http://www.accefyn.org.co

Seminario Estudios Caldasianos 2018

Bogotá D.C., 2018 3


250 Años del Natalicio de Francisco José de Caldas (1768-1816) Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales Grupo de Historia y Filosofía de la Ciencia Seminario Estudios Caldasianos

Introducción En el marco de la celebración de los 250 años del natalicio del sabio neogranadino, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que lidera las actividades de un Comité formado por reconocidas instituciones a nivel nacional e internacional, celebró un Convenio de Asociación con el Ministerio de Cultura de Colombia para llevar a cabo un ciclo de eventos académicos que resaltaran algunos de los proyectos de investigación que se adelantan en la actualidad sobre las temáticas relacionadas con la vida y la obra de Caldas. La pertinencia de estas investigaciones, que aportan nuevos enfoques historiográficos, metodológicos y documentales sobre Caldas y sobre el desarrollo de la ciencia y la nación colombianas durante el siglo XIX, se hizo evidente durante la realización del Congreso Internacional del Bicentenario de Francisco José de Caldas, que se llevó a cabo en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá entre el 27 y el 29 de octubre de 2016 con motivo de la conmemoración de los 200 años de su muerte. Varios de los conferencistas que se presentan a continuación también participaron en este Congreso Internacional y desde entonces han logrado avances notables que amplían las perspectivas de los Estudios Caldasianos, expresión acuñada en las sesiones del Grupo de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Academia, gestor y promotor de las celebraciones dedicadas al sabio payanés. Esperamos que la reflexión y el análisis alrededor de los temas presentados siga movilizando esfuerzos para dar continuidad a estos espacios y para que los resultados de la actividad académica que se desarrolla en el país llegue a la mayor cantidad de personas que sea posible y de esta manera avanzar en la misión de rescatar el patrimonio científico, cultural e histórico de Colombia.

Bogotá, D.C., 2 de agosto de 2018.

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Seminario Estudios Caldasianos Sesión de marzo 21 de 2018 “Caldas y la Geografía de las Plantas”1 Lugar: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 1. Presentación de la sesión El Dr. Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, dio la bienvenida a los asistentes y luego de agradecer a las instituciones que han contribuido a la realización de las actividades destinadas a rendir homenaje a la vida y la obra científica de Francisco José de Caldas, procedió a presentar el programa del Seminario de Estudios Caldasianos para el primer semestre del año, que contará con los auspicios del Ministerio de Cultura. Esta programación hace parte de la celebración de los 250 años del natalicio del sabio neogranadino, efemérides incluidas en el calendario de celebraciones de la UNESCO gracias a las gestiones adelantadas en 2017 por la Academia y el Comité interinstitucional2. La iniciativa de hacer este seminario partió del Dr. Luis Carlos Arboleda, coordinador del Grupo de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Academia. El ciclo de seminarios se compone de dos partes. En primer lugar, están las sesiones programadas una vez al mes en la sede de la Academia, siempre un día miércoles de 9 a.m. a 12 m. Estas sesiones están destinadas al público académico y se enfocan en el análisis de uno de los aspectos de la obra científica de Caldas, contando con la participación de dos conferencistas invitados y de un comentarista. El 28 de febrero se realizó la primera sesión en la ciudad de Manizales por invitación de la Universidad de Caldas, que incluyó el evento en el marco de la apertura de su nuevo centro de ciencia “Francisco José de Caldas”, ubicado en el edificio que fue diseñado para tal fin por el arquitecto Rogelio Salmona, el cual no se terminó a tiempo. De todas formas, el seminario se celebró en las instalaciones de la universidad. Las otras sesiones tendrán lugar los días 18 de abril, 16 de mayo, 20 de junio y 25 de julio. Las jornadas regionales constituyen la otra faceta del ciclo de seminarios y están destinadas a divulgar a un público amplio las temáticas abordadas en las sesiones académicas, al igual que los avances de investigaciones que se encuentran en curso en diversas instituciones y que involucran aspectos específicos de la obra de Caldas. Tendrán lugar en las ciudades de Bucaramanga, Ibagué, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Tunja, Villavicencio, Pasto y Cali. Interesada en lograr una mayor cobertura de estos eventos, la 1

Esta sesión fue reseñada en la nota “La Academia con presencia Nacional. Parte 2. Bogotá, miércoles 21 de marzo de 2018”, en el Boletín Electrónico de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 6, No. 3, abril 10 de 2018, p.3. 2 Ver las notas de prensa: “Unesco se une a las celebraciones del 250 aniversario del nacimiento del sabio Caldas”, disponible en línea: http://www.cancilleria.gov.co/newsroom/news/unesco-une-celebraciones-250aniversario-nacimiento-sabio-caldas; “Unesco aprobó apoyo al homenaje a Francisco José de Caldas por 250 años de su nacimiento”, disponible en línea: https://accefyn.com/wp/noticias/

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Academia utilizará canales virtuales para su transmisión en vivo, junto con la divulgación de los mismos a través de su boletín electrónico y su página web. Las redes sociales y otros medios de comunicación de los miembros del comité interinstitucional y de las instituciones participantes cumplirán el mismo papel para llegar a la mayor audiencia posible. El Dr. Forero resaltó la participación a través de la plataforma Zoom, entre otros, de Xavier Ballbé, miembro del equipo cultural del Concello de Caldas de Reis en Galicia, entidad que hace parte del comité interinstitucional. Adicionalmente, en el segundo semestre del año el comité prepara la realización del congreso internacional de los 250 años en la ciudad de Popayán los días 24, 25 y 26 de octubre. Entre las recientes publicaciones sobre Caldas, el Dr. Forero presentó las nuevas ediciones de las obras Orden natural y orden social. Ciencia y política en el semanario del Nuevo Reyno de Granada del profesor Mauricio Nieto Olarte (Universidad de los Andes, 2009) y de la Memoria histórica sobre la vida, carácter, trabajos científicos i literarios, i servicios patrióticos de Francisco José de Caldas, escrita por su discípulo Lino de Pombo O’Donell y publicada por entregas en el periódico bogotano “La Siesta” en 1852 (Instituto Caro y Cuervo, Imprenta Patriótica, 2016). Finalmente, indicó que la Academia aprobó la elaboración de la Medalla Humboldt-Caldas que resalta los trabajos más importantes en el ámbito de la biogeografía en nuestro país. Esta distinción se inspiró en la medalla DarwinWallace que otorga la Sociedad Linneana de Londres a las investigaciones destacadas sobre biología evolutiva. Por su parte, el Dr. Luis Carlos Arboleda, coordinador del grupo de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Academia, expuso el objetivo principal de este equipo de expertos, que consiste en resaltar las investigaciones novedosas sobre el saber científico en Colombia, al tiempo que busca analizar el proceso de irrupción de la ciencia moderna en nuestro país en el siglo XIX. En el caso del Sabio Caldas, el congreso internacional realizado en Bogotá en 2016 demostró que en la actualidad existen investigaciones diversas y novedosas sobre su vida y su obra. Con base en este panorama, el grupo diseñará un balance y perspectivas de lo que podrían ser las líneas de investigación sobre Caldas en lo sucesivo, presentando sugerencias sobre la dirección que podrían tomar estos estudios, al tiempo que mostrará su relevancia y su impacto frente a un público cada vez más amplio en diversos puntos del territorio nacional, especialmente entre la juventud. 2. Conferencias 2.1. “Alexander von Humboldt y la cooperación transcontinental en la Geografía de las plantas: una nueva apreciación de la obra fitogeográfica de Francisco José de Caldas” 3. Alberto Gómez Gutiérrez.

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Presentación basada en el artículo: Alberto Gómez Gutiérrez, “Alexander von Humboldt y la cooperación transcontinental en la Geografía de las plantas: una nueva apreciación de la obra fitogeográfica de Francisco José de Caldas”, en HiN (Revista internacional de estudios humboltianos), ISSN: 1617–5239. HiN XVII, 33 (2016). Disponible en línea: http://www.hin-online.de/index.php/hin/article/view/238/446

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A manera de introducción, el profesor Gómez, director del Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana y miembro correspondiente de la Academia, explicó que luego de asistir hace unos años a una conferencia sobre la obra científica del Barón Alexander von Humboldt, se dedicó a investigar sobre el sabio prusiano y a través de él, llegó a interesarse por Caldas. Siguiendo un eje estrictamente cronológico, llevará a cabo una revisión detenida de los conceptos que se relacionan con la phytographia en Humboldt y en Caldas, para resaltar los aportes de éste último al desarrollo de la disciplina. Su ponencia se basa en la información consignada en las siguientes fuentes de referencia: - El cuaderno inédito de viajes y observaciones de Caldas (1802-1807) que la Universidad Javeriana adquirió en 2016 en el anticuario de Rodolphe Chamonal de París. El documento consta de 118 folios manuscritos y 76 folios en blanco. Su índice fue comentado por el doctor Gómez en la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 4. - El Diario de viajes de Francisco José de Caldas, que describe su ascenso al volcán Cotacachi en la Provincia de Quito, publicado por primera vez en Madrid por Agustín Barrero (1933) y posteriormente por Reinhard Andress y Mauricio Nieto Olarte (Universidad de los Andes, 2013). El manuscrito original se conserva en Lilly Library, Indiana University, Bloomington. - Lista de secuestros de los bienes de Caldas (mayo 22 y junio 18 de 1816), donde se mencionan sus cuadernos manuscritos. - Referencias sobre sus cuadernos de viaje que consignó Caldas en su correspondencia. - Alusiones del payanés a las diferencias de altitud relacionadas con la ubicación de las plantas (barométrico-botánicas), sin tener en cuenta los datos de longitud ni latitud (biogeográficas). Proyecto de elaborar cartas botánicas, mineralógicas y zoológicas del Reino (referencia a topónimos). La Fuente original de la geografía de las plantas. El dibujo de 1803, que se conserva hoy en el Museo Nacional de Colombia en Bogotá, lleva por título “Géographie des plantes près de l´Equateur. Tableau physique des Andes et pais (sic) voisins, dressé sur les observations et mesures faites sur les lieus en 1799–1803”. Este dibujo acompañaba un texto que llevaba probablemente el mismo título y que fue firmado por Humboldt en febrero de aquel año de 1803 en Guayaquil. Una vez terminados, el texto y el dibujo fueron enviados a José Celestino Mutis, quien se había radicado en Santafé de Bogotá desde 1760 y había sido nombrado director de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada a partir de 1783. A la fecha, no hay rastro de este texto diferente a 4

Alberto Gómez Gutiérrez. “Un manuscrito póstumo e inédito de 200 años: cuaderno de viajes y observaciones de Francisco José de Caldas entre 1802 y 1807”. En Revista Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 40, Núm. 156 (julio-septiembre de 2016): 380-381. Disponible en línea: https://www.raccefyn.co/index.php/raccefyn/article/view/413/0Alberto

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la copia que Humboldt conservó al regresar a Europa y que leyó “en la clase de física y matemáticas del Institut National [de París] el [7 de enero de 1805]”. Humboldt hizo llegar su dibujo y texto manuscritos de 1803 a Juan Pío Montúfar (1758–1819), Marqués de Selva Alegre, para que este los remitiera a Mutis. El Marqués los entregó en Quito, con uno o dos meses de retraso, a Francisco José de Caldas, quien se refirió a este hecho en una carta a Mutis firmada en Quito el 21 de abril de 1803: “El señor Barón de Humboldt, que partió ha dos meses de Guayaquil, remitió a manos del señor Marqués de Selva Alegre un cañón de lata, que contenía una memoria sobre la geografía de las plantas. Este no sé por qué motivo la retuvo en su poder mucho tiempo, y no me la entregó para su remisión por mi mano, según la voluntad del mismo Barón. Yo la he detenido quince días para tomar una copia, y la remito ahora acompañada de una friolera mía, casi en el mismo género, que espero la reciba usted con bondad” 5. Esta es la primera evidencia que permite asociar a Humboldt y a Caldas en el dominio de la fitogeografía, después de múltiples evidencias de interacción científica indirecta y luego directa, entre los primeros días de julio de 1801 y los primeros días de abril de 1803. Humboldt realiza una inusual dedicatoria múltiple y sucesiva de su obra sobre la geografía de las plantas: primero a José celestino Mutis, botánico español en la Nueva Granada, luego a Antoine-Laurent de Jussieu y a René Desfontaines, dos botánicos franceses en París, y finalmente a Johann Wolfgang von Goethe, literato y naturalista alemán en Jena. Podría interpretarse, más allá de la evidente importancia que el prusiano daba a su producción, como un gesto protocolario de Humboldt a quienes le sirvieron de inspiración o fundamento para su teoría a ambos lados del Atlántico. De la geografía de las plantas y la nivelación de las plantas Para tratar sobre los hallazgos coincidentes de Humboldt y de Caldas en el dominio de la fitogeografía (o, como Caldas la llamó: “fitografía”), es necesario volver al texto original de Humboldt en 1803. La Geografía de las plantas El botánico H. Walter Lack en uno de los capítulos de su obra Alexander von Humboldt and the botanical exploration of the Americas 6, indica que Caldas tomó la iniciativa de publicar el texto de la Geografía de las plantas en 1809, siete meses después de la muerte de Mutis, con base en la traducción del francés solicitada a Jorge Tadeo Lozano. No se conoce ninguna referencia explícita de Humboldt a esta publicación en español en Bogotá, diferente al aval condicionado que le otorgó cuarenta años después en París, cuando Joaquín Acosta reeditó una selección de textos del Semanario del Nuevo Reyno de Granada, que tituló, en 1849, Semanario de la Nueva Granada. Miscelánea de ciencias, literatura, artes e industria, publicada por una sociedad de patriotas granadinos bajo la dirección de Francisco José de Caldas. Nueva edición corregida, aumentada con varios opúsculos de F. J. de Caldas, 5 6

Carta No 81. A José Celestino Mutis. Quito, abril 21 de 1803. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 227. H. Walter Lack. Alexander von Humboldt and the botanical exploration of the Americas. 2009, p. 45 – 49.

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anotada y adornada con su retrato y con el cuadro original de la Geografía de las plantas del Barón de Humboldt. Caldas, por su parte, había publicado el texto original de Humboldt en Bogotá en cinco entregas semanales entre el 23 de abril y el 28 de mayo de 1809, en los números 16 al 21 de su Semanario del Nuevo Reyno de Granada 7. Este texto de Humboldt estaba antecedido por una ¨Prefación” del neogranadino, para ofrecer un contexto a la obra del prusiano y fue sucedido por una serie de veinticuatro “Notas del Editor” en tres números consecutivos (del número 21 al número 24 del Semanario, páginas 161–189). Al finalizar su “Prefación”, Caldas advertía a los suscriptores del Semanario: “Sentimos no poder acompañar a esta traducción la lámina interesante, y luminosa que formó el Autor para la inteligencia de esta obra. La falta de planchas y de Gravadores (sic) nos obligan a suprimirla. Pero conociendo la necesidad que tiene de ella esta sabia producción, hemos encargado un exemplar (sic) al M[aest]ro D[on] Antonio García [del Campo (1744–1814)] para que calcándolo forme copias exactas. Los que quieran sacar todo el fruto que promete la Geografía de las plantas, pueden ocurrir al dicho García, quien nos ofrece dar un exemplar, en papel de marca, por el moderado precio de 2 pesos fuertes. Santafé y Abril 18 de 1809”. No hay rastros de las copias de García y solo se conserva en el Museo Nacional de Bogotá la lámina coloreada y manuscrita original de Humboldt, con la geografía de las plantas centrada en el Chimborazo. La Nivelación de las Plantas: El texto que Caldas había anunciado a Mutis en su carta de Quito en abril 21 de 1803, como una “friolera” y que acompañaba el manuscrito original de Humboldt, era la Memoria sobre la distribución de las plantas que se cultivan en la vecindad del Equador, firmada en Quito el 6 de abril de 1803, con un croquis fechado el mismo día que representaba el perfil de las montañas que separan a Quito de Bogotá, el cual, de acuerdo con su título, había sido elaborado […] conforme á las Observaciones barométricas hechas desde 1796 hasta 1802 por F. J. de C, quien la dedica, con todos los sentimientos del más vivo reconocimiento, á sus ilustres protectores D[o]n Joseph Celestino Mutis y D[o]n Joseph Ignacio de Pombo 8. La Memoria de Caldas sobre la distribución de las plantas iniciaba así: “En todos los pequeños viajes que he podido verificar dentro del Virreinato de Santa Fe, mi primer cuidado ha sido observar la elevación, la calidad y los límites a que está reducido el cultivo de las plantas útiles y de que depende nuestra subsistencia. Desde 1796, en que 7

“Geografía de las Plantas o Quadro físico de los Andes equinoxiales, y de los países vecinos; levantado sobre las observaciones y medidas hechas sobre los mismos lugares desde 1799 hasta 1803, y dedicado, con los sentimientos del más profundo reconocimiento, al ilustre Patriarca de los Botanicos Don Joseph Celestino Mutis por Federico Alexandro Barón de Humboldt. En Semanario del Nuevo Reyno de Granada, Núm. 16. Santafé, 23 de abril de 1809, p. 121-128 al Núm. 21. Santafé, 28 de mayo de 1809, p. 161-163. 8 Francisco José de Caldas. Manuscrito inédito, Real Jardín Botánico de Madrid, Div. III M00515–M00519.

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comencé a ver estas cosas con reflexión, hasta hoy (Abril de 1803), he recogido un número considerable de observaciones y de hechos; los he comparado, he ordenado este material, y creo que ya puedo sacar algunas consecuencias generales. No es una obra acabada la que presento: conozco que estamos muy distantes de la perfección, que nos faltan hechos y que no tenemos el número necesario de observaciones para dar la última mano a la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador. Esta ciencia, de que apenas existe el nombre, debía ser el primer objeto de nuestros viajeros y de los hombres observadores que viven en los diferentes pueblos del Virreinato: la utilidad y las ventajas que sacaría nuestra agricultura de este género de trabajos son conocidas de todos y por tanto no necesito entrar en un pormenor circunstanciado. La lámina adjunta representa un corte de todo el terreno a que se extienden mis observaciones: comienza desde la 4° 36‘de latitud boreal hasta 0° de latitud austral; es decir, desde Santafé hasta Quito9. Pero un año antes de esta Memoria, en los primeros meses de 1802, Caldas había escrito ya otro texto relacionado con la geografía de las plantas: se trataba del “Plan de un viaje proyectado de Quito a la América septentrional, presentad[o] al célebre director de la Expedición Botánica de la Nueva Granada, D[on] José Celestino Mutis, por F. J. de Caldas”. Así, en abril 21 de 1802, exactamente 365 días antes de remitir a Mutis el trabajo de Humboldt sobre la Geografía de las plantas con su “friolera” titulada “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Equador”, Caldas había adjuntado al director de la Expedición Botánica, en el plan de viaje de Quito a la América septentrional, una clara descripción pionera de la fitogeografía, con la particular advertencia de que “nada [había] manifestado al Sr Barón de estos materiales”: “Yo siempre he visto con fastidio una carta en que no se leen sino nombres de pueblos miserables. Más vale en ella el lugar, la patria de una planta, de un mineral, de una especie de animales, de una fuente termal, etc., que ese montón de nombres bárbaros que apenas podemos pronunciar. En este momento ¡qué bello, qué interesante sería poner al frente de la Flora de Bogotá una carta botánica del reino, que así quiero llamar una carta en que, suprimiendo tanto pueblo obscuro, tántos arroyos de ninguna consideración, se sustituyeren en su lugar las plantas útiles a las artes, al comercio, a la salud ¡Qué placer ver de una ojeada la patria del cacao, del té, de la nuez moscada, del almendrón, de la quina, etc.! ¡Qué bella fachada para el templo de la Flora!... En este género he trabajado mucho, y el fruto más precioso que he sacado es cierto hábito de ver, de medir y de diseñar los países con facilidad…Nada he manifestado al señor Barón de estos materiales, a excepción de la carta de Timaná, que es uno de mis primeros ensayos. Una de las cosas que he notado en los trabajos geográficos de este sabio, es que mezcla lo

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“Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador”. En Jorge Arias de Greiff, et al. Obras Completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966, p. 335-336.

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cierto con lo dudoso; que, deseoso de abrazarlo todo, diseña al lado de un retazo digno de D´Anville, otro por simples relaciones de gentes ignorantes” 10. Y más adelante, en esta misma memoria de 1802, refiriéndose puntualmente a las tareas botánicas a acometer en el viaje propuesto, Caldas le indica a Mutis: ¡Qué curioso, qué digno de Mutis sería notar las elevaciones en que se crían las plantas, y al tiempo que en la soberbia Flora de Bogotá se diga: habita en Quito, se añada de un modo preciso: a tantas toesas de elevación sobre el mar!… ¿No sería nuevo y al mismo tiempo hermoso dividir en 12 zonas, de una pulgada en el barómetro de ancho cada una, toda la parte de la tierra que es capaz de vegetar? ¿No sería nuevo asignar a cada planta sus límites, y de un modo lacónico y exacto decir: habita en la zona primera, habita desde la tercera hasta la quinta, y así las demás? Yo he proyectado unas nivelaciones barométrico-botánicas semejantes a las que el Sr. Barón de Humboldt ha construido con solo el objeto de dar idea de las diversas alturas del terreno. Las divido en doce zonas, que no serán iguales en anchura, porque las superiores irían gradualmente aumentando su elevación, y coloco en cada una las plantas que vegetan en ella. Si alguna crece en dos, tres o más, se pone en la inferior y en la última, y esto anuncia que prospera en las intermedias. Esta idea me toca, la creo nueva y digna de ensayarse 11. Lo mismo propuso Caldas por escrito en su plan pionero de abril de 1802, sobre los animales (“nivelaciones zoológicas”) y sobre los minerales (“nivelaciones mineralógicas”) 12. Un resultado concreto de esta propuesta teórica de Caldas, además de una serie de mediciones de límites máximos y mínimos de diferentes plantas en el curso de sus viajes del segundo semestre de 1802, sería el croquis centrado en el cerro de Imbabura que el payanés remitió a Mutis desde Ibarra en septiembre 21 de ese mismo 1802 – seis meses después de enviarle su plan de viaje, y más de seis meses antes de conocer el croquis de Humboldt –, con las siguientes palabras: “remito a usted un diseño imperfecto, hecho a lápiz sobre esta montaña y la descripción que he podido”. Este llevaba el título de “Nivelación de 30 especies de plantas puestas sobre la vista occidental de Imbabura, montañas en las cercanías de Ibarra” 13. Como no hay evidencia de que Caldas hubiera tenido en sus manos ningún diseño previo de Humboldt sobre la Geografía de las plantas, se pueden proponer, en este punto, tres conclusiones preliminares:

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“Memoria sobre el plan de viaje proyectado de Quito a América septentrional, presentada al célebre Director de la Expedición Botánica de la Nueva Granada, Don José Celestino Mutis, por F.J. de Caldas”. En Obras Completas de Francisco José de Caldas, p. 309. 11 “Memoria sobre el plan de viaje proyectado de Quito a América septentrional, p. 311-312. 12 “Memoria sobre el plan de viaje proyectado de Quito a América septentrional, p. 313-316. 13 “Nivelación de 30 especies de plantas puestas sobre la vista occidental de Imbabura, montañas en las cercanías de Ibarra”. En Mauricio Nieto Olarte, et al. La obra cartográfica de Francisco José de Caldas. Bogotá: Uniandes-ACCEFYN-ACH-ICANH, 2006, p.152.

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- Que Caldas había concebido ya en 1802, exactamente un año antes del manuscrito de la Geografía de las plantas de Humboldt, un esquema teórico sobre la biogeografía. - Que la “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Equador”, de abril de 1803, con su correspondiente lámina en cuatro folios y dividida en nueve zonas, se puede considerar: como un antecedente, o como una producción simultánea de la primera lámina conocida de Humboldt, con la consideración suplementaria – y exclusiva de Caldas para esos años de 1802 y 1803 –, de las latitudes en las que se encuentran distribuidas las plantas útiles. - Que, con base en las fechas reportadas por Caldas en este perfil múltiple de 1803, su trabajo y consideraciones sobre la distribución de las plantas se había iniciado en 1796, es decir al menos cinco años antes de su encuentro personal con Humboldt en el paso de 1801 a 1802. En este sentido, el profesor Gómez ilustró con una secuencia cronológica el origen del concepto de la fitogeografía en Caldas, que antecede al perfil del Imbabura, haciendo alusión a las referencias consignadas en sus cartas de 1801 a Santiago Arroyo (marzo 20, junio 20, julio 5, julio 20, septiembre 21)14. El desarrollo de la Nivelación de las Plantas de Caldas entre 1803 y 1809. Ya en el mes de octubre de 1803, en las notas manuscritas de Caldas en el curso de su “Viage de Ybarra a Ynta” aparece una clara crítica a lo que el payanés había visto seis meses antes, en abril de 1803, en la Geografía de las plantas que Humboldt había remitido a Mutis: Yo incisto (sic) sobre este punto porque deseo con ansia que el Botánico reúna en sí los conocimientos físicos, y Matemáticos para poder ensanchar los límites de la ciencia que hasta hoy á estado reducida a la simple nomenclatura. [Hipólito] Ruiz [López (1754–1816)] cree hallar en la península temperamentos análogos para connaturalizar en España muchas especies de Cinchona; ¿pero sabe él la presión atmosférica que exige cada una de estas especies, presión fuera de la cual no puede prosperar? […] El Barón de Humboldt ha tocado ligeramente esta materia; pero de un modo muy imperfecto, que necesita de grado mayor de perfección ¿De qué sirve y qué luces puede subministrar ver el nombre de Genciana en la parte elevada, el de Molina en la media, y el de Coccos en la más baja de la bejetación de nuestro glovo?¿Quiere decir esto que todas las especies de aquellos géneros se producen solamente en la línea que los indica? Este es un herror. ¿Quiere decir que sola una especie del género se cría en la altura que señala? No la expresa, y aún quando la expresara nos induciría en otro error, pues sabemos que no hay planta que no tenga por domicilio una zona de muchas toesas de elevación. Bien ha conocido este viagero el peso de estas reflexiones quando señala el límite superior e inferior de la vegetación de la Cinchona; pero confunde las especies, [aun] quando gratuitamente le concedamos la estabilidad de los 14

Carta No 33. A Santiago Arroyo. Popayán, marzo 20 de 1801. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 75-79; Carta No 38. A Santiago Arroyo. Popayán, junio 20 de 1801. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 91-95; Carta No 39. A Santiago Arroyo. Popayán, julio 5 de 1801. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 96-100; No 40. A Santiago Arroyo. Popayán, julio 20 de 1801. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 100-104; No 44. A Santiago Arroyo. Quito, septiembre 21 de 1801. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 117-120.

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límites que prescribe. Confesemos de buena fe que no está la Botánica todavía en estado de señalar los límites de la vegetación de las especies; que no es obra de un hombre solo […] A nosotros nos toca echar los fundamentos, acumular hechos y entregarlos al siglo venidero, para que reúna, convine y saque las consequencias que hoy queremos deducir con ligereza, y tal vez con error15. A partir de ese mismo año de 1803, Francisco José de Caldas siguió afinando su representación biogeográfica en el espectro de un poco más de 13 grados de latitud, y en las altitudes que le ofrecían las montañas de la cordillera de los Andes entre Bogotá y Loja, al norte y al sur del ecuador, siempre con énfasis en las plantas útiles como se puede apreciar en sus obras inmediatamente posteriores: las primeras dos fechadas en 1804 (Nivelación de las Quinas)16, y las dos series subsiguientes, más complejas, tal y como fueron descritas con algún detalle al Secretario de Virreinato en septiembre 30 de 1808, dos semanas después del fallecimiento de Mutis en Bogotá, con el propósito aparente de aclarar sus funciones sucesivas en el seno de la Expedición Botánica ahora acéfala: Los informes oficiosos del Barón de Humboldt y algunos trabajos que yo había mandado al señor Mutis, comenzaron a hacerme conocer de este botánico. En 1802 me agregó a su Expedición con las esperanzas y con las expresiones más lisonjeras, como lo puedo justificar con su correspondencia. …Bajo este concepto empecé mis excursiones en julio de 1802. Salí de Quito y me trasladé a Ibarra y a Otavalo; recorrí estos dos Corregimientos; levanté la carta apoyada sobre observaciones astronómicas y geodésicas; medí las montañas de Cotacache, Mojanda e Imbabura; entré en el cráter de este último volcán, y sobre todo colecté cuantas plantas se me presentaban, las describí y diseñé por mi mano. Aquí fue donde comencé a recoger los materiales para mi grande obra, que debe intitular Geografía de las plantas del Virreinato de Santafé, obra inmensa, complicada y original, obra que exige profundos conocimientos en la geografía, en la astronomía, en los meteoros y sobre todo en el barómetro y sus medidas. De aquí el cuidado de perfeccionar este instrumento, de aquí mis indagaciones y tal vez descubrimientos, de aquí el haberlo transportado a espaldas a todos los lugares, y de haber señalado con él en la mano todos los puntos en que vegeta cada planta. Entre los manuscritos de Mutis debe existir una Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del ecuador que formé en 1802, fruto de mi viaje de Popayán a Quito en 1801, y que remití y dediqué a Mutis. Esta pequeña obra es como un ensayo ligerísimo de la que posteriormente he emprendido con nuevos viajes, nuevos libros y nuevos conocimientos. En ella se hallarán observaciones originales y bien importantes al cultivo del trigo y a otros frutos. ¡Cuánto se han ensanchado mis ideas sobre este objeto favorito de mis indagaciones! Si hallo apoyo y tengo el tiempo necesario, verá la Nación una Carta Botánica del Reino; verá todos los Andes en perfiles desde 40 ½ grados de latitud austral 15

Citado en Alberto Gómez Gutiérrez. “Alexander von Humboldt y la cooperación transcontinental en la Geografía de las plantas: una nueva apreciación de la obra fitogeográfica de Francisco José de Caldas”. En HiN (Revista internacional de estudios humboldtianos), ISSN: 1617–5239. HiN XVII, 33 (2016), p. 35-36. 16 “Nivelación de las quinas en g[ene]r[a]l y de la de Loxa en particular (1804)”. En Mauricio Nieto Olarte, et al. La obra cartográfica de Francisco José de Caldas, p.153-154.

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hasta 9 ½ de latitud boreal; verá a qué altura nace cada planta, qué clima necesita para vivir, y cuál es el en que prospera mejor. Mutis ni todos sus dependientes podrán negar que este modo general y filosófico de mirar la vegetación no lo he aprendido en su casa, en donde jamás se ha pensado en salir del camino común y trillado17. Pero antes de repasar las series referidas en este informe oficial de 1808, las cuales, como se verá, se volverán a mencionar en julio y en noviembre de 1809, se debe recordar que en el mes de enero de 1809 Caldas iniciaría la publicación periódica de informes científicos propios y ajenos de muy diversa índole en el Semanario del Nuevo Reyno de Granada, entre los que insertó, justamente, la traducción al español de la Geografía de las plantas de Humboldt de 1803, con textos suyos pre y posliminares (la “Prefación” y las “Notas”) 18. Entre sus “Notas”, Caldas registró un párrafo particular que permite contrastar el trabajo de este contemporáneo neogranadino de Humboldt en el dominio de la fitogeografía: Nosotros, que hemos viajado dentro del virreinato por orden y a expensas de la Real Expedición Botánica de Santa Fé y de D[on] José Ignacio Pombo, que hemos visitado muchos lugares que nos son comunes con Humboldt, en una palabra, que hemos seguido de cerca los pasos de este viajero ilustre, con los mismos objetos y con la Geografía de las plantas en la mano, parece que nos hallamos autorizados para advertir al público lo que hemos notado sobre esta producción interesante del mártir voluntario del galvanismo. No es prurito de escribir, no es la necia vanidad de exagerar los descuidos de los hombres grandes la que nos obliga a poner algunas notas. El amor a la verdad, el deseo de ilustrar algunos puntos de física y de historia natural de nuestros países son los motivos que nos mueven. Respetando las luces los vastos conocimientos y los grandes talentos de este viajero extraordinario, más respetamos la verdad 19. Y para precisar por qué se sentía autorizado para advertir al público lo que había notado en esta producción de Humboldt, Caldas incluyó un párrafo a pie de página en donde decía: …ha muchos años que reunimos materiales y observaciones para una obra intitulada Fitografía del Ecuador, trabajando sobre un plan más vasto y tal vez más útil al comercio, a la agricultura y a la medicina vegetal. Como a Humboldt, la quina ha llamado toda nuestra atención. Bajando y subiendo los Andes en todos sentidos, desde los 4° 30’ [de] lat[itud] S[ur], hasta 5° 25’ [de] lat[itud] N[orte], hemos podido fijar irrevocablemente los términos, no sólo del género Cinchona como lo ha hecho el autor de esta obra, sino también los de todas las especies que lo constituyen. Las plantas que cultivamos, las que sirven en las artes y para restablecer nuestra salud, son las que nos han merecido la preferencia. Humboldt se 17

Carta No 127. Al Secretario del Virreinato. Santafé, septiembre 30 de 1808. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 286-287. 18 “Geografía de las Plantas o Quadro físico de los Andes equinoxiales, y de los países vecinos; levantado sobre las observaciones y medidas hechas sobre los mismos lugares desde 1799 hasta 1803, y dedicado, con los sentimientos del más profundo reconocimiento, al ilustre Patriarca de los Botanicos Don Joseph Celestino Mutis por Federico Alexandro Barón de Humboldt. En Semanario del Nuevo Reyno de Granada, Núm. 16. Santafé, 23 de abril de 1809, p. 121-128 al Núm. 25. Santafé, 25 de junio de 1809, p. 177-184. 19 “Geografía de las Plantas o Quadro físico de los Andes equinoxiales, en Semanario del Nuevo Reyno de Granada, Núm. 16. Santafé, 23 de abril de 1809, p. 124-126.

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limita a las alturas, y nosotros, después de establecer los términos precisos a que está reducida cada especie bajo del Ecuador, nos atrevemos a señalar la latitud hasta donde extiende su existencia, y por decirlo así, a fijar los trópicos de todas las plantas que hemos sujetado a nuestro examen. Establecemos principios y leyes generales sobre la geografía de la vegetación y creemos haber hecho dar un paso a esta ciencia, que por confesión de Humboldt, se halla todavía en la cuna. A pesar de los esfuerzos que hemos hecho para perfeccionar nuestra Fitografía, aún nos restan [por] verificar muchas observaciones, y un viaje a los Andes del Quindío. Si las circunstancias [y] si mi fortuna me lo permiten, si llego a completar mis conocimientos en este ramo importante de la botánica, los presentaré al público como un testimonio de amor que profeso a mi país y a mis conciudadanos 20. En julio 1º de 1809, en un informe protocolario al virrey del Nuevo Reino, Caldas le refirió sus avances en las tres obras principales a las que estaba dedicado en esos días: en primer lugar, las observaciones astronómicas, en segundo lugar la Cinchografía o geografía de los árboles de quina, formada sobre las observaciones y medidas hechas desde 1800 y, en tercer lugar, la Phytografía o geografía de las plantas del Ecuador comparadas con las producciones vegetales de todas las zonas y del globo entero, formada sobre medidas y observaciones hechas en la vecindad del ecuador, desde 1800 hasta … Sobre esta última obra decía lo siguiente: “Tres partes principales contiene esa obra levantada sobre un vasto plan: 1ª. Las plantas medicinales o la Geografía médica de los vegetales; 2ª. Las plantas útiles a las Artes, las que sirven a nuestra subsistencia, o la Geografía económica de los vegetales; 3ª. Plantas cuyos usos no conocemos, o la Geografía de la vegetación en general. A estas tres partes procede una introducción o discurso sobre los grandes fenómenos del globo acerca de la congelación, del término constante de las nieves eternas, los límites de la vegetación, la temperatura, electricidad, meteoros, etc., con relación a la Geografía universal de la vegetación de nuestro planeta. Esta obra, inmensa, complicada, difícil, que exige profundos conocimientos en la Astronomía, en la Geografía, en la Botánica, en la Física y en el Cálculo, ha dado algunos pasos importantes en estos últimos meses. A pesar de esto, confieso que aún está atrasada, y que necesito muchos meses de meditaciones y de cálculos para poderla presentar a Vuestra Excelencia. Ella aguarda el viaje a los Andes de Quindío para adquirir todo su esplendor y correr a la perfección deseada. El fondo de esta obra lo hace una Carta Botánica del Reino. El lugar que ocupan los pueblos, las villas, las ciudades, las colinas, los arroyos, lo llenan las producciones vegetales del Virreinato. Poco contento con manifestar la localidad de las plantas que hacen el objeto de mis indagaciones he formado perfiles de los Andes desde 4°30‘ latitud austral hasta 4°30‘ latitud boreal. Suponiendo el ojo del observador a muchas leguas de distancia al Occidente de esta famosa cadena de montañas, las proyecta al Oriente sobre un fondo azulado mezclado de nubes. Aquí se ve la fisonomía de las puntas más elevadas, los volcanes, los pueblos, las ciudades, los valles, las plantas proyectadas a la altura en que nacen. Basta una 20

“Geografía de las Plantas o Quadro físico de los Andes equinoxiales, en Semanario del Nuevo Reyno de Granada, Núm. 16. Santafé, 23 de abril de 1809, p. 125.

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simple ojeada para saber qué altura sobre el nivel del Océano y qué latitud tiene cada ciudad, cada punto de estos perfiles. Las plantas sujetas a estas indagaciones presentan el término superior y el término inferior, la zona, el ancho, el centro de su vegetación. ¡Cuántos problemas importantes a la agricultura y al comercio se hallan resueltos satisfactoriamente! Sobre el trigo, el cacao, el café, por ejemplo, señalo la línea, el nivel, la altura a que prospera mejor aquella región en que estos frutos son más abundantes, más aromáticos, más sustanciales y más deliciosos. Estos principios matemáticos, estos cálculos aplicados a la vegetación y a la agricultura, son la única guía que tiene el labrador en las operaciones campestres hasta hoy abandonadas entre nosotros a una ciega práctica y a los hombres más rústicos de la sociedad. Diez y ocho grandes láminas contienen estos perfiles, ajustados rigurosamente a las medidas astronómicas, geodésicas y barométricas. Cada perfil tiene su plano, o lo que es lo mismo, topografía de cada trozo de los Andes, de modo que reunidos presentan la carta de los Andes Ecuatoriales a vista de pájaro. Cuando murió el ilustre Mutis, que todavía lloramos, apenas estaban formados diez de estos perfiles. Yo espero en la ilustrada protección de Vuestra Excelencia que mande se concluya esta obra comenzada”21. Cuatro meses después, en noviembre 1º de 1809, tal y como estaba estipulado en su contrato aún vigente en la Expedición Botánica, Caldas vuelve a referir al virrey los avances de su trabajo: …avanzo en las otras dos obras de que hablé a Vuestra Excelencia sobre la geografía de las plantas en general, y en particular sobre las quinas; pero como este objeto es vasto, complicado y difícil, es necesario marchar a paso lento, y siempre con la sonda en la mano. Nada perdono para dar a estas producciones toda la extensión, firmeza y utilidad de que son capaces. Pero ellas no adquirirán el grado de esplendor y de belleza de que son susceptibles, hasta que yo no visite los Andes de Quindío, observe sobre esta inmensa montaña…Hablé ya a Vuestra Excelencia de los perfiles de los Andes desde 4° 30‘ latitud austral hasta 4° 30‘ latitud boreal. Estos perfiles, verdaderamente importantes, y que hacen el fondo de la fitografía, se suspendieron por la muerte de nuestro amado Director, y sería digno de Vuestra Excelencia el que mandase se concluyan. Diez y ocho son las láminas que constituyen esta obra, de las cuales están ejecutadas nueve, y sería bien doloroso que se abandonase en este estado. Uno de los jóvenes pintores las hizo; sírvase Vuestra Excelencia mandar que las continúe”22. El desarrollo de la Geografía de las Plantas de Humboldt entre 1803 y 1851 A partir de 1816, Alexander von Humboldt, encumbrado en las academias europeas, tendría 43 años más de vida con los vínculos científicos y los medios que le permitieron lograr una obra trascendente que no ha terminado de analizarse en su total complejidad. En relación con la geografía de las plantas, publicaría al menos las siguientes seis representaciones gráficas 21

Carta No 134. Al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, julio 1 de 1809. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 304. 22 Carta No 136. Al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, noviembre 1 de 1809. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 308.

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adicionales con su distribución altimétrica, a partir del dibujo original de 1803, incluyendo en estas, solo a partir de 1817, un año después de la muerte de Caldas, la distribución de las plantas en función de la latitud de su hábitat: - 1805/7 – El primer grabado de París, en Essai sur la géographie des plantes, dibujado por Schönberger y Turpin4, grabado por Beaublé e impreso por Langlois. - 1807 – La versión en alemán de ese mismo primer grabado, en Ideen zur eine Geographie der Pflanzen. - 1814 – La transcripción del concepto (y del dibujo) al pico del Teyde en Tenerife (Islas Canarias), y otra del Chimborazo en el Atlas géographique et physique des régions équinoxiales du Nouveau Continent. - 1814 – Una versión complementaria del mismo gráfico del Teyde, pero centrada en el Chimborazo, en el mismo Atlas géographique et physique des régions équinoxiales du Nouveau Continent. - 1817 – Una representación comparada de la distribución de las plantas en tres regiones del planeta, de acuerdo con su altitud y su latitud, en De distributione geographica plantarum. - 1851 – Una nueva representación comparada de la geografía de las plantas en diferentes latitudes, en colaboración con Heinrich Berghaus en Berlín, en su Pflanzengeographischer Atlas. Epílogo La apreciación diferencial, en el contexto global, de dos gestores simultáneos de un mismo concepto en la historia de la ciencia remite, típicamente, al caso de Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, gestores simultáneos de la teoría de la evolución por el mecanismo de la selección natural. Dos recientes escritos en los Proceedings de la Linnean Society of London23, revelan un listado de influencias reconocidas y no reconocidas de los predecesores de Darwin en la historia de las ideas sobre la evolución. Personalmente, encontré que estos listados, así como los listados de precursores de la idea de la evolución referidos por el mismo Darwin a partir de la tercera edición de su obra Sobre el origen de las especies, habían dejado por fuera a un importante predecesor: Alexander von Humboldt. Darwin solo menciona, en el círculo más cercano del prusiano, a Goethe y a Leopold von Buch, un hombre de letras y naturalista aficionado, y un geólogo. Por alguna razón olvidó incluir a Humboldt. A quien no olvidó Darwin fue a Alfred Russel Wallace, a quien él mismo quiso promover, solicitando que su carta de síntesis sobre el mecanismo de selección natural fuera leída en la misma sesión de la Linnean Society con su propio trabajo: los textos correspondientes salieron así publicados en el mismo número de los Proceedings de 1859. Por esta razón, la 23

Tim M. Berra. “Darwin's Harbingers”. En The Linnean. Volumen 31, No 1, April 2015. Giovanni Cristofolini. “A note on Darwin's Harbingers”. En The Linnean. Volumen 31, No 2, October 2015.

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teoría de la evolución se conoce hoy como la “teoría de Darwin y Wallace” – aunque muchos tienden a olvidar al binomio que la ilustre sociedad londinense rememora con una medalla de dos caras que entrega anualmente a sus miembros más destacados. A Humboldt, por su parte, a mi manera de ver, se le olvidó Francisco José de Caldas. El presente texto busca ordenar los fundamentos de esta interpretación. Y también la mayoría de los historiadores han dejado por fuera de sus consideraciones a quien se podía postular como el gestor simultáneo del concepto de la fitogeografía o geografía de las plantas, en la historia de la ciencia. Los elementos específicos de cada aproximación, la de Humboldt y la de Caldas, más allá de la tridimensionalidad, la simetría o la particular georreferenciación en grados de latitud de Caldas en la primera década del siglo XIX, así como los elementos comunes que presentan la Geografía de las plantas humboldtiana y la Nivelación de las plantas o fitografía caldasiana, deben ser materia de análisis detallados que exceden el propósito de este texto. Al finalizar la ponencia correspondiente a esta reflexión en el VIIIème Congrès International et Interdisciplinaire “Sciences, savoirs et politique: Alexander von Humboldt et Aimé Bonpland entre Europe et Amérique Latine” que tuvo lugar en París en el mes de julio de 2016, la pregunta de uno de los asistentes, el académico romanista y germanista Tobías Kraft, deja claro el derrotero a seguir para comprender el aparente olvido del prusiano: “¿Omitió Humboldt deliberadamente a Caldas en sus sucesivas exposiciones de la Geografía de las plantas?”; o se trata más bien de un ejemplo emblemático del distanciamiento y las dificultades de difusión de las ideas americanas desde lo que varios historiadores han llamado la periferia. Termino estas consideraciones con una frase característica de Humboldt que puede resumir bien el sentido de lo dicho: Alles ist Wechselwirkung [Todo es interacción].

2.2. “Contribución de Caldas a la fundación de la geografía de las plantas” 24. Darío Valencia Restrepo Darío Valencia Restrepo, miembro honorario de la Academia, se enfoca en un trabajo de carácter independiente destinado a identificar las publicaciones internacionales que han reconocido los aportes de Caldas al desarrollo de la geografía de las plantas 25. Se sabe que Francisco José de Caldas concibió, antes de su encuentro con Alexander von Humboldt, los fundamentos de la fitogeografía o geografía de las plantas.

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Disponible en línea: http://www.valenciad.com/files/ConferContribCaldasGeografiaPlantas.pdf Artículo basado en la conferencia “Contribución de Caldas a la fundación de la geografía de las plantas”. Darío Valencia Restrepo. Para la primera sesión del Seminario de Estudios Caldasianos en Revista Aleph, ISSN 0120-0216. Edición No.185. Disponible en línea Disponible en línea: http://www.revistaaleph.com.co/component/k2/item/871-franciso-jose-de-caldas-y-la-geografia-de-lasplantas.html 25

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Después de ese encuentro, en 1803 Caldas comenta que ha estado ocupándose de una nueva ciencia o disciplina. Aunque el prusiano ha sido reconocido mundialmente como fundador de esta nueva disciplina, existen varios artículos internacionales y libros que recientemente vienen reconociendo la contribución del neogranadino al respecto. I. Comprobación del trabajo independiente de los dos naturalistas. El libro “Alexander von Humboldt. Su semana en Tenerife 1799” de Alfred Gebauer, se refiere a la visita de Humboldt y Aimé Bonpland a las islas Canarias. “La primera escala en el largo viaje de Alejandro de Humboldt a Suramérica fue la isla de Tenerife. Esta estancia en 1799 duró una semana. Humboldt ascendió al volcán Teide y midió su altura con bastante exactitud; estudio la isla y sus aspectos geológicos, botánicos y astronómicos; visitó el drago milenario en la Orotava y desarrolló su ciencia de la geografía de las plantas26”. Este texto que es la presentación del libro, destaca la actividad de Humboldt en el pico Teide de la isla Tenerife, en especial con respecto a la geografía de las plantas. La lámina fitogeográfica del pico Teide, elaborada por Humboldt años después de su estadía en Tenerife, la cual público en Geographiae plantarum lineamenta, distingue, entre otras, las fajas correspondientes a laureles y palmas27. Es importante señalar que Humboldt se ayudó de datos del pico proporcionados por el francés Auguste Broussonet, quien estuvo en las Canarias entre 1801 y 1804. La información sobre este apoyo se encuentra en un artículo de la profesora Concepción Sanz Herráiz, de la Universidad Autónoma de Madrid28. Humboldt relata en la versión española de su viaje al nuevo continente, publicada en París en 1826, que proporcionará detalles de la geografía de las plantas de la isla de Tenerife. Como no hago sino indicar aquí lo principal de esta descripción botánica, daré en adelante algunos detalles sobre la geografía de las plantas de la isla de Tenerife 29. En efecto, continúa la narración para señalar que existen cinco zonas, describir las plantas pertenecientes a cada una y señalar algunas altitudes.

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Alfred Gebauer, et al. Alexander von Humboldt. Su semana en Tenerife 1799: Inicio del viaje a Suramérica, su vida, su obra. 2009. 27 Alexander von Humboldt. Geographiae plantarum lineamenta. Fitogeografía del pico Teide. 1817. 28 Concepción Sanz Herráiz: Ciencia y arte en el ensayo sobre la «geografía de las plantas», de Alejandro de Humboldt. En Arozena Concepcion, Mª E. y Romero Ruiz, C. (coords). Temas y lugares: homenaje a Eduardo Martínez de Pisón. La Laguna: Servicio de Publicaciones, Universidad de La Laguna. (Publicaciones institucionales. Homenajes; 7), 2016, pp.: 375-386. 29 Alexander von Humboldt, et al. “Viage á las regiones equinocciales del Nuevo Continente, hecho en 1799 hasta 1804. París, 1826, p. 130.

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No puede olvidarse que Carl Ludwig Willdenow es considerado el primero en establecer un conjunto sistemático de principios para la geografía de las plantas, en un trabajo publicado en 1792, y que ese autor fue mentor de Humboldt. En la edición inglesa de ese libro, Willdenow señala: By the History of Plants, is to be understood the influence of Climate on Vegetation; the changes which it is probable plants undergo from the revolutions of our globe; their dispersion over its surface; their migrations; and, lastly, the means persued by Nature for they preservation30. Y luego habla de las zonas cálidas, templadas, frías y muy frías, se refiere a la latitud y la longitud, y considera los cambios de vegetación que se producen por las montañas. Por su parte, Caldas escribió una “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del ecuador”, fechada en Quito el 6 de abril de 1803. Fue enviada con dedicatoria a José Celestino Mutis31. Nivelar en este contexto tiene un sentido topográfico pues relaciona vegetación con altitudes. Caldas informa que la Memoria la elaboró en 1802 y que fue fruto de su viaje de Popayán a Quito en 180132. En sus viajes de 1801 y años anteriores, Caldas efectuó una nivelación de varias plantas entre Santafé y Quito. Ese trabajo está presentado en cuatro láminas, en la primera de las láminas 33 en la parte izquierda pueden verse los puntos correspondientes al cerro Guadalupe y a Santafé; y se observan también los términos superior e inferior del trigo. Es necesario precisar que las láminas hacen parte de la Memoria antes indicada, o sea, solo son conocidas por Mutis en 1803. Una lectura de dicha Memoria pone de presente que Caldas era consciente de haber observado un fenómeno de la naturaleza pues escribe en el primer párrafo de la misma que está ante una nueva disciplina: “Esta ciencia, de que apenas existe el nombre…”; y en el último párrafo de la misma se refiere a un proyecto muy ambicioso: “¿Qué diremos de la nivelación de todas las plantas que produce nuestro suelo? Estoy seguro de que pasarán muchas generaciones antes que la Botánica pueda señalar los límites a que está confinado cada vegetal.”34

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Carl Ludwig Willdenow. The Principles of Botany, and of Vegetable Physiology.Lodres, 1811. p. 402. “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador”. En Jorge Arias de Greiff, et al. Obras Completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966, p. 335 - 344. 32 Carta No 127. Al Secretario del Virreinato. Santafé, septiembre 30 de 1808. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 286. 33 “Nivelación de algunas plantas q[u]e cultivamos en las cercanías de Equador”. Lamina 1. 1803. En Mauricio Nieto Olarte, et al. La obra cartográfica de Francisco José de Caldas. Bogotá: Uniandes-ACCEFYN-ACHICANH, 2006, p.148. 34 “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador”. En Jorge Arias de Greiff, et al. Obras Completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966, p. 335; 343. 31

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II. Encuentro de Caldas con Humboldt y su aproximación a la geografía de las plantas. Los dos naturalistas se encuentran en Ibarra, Presidencia de Quito, hoy Ecuador, el 31 de diciembre de 1801. Después del encuentro, Caldas acompaño a Humboldt y a Bonpland varios meses en la Presidencia de Quito. Gracias a que compartió habitación con Bonpland pudo conocer mucho material de los expedicionarios. Discuten mucho sobre el método hipsométrico desarrollado por Caldas, pero no se conoce bien qué hablaron sobre la geografía de las plantas. Pero existe un indicio en la siguiente referencia dedicada a Caldas de Hermann A. Schumacher en su libro (1884, pág. 154), traducido por Ernst Guhl, después de haberse referido a la geografía de las plantas a la luz del texto de Caldas sobre el proyectado viaje a Quito: En forma semejante debe tratarse la zoología, y también se ha considerado la posibilidad de elaborar un mapa zoológico de la Nueva Granada. “El barón (de Humboldt) me habló de un científico que había empezado a trabajar en este sentido, pero no me acuerdo de su nombre”. Caldas se refería a C. G. Zimmermann, con su Specimen zoologiae geographiae de 177735. En realidad, se trata de Eberhard August Wilhelm von Zimmermann, uno de los primeros en estudiar la distribución geográfica de los animales en su libro de 1777 Specimen Zoologiae geographicae. La cita de Schumacher permite pensar que Caldas y Humboldt discutieron aspectos centrales de lo que hoy se conoce como biogeografía. En efecto, si el prusiano le facilita al neogranadino un libro sobre zoogeografía, con seguridad discutieron también sobre fitogeografía, pues las plantas eran para ellos de mayor interés en ese momento . Es necesario señalar que la visión de Humboldt al respecto era más holística que la de Caldas, pues éste dio preferencia a las plantas que tuviesen un valor económico en lugares específicos, aunque su deseo era extender la observación a la Nueva Granada. Es decir, estaba apuntando hacia una geografía económica. Pero debe precisarse que la fitogeografía del cerro Imbabura, que muestra 30 plantas, no se limita a las de valor económico. Humboldt tenía una visión totalizadora de la naturaleza, con un interés en buscar relaciones en el interior de la misma, así como analogías entre lugares muy diferentes. Por ello, al considerar la Tierra o la biosfera como un organismo vivo, el prusiano ha sido señalado como un precursor de la hipótesis Gaia sugerida por James Lovelock. Así escribe Humboldt en Cosmos: La naturaleza es para la observación reflexiva una unidad dentro de lo complejo; unión de lo diferente en forma y combinación; expresión de las cosas y de la fuerza de la naturaleza como unidad vital. Los Andes se constituyeron en un verdadero laboratorio para Humboldt. Sus considerables alturas, así como su gran biodiversidad, facilitaban el estudio de las zonas de vida para las

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Hermann A. Schumacher. Caldas. Un forjador de la cultura. Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol. Bogotá, 1986, p. 33.

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plantas. A lo que había que agregar la estabilidad del clima con la altitud, algo muy diferente a lo que ocurre en las zonas templadas. Sin embargo, Caldas también estaba consciente de haber encontrado un fenómeno general de la naturaleza: la distribución de la población vegetal como función de la altitud. Vale la pena señalar que en algunas de sus láminas también incluye la variación de las plantas con respecto a la latitud. Así se expresa el neogranadino en la Prefación al trabajo de Humboldt que publicó en el Semanario del Nuevo Reino de Granada: “Humboldt se limita a las alturas, y nosotros, después de establecer los términos precisos a que está reducida cada especie bajo del ecuador, nos atrevemos a señalar la latitud hasta donde se extiende su existencia…”36. Como se muestra en la lámina Perfil de los Andes de Loja a Quito, lámina 6 37, va desde un grado 30 minutos hasta 2 grados latitud sur. Otra diferencia importante con los trabajos de Humboldt es que las láminas fitogeográficas de Caldas no se limitan a una montaña en particular, o la comparación de montañas en la misma lámina, sino a grandes regiones andinas, sobre todo en lo que hoy es Ecuador. Es muy difícil la comparación de las láminas fitogeográficas elaboradas por Caldas y por Humboldt, haciendo un paralelo entre la lámina fitogeográfica del cerro de Imbabura (30 plantas) de Caldas en 1802 y la lámina fitogeográfica de plantas cercanas al ecuador de Humboldt en 1803, la reproducción de la lámina de Humboldt es prácticamente ilegible. Es entonces bien posible que la lámina del Imbabura sea la primera fitogeografía elaborada y conocida entre nosotros. Surgen estas preguntas de interés para investigación en el presente Seminario de Estudios Caldasianos: ¿Puede la lámina de Caldas ser la primera elaborada y conocida en el Nuevo Mundo? ¿Cuál es el primer perfil fitogeográfico elaborado y conocido de Humboldt? III. Publicaciones de Humboldt y Caldas. El prusiano publicó en 1805 la versión francesa de su ensayo sobre la geografía de las plantas (Humboldt A. v., Essai sur la géographie des plantes, 1805) y en 1807 la versión alemana (Humboldt A. v., 1807). Humboldt en esta última no habla de Ensayo sino de Ideas. Como se vio ya el plausible aporte de Caldas al trabajo de Humboldt sobre la geografía de las plantas, conviene buscar si el prusiano dio algún crédito al neogranadino. Escribe

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“Geografía de las Plantas o Quadro físico de los Andes equinoxiales, y de los países vecinos; levantado sobre las observaciones y medidas hechas sobre los mismos lugares desde 1799 hasta 1803, y dedicado, con los sentimientos del más profundo reconocimiento, al ilustre Patriarca de los Botanicos Don Joseph Celestino Mutis por Federico Alexandro Barón de Humboldt. En Semanario del Nuevo Reyno de Granada, Núm. 16. Santafé, 23 de abril de 1809, p. 121-128. 37 “Perfil de los Andes de Loja a Quito”. Lamina 6. En Mauricio Nieto Olarte, et al. La obra cartográfica de Francisco José de Caldas. Bogotá: Uniandes-ACCEFYN-ACH-ICANH, 2006, p.128

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Humboldt en la edición alemana (Humboldt A. v., 1807, pág. 162). Una posible traducción del texto original: Durante mi expedición, he realizado en las cumbres de los Andes una gran cantidad de observaciones sobre el punto de ebullición del agua. Intentos similares del señor Caldas (un joven de Popayán, dedicado con celo incansable a la astronomía y a la descripción de algunas partes de la naturaleza) los daré a conocer en mi cuaderno de viaje. Esta es la única cita sobre Caldas en dicho libro y, como se ve, no se refiere al tema del libro. Algo similar aparece en la edición francesa de 2005. Otras tres publicaciones que se consideraron no mencionan a Caldas o lo hacen para referirse a temas ajenos a la geografía de las plantas. Queda entonces bien claro que Humboldt ignoró totalmente la colaboración que Caldas pudo brindarle con respecto a una ciencia en trance de fundación. Por su parte, Caldas en su “Memoria sobre la nivelación de las plantas…”, no menciona que haya conversado con Humboldt al respecto. Además, debe destacarse que el neogranadino nunca mencionó en sus cartas, antes de su encuentro con Humboldt, lo relativo a la geografía de las plantas ni tampoco que estaba efectuando nivelaciones al respecto, algo muy curioso pues bien se sabe que el neogranadino era muy comunicativo y en forma constante mencionaba su trabajo. Seguramente se debió a que empezó a considerar importante lo que hacía al respecto solo después de conocer que el prusiano estaba también ocupándose del mismo tema. Pero el neogranadino rinde homenaje a Humboldt con lo que publica en el Semanario de la Nueva Granada. En efecto, a partir del 23 de abril de 1809 aparece allí el trabajo de Humboldt sobre geografía de las plantas, basado en una traducción de Jorge Tadeo Lozano a partir del francés38. Además, Caldas incluye un Prefacio y unas Notas en las cuales hace observaciones y correcciones a datos del prusiano (Caldas, Semanario de la Nueva Granada, 1849, págs. 245-355), lo que muestra que él tenía un mayor conocimiento de las condiciones tropicales. Es muy revelador que el neogranadino no publique su Memoria de 1803. Lo anterior pone de presente que Caldas no muestra preocupación por la prioridad en el establecimiento de una nueva ciencia conocida como geografía de las plantas, ni tampoco sobre la primicia en la publicación respectiva. Sin embargo, en unas extensas Notas al trabajo de Humboldt, Caldas sin ningún complejo corrige muchos aspectos del trabajo del prusiano y lo hace con seguridad. Un caso con grandes discrepancias suyas con relación a los datos de la zona en la cual puede hallarse la cinchona, pero señala que confía en la buena exactitud de sus datos (Caldas, Semanario de la Nueva Granada, 1849, p. 346).

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Inicio del documento de la Geografía de las plantas, traducida por Jorge Tadeo Lozano. http://www.hinonline.de/index.php/hin/article/view/238/446.

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Además, en la Memoria sobre un proyectado viaje a Quito dice abiertamente que en sus trabajos geográficos el prusiano confunde lo cierto con lo dudoso, que desea abrazarlo todo y que detesta demeritar el trabajo de los demás pero que es preciso decir la verdad. IV. Comentaristas se refieren a la relación entre Caldas y Humboldt. Margarita Serje traduce al inglés lo que escribe un autor, que no identifica, en la edición del Papel Periódico Ilustrado correspondiente al 1 de enero de 1887. El texto afirma que lo relativo a la geografía de las plantas fue hallazgo de Caldas y que Humboldt se apropió de la idea. La afirmación no tiene ningún fundamento porque, como ya se documentó, los dos personajes trabajaron en ambos campos antes de su encuentro en Ibarra, hoy Ecuador 39. Por su parte, Jorge Arias de Greiff, al referirse a la publicación de Humboldt en 1805, escribe al terminar su ponencia de la Tercera Jornada Caldas, celebrada en el Parque Explora de Medellín el 31 de marzo de 2016 (Arias de Greiff, 2016, págs. 100-101) lo siguiente: “¿Por qué ese afán, antes de realizar el trabajo de preparar sus manuscritos, en ocasiones con consulta o encargándole el asunto a otros investigadores como Oltmans para la astronomía y Kuhn para la botánica?” Varios años pasaron antes de que aparecieran en las librerías las primeras ediciones de su obra. ¿No será que la idea era de Caldas o que la conversación con el payanés le revivió olvidadas ideas de los días de su periplo a pie atravesando los Alpes en su viaje a Italia, años atrás? No se me ha podido desvanecer esa sospecha 40.” De mucho interés es lo relativo a la prisa de Humboldt. Pero por lo documentado con anterioridad, queda claro que Humboldt llegó a la Nueva Granada con un conocimiento de la geografía de las plantas. John Wilton Appel, en su libro A Scientist at Work in Nueva Granada (Appel, 1994, pág. 28) dice: “Ciertamente, durante sus viajes de campo y discusiones en Chillo ellos “debieron” tratar el asunto”. Pero no cita ninguna fuente. Y concluye (Appel, 1994, págs. 31-32): “Finalmente, la noción de que Caldas era un competidor tiene sus méritos. Es cierto que ambos desarrollaban al mismo tiempo sus ideas con respecto a la geografía de las plantas y a la vez coincidían en muchas otras áreas de interés. Además, Caldas era más metódico y cauto en sus operaciones. Humboldt tendía a aceptar en mayor medida comentarios de segunda mano y mantenía notas sobre una mucho más amplia variedad de tópicos41.”

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Margarita Serje (s.f.). “The National Imagination in New Granada”. En Culture and Society in the New World (págs. 83-97). 40 Jorge Arias de Greiff. “Caldas y Humboldt”. En Memorias de la Tercera Jornada Caldas (págs. 97-101). 2016, Medellín, Universidad de Antioquia. 41 John Wilton Appel. Francisco José de Caldas – A Scientist at Work in Nueva Granada. Filadelfia: Transactions of the American Philosophical Society. 1994.

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Santiago Díaz Piedrahita, en su libro La Botánica en Colombia, hechos notables en su desarrollo, se refiere a las reacciones posibles de Caldas y Humboldt al enterarse del trabajo que cada uno había adelantado con respecto a la geografía de las plantas. “Lo interesante es que Humboldt se sorprendió al encontrar en la América colonial un joven cuyos trabajos pueden opacar sus descubrimientos… Caldas también se vio sorprendido al ver cómo Humboldt prestaba tanta importancia a un tema que para él obvio… 42” Un artículo de Karl S. Zimmerer incluido en el libro Mapping Latin America, contiene un comentario de mucho interés. Traducción del comentario: Varios colaboradores latinoamericanos eran patriotas criollos influidos por el pensamiento de la Ilustración que más tarde participarían en el movimiento independentista contra el colonialismo español. José de Caldas, había efectuado mediciones y formulado ideas similares acerca de la variación del ambiente en las montañas como función de elevación “vertical”. Los hallazgos atribuidos a Humboldt claramente no comprendían contribuciones científicas completamente originales ni creaciones que trascendieran el contexto, pero probablemente no constituían el tipo de trasferencia de información que exija describirlo como “derivado” o “prestado”43. El artículo viene hablando de Humboldt cuando escribe que Caldas había formulado ideas similares al prusiano. De mucho interés el apartado cuando señala que las contribuciones de Humboldt no fueron completamente originales, pero que tampoco pueden describirse como derivadas o prestadas. Por último, se menciona cómo el geógrafo español Pablo Vila se sorprende por la premura de Humboldt para publicar su ensayo sobre fitogeografía, al tiempo que señala los aportes de Caldas al respecto, tan desconocidos en la posteridad. Intentando una reivindicación del neogranadino, sostiene el doble origen de la nueva ciencia al calificarlo como eurocriollo (Vila, 1960, págs. XVI-XX)44. V. Créditos internacionales a Caldas. Esta parte de la conferencia es la que reviste mayor interés pues pone de presente cómo se ha venido reivindicando internacionalmente el trabajo de Caldas sobre la fitogeografía. Apoyando que el trabajo más importante de Caldas es el relacionado con la geografía de las plantas y no, como se cree comúnmente, el relacionado con la hipsometría. A continuación, se incluyen citas y comentarios de artículos y libros.

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Santiago Díaz Piedrahita. La botánica en Colombia, hechos notables en su desarrollo. Bogotá, Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 1997, p. 48; 51. 43 Karl S. Zimmerer. “Mapping Mountains”. En D. y. Offen (Ed.), Mapping Latin America. Chicago, University of Chicago Press. 2011, p. 129. 44 Pablo Vila. Caldas y los orígenes eurocriollos de la geobotánica. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, XI/42, V-XX. 1960.

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Stephen Jackson, en la Introducción incluida en el libro Essay on the Geography of Plants, hace apreciaciones muy sensatas. Humboldt was joined in route to Quito by Francisco José de Caldas, a self-taught naturalist and astronomer from Popayán, whose ingenuity and knowledge impressed Humboldt. Caldas spent several weeks with the party. Although he had no formal training in botany at the time, he knew vegetation and was interested in the patterns of vegetation in relation to altitude and climate. He was also intimately familiar with the geography of the región, having climbed many of the peaks to measure their altitude. Humboldt and Bonpland taught Caldas the formal elements of botany, and Humboldt briefed him extensively on scientific developments and current knowledge in Europe. En la primera cita destaca el conocimiento geográfico de la región que tenía Caldas y las enseñanzas que recibió de los europeos. Caldas, like Forster, Willdenow and Goethe, is an important figure in the development of Humboldt’s Essay. Humboldt’s ideas concerning plant geography were very well developed by the time he met Caldas. However, they spent several weeks together, during which Caldas exchanged his knowledge of the vegetation, climate, and geography of central Andes for Humboldt’s conceptual ideas on plant geography and his (and Bonpland’s) of plant classification. These discussions, and the excursions they took together in the región, may well have cristallized Humboldt’ decison to use the Andes as the ideal región to illustrate his ideas (e.g., in the Chimborazo profile)45. En esta segunda cita, Jackson afirma que Caldas es una importante figura en el desarrollo del Ensayo de Humboldt. Proporcionó a este sus amplios conocimientos sobre el ambiente de los andes. Así mismo, las discusiones y excursiones que compartieron pudieron cristalizar en la decisión de Humboldt de considerar los Andes como la región ideal para ilustrar sus ideas. Cabe destacar que más adelante Jackson reconoce que los estudiosos europeos y norteamericanos se han olvidado de los logros intelectuales de Caldas y de sus contribuciones a los trabajos del barón. El libro Colonial Botany (Schiebinger, 2007), cita 16 veces trabajos de Caldas o escritos sobre él. En el libro se encuentra un artículo de Lafuente y Valverde, dos investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de España, en el cual destacan en un muy significativo comentario cómo Caldas pasa de la consideración bidimensional o plana del territorio a una tridimensional, en la cual la montaña es un gran laboratorio. Consideran que ello constituye una apreciación criolla de la biogeografía que se aleja de la visión imperial y botánica46. 45

Alexander van Humboldt. Essay on the Geography of Plants. The University of Chicago Press. Chicago, 2008, p. 12 – 14. 46 Lafuente & Valverde. “Linnaen Botany and Spanish Imperial Biopolitics”. En L. y. Schiebinger (Ed.), Colonial Botanny. University of Pennsylvania Press. Filadelfia, 2007, p. 144.

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En otro artículo del mismo libro, Cañizares-Esguerra se refiere al conocimiento americano anterior a la visita de Humboldt, y a lo importante que fueron los Andes para él 47. A pesar de que Humboldt pudo llegar a la América española con una agenda científica enmarcada por los escritos de Karl Willdenow y los Forsters, se encontró con una intelligentsia local obsesionada por la descripción de las ricas variaciones ecológicas en forma acorde con sus políticas. Humboldt aprendió a leer los Andes como un laboratorio natural para el estudio de la geografía de las comunidades de plantas, en parte porque los estudiosos locales de la América española habían desarrollado esta idea por décadas (sino por siglos). Más adelante comenta lo ya citado de Vila sobre el origen eurocriollo de la nueva ciencia, Cañizares-Esguerra: “A partir de nuestro más cuidadoso análisis, Caldas surge simplemente como un precoz discípulo de un conocedor viajero europeo. Caldas fue claramente el “junior member” de la llamada pareja eurocriolla.” Dos catedráticas españolas de la Universidad Autónoma de Madrid publicaron un artículo48 que relaciona con detalle la publicación del trabajo de Humboldt en el Semanario del Nuevo Reino de Granada y menciona la revisión hecha por Caldas al escrito de Humboldt: Eso no obsta para que se permita corregir equivocaciones y añadir algunas notas y lagunas motivadas sin duda por "la rapidez que exigía su largo viaje", mientras que el propio Caldas había podido seguir los pasos de los viajeros europeos con más detenimiento, siéndole comunes muchos lugares. Más adelante, las autoras del artículo reconocen que el trabajo del neogranadino es en parte paralelo y complementario del de Humboldt: Caldas escribía además lo que llamaba en carta a Mutis "una friolera" suya, que se reprodujo después de su muerte; es este un escrito en parte paralelo y complementario del de Humboldt: Memoria sobre la variedad de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador. Dos coautores colombianos, González-Orozco y Varona, escriben con Malte C. Ebach en 2015 un artículo en el Journal of Biogeography, en el cual señalan que el trabajo científico

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Jorge Cañizares-Esguerra. “How Derivative Was Humboldt?”. En L. y. Schiebinger (Ed.), Colonial Botany. University of Pennsylvania Press. Filadelfia, 2007, p. 152. 48 Josefina Gómez-Mendoza & Concepción Sánz-Erráiz. De la biogeografía al paisaje en Humboldt: Pisos de vegetación y paisajes andinos equinocciales. (R. P. Sociedad, Ed.) Población y Sociedad, Volumen 17 No 1. San Miguel de Tucumán, 2010.

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de Caldas es importante para entender el desarrollo de la geografía de las plantas en América Latina hacia fines del siglo XVIII. Resumen del artículo49: Between 1801 and 1810, the Colombian cartographer, astronomer and botanist Francisco José de Caldas (1768–1816) produced a series of maps showing phytogeographical regions of taxon distributions drawn in three-dimensions across landscapes in the Andean region of present-day Ecuador. However, until the late 1990s, his phytogeographical maps remained unpublished and his methods largely unknown. To create his maps, Caldas generated threedimensional topographic profiles showing the elevation, maximum and minimum limits of distribution for single species and taxon regions delimited according to latitude, illustrating the geographical extent of each phytogeographical region. Here, we provide evidence to argue that Caldas' scientific work is important for understanding the development of plant geography in late 18th century Latin America. Seguramente, González-Orozco y Varona suministraron a Ebach, editor de la mencionada revista sobre biogeografía, información sobre los trabajos de Caldas, lo cual preparó el camino para la última y sorpresiva reivindicación internacional de los aportes de Caldas. Un artículo de Gómez-Gutiérrez publicado en la Revista Internacional de Estudios Humboldtianos tiene en su Epílogo los siguientes comentarios (Gómez-Gutiérrez, 2016, págs. 45-46)50: A Humboldt, por su parte, a mi manera de ver, se le olvidó Francisco José de Caldas… El presente texto busca ordenar los fundamentos de esta interpretación. Y también la mayoría de los historiadores han dejado por fuera de sus consideraciones a quien se podía postular como el gestor simultáneo del concepto de la fitogeografía o geografía de las plantas, en la historia de la ciencia. En el mismo Epílogo, el autor cita al romanista y germanista Tobías Kraft cuando este pregunta: “¿Omitió Humboldt deliberadamente a Caldas en sus sucesivas exposiciones de la Geografía de las plantas?” Y contesta el autor del artículo: “…o se trata más bien de un ejemplo emblemático del distanciamiento y las dificultades de difusión de las ideas americanas desde lo que varios historiadores han llamado la periferia.”

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Carlos E. González Orozco., Malte C. Ebach & Regina Varona (2015). “Francisco José de Caldas and the early development of plant geography”. En Journal of Biogeography, Volume 42, Issue 11. November 2015, pages 2023 –2030. https://doi.org/10.1111/jbi.12586. 50 Alberto Gómez Gutiérrez. “Alexander von Humboldt y la cooperación transcontinental en la Geografía de las plantas: una nueva apreciación de la obra fitogeográfica de Francisco José de Caldas”, en HiN (Revista internacional de estudios humboltianos), ISSN: 1617–5239. HiN XVII, 33 (2016). Disponible en línea: http://www.hin-online.de/index.php/hin/article/view/238/446

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Malte C. Ebach, Senior Lecturer de la Universidad del Nuevo Gales del Sur, en Australia, y editor del Journal of Biogeography, publicó en 2015 un libro muy comentado sobre los orígenes de la biogeografía51. Un par de conceptos incluidos en la presentación del libro: A History of Biogeography for the Twenty-First Century Biogeographer. The aim of this book is to show that eighteenth and nineteenth century plant and animal geography is a multidisciplinary profession and in as much conflict as twentieth and twentyfirst century biogeography. Un extracto de lo que dice H. Peter Linder sobre el libro en la revista Biología Sistemática52: …It approaches the investigation of the history of biogeography from a rather unusual angle—looking at what the biogeographers did, rather than what they said they did—and so it opens a new perspective on the development of this science. It is a wonderfully iconoclastic work, which demolishes any concept of a gloriously unified research field that might have sprung, in its essence fully formed, from the brain of the superancestor, the mythological Father of Biogeography. Instead we are shown a world remarkably similar to the modern world, divided among different research paradigms, each with its protagonists. And also a world in which the interactions among the individuals were also singularly modern. Señala el autor del libro en las páginas 110 y 111, que el cartógrafo Caldas empleó secciones transversales, pero con mayor efecto, y que las mismas son precisas e intricadas. Continúa con una traducción de un aparte de la Memoria de Caldas y escribe que sus perfiles fitogeográficos son sorprendentes. Se trata de un gran reconocimiento internacional a Caldas puesto que Malte E. Ebach es un Scholar en el campo. Su libro Comparative Biogeography recibió un premio del Smithsonian Ebach compara (pág. 111) los perfiles fitogeográficos de Caldas con los de Giraud-Soulavie para indicar que los suyos tienen muchos más datos, sobre todo barométricos, de altitud y de longitud, y que ambos perfiles están dirigidos a cultivos importantes y a las condiciones geográficas en donde se encuentran. Sostiene que Humboldt al parecer adoptó los métodos de Caldas y Giraud-Soulavie en cuanto a las secciones transversales. Después de citar un aparte del libro de Appel ya mencionado, el autor agrega que Caldas estaba ya haciendo fitogeografía, y lo que hizo Humboldt fue solo refinarla para definir tipos de vegetación natural, en vez de plantas comerciales. Ebach establece algo importante en la Nota 10 de la misma página 111: el trabajo previo de Humboldt fue meramente un preámbulo a la geografía de las plantas y no incluyó una metodología, ciertamente no un perfil fitogeográfico. El Tableau de Humboldt y el perfil 51

Malte C. Ebach. (2015) Origins of Biogeography (Paperback 2016 ed.). (P. a. History, Ed.) Sidney, Nuevo Gales del Sur, Australia: Springer. 52 H. Peter Linder. En Systematic Biology, Volume 65, Issue 4, July 2016, pages 724-725. https://doi.org/10.1093/sysbio/syw024

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fitogeográfico de Caldas son muy similares en cuanto a su construcción y apuntan a una coincidencia. Sin embargo, se podría argumentar que el perfil fitogeográfico tuvo un atractivo universal. VI. Conclusiones. - En años recientes, Caldas viene recibiendo unos merecidos créditos internacionales con respecto a su trabajo sobre la geografía de las plantas, en especial por parte del libro de Malte C. Ebach. - El artículo de González – Orozco, Ebach y Varona afirma que el trabajo científico de Caldas es importante para entender el desarrollo en América Latina de la geografía de las plantas hacia finales del siglo XVIII. - El perfil fitogeográfico del cerro Imbabura, de Caldas, es el primero elaborado y conocido entre nosotros. Se requiere más estudios para señalar que dicho perfil puede ser el primero elaborado en el Nuevo Mundo. - Con su pronta edición de 1805, Humboldt quiso tener la prioridad en publicación. - Caldas publica el trabajo de Humboldt y en forma inexplicable no menciona lo que él había hecho al respecto antes de su encuentro con el prusiano. - Humboldt desconoció la plausible contribución de Caldas a su geografía de las plantas en el trópico. - Un aporte original de Caldas lo constituye la concepción de sus principales láminas fitogeográficas: no muestran una montaña sino un vasto espacio de los Andes. - Esas láminas no son perfiles o cortes verticales sino dibujos que con perspectiva dan idea del contorno topográfico de las montañas. 3. Comentarios de Mauricio Nieto Olarte En historia no hay temas que puedan considerarse agotados. La publicación sobre la obra cartográfica de Caldas producida en 200653 abrió un debate que se ha visto enriquecido en los últimos años a la luz de nuevos materiales, como el cuaderno manuscrito adquirido por la Universidad Javeriana. Uno aspecto de este debate gira en torno a las características de la práctica científica europea, que requiere de una comunidad que establece las condiciones y las normas que otorgan validez a la obra de un hombre de ciencia. En la época que ha sido abordada, Humboldt trabajaba en el centro de la ciencia europea, tenía contacto con las personalidades y los organismos más prestigiosos, en tanto que Caldas desarrollaba su obra en la periferia, sin maestros, formación ni elementos suficientes. Al respecto, cabe anotar que la búsqueda en el 53

Mauricio Nieto Olarte, et al. La obra cartográfica de Francisco José de Caldas. Bogotá: Universidad de los Andes, Academia Colombiana de Historia; Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), 2006.

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pasado de los fundadores de modernas disciplinas es un ejercicio anacrónico, es arriesgado entrar en disputas de prioridad por los descubrimientos científicos porque el conocimiento es comunicación y no existe ciencia si no hay un público e interlocutores válidos. Las concepciones de Caldas y Humboldt sobre la geografía de las plantas son muy diferentes. El enfoque del sabio neogranadino es utilitario, busca estudiar las plantas que tienen potencial de producción agrícola en gran escala y pueden generar riqueza y desarrollo material, de acuerdo al concepto de “geografía económica”. Por su parte, Humboldt está interesado en lograr una concepción global del orden natural, su postura es más académica. Humboldt estuvo en condiciones de escribir sobre la fitogeografía sin conocer a Caldas, pero ¿esto hubiera sido posible sin viajar a América y conocer los Andes? En este contexto, cobraba importancia el concepto de altitud y el uso del barómetro. En este sentido, propone esta pregunta de investigación: ¿el lugar importa al momento de hacer ciencia? Sugiere el análisis del concepto de “epistemología criolla” o patriótica, desarrollado por Jorge Cañizares-Esguerra54. Debe tenerse en cuenta que, al contrario que Caldas, Humboldt vivió mucho tiempo y tuvo elementos suficientes para desarrollar sus ideas en medio del reconocimiento internacional. Para finalizar, reflexiona sobre la sensación de soledad que expresaba Caldas, la cual no ha sido superada del todo en la actualidad; en Colciencias se reciben de manera permanente comentarios relacionados con los problemas de hacer ciencia en Colombia. En este sentido, siempre ha llamado la atención sobre la frase expresada por Caldas sobre las dudas que le generaba la novedad de su método para medir la altura de las montañas por medio del termómetro y del agua hirviendo: “¡Qué suerte tan triste la de un americano! Después de muchos trabajos, si llega a encontrar alguna cosa nueva, lo más que puede decir es: no está en mis libros”55.

4. Discusión y conclusiones Joaquim Pelkowski: Ascenso de Saussure a los Alpes y referencia al concepto de laboratorio en la naturaleza. Eufrasio Bernal: resalta los aportes de Caldas para popularizar la ciencia en la Nueva Granada. La ciencia debe ser difundida a un público amplio. José Antonio Amaya: La historia en Colombia está asociada a los contextos, no se leen de manera adecuada las fuentes documentales. 54

Cañizares-Esguerra, Jorge. How To Write the History of the New World: Histories, Epistemologies, and ldentities in the Eighteenth Century Atlantic World. Stanford: Stanford University Press, 2001. Ver reseña en Revista Andina: http://revistaandinacbc.com/wp-content/uploads/2016/ra45/ra-45-2007-08.pdf 55 “Ensayo de una memoria sobre un nuevo método de medir la altura de las montañas por medio del termómetro y del agua hirviendo, seguida de un apéndice, por Don Francisco José de Caldas”. En Obras completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1966, p. 158.

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Preguntas a los expositores, ¿Caldas utilizó alguna vez la palabra perfil o nivelación entre 1795 y 1801? Es necesario diferenciar los conceptos de vista y perfil. En esas fechas ¿Caldas habla alguna vez sobre el nombre científico de una planta? ¿Si no lo podía hacer, por qué? El manuscrito relacionado con la elaboración del mapa de Timaná no tiene medidas de altitud ¿Por qué? Se ha descubierto la carta de Timaná. Alberto Gómez: Más importante que la prioridad es la sincronicidad de las ideas, concepto que está interesado en explorar en detalle. Nivelación barométrica recibida por Caldas de Santiago Arroyo y Antonio Arboleda no se conoce. No tiene plantas. Caldas trata de usar la idea. El manuscrito de Caldas que se conserva en Berlín fue incluido fragmentariamente por Oltmanns en 1810. La portadilla de Humboldt habla de la existencia de alturas tomadas por Caldas. Darío Valencia: Caldas no se refiere a trabajos sobre la fitogeografía antes de 1801. Luis Carlos Arboleda: Caldas hace medidas en las cercanías de Popayán. Busca las tablas de Lalande. Critica la cartografía de su época, que no tenía tercera dimensión. Alberto Gómez: la altura de las montañas no surge del encuentro con Humboldt, ya se ve en la medición del cerro de Guadalupe, cuyos resultados publicó en 1801 en el periódico Correo Curioso, que fue leído por Humboldt en Santafé. El camino hacia Quito no pudo haber sido copiado de alguna fuente.

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Seminario Estudios Caldasianos Sesión de abril 18 de 2018 “Caldas y la Astronomía” 56 Lugar: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 1. Presentación de la sesión Luego de hacer la presentación de la sesión, el Dr. Luis Carlos Arboleda recordó a los asistentes que este año se conmemoran los 250 años del nacimiento de Francisco José de Caldas. Esta serie de Seminarios tienen como objetivo llenar una laguna que se detectó durante la realización del Congreso Internacional del bicentenario de la muerte de Caldas en 2016, donde se hizo evidente que en la actualidad se adelantan estudios novedosos sobre la obra científica del Sabio payanés, basados en materiales inéditos o poco estudiados, algunos editados y otros en proceso de edición –por ejemplo, un cuaderno manuscrito de mediciones hechas por él en la Provincia de Quito, adquirido en Francia por la Universidad Javeriana-. Entre los temas que ha suscitado mayor interés en los investigadores es la controversia relacionada con la Biogeografía y el papel de Caldas en su desarrollo. La Academia tuvo la iniciativa de abrir un espacio tipo seminario para recordar, conocer y debatir los aspectos sobre las contribuciones hechas por Caldas como astrónomo, geógrafo, botánico, periodista y protagonista de la transición política de 1810 en la Nueva Granada. Uno de los objetivos que se persiguen es elaborar un panorama sobre la obra de Caldas y trazar unas perspectivas a futuro, que muestren a diversas instituciones la importancia de continuar con los estudios sobre el Sabio y enriquecer la apreciación que tiene de él más allá de los aspectos básicos que se conocen en el ámbito académico y en el público en general. En la primera sesión se valoraron opiniones sobre aspectos novedosos, originales y de enfoque metodológico sobre la Biogeografía. En esta segunda sesión se verá la faceta astronómica de Caldas, a partir de tres personas expertas en el tema. Se desea examinar novedades y precariedades historiográficas a partir de los materiales disponibles, tanto conocidos como nuevos; situar cronológicamente las obras de Caldas y su práctica científica; abordar los estudios novedosos que se están produciendo sobre la fitogeografía a nivel internacional –aludiendo a la exposición del profesor Darío Valencia–; verificar donde se adelantan análisis comparativos de Caldas y Humboldt en la Biogeografía, la formación de cada uno de ellos y sus contextos culturales, históricos y académicos; los intercambios, los lenguajes, problemas de criterio y argumentación en la cartografía y geografía de las plantas; los ideales y valores de ambos científicos; las variaciones de las prácticas relacionadas con 56

Esta sesión fue anunciada en la nota “Seminario de Estudios Caldasianos” en el Boletín Electrónico de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 6, No. 4, abril 15 de 2018, pp. 2-4. y reseñada en la nota “Seminario Caldas”, en el Boletín Electrónico de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 6, No. 7, mayo 7 de 2018, p.3.

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la indagación del territorio en los periodos de mediana duración para poder hacer balances de los conocimientos y la información. Estos enfoques se han visto en la sesión anterior y son útiles para una nueva comprensión de la obra de Caldas. En la próxima sesión el tema será la instrumentación técnica y el aparataje científico con que se contaba en la época de Caldas, que estará a cargo del profesor José Antonio Amaya y su equipo de investigación. Más adelante, se llevará a cabo una exposición sobre la obra botánica de Caldas que está en el Fondo Mutis en el Real Jardín Botánico de Madrid, donde tendremos la participación de dos de sus funcionarios. Conferencistas invitados: José Gregorio Portilla Barbosa: Profesor Titular de Dedicación Exclusiva adscrito al Observatorio Astronómico Nacional, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá. Actualmente se desempeña como Director de dicha institución. Es Químico, con Maestría y Doctorado en Física Teórica. Dicta regularmente las cátedras de Mecánica Celeste, Astronomía Fundamental, Introducción al Vuelo Espacial y Técnicas Observacionales e Instrumentales. Ha publicado un número importante de artículos tanto de investigación como de divulgación en revistas nacionales y extranjeras. Es autor del libro “Elementos de Astronomía de Posición”, editor del libro “Principios de mecánica celeste” y “La Astronomía en Francisco José de Caldas”. Su línea de investigación se dirige hacia el campo de los núcleos activos de galaxias, así como en algunos aspectos dinámicos del movimiento de satélites artificiales y de historia de la ciencia en Colombia. Freddy Moreno Cárdenas: Director del Observatorio astronómico del colegio Gimnasio Campestre. Ingeniero Químico de la Universidad de América. Especialista en Astronomía de la Universidad Nacional de Colombia. Raúl Joya Olarte: Director del Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda. Ingeniero mecánico de la Universidad de América con Especialización en Astronomía de la Universidad Nacional de Colombia. Maestría en Docencia e Investigación Universitaria de la Universidad Sergio Arboleda. Director de la maestría en Gestión de información y tecnologías geoespaciales de la Universidad Sergio Arboleda en convenio con el Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Co-gestor y director del Proyecto pico satélite Libertad 1 Miembro de la Academia Astronáutica Internacional. Ha sido Vice presidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia, Presidente de la Red de Astronomía de Colombia y Presidente de Asociación de astrónomos autodidactas de Colombia; docente en las Universidades Jorge Tadeo Lozano, La Salle, Universidad Nacional (docente ocasional) y Sergio Arboleda. Comentarista: Gabriel Jaime Gómez Carder: Trabaja como divulgador científico independiente en temas de Astronomía, Ciencias Naturales e Historia de la Ciencia. Dirige el programa Endeavour Expeditions de expediciones científicas y culturales a nivel nacional e internacional. Ha sido director del Planetario de Medellín “Jesús Emilio Ramírez” por espacio de dieciocho años. 34


Conferenciante nacional e internacional en temas de divulgación científica e historia de la ciencia en Colombia. Miembro fundador de la Sociedad Julio Garavito para el estudio de la Astronomía. Miembro fundador de la Asociación de Aficionados a la Astronomía “Antares” de Cali, Valle del Cauca. Miembro Adjunto de la Sociedad Geográfica de Colombia. Miembro Honorario de la Sociedad de Ingenieros de Antioquia SAI. Autor del libro “El día que Humboldt llegó a Cartagena de Indias” – Estrelleros y Herbolarios en el virreinato de la Nueva Granada, siglos XVIII-XIX.

2. Conferencias 2.1. “Una Mirada Atenta al Caldas astrónomo”. José Gregorio Portilla El profesor Portilla inició su presentación indicando que la gran mayoría de cuadernos, notas y apuntes en los que Caldas consignó sus observaciones astronómicas desaparecieron o fueron destruidos. En sus cartas, Caldas aludía a las anotaciones realizadas en sus cuadernos. Las fuentes que se conservan y que pueden ser utilizadas para conocer estos detalles son escasas y pueden clasificarse de la siguiente manera: -

Cartas redactadas por Caldas (se conocen 210, según la más reciente recopilación) Artículos publicados en el Semanario del Nuevo Reyno de Granada. Documentos manuscritos que entregó a Alexander von Humboldt que incluían las mediciones hechas entre 1797 y 1799. La biografía de Caldas hecha por Lino de Pombo. Varios cuadernos de apuntes de muy reciente aparición.

Caldas recibió estudios de Derecho en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá. De regreso a Popayán ocupó el cargo de Padre General de Menores y Juez de la Hermandad, al tiempo que impartió la Cátedra de Derecho Civil. Sin embargo, su salud empeoró de tal modo que no pudo continuar en esas labores. Por una carta enviada a José Celestino Mutis se sabe que empezó a interesarse por la astronomía: “Dueño de mis acciones [después de terminar sus estudios de derecho], me entregué a cultivar los elementos que había recibido en el curso de filosofía [en el colegio]… Nada tocaba más vivamente mi gusto que la astronomía… Cuatro libros que una feliz casualidad arrojó a esta ciudad [Popayán] me daban nociones de esta ciencia y de sus instrumentos… Un pequeño gnomon que hice construir me entretenía; tiraba meridianos, observaba alturas del sol… con sólo este instrumento estaban para mí como aniquiladas las estrellas… y no

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podía dar un paso más en la ciencia que hacía mis delicias. La necesidad de buscar la subsistencia… fue una ocasión para adelantar algo en mis estudios…” 57. Es muy revelador que, por un lado, la astronomía le interesaba mucho, pero también que el instrumento de observación astronómica utilizado era un gnomon y que lo hacía para entretenerse. En una carta enviada en 1808 escribía que “lleva 16 años en la astronomía” 58, lo que implicaría que comenzó estas prácticas en 1792. Caldas aprendió astronomía básica (de posición) de forma completamente autodidacta y obtuvo conocimientos de: -

Movimiento diurno (puntos cardinales, línea meridiana, brújula, tiempo solar verdadero). Movimiento anual del sol (equinoccios, solsticios, oblicuidad de la eclíptica) Familiaridad con las coordenadas celestes (horizontales, ecuatoriales horarias, ecuatoriales absolutas, eclípticas). Eclipses lunisolares, apulsos y satélites jovianos.

De los cuatro libros que él refiere en la mencionada carta a Mutis se sabe que uno ellos es “Observaciones Astronómicas y Físicas” de Jorge Juan y Santacilia 59, que trata sobre los resultados de la Expedición franco-española para la medición del arco del meridiano en las cercanías del Ecuador Terrestre. Los otros tres libros que menciona son desconocidos. Para asegurar su subsistencia, Caldas comenzó a comercializar con ropa en julio de 1795. En uno de esos viajes pierde una carga y en una de las cartas relata el mal estado de los caminos. Una de las primeras evidencias de una determinación de latitud la realizó el 5 de junio de 1797 en Popayán, mediante la observación de la altura meridiana del sol con un gnomon: “Antes de mi partida de esta ciudad [para emprender su segundo viaje a Santafé] he comenzado algunas observaciones de latitud, después de haber tirado con el mayor escrúpulo una meridiana [….] El 23 de mayo comencé una observación de latitud, y su resultado me llenó de satisfacción al verla casi coincidir con la que hizo en años pasados M. Buiver [Pierre Bouguer]; éste halló 2º27´, y yo 2º30´ y algunos segundos” 60. Entre agosto y octubre de 1796 Caldas esta en Santafé dedicándose a sus ocupaciones de mercader y adquiere un octante, un barómetro, una brújula y termómetros. En ese período no entró en contacto con Mutis y llegó a Santafé con la intención de saber qué es lo que se hace en astronomía en dicha ciudad, descubriendo que no hay ninguna actividad y que los instrumentos de observación astronómica no se consiguen con facilidad. En una carta al 57

Carta No. 42. A José Celestino Mutis. Popayán, agosto 5 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas; Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y Asociación de Amigos del Museo Casa Caldas (ASOCALDAS), 2016, p. 113-16. 58 Carta No. 124. A Jerónimo Torres. [Santafé], junio 6 de 1808. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 283. 59 Jorge Juan y Santacilia y Antonio de Ulloa Torre, Observaciones astronomicas y phisicas hechas de orden de S.M. en los Reynos del Peru: de las quales se deduce la figura y magnitud de la tierra y se aplica a la navegación. Madrid: Por Juan de Zúñiga, 1748. 60 Carta No. 19. A Santiago Arroyo. Popayán, junio 5 de 1797. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 53.

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Virrey Amar y Borbón del 1 de julio de 1809 Caldas refiere: “Yo vi que era necesario concentrarme dentro de mí mismo, y que en la capital, como en mi patria, no había instrumentos y mucho menos astrónomos […]”61. Tal visita a Santafé influyó decididamente en Caldas: Él, en el aislamiento de Popayán, a base de persistencia y esfuerzo, puede realizar medidas de latitud que compiten con las que hizo Pierre Bouguer varias décadas antes. De regreso a Popayán levantó una carta geográfica de la región de lo que hoy es el centro y sur del departamento del Huila, tomó rumbos y realizó estimaciones de latitud con gnomon y determinaciones de la declinación magnética. Mandó construir un cuarto de círculo a unos carpinteros, adaptó un reloj de péndulo para su uso astronómico y construyó más gnómones, todo esto tendiente a utilizar la astronomía como una herramienta para la geografía: “Observar el cielo por observarlo, sería una ocupación honesta; pero no pasaría de una curiosidad estéril que llenase los momentos del hombre ocioso y acomodado. Este observador sería inútil, y la Patria lo miraría como un consumidor de quien no esperaba nada. Nosotros no queremos representar este papel en la sociedad: queremos que nuestros trabajos astronómicos mejoren nuestra Geografía, nuestros caminos y nuestro Comercio” 62. Esta es una visión utilitarista de la astronomía, aplicándola como una herramienta para la geografía: “No nos queda otro recurso, para conocer nuestra patria, que mejorar nuestros estudios…si se les diese (a nuestros estudiantes) noticias de los elementos de astronomía y de geografía… si al concluir sus cursos supiesen medir el terreno, levantar un plano, determinar una latitud…¿Qué nos importan los habitantes de la Luna? ¿No nos estaría mejor conocer los moradores de las fértiles orillas del Magdalena?” 63. 2.1.1. Coordenadas Geográficas: latitud y longitud Latitud se define como el ángulo entre el Ecuador y el observador. En el caso de la longitud, se escoge un meridiano arbitrariamente como referencia y el ángulo entre ese meridiano y la ubicación del observador es la longitud; para nosotros el meridiano de referencia es el de Greenwich pero en la época de Caldas era un meridiano que pasaba por el Observatorio de San Fernando en Cádiz. Lo anterior aplica para la superficie de la Tierra. Usando el concepto de la esfera celeste, los astrónomos asumen que la Tierra esta estática, en tanto es dicha esfera la que está en movimiento. El concepto de latitud terrestre se trasfiere en la esfera celeste como un ángulo llamado declinación y la longitud en la esfera celeste puede ser el ángulo horario o azimut. La 61

Carta No. 134. Al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, julio 1 de 1809. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 299. 62 “Preliminares para el Almanaque de 1811. Prefación”. En Jorge Arias de Greiff, et al. Obras completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966, p. 402. 63 “Estado de la Geografía del virreinato de Santafé de Bogotá, con relación a la economía y al comercio, por Don Francisco José de Caldas, individuo meritorio de la Expedición Botánica del Reino, y encargado del Observatorio Astronómico de esta capital”, en Obras Completas de Francisco José de Caldas, p. 209-210.

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astronomía es importante para la geografía dado que existe una correspondencia entre las coordenadas terrestres y las coordenadas celestes. Si se tienen conocimientos básicos de astronomía de posición, se puede conocer la latitud y la longitud de un lugar determinado sobre la superficie del planeta. La manera como Caldas y sus contemporáneos determinaban la latitud es simple de entender y de calcular a través de la siguiente fórmula: hcs - ɸ+ δ=90°

ɸ= hcs - 90° + δ

Declinación (conocida) δ Altura Máxima (ángulo medible) hcs Latitud (incógnita) ɸ Para observar el Sol y otras estrellas, Caldas utilizaba instrumentos como el gnomon, el cuarto de círculo, el octante, el sextante y el teodolito. El gnomon es un instrumento muy sencillo de construir, se trata de un palo perpendicular ajustado a una tabla nivelada. Caldas colocó una tabla con 4 tornillos en sus esquinas con los cuales se podía regular la altura, como puede verse en la biografía de Lino de Pombo. Por el material que entregó a Humboldt, se deduce que hizo un orificio en la tabla para colocar distintos palos a gusto del usuario, ya que se mencionan gnómones de diferentes longitudes (1.0, 1.4 y hasta 7 metros). Realizando varias medidas de la ubicación de la sombra proyectada por el gnomon antes y después del mediodía se puede hallar la longitud de la sombra del sol en su punto más alto. Los cálculos corresponden a trigonometría básica, en realidad es necesario corregir con refracción (RA) y semidiámetro (SD), Caldas lo sabía en sus cálculos aparece. tan h’cs= d / s,

y así:

h’cs= tanˉ¹ (d/s)

hcs= h’cs – RA ± SD ɸ= hcs - 90° + δ Así era como Caldas determinaba los valores de latitud mediante la observación del sol; para el caso de las estrellas, las mediciones se hacían con un cuarto de círculo. Como no le fue posible adquirir este instrumento, Caldas utilizó un dibujo que está en el libro de Jorge Juan y solicito a unos carpinteros que le ayudaran a construir uno parecido con madera dividivi y limbo de estaño. Su radio era de 37 centímetros. Con el gnomon y el cuarto de circulo logro determinar la latitud de 15 poblaciones en lo que es hoy el centro y el sur del departamento del Huila, este trabajo se conoce gracias a que Caldas le entrego un manuscrito a Humboldt en 1802, que luego apareció en uno de los volúmenes del libro publicado por Humboldt y por Jabbo Oltmanns en 181064. Este documento consigna las mediciones utilizadas para la realización del mapa de la jurisdicción de Timaná. Luego de su vinculación a la Expedición Botánica y estando todavía en Quito, Caldas le compro a Humboldt un cuarto de círculo de Bird que le permitió hacer muchas observaciones 64

Alexander von Humboldt y Jabbo Oltmanns, Recueil d'observations astronomiques, d'opérations trigonométriques et de mesures barométriques. Deuxiéme volume. París: F. Schoell, 1810.

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de latitud y refracciones. Ese instrumento se lo llevo al Observatorio Astronómico de Santafé. Otros instrumentos que utilizo para medir la altura de los astros fueron un octante y un sextante. Estos dos aparatos son portátiles y muy útiles para los marinos. Se sabe que Caldas los utilizo en tierra, lo cual es complicado debido a los inconvenientes de determinar el horizonte de manera exacta. Este problema lo sorteaba llenando un recipiente con mercurio a manera de horizonte artificial, una técnica común en la época. Para establecer la longitud, la clave consistía en tener un buen reloj, algo muy complicado debido a que los mecanismos que estaban a su disposición se atrasaban o adelantaban con mucha facilidad. Caldas utilizaba un reloj de péndulo o péndola como la denominaba en sus cartas y procedía a calcular el tiempo solar verdadero midiendo con un cuarto de círculo las alturas correspondientes del Sol con respecto al meridiano del observador y anotando el tiempo en que alcanzaba dichas alturas, para luego obtener un promedio aritmético y calibrar el reloj de acuerdo a esta información (punto cero). Hecho este procedimiento, debía conocer anticipadamente la fecha y lugar de un fenómeno celeste. Por ejemplo, si un eclipse total de Luna iniciaba a las tres horas en el meridiano de referencia y un observador ubicado en otro lugar del planeta se percataba de que éste no ocurría a las tres horas sino a las ocho, se podían restar los tiempos para obtener una diferencia de 5 horas, que multiplicada por 15° (la Tierra tarda 24 horas en girar sobre su eje, es decir, 15° cada hora hasta completar 360°), daría como resultado una distancia de 75° con respecto al meridiano inicial. Entre los fenómenos celestes que pueden ser conocidos con suficiente antelación y exactitud para uso de la geografía están los siguientes: Eclipses lunisolares: Caldas observo varios eclipses de Luna y de Sol. En cuanto a éstos últimos, nació en una época en la que no fueron muy frecuentes en el lugar donde vivió. Entre 1740 y 1768 se tiene registro del paso de tres conos de sombra por el territorio de la Nueva Granada; solo hasta 1886 volvió a pasar un cono de sombra. Los eclipses que observó y de los cuales hace referencia son los siguientes: Total de Luna (3 – 4 de diciembre de 1797). Lugar de observación, El Gigante. Total de Luna (29 – 30 de marzo de 1801). Lugar de observación, Popayán. Total de Luna (21 – 22 de septiembre de 1801). Lugar de observación, Quito. Parcial de Luna (11 de septiembre de 1802). Lugar de observación, Ibarra. Total de Sol (21 de febrero de 1803). Lugar de observación, Quito. Total de Sol (5 de agosto de 1804). Lugar de observación, Ambato. Total de Luna (9 – 10 de mayo de 1808). Lugar de observación, Santafé. Anular de Sol (28 de septiembre de 1810). Lugar de observación, Santafé. Para los eclipses que se muestran a continuación, Caldas calculo las fechas y horas en que podían ser observados en distintas ciudades y las incluyó en los Almanaque para 1811 y 1812, pero no hay indicaciones de que los haya observado: 39


Parcial de Luna (9 – 10 de marzo de 1811). Parcial de Sol (17 de septiembre de 1811). Total de Luna (26 – 27 de febrero de 1812). La observación del eclipse de 1797 en la población del Gigante (Huila) es muy importante, dado que Caldas anotó detalladamente los tiempos de inmersión y emersión por los diferentes puntos de la Luna. Gracias a este eclipse, él pudo fijar su primera longitud, cuyo resultado fue de 68°54´00” para la posición del Gigante y por triangulación logro determinar la longitud de las demás poblaciones citadas, aunque tuvo un error bastante representativo: Longitud de Gigante obtenida por Caldas: 68°54’ al oeste del meridiano de Cádiz. Longitud de Gigante (real): 61°41’ al oeste del meridiano de Cádiz. Lo que da un error de 7°13’. En el caso del eclipse total de Luna del 3 al 4 de mayo de 1808, se han comparado los resultados de Caldas con los datos del Almanaque Náutico calculado por el Observatorio de San Fernando para el año de 1808. El Almanaque da un resultado de 18’30” de inmersión total, mientras que Caldas calculó 13’58”. En el caso de la longitud de Bogotá la real es 67°52´19” y la de Caldas fue 67°54´15”, lo que indica que su error fue de pocos minutos. Inmersiones y emersiones de los satélites de Júpiter: Inmersión (I): satélite entrando a la sombra de Júpiter. Emersión (E): satélite saliendo de la sombra de Júpiter. Los almanaques astronómicos predicen muy bien los tiempos de emersión e inmersión. En noviembre de 1798, Caldas recibió en Popayán el almanaque correspondiente a ese año, por lo cual disponía solo de un mes para hacer observaciones con un telescopio que tenía. Tiempo medido por Caldas: 7h 01m 30s Diferencia de tiempos 11h 42m 06s - 7 h 01m 30s = 4 h 40 m 36 s = 70° 09’ 0” (longitud de Popayán) Longitud verdadera de Popayán: 70° 24’ 34” Los datos de comparación se sacaron del almanaque de 1798. De esta forma, Caldas obtuvo la longitud de Popayán con un error de apenas algunos minutos, observación fundamental porque fue conocida por Humboldt, quien aprobó el trabajo del payanés al verificar que el error de las medidas de ambos era solo de un segundo. Estos comentarios del Barón contribuyeron a que Mutis vinculara a Caldas a la Expedición Botánica y comenzara la construcción del Observatorio Astronómico para uso del payanés.

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Tránsito de un planeta interior frente al disco solar: Es otro método para medir longitudes. Caldas vivió en una época en donde estos fenómenos no ocurrieron con frecuencia. Tal vez pudo observar el tránsito de Mercurio del 7 de mayo de 1799, pero no hay ninguna alusión en su correspondencia. El que sí observó desde Otavalo en Ecuador fue el ocurrido el 9 de noviembre de 1802, pero a pesar de que compartió algunos datos con Mutis65, nunca envió los resultados finales, por lo cual son desconocidos. Ocultación de una estrella por la Luna (Apulsos): El método de distancias lunares para determinar longitudes es muy técnico. Su propósito es determinar la distancia verdadera entre la Luna y un astro. El problema es que las posiciones de estos astros son aparentes, lo que hace necesario corregir los resultados teniendo en cuenta varios factores: refracción, depresión del horizonte, semidiámetro y paralaje para hallar las posiciones correctas con ayuda de la geometría esférica. En una carta a Humboldt 66, Caldas indicaba que había adoptado el método de Borda para despejar las ecuaciones utilizando tablas de logaritmos. Conociendo la distancia verdadera se hace una interpolación inversa y con ello se determina la hora local en el meridiano de San Fernando, que luego se complementan con una secuencia de pasos de la astronomía de posición. Infortunadamente, no existe ningún documento de Caldas que muestre los resultados obtenidos a partir de este método. También adelantó medidas de refracciones, oblicuidad de la eclíptica, declinación magnética, relación entre la luna y la meteorología y elaboración de almanaques (1811 - 1812). Se trataran dos de ellas: Refracción Astronómica: Es la altura aparente que tienen los astros cuando la luz que emiten atraviesa la atmosfera y hace que el observador lo perciba en una posición diferente a la real. Caldas determino refracciones astronómicas apoyándose en el método de Bouguer. En su informe al virrey en julio de 1809 dio cuenta de estos trabajos 67, pero no se conoce el paradero de los cuadernos donde consignó estos resultados. Oblicuidad de la Elíptica: En esa época era fundamental saber el ángulo que existe entre el Ecuador celeste y la Eclíptica. Caldas lo hizo de acuerdo al método que le enseñó Humboldt, midiendo la distancia cenital de Sol en los solsticios. Se sabe que llevó a cabo la medida del solsticio de junio de 180268, e indicaba a Mutis que observaría también el solsticio de diciembre por su importancia para completar este cálculo 69. A partir de ese momento no 65

Carta No. 77. A José Celestino Mutis. Otavalo, noviembre 22 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 221. 66 Carta No. 75. A Alexander von Humboldt. Otavalo, noviembre 17 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 218. 67 Carta No. 134. Al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, julio 1 de 1809. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 305. 68 Carta No. 70. A José Celestino Mutis. Quito, julio 6 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 199. 69 Carta No. 74. A José Celestino Mutis. Otavalo, noviembre 7 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 212.

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vuelve a tocar el tema en sus escritos, por lo que no se sabe continuo este género de observaciones. Solo hay una alusión a un fenómeno celeste no relacionado con la determinación de la latitud y la longitud: la observación del gran cometa de 1807. Por lo demás, sus mediciones se destinaban a obtener información que pudiera ser utilizada para la elaboración de mapas. 2.1.2. Conclusiones: -

Caldas concebía la astronomía como un área subsidiaria de la geografía. Sus conocimientos de astronomía son básicos y corresponden al campo de estudio de la astronomía de posición. En sus primeras épocas se tomó el trabajo de construir sus propios instrumentos de observación. Es un hecho desafortunado que la mayor parte de sus trabajos hayan desaparecido o, a lo sumo, que se encuentren perdidos.

2.2. “Observaciones astronómicas de Caldas”. Freddy Moreno Cárdenas. En su presentación, el profesor Moreno señala su interés en estudiar la obra astronómica de Caldas, que en parte se encuentra perdida, puesto que se desarrolló en un período de auge al interior de la disciplina. Resalta la aplicación de estos saberes en beneficio de la geografía y luego su giro hacia la botánica, punto en el que influyeron Mutis y Humboldt. A continuación, hizo un breve recuento de la práctica de la astronomía en el Nuevo Reino de Granada durante el período colonial, que fue bastante escasa. Se conoce el reporte de un cometa visto hacia 1550 y hasta mediados del siglo XVII se vuelven a tener noticias sobre estas prácticas, en relación con el sacerdote Antonio Sánchez, cuyo trabajo es muy poco conocido. En colaboración con el profesor José Gregorio Portilla, está trabajando en un artículo que habla sobre este personaje, que realizo cálculos de longitudes en Santander un siglo antes de Caldas. Después vendría Caldas en el siglo XVIII y en el siglo XIX se conocería a otro astrónomo destacado, José María González Benito. Ambos fueron directores del Observatorio Astronómico de Bogotá. Como parte de su exposición, el profesor Moreno desarrolló una breve cronología de Caldas: 1768: Nace en Popayán. 1788: Estudia derecho en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá. 1793: Se gradúa como abogado y retorna a Popayán donde trabaja como comerciante. 1795: Viajó a Bogotá en busca de libros, no solo ve la importancia de la astronomía para la geografía sino que tiene habilidades en la búsqueda de libros, una empresa difícil en su momento. 42


1796: Construye un cuarto de circulo y determina la latitud de Popayán. Levanta un mapa de Tocaima a Neiva. (La parte alta del Rio Magdalena). Este mapa se complementaría con el que elaboró Humboldt en 1801. 1797: Observa un eclipse de luna. 1798: Adquiere un telescopio acromático. Observa Júpiter. (Este telescopio le permite ver con claridad detalles de Júpiter y Saturno). 1801: José Celestino Mutis reconoce los trabajos de Caldas por las cartas que le envía Humboldt. Encuentro con Alexander Von Humboldt. A partir del encuentro con Mutis, se evidencia un interés por la botánica, dejando de lado la astronomía. 1806: Toma el cargo de director del Observatorio Astronómico. (Caldas intuye la importancia de las constelaciones del hemisferio sur y muestra su interés por estudiarlas). Para el profesor Moreno, Caldas fue un gran escritor teniendo en cuenta que vivió poco y que tal vez no contó con suficiente tiempo escribir una obra. 1808: Realiza observaciones y funda el periódico Semanario del Nuevo Reino de Granada. 1810: La Expedición Botánica es cancelada. 1811: Es nombrado capitán del Cuerpo de Ingenieros Cosmógrafos. Publica el almanaque de 1811. 1812: Se adhiere a la causa contra Nariño. Es nombrado teniente coronel. Publica el almanaque de 1812. 1813: Juan del Corral lo nombra Ingeniero General y Director de Fábricas. Es ascendido a Coronel. Funda la Academia de Ingenieros de Medellín. 1815: Funda una Escuela Militar y continúa con el atlas de la Nueva Granada, levanta puentes en las llanuras inmediatas a la capital, al igual que baterías y fosos. Ve la necesidad de hacer un mapa del Nuevo Reino de Granada, que fuera más exacto que el de Moreno y Escandón. 1816: Es detenido tras la batalla de la Cuchilla del Tambo, luego es juzgado y fusilado. Esta frase muestra un poco la actitud de Caldas hacia la astronomía: “Si usted llega a poseer un telescopio para el año que viene, tengo miras vastas con usted… Las ocultaciones de las estrellas por la Luna, los eclipses del Sol, los de los satélites de Júpiter son objetos demasiados importantes para fijar longitudes” 70. 2.2.1. Primeras observaciones La primera observación para el cálculo de la latitud fue hecha en Popayán el 23 de mayo de 1797 (N 2°23”) y comparación con Buiver [Bouguer] (N 2°27”). Documento perdido. Se 70

Carta No. 124. A Jerónimo Torres. Sin lugar [Santafé], junio 6 de 1808. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 283.

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interés por la astronomía se enfoca en cálculos de longitudes y latitudes para la elaboración de mapas. Observación de Júpiter -

Observación de una de las lunas de Júpiter en diciembre de 1798. Observación de las bandas de la atmósfera de Júpiter. Observación de Saturno71

Eclipses de Luna entre 1790 y 1800 Se cree que Caldas pudo haber observado estos eclipses antes del siglo XIX: Eclipse Total 23 de octubre de 1790. Eclipse Parcial 12 de octubre de 1791. Eclipse Parcial 25 de febrero de 1793. Eclipse Total 14 de febrero de 1794. Eclipse Total 11 de agosto de 1794. Eclipse Parcial 4 de febrero de 1795. Eclipse Total 4 de diciembre de 1797. El eclipse de 1790 es un eclipse total y central, es decir, la luna pasa por el centro del cono de sombra que genera la Tierra y esto hace que se vea muy rojo. No hay indicios de que Caldas lo hubiera observado, pero como hipótesis se podría pensar que podría haber sido uno de los motores para que Caldas se iniciara en la astronomía. El eclipse Total de Luna del 4 de diciembre de 1797 es el más importante porque logro calcular una longitud, en este caso, de El Gigante: “La observación del eclipse del 3 del pasado se hizo a toda satisfacción, porque se define el principio y el fin en atmósfera limpia, y tiene usted ya determinado astronómicamente un punto en longitud, por medio de la inmersión y emersión, de un gran número de lugares, y manchas de la luna. No nos falta otra cosa que verificar los cálculos…” 72. Observaciones en Popayán Las observaciones realizadas en esta época permitieron mejorar los datos de la zona de Neiva, Popayán, La Plata, Timaná y Gigante. “Yo me aflijo cuando veo tan poca astronomía en toda la extensión de la Nueva Granada, y que no hay uno a quien se le pueda encargar observe una latitud...Piedrahita, en su historia de este Reino, coloca a la villa de Timaná a los 2º30’ de latitud norte; y yo, por cuatro 71

Carta No. 25. A Santiago Arroyo. Popayán, enero 5 de 1799. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 59-63. Carta No. 22. A Santiago Arroyo. Sin lugar ni fecha [Enero de1798, posiblemente en El Gigante]. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 56. 72

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observaciones acordes, dos con el sol, y por diferentes métodos, y dos con las estrellas, le hallé de 1º58’, es decir, 72’ más corta”73. Carta a Santiago Arroyo, Popayán, diciembre 3 de 1798. Eclipses de Luna entre 1800 y 1812 El eclipse total del 30 de marzo de 1801 fue observado por Humboldt en Barú, pero no hay información de que Caldas también lo observara. El eclipse Total del 22 de septiembre de 1801 tiene la siguiente alusión: “Parece que las nubes me persiguen hasta abajo de la línea. Yo vine acelerando mi marcha cuando me fue posible para llegar a tiempo de observar el eclipse de luna; ya sabe usted el mal suceso de la péndola de Graham), en fin, arreglé otro, y esperé mi eclipse; no me pude asegurar el principio por las nubes, y en toda la inmersión solo vi entrar en sombra a Platón. En recompensa observé toda la emersión a mi satisfacción” 74. El profesor Moreno expresa no conocer más información sobre observaciones hechas por Caldas a otros eclipses, a la vez que sugiere adelantar investigaciones sobre el tema en lo sucesivo. Encuentro con Humboldt en Quito (1802) En Popayán, el padre de Caldas le mostró a Humboldt los cálculos de la longitud de la ciudad a partir de la observación hecha por su hijo, quien obtuvo 5 h 14’13”, frente al resultado de 5h 14’16” de Humboldt. El Barón se percató de la inteligencia de Caldas y le hizo saber su opinión a Mutis. Por su parte, Oltmanns también valoró el trabajo de Caldas cuando publicó sus datos del eclipse de diciembre de 1797 observado en El Gigante, que incluían latitudes de la parte alta del rio Magdalena hechas a partir del Sol y diferentes estrellas. Caldas adelantó observaciones de Júpiter y Saturno con Humboldt y compara la calidad de la imagen obtenida con el telescopio del prusiano con la de los telescopios adaptados en el Nuevo Reino de Granada, que en su opinión son superiores. Parece ser que Caldas reconstruía los oculares para hacer mejores observaciones. Tras la partida de Humboldt, observó del solsticio de verano el 22 de junio de 1802 para la determinación de la inclinación eclíptica y cálculo la longitud de Ibarra. Infortunadamente, se perdió el manuscrito de las observaciones realizadas en Quito. Trabajos en el Observatorio 1806: Traza la meridiana del Observatorio. 1808: Observa el eclipse en Bogotá. Determina su altura y su longitud. Determinó la latitud del observatorio en 4°36´06” N.

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Carta No. 24. A Santiago Arroyo. Popayán, diciembre 3 de 1798. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 58. Carta No. 46. A Antonio Arboleda. Quito, octubre 6 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 126.

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Eclipses de Sol No hay eclipses totales en la época de Caldas. Eclipse parcial, 28 de octubre de 1799 Eclipse Parcial, 5 de agosto de 1804 Eclipse Anular, 28 de septiembre de 1810 Eclipse Parcial, 27 de julio de 1813 Eclipse Parcial, 21 de enero de 1814 Del eclipse parcial del 5 de agosto de 1804, comenta lo siguiente: “A pesar de haber perdido el eclipse de sol de 1804 y de la ocultación de Antares por la luna del mismo año, fenómenos los más interesantes para la longitud, yo puse toda mi atención sobre los satélites de Júpiter”75. Al Secretario del Virreinato. Santafé, septiembre 30 de 1808. Con respecto a los demás eclipses, no hay indicios de que los hubiera observado y de ser así tampoco se conocen los resultados. Tránsitos de Mercurio Caldas observó este fenómeno el 9 de noviembre de 1802. Solo se vio la parte final del tránsito en América: “La astronomía ha dado un paso. El telescopio que usted ha confiado a mis manos se ha estrenado con el paso de Mercurio por el disco del Sol. Usted sabe la importancia de esta observación. Cuando nació el Sol sobre el horizonte de Otavalo estaba Mercurio como en el norte 1. La mañana fue de las más bellas y claras que puede desear un amante de la astronomía. Logré con la mayor felicidad el momento del contacto inferior n.2, y el del contacto exterior n. 3 a la salida”76. Este mismo fenómeno fue observado por Noguera en Cartagena y por Humboldt en Lima. El Cometa de 1807 Se trata de un evento astronómico novedoso en el historial de Caldas. “Desde el 23 de septiembre se advirtió al fin de la constelación de la Virgen un cometa, y se comenzó a observar el 25 en el Observatorio Astronómico de esta Capital. El encargado de este establecimiento D. Francisco Joseph de Caldas ha comenzado una serie de observaciones, y el 26 fijó el lugar del nuevo astro para 6 hor. 37 min. 17 seg. Tiempo verdadero del meridiano del Observatorio: el resultado fue:

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Carta No. 127. Al Secretario del Virreinato y Juez Comisionado para los Asuntos de la Expedición Botánica de Santafé. Santafé, septiembre 30 de 1808. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 288. 76 Carta No. 77. A José Celestino Mutis. Otavalo, noviembre 22 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 221.

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Declinación austral……….. 1 grad. 53 min. 12 seg. Ascensión recta……………..217grad. 57 min. 00 seg. Longitud geocéntrica……….6 grad. 19 min. 59 seg. Latitud Boreal………………12 grad. 25 min. 25 seg. “El cuerpo del cometa pareció bastante terminado, y del diámetro de Marte poco más o menos. Su luz era rojiza, débil, y como dentro de nieblas. El núcleo estaba rodeado de una atmósfera luminosa prolongada en abanico hacia la parte opuesta al Sol, y cuya fuerza disminuía por grados insensibles hasta desaparecer. Esta ráfaga de luz, que puede llamarse barba por preceder al cometa en su curso era oblicua, y seguía la dirección de la Eclíptica; en fin su longitud pareció o de 38 a 40 minutos” (Semanario del Nuevo Reino de Granada). Era un cometa fácil de observar, descubierto por Parisi en la segunda semana de septiembre en Sicilia. El periodo de este cometa es de 1704 años, lo que indica que ha venido pocas veces al Sistema solar interior. Su punto más cercano al sol (pericentro) ocurrió el 19 de septiembre de 1807. Parece ser que personas en Bogotá y en Cartagena lo pudieron observar a simple vista el 10 de septiembre, con lo cual estuvieron cerca de ser los descubridores del cometa, ya que éste fue visto por primera vez el 9 de septiembre: “Es verdad que este astro ha llenado mis momentos ha más de un mes, y creo no le dejaré hasta su total dos apariciones. El tiempo falta para calcular todos los elementos de mis observaciones; pero las verá con el tiempo. Desde su aparición ha disminuido constantemente de diámetro y de luz. La cola que estaba en la inclinación de la elíptica el 22 de septiembre, está hoy al contrario y vuelta al Norte. El abanico que formaba se ha dilatado más; esta es la forma que hoy tiene. Su curso es bien caprichoso; se vio en Virgo, cortó el ecuador entre el 28 y 29 de septiembre, pasó al Monte Menelao, tocó en la cabeza del Serpentario, y está ahora sobre el dorso de Hércules. ¡Quién sabe dónde desaparecerá!”77. Caldas calculó las posiciones del cometa pero se cree que no poseía aún las herramientas matemáticas para hacer el cálculo de la órbita. El Gran cometa de 1811 Fue detectable a simple vista durante los meses de abril y mayo. La longitud de su cola podía superar los 40°. No hay reportes de Caldas sobre él, por lo cual sugiere investigar más a fondo sobre este aspecto. A modo de conclusión: -

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Caldas hace uso de la astronomía de acuerdo a las necesidades que observaba en la Nueva Granada: con la geografía, con la economía (un buen diseño de mapas logrará mejores caminos y comunicaciones), la botánica (a partir de las coordenadas

Carta No. 117. A Santiago Arroyo. Santafé, noviembre 6 de 1807. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 274.

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geográficas identifica donde hay quina; trata de participar en la geografía de las plantas). -

La muerte temprana de Caldas cortó el desarrollo del Observatorio y de la astronomía en el país. La escasez de personas entrenadas hizo que el esfuerzo de Caldas no fuera continuado. Después del siglo XIX, las guerras fueron un obstáculo para el desarrollo de la ciencia.

2.3. Reconocimiento a Jorge Arias de Greiff El profesor Luis Carlos Arboleda indicó que a lo largo de este seminario, la Academia mantuvo contacto con el profesor Jorge Arias de Greiff, a quien se pensaba invitar a las sesiones, pero por su edad y su delicado estado de salud no fue posible hacerlo. El grupo de Historia y Filosofía de la ciencia de la Academia le rinde homenaje a su obra sobre la astronomía en Colombia, a su trabajo documental, bibliográfico y de archivo al reunir las obras y las cartas de Caldas.

2.4. “El anteojo astronómico en época de Caldas”. Raúl Joya Olarte. La exposición del profesor Joya trata de recrear un panorama de la situación económica a nivel mundial durante la época de Caldas. En ese período, la astronomía era básicamente geodésica en nuestra región, pero a nivel mundial ya se estaban trabajando problemáticas diferentes, como la de observar los fenómenos y la evolución de los cuerpos celestes. Las temáticas alrededor de la obra de Copérnico y de Newton se desarrollaron ampliamente, al tiempo que se implementaban mejoras en la instrumentación requerida para observar el universo; por ende se hablaba de observatorios astronómicos. Varios fabricantes se dedicaron a realizar este tipo de instrumentos, especializándose en tallar vidrios, trabajar la sílice, obtener instrumentación para telescopios, microscopios, octantes o sextantes, todo lo cual lleva consigo algún sistema óptico. 2.4.1. Telescopios en Europa hacia 1800. A. Tipo de Óptica y características de los telescopios. 1609: El telescopio moderno inicia con el trabajo de Galileo Galilei, quien lo adecúa para observar el firmamento, descubriendo las lunas de Júpiter, identificando las fases de Venus y los cráteres lunares, etc. Se trataba de un pequeño telescopio refractor de 1.25 metros de longitud y de 3x a 8x (aumentos). 1668 – 1672: Isaac Newton desarrolla un telescopio reflector de 5 x 20 centímetros, con 40x -aumentos o acercamientos-. 1655 – 1659: Christian Huygens construye un telescopio refractor de 5cm. x 3.6 mts., con 50x (aumentos). Debe notarse que en esta época los expertos en óptica pensaban que la 48


potencia del telescopio y la calidad de la imagen dependían de que se fabricaran con base en distancias focales más largas. Con este instrumento, Huygens estudió los anillos de Saturno. 1721: John Hadley trabajó con telescopios más grandes pero reflectores, con tamaño de 15 cm. hasta 45 cm. de diámetro y con distancias focales que ya no serán tan largas como el de los refractores sino de 1.8 mts. para los de 15 cm y 3.6 mts. para los de 45 cm. En este período, surgió el debate sobre la mayor efectividad de los telescopios refractores o reflectores. En el caso de Hadley, existía el problema sobre qué material utilizar para reflejar la luz, dado que en los metales solo llegaba al 11% o 15%. 1638 – 1667: Popularización del micrómetro, que optimizaba las mediciones a través de un aparato consistente en un cruce de líneas, alambres o hilos de araña que permitían medir la separación de estrellas cercanas. Este desarrollo hizo que se extendiera el uso de telescopios de refracción. 1733: Chester Moore Hall, un aficionado a la astronomía, mandó fabricar un telescopio refractor de 6.5 cm x 0.5 mts., logrando corregir la famosa aberración cromática que tantos inconvenientes causaba en el momento de las observaciones. 1757: John Dollond trabajó en el desarrollo de un telescopio refractor con lente acromática y fundó la marca famosa de telescopios que lleva su nombre. La solución a la aberración cromática fue lograda con el uso de una lente biconvexa en el objeto y una cóncavo-convexa en el ocular. Muestras / simulaciones En ese momento de su charla, el profesor Joya mostró a los asistentes un juego de estas lentes, al igual que un telescopio T.H. Arris & Son. London “Day or night”. 1774 – 1789: William Herschel empezó a hacer grandes telescopios reflectores. El primero fue de 15 cms. x 2.1 mts., con el cual descubrió el planeta Urano en 1781. Posteriormente, construyó telescopios de mayor tamaño -45 cm x 6 mts., y de 122 cm x 12.2 mts.1807: Joseph Ritter von Fraunhofer realizó el montaje de un telescopio refractor con montura ecuatorial –no altacimutal- de 24 cm x 4.3 mts., que daba mayor comodidad a los astrónomos. 1814 – 1817: Fraunhofer desarrolla el Espectroscopio. 1819: Montura Germana. El Observatorio de París es la referencia de la instrumentación astronómica en la época. En 1741 en Holanda se empiezan a utilizar metales en lugar de madera para obtener mayor exactitud. Los metales permitían grabar líneas similares a micrómetros para hacer mediciones más precisas. Dudley Adams (Londres, 1800), obtiene la patente de un telescopio de un tamaño más reducido.

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Con relación a la aberración cromática, Caldas hizo ensayos con muchos lentes. Indicaba que había pedido en préstamo a sus conocidos un telescopio –posiblemente el anteojo de Dollond que se conserva en la Casa Museo Mosquera de Popayán–. Algunos de los que se usaban en la época contaban con una lente de 130 mm y de aproximadamente de 5 x 5 pulgadas, que permitían mejores observaciones. También aparecen fabricantes que realizan copias piratas –Dolland, por ejemplo-. Desarrollo de los oculares El ocular es la parte del telescopio que se ubica en el lado del observador, que tuvo una importante evolución desde Johannes Kepler, quien trabajo en el diseño de estas lentes en 1610, hasta el sistema óptico de Dollond en 1760. Posteriormente habrán más diseños de oculares que mejorarán la calidad de las observaciones, por ese motivo se habla de que Caldas intercambiaba lentes y ensayaba distintas configuraciones, si bien lo hacía intuitivamente, sin llegar a un diseño propio. En ocasiones, los desarmaba e intentaba trabajar con lo que tenía a su alcance. 2.4.2. Telescopios en América El telescopio de Caldas se encuentra en Popayán, en la Casa Museo Mosquera. A. Observatorio Santafé de Bogotá. Desde el comienzo de su carrera científica, las observaciones astronómicas de Caldas se orientaron hacia la geografía, por eso comenzó a hacerlas con instrumentos básicos. Para el año en que observó los satélites de Júpiter, indicaba que era capaz de observar las bandas ecuatoriales de este planeta, al igual que sus satélites y el anillo de Saturno, en tanto que expresaba el deseo de adquirir mejor instrumentación. La corona hizo un envío de instrumentos a la Nueva Granada, algunos de los cuales fueron incluidos en la dotación del Observatorio en Santafé. Los micrómetros de la época eran los tradicionales de hilos cruzados, ya que los modernos tienen diferentes tipos de labrados para hacer las mediciones. En el Observatorio Astronómico Nacional de Colombia se adquirió un telescopio refractor Gran Ecuatorial de 16 centímetros (Secretan Francia), Bogotá 1879. El montaje tomó un tiempo considerable. Observatorios en otros países de América Observatorio Astronómico Nacional de Chile. Refractor ecuatorial 6,5”. New York 1849 – 1853. Cerro de Santa Lucia. Observatorio Astronómico Nacional Argentino. Refractor ecuatorial 11,5” 1871 EEUU. Córdoba. Observatorio Astronómico de Quito. Gran ecuatorial 9,4”. 1875, Merz EEUU. Quito.

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Observatorio Astronómico Nacional de México. Refractor ecuatorial 15”. 1978 Irlandés. Tacubaya. Se puede ver que antes de 1900 el continente americano contaba con una importante dotación de instrumentos de observación astronómica. 2.4.3. Reflexiones: -

El tipo de anteojo astronómico utilizado en la época de Caldas permitió hacer importantes trabajos en astronomía a nivel mundial. Es decir, en Europa estaban haciendo instrumentos de buen nivel y se estaban usando para la práctica astronómica.

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Los instrumentos importados para el Observatorio de Santa Fe de Bogotá hacían parte del grupo de objetos fabricados en serie, de buena calidad, que contribuían al cumplimiento de los objetivos propuestos.

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Sería interesante confirmar si la investigación y desarrollo de la óptica para la astronomía a lo largo de la historia ha sido indicador de desarrollo en los países que la realizan. Esta opinión surge del hecho de que los laboratorios que se encargan de su desarrollo en América han tenido avances significativos en materia científica.

3. Comentarios a cargo de Gabriel Jaime Gómez Carder. El profesor Gabriel Jaime Gómez Carder recuerda con gratitud al profesor Luis López de Mesa, quien le refirió por primera vez la vida y obra de Francisco José de Caldas. En su opinión, el sabio Caldas es un fenómeno insólito no solo en el virreinato de la Nueva Granada, o en nuestro país sino en América. En una caminata efectuada el día anterior por los alrededores del sector histórico de La Candelaria, recordaba que cerca de la Biblioteca Luis Ángel Arango funcionaba la Real Biblioteca Pública de Santafé, donde llego Caldas a buscar los libros que lo entusiasmaron por el tema de la astronomía, libros como el de los fundamentos de la navegación de Etienne Bézout, el tratado de Astronomía de Jerónimo Lalande, el libro de “Observaciones Astronómicas” de Jorge Juan. Estas obras llevaron a Caldas a hacer una carrera en el campo de la astronomía como autodidacta, al igual que Humboldt. El Barón tuvo el privilegio de tomar clases particulares en el Observatorio de Gotha con Francisco Javier von Zach y allí aprendió el manejo del sextante, instrumento de reciente aparición que remplazaba el uso del octante que Caldas estaba adquiriendo por aquella época y con el cual se iniciaba con esta pasión. Frente a tantos homenajes y libros dedicados a Humboldt, cabe preguntarse ¿por qué Caldas no recibe el mismo tratamiento? Cuando ellos se encontraron en Ibarra en diciembre de 1801, ambos estaban prácticamente a la par en astronomía, observaban las estrellas para determinar puntos geodésicamente, observaban eclipses, buscaban determinar la oblicuidad de la elíptica mediante el estudio de los solsticios. Caldas entrará en una decepción frente a su situación particular, frente a la lejanía de este territorio de la Europa ilustrada, de lo que se estaba 51


haciendo en materia de desarrollo propiamente astronómico. Cuando los principios newtonianos llegaron a Santafé se despertó un gran interés por este tema y José Celestino Mutis dictó la catedra del Rosario va a empezar a divulgar en forma teorética la naturaleza de esos principios. El telescopio estaba inventado y perfeccionado, se le habían corregido muchos problemas y el instrumento al que puede acceder Caldas es un acromático bastante mejorado. Se va a desarrollar la mecánica celeste, que es la que permitirá avances en la astronomía de observación en una época en la que Europa llevaba una gran ventaja en materia de estos desarrollos frente a lo que se comienza a realizar aquí en manos de un autodidacta que tiene que traducir del francés, aislado muchas veces y ayudado de un diccionario, para hacer acopio de esta información y a su vez de la experiencia para fabricarse instrumentos rudimentarios. En ese período, fabrica instrumentos como un cuadrante y un reloj de péndola (teniendo un reloj en daño decide desarmarlo y arreglarlo). Al no tener telescopio, decide pedirle uno prestado a un clérigo que lo desarma y lo perfecciona. Caldas es un genio creativo, el genio creativo también tiene un maestro que no se ha mencionado, que es José Félix de Restrepo, el maestro que viene a trabajar en el Colegio Seminario en Popayán, a los quince años él va a insuflar en Caldas ese despertar, esa pasión, le va a dar ese insight creativo. Podemos imaginar al profesor Restrepo muy organizado dando la clase sobre la experiencia fabulosa de la Expedición de la Condamine en la zona del Ecuador en el virreinato del Perú, realizada entre 1735 y 1740, contando a estos muchachos la odisea de esta experiencia de la academia francesa en la cual participaron matemáticos, astrónomos, relojeros, geofísicos, empleados de carpintería y demás obras para medir sobre el terreno casi 3° de la longitud del meridiano para ponderar la forma de la Tierra, imaginemos a ese muchacho de 15 años trasformado a partir de esa experiencia ya que se dice que fue a buscar los libros en las bibliotecas de los personajes ilustrados para ver que se sabía de ese tema, qué se puede conocer y leer; no es raro que cuando viene a Santafé en 1796 para asuntos comerciales y demás vaya a la biblioteca pública a buscar esos libros y de paso se dirija al almacén donde puede comprar una brújula, un octante, unos tubos y un barómetro para ganar experiencia. Esto es lo que hace Jorge Reynolds en la actualidad, no solo se vale de la teoría sino que la combina con la experiencia y busca entusiasmar a sus estudiantes, ese es el método que se debe emplear a imitación de Caldas para poder sacar adelante la educación que tenemos postrada, viéndonos obligados a ir a aprender información para presentar pruebas que califiquen al estudiante para un obtener un cartón universitario. Eso no fomenta la creatividad. En Caldas se debe admirar este proceso creativo, autodidacta que le permitió desarrollar una astronomía que para la época era básica y fundamental, no la mecánica celeste. Él mismo lo dice: “seria vano que yo estuviera en el gabinete haciendo observación de los astros con lujo de competencia”, no era la astronomía para desarrollar la geografía, dice Caldas con ahínco político “la base de toda especulación política y geográfica es la astronomía”; se necesita astronomía para hacer las cartas geográficas y de navegación, para desarrollar los caminos. Por esta razón, el presidente Carondelet le va a encargar en Quito que mejore y perfeccione el camino de Malbucho, que lleva de la capital a la costa. Imagínense el mérito que tiene Francisco José de Caldas, en 1803. Tenemos que recoger este Caldas, este es el Caldas vivo, 52


el que nos interesa para hacer estas transformaciones educativas que necesitamos y de las que tanto se habla en Colombia. Los expositores han abordado lo que podría ser el prospecto de una astronomía que debiera volverse a las aulas; hace algún tiempo había cosmografía, la cosmografía de Bruño que se impartía en los colegios y en las universidades. Por ejemplo, en las escuelas de ingeniería se veía geodesia y los estudiantes tenían contacto con los elementos astronómicos, debemos volver entonces, como lo dice el lema de la Academia, a poner los pies en la tierra y la mirada en las estrellas.

4. Discusión con el público y conclusiones. Fredy Moreno: Se refiere al aporte que hace el profesor Gabriel Jaime sobre la existencia de dos personajes autodidactas, de una parte Caldas, en un medio donde no había ciencia ni astrónomos y de otra parte Humboldt, con toda la visión de la astronomía europea. Caldas en un momento llega a igualar al prusiano, es algo que se debe resaltar. Con pocos libros e instrumentos, alejado, él tenía todo en contra. Fue un hombre que se encontró con todas las dificultades, pero luchó contra todas ellas. Luis Carlos Arboleda: El talento y la creatividad de Caldas son una construcción que no solo parte del autodidactismo sino de la formación que le imprimieron José Félix de Restrepo, la catedra de matemáticas de Mutis, los textos escolásticos y sobre todo neo-escolásticos de los años 1750 que incorporaban la catedra cartesiana. pero también los temas sobre instrumentos, los experimentalistas holandeses, esas obras que aún se encuentran en las bibliotecas, todas estas obras tenían unos saberes relacionados con la óptica y la astronomía, es decir, no hay instrumentos pero hay saberes en los libros. ¿Cómo influyeron estos saberes en las prácticas de observación? De otra parte, el territorio de la presidencia de Quito fue por primera vez escenario de la ciencia mundial con la Expedición Geodésica, el continente americano se colocó por primera vez en el plano de la ciencia moderna con esa expedición que duro casi 10 años, que dejo instrumentos, saberes, profesores que enseñaron en las universidades. ¿De qué manera piensan ustedes que este gran movimiento contribuyó a la construcción de este genio y de sus posibilidades de realizar con posteridad actividades de observación y prácticas astronómicas? José Gregorio Portilla: La Expedición franco- española fue una experiencia de gran envergadura que permitió determinar si la Tierra tenía la forma que había sugerido Newton y hace la reflexión en el sentido de que es vergonzoso para la Nación desde el punto de vista de las enormes deficiencias existentes no solo en ciencia, como las que hemos tenido que padecer muchos de nosotros trabajando con las uñas, sino también el hecho de que no conocemos nuestra historia. Cuando Caldas estaba en la presidencia de Quito se sorprendió de que semejante expedición que había ocurrido varios años antes, prácticamente nadie la recordaba, los observatorios que se habían hecho de afán habían desaparecido. Incluso una placa que habían colocado los académicos franceses y españoles fue recogida por Caldas porque parecía una piedra más en el camino y la trajo al Observatorio, donde permaneció por mucho tiempo en hasta que un funcionario ecuatoriano la reconoció y dijo que el señor Caldas se la había robado y que pertenecía a la memoria científica de Ecuador. Todo esto apunta a 53


un problema no solo de carácter científico, si no se conoce la historia, se está condenado a repetirla. Debemos decidir si queremos ser un país más, sin impacto, o que pueda competir con otros países de tú a tú. Esto aún no lo veo. Samuel Jaramillo: Quisiera señalar algo sobre la influencia que tuvo para Caldas como persona la Expedición de La Condamine. Los españoles eran reservados ante la circunstancia de que hubiese extranjeros en esa zona y le puso muchas barreras a esa expedición. Una de las exigencias fue Jorge Juan y Antonio de Ulloa se unieran a ella. Caldas se imaginaba algo similar para sí mismo y probablemente si Humboldt hubiera accedido a que lo acompañara en su viaje por América, tal vez hubiera llegado a Europa y se habría convertido en un personaje de escala mundial. Luis Carlos Arboleda: La construcción del cuarto de círculo fue posible con base en la obra de las “Observaciones astronómicas” de Jorge Juan, que Caldas incorporó en su obra. Quiero hacer énfasis en este aspecto que no se ha abordado aquí y es que esta publicación está siendo reivindicadas en los últimos años como la obra newtoniana más importante en lengua castellana producida a finales del siglo XVIII y se ha mostrado en investigaciones recientes que la incorporación de la cultura newtoniana en España fue posible a partir del seminario dictado por Jorge Juan en la década de 1750, al cual pudo haber asistido Mutis. La lectura de esa obra solo tiende a abordarse desde el punto de vista del manual que permitió la construcción del cuarto de círculo, pero se supone que existió una lectura mucho más amplia por parte de Caldas gracias a las enseñanzas de José Félix de Restrepo. Jorge Reynolds: Uno de los aspectos que no se ha tocado sobre Caldas son sus trabajos en vidrio y algunos de los ensayos que debió adelantar para la fabricación de lentes. Existe información en mi familia de que Lino de Pombo le ayudo económicamente para poder hacer unos ensayos en ese sentido. Parece que durante la época en que Caldas creo la ingeniería en Antioquia, aprovechando los hornos para la fundición de cañones, adelantó algunos trabajos en vidrio para hacer lentes. Entre las cosas que conservo de Caldas, está un par de fundiciones de vidrio que quizá aparecieron en el mismo escritorio que le perteneció al Sabio. Hablando con algunas de las personas que han hecho estudios históricos en la familia, parece ser que él trabajó en la creación de lentes. Andrés Ochoa: Una pregunta para el profesor Portilla: ¿es claro el conocimiento que tenía Caldas de la trigonometría para las correcciones que tenía que hacer en relación con la óptica, con la refracción atmosférica? José Gregorio Portilla: ¿Te refieres a la trigonometría plana o esférica? Andrés Ochoa: Esférica José Gregorio Portilla: Determinar la latitud no es complicado porque se utiliza trigonometría plana. Hace algunos meses yo pensaba que Caldas no había usado trigonometría esférica. Por ejemplo, en la información citada por Freddy sobre las posiciones del cometa de 1807, Caldas dice en su reporte de lo que yo llamo el número “cero” del Semanario, coloca las coordenadas ecuatoriales del cometa en el momento que hace la observación y simultáneamente coloca 54


las coordenadas eclípticas, pero si tu manejas un principio de trigonometría esférica y astronomía de posición, si conoces las coordenadas ecuatoriales puedes conocer las eclípticas o viceversa y cuando uno hace el cálculo con los datos facilitados por Caldas el resultado es diferente. Por ese motivo, yo pensaba que Caldas no entendía estas temáticas y quizá lo que hizo finalmente fue recurrir a la carta celeste de que disponía y estimar a ojo algunos de los datos. Pero cuando llegó a mis manos, gracias a Iván Felipe, el manuscrito de sus mediciones en Timaná que le entregó a Humboldt –que ya se puede descargar en la página de la Biblioteca Estatal de Berlín78–, encontré en los cálculos que él hace del eclipse de 1797, que parte de la razón de que la longitud de El Gigante tuviera errores se explica porque él calcula el tiempo solar verdadero a partir de alturas correspondientes de estrellas con ayuda de un reloj que era malísimo. Me di cuenta de que Caldas consignó en ese documento una secuencia de cálculos logarítmicos para resolver el Teorema de coseno de la trigonometría esférica, luego si manejaba eso manejaba toda la secuencia de los cálculos de trigonometría esférica. De igual manera, para aplicar el método de Borda y todo lo relacionado con las refracciones, se necesita conocer la trigonometría esférica. Gabriel Jaime Gómez: El fenómeno de la refracción no es difícil, si tu observas la salida o la puesta del Sol te darás cuenta de que hay una diferencia de tiempos en los cuales ves el astro como si estuviera más abajo del horizonte de lo que realmente está, es decir, el fenómeno de refracción experimental no es difícil, aquí hay que decir que Humboldt puso al día a Caldas en el manejo del sextante y el cronometro de precisión; esos dos instrumentos llegaron con Humboldt, quien fue muy generoso en la trasmisión de conocimientos hacia Caldas. De manera que cuando le explicó cómo funciona el sextante necesariamente le tuvo que hablar del fenómeno de la refracción y para explicar esto se necesita conocer la trigonometría esférica que Caldas hasta ese momento parece que no conocía. Luis Carlos Arboleda: Yo no estoy de acuerdo con eso. José Gregorio Portilla: Yo tampoco. Luis Carlos Arboleda: Hace un tiempo yo he venido defendiendo la idea de que es necesario ver en el cuaderno que se conserva en Medellín79, las anotaciones que Caldas dejó sobre observaciones y cálculos astronómicos; estamos hablando de un cuaderno elaborado entre enero y abril de 1802, y en esas anotaciones se diría que puede existir el influjo de las lecturas que Humboldt le permitió hacer de sus obras, pero ahora tú dices que estas fórmulas trigonométricas esféricas estarían incluso desde antes. José Gregorio Portilla: En el eclipse de 1797. Luis Carlos Arboleda: Hay un aspecto muy importante que me motiva a reivindicar ese conocimiento, ese saber, y es el hecho de que precisemos el momento en que Caldas obtuvo 78

“Observ. diversas hechas en 1799”. Biblioteca Estatal de Berlín. Signatura: Nachl. Alexander von Humboldt, kl. K. 7a, Nr.31. Disponible en línea: https://digital.staatsbibliothekberlin.de/werkansicht?PPN=PPN770941168&PHYSID=PHYS_0001&DMDID=DMDLOG_0001 79 Existe una versión facsimilar con el título: Códice original de los estudios de Francisco José de Caldas. Medellín: Universidad de Antioquia, 1953.

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el conocimiento de las funciones trigonométricas complejas, porque se trata de una manera de matematización de los cielos que involucra correlaciones complejas entre variables que pudo haber aplicado en un proceso de matematización de la realidad, como por ejemplo el establecimiento de una teoría correcta de la hipsometría. Es paradójico que, en el período de 1799 a 1801, él está apropiado de unos saberes complejos de correlaciones que no son lineales para observar el cielo y medir longitudes y latitudes, y en particular el tema de la refracción, en tanto que en ese período hace matematizaciones de altitudes con fórmulas lineales, lo cual muestra la dificultad de la aplicación de saberes científicos determinados en contextos diversos por parte de un mismo individuo. Esta es una problemática compleja que se planteó en la sesión anterior de este seminario, cuando los comentaristas José Antonio Amaya y Mauricio Nieto llamaron la atención sobre la necesidad de intentar establecer las condiciones de posibilidad que favorecieron en un momento histórico determinado que Caldas tuviese tal bagaje de conocimientos. Se trata de un punto que me parece muy importante dilucidar entre astrónomos y matemáticos. Gabriel Jaime Gómez: A mí me gusta mucho ese entusiasmo tuyo Luis Carlos, porque eres un gran matemático. Lo que yo quiero resaltar aquí es que Caldas tenía un conocimiento matemático básico y que en materia de conocimiento experimental cuando él tiene contacto con estos instrumento nuevos que trae Humboldt, es éste quien lo pone al día; la refracción ya estaba mencionada en el libro de Étienne Bézout que él había conseguido en Santafé, pero en cuanto a esa curtiembre matemática de la trigonometría esférica, que no es imposible para una persona que ya tenía un nivel matemático más o menos interesante, humildemente no creo que Caldas la poseyera, pero sí que la necesitaba para hacer esas correcciones cuando empezó a manejar instrumentos nuevos, es decir, Caldas se va construyendo paso a paso, y claro, tú lo dejas como un tema de investigación, tenemos que investigar. Luis Carlos Arboleda: Miremos las anotaciones, en el cuaderno de Medellín está todo esto. José Gregorio Portilla: Es clarísimo en el documento que le entrego a Humboldt que Caldas conocía de refracciones porque la corrección existe, buscó la información en la tabla de Bouguer y teniendo en cuenta este resultado calculó la altura verdadera del astro para inferir las latitudes. Él sabía de qué se trataba la refracción. En parte, estoy de acuerdo con Gabriel Jaime, más adelante, en el eclipse de luna de 1797, utilizó sin duda el Teorema del coseno de la trigonometría esférica, pero yo no sé si es consciente de lo que está haciendo porque los libros que consultó son para marinos, hacen los cálculos muy detallados, es toda una cuestión mecánica, pero vaya usted a saber si la persona que hace cálculos como estos en realidad sabe lo que está haciendo; algo así pudo ocurrirle a Caldas. Lo que tú dijiste (Luis Carlos Arboleda) en Bucaramanga o en Manizales, cuando llamabas la atención sobre las fórmulas de trigonometría esférica que están en el manuscrito de la Universidad de Antioquia, en efecto allí se encuentran, él las copia de un libro, pero no las utiliza. Luis Carlos Arboleda: Un comentario final sobre este tema que es apasionante, bueno todos lo son, pero éste en particular de las refracciones atmosféricas. Comparto un comentario que hacíamos que nos permite mirar las condiciones tan particulares que caracterizan las

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observaciones a las que él se sometió. En una carta de julio de 1802 80, Caldas explicó a Mutis sus experiencias con la medición de mareas atmosféricas en Quito y detalles interesantes relacionados con el manejo de los instrumentos para este propósito. Ricardo Uribe un estudiante doctoral que está trabajando sobre la problemática del tiempo en la Nueva Granada durante la segunda parte del siglo XVIII y comienzos del XIX, ha llamado la atención sobre las condiciones que caracterizan la práctica de los innovadores en un momento determinado, que también involucran la presencia de auxiliares con hábitos mínimos de manejo de instrumentos que faciliten su labor. Precisamente, el caso de Caldas es un ejemplo de ello, de lo difícil que era para él un elaborar un programa de observación astronómica para determinar las latitudes y longitudes. El problema ya no era la falta de instrumentos, puesto que tenía la péndola que media segundos, sino por el ambiente donde no existía el hábito de manejar estas piezas y no podía conseguir con facilidad personas que le ayudaran en estas tareas, haciendo que fracasaran estas observaciones, que requerían de ejercicios de observación simultánea en diferentes lugares. La próxima sesión del 18 de mayo tratará sobre la instrumentación científica y técnica de Caldas, a cargo del grupo de investigación del profesor José Antonio Amaya, historiador afamado de la Universidad Nacional de Colombia.

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Carta No. 70. A José Celestino Mutis. Quito, julio 6 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 197-199.

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Seminario Estudios Caldasianos Sesión de mayo 16 de 2018 “Ojos en el cielo, pies en la tierra. Libros e instrumentos en la carrera del geógrafo Francisco José de Caldas, 1795-1816” Lugar: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 1. Presentación de la sesión El profesor Luis Carlos Arboleda da la bienvenida a la tercera sesión del Seminario de Estudios Caldasianos, con el cual el Comité Internacional e interinstitucional del Año Caldas celebra los 250 años del nacimiento del Sabio. Este seminario se enorgullece de contar el día de hoy con la participación del Dr. José Antonio Amaya y su grupo de investigación. El tema se relaciona con el estudio de los libros e instrumentos en la carrera de Francisco José de Caldas, una de las líneas que con seguridad cumple el propósito que se han fijado la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y las instituciones que conforman el Comité al desarrollar este seminario, consistente en promover los estudios sobre la obra de Caldas a la luz de nuevos enfoques historiográficos y metodológicos, abordando elementos documentales que contribuyan a reconstruir aspectos no muy claros e incluso desconocidos de la práctica científica de este personaje, al igual que diversos registros del saber que se relacionan con un momento crucial de la vida cultural, científica, política y social de nuestro país, a saber, la transición del régimen monárquico al republicano con todos sus avatares y conflictos. La sesión está centrada en el estudio de los instrumentos científicos y la manera en que será presentada por el grupo de investigación del profesor José Antonio Amaya, tiene una intención metodológica fundamental que va a ser objeto de gran interés, lo mismo que el comentario con el cual animaremos el debate en la parte final. La historia relacionada con estos instrumentos seguramente abrirá nuevas perspectivas sobre la práctica científica de Caldas. La historiografía, como lo dice el equipo de trabajo en el resumen de su charla, ha estado muy situada en el logos, en la narrativa sobre los discursos, los saberes teóricos y conceptuales que caracterizaron las observaciones de Caldas y de los miembros de la elite ilustrada, en detrimento de la logística, más relacionada con problemáticas como la práctica científica misma movida por la necesidad de emplear determinados tipos de instrumentos que permitan expresar unos saberes concretos, la destreza de los hombres de ciencia a la hora de manipular esos instrumentos, las exigencias que planteaban las actividades con esos instrumentos y la manera como el instrumento revela un nuevo cambio, una trasformación cultural fundamental en la vida científica. Esta presentación quiere mostrar que, contrario a las apreciaciones de la historiografía clásica, nuestro territorio fue escenario del impacto, llegada, apropiación o uso de más instrumentos de los que imaginamos y por supuesto de libros, otro medio para la producción de saberes. 58


Es interesante anotar que el lema de la Academia es “Pies en la Tierra y ojos en el Cielo” (Pedes in Terra ad Sidera visum), y es atrayente que el grupo invitado proponga una trasposición de esos términos en la exposición que será presentada sobre esta temática en el Museo Nacional de Colombia (“Ojos en el cielo, pies en la Tierra”). El profesor Amaya es uno de los primeros historiadores de la ciencia de nuestro país y curador de importantes exposiciones sobre esta época, entre las que se recuerda con gran aprecio la que organizó con motivo del Bicentenario de la muerte de José Celestino Mutis hace 10 años, conjuntamente con el Dr. Miguel Ángel Puig-Samper del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid81. Una década después, tiene a su cargo la curaduría de esta exposición dedicada a Caldas que se va a realizar a partir del mes de noviembre en el Museo Nacional y de la cual nos presentarán un abrebocas. Junto a José Antonio, tenemos la presencia de Iván Felipe Suárez, Director de la Casa Museo Caldas de la Escuela de Ingenieros Militares, historiador que en varias oportunidades nos ha mostrado la competencia de los estudios relacionados con la biografía intelectual de Caldas, particularmente en lo relacionado con su papel de geógrafo militar y geógrafo civil y que se encuentra en una asociación intelectual muy importante con el Dr. Amaya. Presentación del Grupo de Trabajo “Ojos en el cielo, pies en la Tierra. Mapas, libros e instrumentos en la vida del Sabio Caldas”, es el nombre de la exposición que estará en el Museo Nacional de Colombia desde el 29 de noviembre de 2018 al 24 de febrero de 2019. De acuerdo al profesor Amaya, es simplemente una cuestión de eufonía, ya que nos suena mejor de esta manera, siguiendo la consigna de Newton que concebía la Tierra como una gota de lodo en el universo. Esta exposición es financiada por el Ministerio de Cultura, el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, la Casa Museo Caldas de Bogotá, la convocatoria de investigación Orlando Fals Borda de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional en su versión 2016 y la propia Facultad de Ciencias Humanas. Lo que se propuso a la beca Fals Borda fue un proyecto de investigación, que paulatinamente hemos venido elaborando, traduciéndola también en términos divulgativos, de manera que muchos de sus resultados se publicarán inicialmente en el catálogo de la exposición, destinado a la divulgación, si bien esperamos continuar el proceso investigativo. Como es obvio, constituye un gran reto condensar y sintetizar el estado de nuestra investigación en un catálogo de 40 páginas. Las instituciones que participan y que colaboran en este proyecto son el Real Observatorio e Instituto de la Armada (ROA) de San Fernando en Cádiz, que gracias al convenio que firmó con la Universidad Nacional de Colombia nos prestará una serie de instrumentos para la exposición. De igual manera, el Real Jardín Botánico de Madrid participara con piezas originales y con una parte del texto del catálogo, concretamente sobre los trabajos botánicos de Caldas en la Provincia de Quito. Miguel Ángel Puig-Samper, del Consejo Superior de 81

Mutis al natural. Ciencia y arte en el Nuevo Reino de Granada. Museo Nacional de Colombia, Bogotá, diciembre de 2008 a marzo de 2009. Ver: http://www.museonacional.gov.co/sitio/mutis/exposicion.html

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Investigaciones Científicas (CSIC), también nos asesora en esta ocasión y el profesor Jorge Eliecer Quintero Esquivel de la Universidad del Cauca. El equipo está compuesto por: Iván Felipe Suárez Lozano (Director de la Casa Museo Caldas, Escuela de Ingenieros Militares), quien expondrá los primeros resultados de un trabajo que recoge sistemáticamente las observaciones que Caldas consignó en unos cuadernos manuscritos por lo menos desde el 15 de agosto de 1796 hasta 1816. Iván Felipe está recuperando esa información tanto en la obra manuscrita e impresa de Caldas, como en su obra cartográfica. Michel Lille (Investigador independiente). Nos hablará del método implementado en la reconstrucción de la biblioteca de Francisco José de Caldas. Sandra Milena Ramírez Rodríguez (Historiadora y Magister en Estudios Culturales de la Universidad Nacional de Colombia). La tesis de Sandra Milena sobre “Ciencia y Amistad en el Nuevo Reino de Granada”, señala que Caldas fue capaz de llevar a cabo su obra gracias al apoyo de sus amigos, quienes le brindaron un fundamento sentimental para realizarla, lo mismo que un fundamento logístico. Julián Leonardo Rendón Acosta (Estudiante de Sociología e Historia de la Universidad Nacional y candidato a la Maestría en Historia en la Universidad de los Andes). Juan Sebastián Nieto Moyano (Candidato a la Maestría en Historia en la Universidad Nacional de Colombia). Está preparando el primer capítulo de su tesis que se llama “Caldas geógrafo de la Republica de las Letras” que es una interpretación de la biblioteca del sabio payanés y que se inscribe en el tema de la historia de la lectura. Alejandra Avilán (Estudiante de pregrado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia). Colabora en la transcripción de relaciones históricas del Ejército Pacificador, donde se ha encontrado un centenar de itinerarios que, a diferencia de lo que sucedía con los ejércitos republicanos patriotas, incluían procesos de medición de los territorios recorridos, descripción de los recursos de que disponía cada población, etc., lo que probablemente constituye la fuente más importante para entender los estudios geográficos sobre el Nuevo Reino de Granada durante el siglo XVIII y principios del XIX. Esperamos publicar estos resultados próximamente. Jesús Esteban Romero Morales (Estudiante de pregrado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia). Ha trabajado en recuperar en la obra de Caldas todas las alusiones a los instrumentos, incluyendo el nombre que recibían en su época, las personas que se los proporcionaron a Caldas, en qué mediciones los utilizó, cuál fue su costo, etc. 2.1. Introducción a cargo del Dr. José Antonio Amaya La emergencia de colecciones se haya íntimamente ligada a la evolución de la situación social, política y cultural de un país, en este caso de un reino que se convirtió en Republica en 1811. Estas colecciones también evidencian el poder de unos grupos, en este caso de los criollos neogranadinos, poder que es perceptible, mensurable en la solvencia de los mismos 60


para observar fenómenos celestes. Tal poder se concretó y se hizo visible e intercambiable en la capacidad para representar el territorio del Nuevo Reino de Granada a través del lenguaje de la cartografía. La acumulación de las colecciones es un medio novedoso y prometedor de leer una sociedad, al implicarse en la formación y uso de aquellos acervos la corona española, Mutis, Caldas e Ignacio de Pombo, quienes estaban comprometidos en una trasformación del mundo de aquel entonces para construir otro mundo, el mundo de la Republica. Los inventarios son el insumo, muchos de estos documentos han sido publicados tanto en España en la década de 1950, como en Colombia, por iniciativa de autores como el profesor Jorge Arias de Greiff 82. Estos inventarios han sido considerados como una curiosidad erudita, no han sido leídos, no han sido compilados sistemáticamente y sobre todo no han sido interrogados. George Duby señalaba que las listas de objetos son documentos complicados -y obviamente aquí se incluyen los inventarios de instrumentos-, porque hacerlas hablar es tan difícil como epistemológicamente aprovechable para la investigación. Los inventarios son el insumo para determinar la naturaleza y magnitud de ese poder, brindan además un elemento de comparación de lo local con lo regional, con lo metropolitano y con lo europeo. Los intereses de los historiadores ya no se satisfacen totalmente con la descripción ni incluso con la edición de los documentos pertinentes, sino con el estudio histórico de cómo se han acumulado y se han usado los libros y los instrumentos. Las colecciones son construcciones históricas, aunque sean pensadas como tales las etapas de una colección participan de una gestión patrimonial, selección, transmisión y de una organización. Las colecciones tienen una génesis, unos ritmos de formación con momentos de consolidación, de sustracciones y diseminaciones y también unos mecanismos de reconocimiento social, a la vez que son objeto de conservación y valorización por parte de generaciones sucesivas. La historia genética es un concepto formulado por Guy Thuillier y permite posicionarse progresivamente para observar el lugar que ocupa Caldas en el tránsito de la cultura barroca a un saber ilustrado. Una historia genética se propone mediante la construcción y no con resultados formulados de antemano, comprender la génesis de una actitud, de una práctica, de una intuición, de una idea o de un sistema. No es precisamente una historia que busca simplificar sino más bien complicar, descubrir en el uso del instrumento, en la lectura del libro, en la nota infrapaginal, en el acontecimiento científico en lo aparentemente anodino en lo oculto, aquello que es importante, mostrar aquello que se ignora y quizá siempre se ignorará. Es una historia viva, con frecuencia una estructura, una historia de personalidades aunque se haya querido interpretar como una historia de estructura, se trata de una técnica para hacer emerger un pasado subterráneo, oculto o despreciado: se saca a la luz lo que está escondido. Aquí es definitiva la actitud que logre estructurar en sí mismo el historiador, quien debe ser abierto, buscar palpar, se trata de remontarse a los orígenes de la cultura científica

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Jorge Arias de Greiff, “Algo más sobre Caldas y Humboldt: El documento inédito de una lista de instrumentos”. En Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia. Núm. 101, Vol. XXVII, 1970. Disponible en línea: https://www.sogeocol.edu.co/documentos/101_alg_mas_sob_cald_y_humb.pdf

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en Colombia, titubeando en todo caso, dudando, recelando de los intervalos; todo debe ser sopesado, desconfiando de sí en todo momento. La noción de biblioteca privada forjada por Isabel Oliveiro tiene aquí una pertinencia evidente. Entendida en sentido amplio, esto es de los libros leídos, aunque no necesariamente de propiedad de Caldas, esta noción invita a explorar la Biblioteca del Real Seminario de San Francisco de Popayán, su colegio y a identificar y localizar sistemáticamente los libros citados en las obras de su maestro José Félix de Restrepo. Por este camino lo que se busca no es otra cosa que reconstruir la biblioteca ideal que influencio al joven Caldas, aunque este acervo nunca se acumuló en un lugar de saber determinado, no por ello es menos recomendable y epistemológicamente prometedora su reconstrucción. Definidas de esta manera, las colecciones pueden ser consideradas como un objeto de la memoria de ayer, lugar de memoria igualmente según el sentido que le ha dado a ello Pierre Nora: Los lugares de memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay memoria espontánea sino que es necesario reconstituirla. Al descubrir y conceptualizar la dinámica entre logos y logística Bruno Latour ha construido un nuevo campo de análisis para los estudios sociales e históricos de la ciencia. Su aporte ha revelado los límites de las tradicionales investigaciones biográficas y de la historia de las ideas cuando tienden a encerrarse en la inteligencia de los científicos. La presente propuesta responde a su llamado a prestarle una renovada atención a las infraestructuras materiales y en que trabajan, piensan y calculan los científicos, más exactamente a considerar de manera unitaria y global el movimiento dialectico entre estas y el pensamiento en contextos históricos determinados. Después de Latour, queda claro que para entender a un científico es indispensable entender la logística en que se inscribe su acción, lo que tiene una pertinencia y una novedad en el campo de los estudios sociales e históricos de la ciencia en Colombia. Señala Latour, ¿cómo transitar en los nuevos caminos del conocimiento? A partir del momento en que uno quiere identificar los medios que permiten pensar a los eruditos, a los científicos, a los intelectuales se muda entre dos direcciones. La primera, inevitable, sitúa el pensamiento en la cabeza de aquellas mujeres y de aquellos hombres que lo han hecho posible, incluso en su cerebro cuando se está mejor equipado en instrumentos. El pensamiento no designa aisladamente ninguno de los siguientes segmentos: el cerebro, el espíritu, el instrumento, la institución, la época, el contexto sino más bien el movimiento que conduce de cada uno de estos segmentos al siguiente y sobre el cual las localizaciones investigadas no focalizan ahora otra cosa que secciones, cada una de las cuales es útil aunque ninguna de ellas captura el fenómeno que se trata de reconstruir puesto que el pensamiento las atraviesa a todas. Latour concibe saber y pensamiento con ayuda de la metáfora de la plataforma multimodal en la que se despliegan múltiples intermediarios de la que él denomina cognición distribuida, en instituciones, equipos de investigación, infraestructuras, entre otros elementos. Denuncia la resistencia de algunos a poner saber y logística en plano de igualdad analítica. A ciertos segmentos se les hará desempeñar el papel del verdadero pensamiento, el resto será integrado bajo la modalidad muy inferior de simples medios para el pensamiento. El idealismo en 62


materia de ciencia […] considera que los medios no son justamente sino medios, de los que se puede prescindir. El asunto es ciertamente importante: en la primera aproximación, es decir, la que aísla solo una parte del saber y que podría llamarse pensamiento contenido, en oposición al pensamiento repartido, se hace como si en el fondo todo te pareciera en su lugar una vez los medios prácticos sean retirados. En relación con el levantamiento de inventarios y catálogos y su vertimiento en base de datos no puede dejar de mencionarse el redescubrimiento de la bibliografía como disciplina por parte del profesor Roger Chartier. Lejos de un saber limitado y auxiliar concentrado en el inventario y la interpretación de datos formales destinados a la edición de textos, la bibliografía se convierte en una disciplina central, esencial para reconstituir la manera en que una comunidad le da forma y sentido a sus experiencias más fundamentales, a partir del tratamiento de múltiples textos que recibe, produce y apropia. La pertinencia de este punto de vista se hace evidente cuando se plantea la hipótesis múltiple acerca del significado de la dotación de Caldas. En primer lugar, fue el vehículo fundamental para la apropiación de la astronomía en el Nuevo Reino de Granada, aventajó abrumadoramente a la Real Biblioteca Pública de Santafé nacionalizada a la orden de los Jesuitas en 1767 y abierta al público diez años más tarde y a la Biblioteca del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, centro dotado de una cátedra de matemáticas y filosofía natural desde 1762. Quiero decir al respecto que muy poco tenía que buscar en la Biblioteca Pública un ilustrado como Caldas, Zea o Mutis. Esta Biblioteca Pública es un caso muy curioso en la historia de la cultura del imperio español porque cuando la corona expulsa a los Jesuitas, obviamente nacionaliza sus colecciones y libros, y esas colecciones de libros tienen dos características. En primer lugar, son propias de una orden religiosa a la que la corona ve como enemiga y que para convertir esa Biblioteca en una biblioteca pública es necesario expurgarla y en segundo lugar, es una biblioteca barroca contrariamente a lo que se piensa, lo que reduce sustancialmente el alcance cultural de las reformas borbónicas. Es una biblioteca que será administrada por un monarca que se dice ilustrado pero el contenido de esa biblioteca es barroco. En el Colegio del Rosario hay una cátedra de matemáticas, luego habrá una cátedra de medicina. El inventario se levantó en 1802 y es el inventario más perfecto que existe hasta donde tengo conocimiento en la cultura neogranadina porque es un inventario por autores, topográfico y temático, ninguna biblioteca tiene esta característica, pero otra característica, más triste por cierto, es que la biblioteca del colegio no tiene la infraestructura bibliográfica para garantizar la enseñanza de las matemáticas ni para garantizar la enseñanza de la medicina conforme a los planes que Mutis se planteaba. Y en tercer lugar esa dotación de Caldas se erigió como el paradigma de una biblioteca ilustrada en el Nuevo Reino de Granada. No existe, no se ha logrado identificar ninguna biblioteca privada en el imperio español tan importante como la de Mutis en Santafé. Ni la de Jorge Juan, ni la de Feijoo, ni la de Jovellanos, ni la de Cavanilles, ni la de Bails son ni siquiera medianamente comparables. Únicamente la biblioteca del embajador de Francia en París, hermano de Nicolás De Azara, la aventaja cuantitativamente pero tiene carácter literario, de manera que esta es la biblioteca que está al servicio de Caldas, ésta es la biblioteca sin la cual Caldas no sería Caldas, mientras 63


que la biblioteca pública continuó siendo una colección barroca hasta el final del periodo colonial en 1819. El principio de que las formas afectan el sentido también tiene relevancia en relación con el proceso de investigación que aquí se adelanta, hay que considerar como normal y necesaria la consulta de los textos en su materialidad original contra la tendencia que quisiera remplazar la comunicación de documentos originales por la de sustitutos fotográficos o digitalizados, es preciso recordar que dar a leer un texto de un modo que no es su forma primera equivale a mutilar gravemente la comprensión que el lector puede tener. Formato y tamaño también cobran relevancia en relación con dotaciones portátiles o depositadas en un local para el caso del Observatorio Astronómico. Chartier también ofrece claves para abordar y caracterizar la relación de Caldas y Mutis con la dotación. José Celestino Mutis fue el primero en iniciar una colección de libros de astronomía en la Nueva Granada por lo que se sabe, es decir, Mutis por iniciativa privada tiene una biblioteca extraordinariamente importante en ciencias exactas, físicas y naturales, sin duda más importante de la que pudiera tener cualquier ingeniero del Rey llámese Sotomayor, o llámese Arévalo, o llámese la Torre o llámese Talledo. La idea de que los pobres criollos estaban peor dotados que los ingenieros del Rey probablemente es muy falsa. En repetidas alusiones se señala la carencia de instrumentos, por ejemplo de cronometro y telescopio en el caso de Vicente Talledo. Cuando le oímos estos lamentos tan conmovedores a Caldas de que vive en un desierto tecnológico debemos tener en cuenta dos cosas: en primer lugar que él ignora que la Expedición Botánica tiene semejante arsenal de libros e instrumentos que son los que él busca y que son los que él tiene que construir y que da cuenta de esa inmensa distancia que ya en la de década de 1790 separaba a los criollos de los españoles. La significación del libro o del aparato poseído permanece incierta, ¿se trata de lectura personal o de herencia conservada, instrumento de trabajo u objeto jamás abierto, compañero de intimidad el libro, el instrumento o atributo de apariencia social? Es claro que no todos los libros leídos son libros poseídos en propiedad y este es el caso de Caldas. Sin la nacionalización por parte de la corona de la biblioteca de los Jesuitas que tenían la herencia bibliográfica de la expedición geodésica, es decir, sin la existencia de una biblioteca pública Caldas no sería Caldas, ese es también un elemento muy importante a nuestro modo de ver que es necesario tener cuenta. El inventario postfacto no puede decirlo todo, sin embargo por su cantidad autoriza un posicionamiento preliminar y permite bosquejar comparaciones y evoluciones. La concepción y la función que le asigna Yves Lacour a los inventarios cobra relevancia para la presente propuesta cuando se consideran las nociones inciertas entre lo privado y lo público que imperaban todavía en la Nueva Granada de finales del siglo XVIII y principios del XIX y las perdidas y daños que sufrieron las colecciones durante la llamada Primera República, las colecciones del Observatorio tuvieron un uso civil durante la colonia, un uso militar por parte de los ejércitos de Nariño y Bolívar y también de Enrile y fueron botín de guerra para la monarquía de Fernando VII. La ruina, el olvido, la muerte de las colecciones fue un

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episodio de la pesadilla que produjeron las guerras de independencia que generaron la interrupción de la trasmisión de esta herencia. La logística de los instrumentos científicos puede también transformarse en dispositivo de vigilancia de los seres humanos, una vez levantado los inventarios de todas las colecciones, agentes responsables serán nombrados en calidad de guardianes y toda dilapidación se convertirá a partir de este momento en algo imposible. El inventario tiene una doble función de conservación, permite que los objetos existan certificando su presencia constatada a partir de ahora con un título conocido, limita los robos y responsabiliza a los guardianes a quienes se podrá pedir cuentas cuando alguna pieza falte o se extravíe. El autor diferencia uso y administración de una colección lo que permite percatarse de que Caldas desempeñaba ambas funciones con consecuencias que será necesario precisar. La dotación del observatorio no tuvo registro para cada una de sus piezas, al menos este no aparece en ninguno de los inventarios recuperados, los métodos y la práctica de registrar sistemáticamente las piezas de las colecciones habían sido introducidos por la convención de Francia desde 1792, la tarea de definir los criterios correspondientes se le confió a Vicq d’Azir y a Lamarck. Lacour recomienda fijarse en los nombres y atributos de las piezas descritas en los inventarios, rareza, calidad, soporte material, estado de conservación, nombre del fabricante, lugares de conservación, armarios, cajas, mesas y préstamos. Sin este acompañamiento textual, la descripción de un instrumento pierde gran parte de su valor, los nombres de los instrumentos, los títulos de los libros y algunos de los atributos citados tienen importancia estratégica a la hora de reconstruir colecciones destruidas. También debe considerarse el tipo documental en que aparecen consignadas las descripciones, el nivel analítico y la naturaleza de un inventario no son los mismos de un catálogo, una lista de objetos, una nota o una alusión. La consideración global de estos documentos permite indagar por los criterios que organizaron las colecciones, toda biblioteca y toda colección de instrumentos disimulan una concepción implícita de la cultura y del saber así como su función en la sociedad de su tiempo. La historia de las colecciones de esta propuesta es indisociable de la historia de la cultura geográfica en Nueva Granada. La construcción de inventarios y catálogos permite una visión global y también de cada uno de los ítems de las colecciones. El método que se ha inventado para la reconstrucción del Fondo Mutis (Amaya, 2012) supone la recuperación de información sobre el uso local de cada uno de los instrumentos y de los libros, es la tarea que están realizando Jesús Esteban y Luis Enrique, esta compilación de datos puede usarse como insumo para analizar las prácticas de lectura, experimentación y escritura. Así mismo para reconstruir la serie de acontecimientos científicos que figuran en la problemática. En los lugares y los modelos de trabajo del pensamiento se tratará también el asunto de la lectura científica y su imaginario en un marco institucional y arquitectónico definidos. El trabajo en la biblioteca y el recurso a los libros y a los instrumentos como depósito y herramienta de conocimientos, como etapa en la generación de nuevos libros y de nuevos saberes. Los efectos cognoscitivos inherentes a la acumulación de los libros y de los instrumentos a su materialidad y a los vínculos que se tejen entre ellos y con el mundo.

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Marc Baratin y Christian Jacob han sido una fuente invaluable de inspiración del presente proyecto. El saber y los datos que Caldas recuperaba en libros y publicaciones periódicas, era reconfigurado, clasificado y quedaba listo para ser removilizado en la escritura de nuevos textos. La obra de Caldas tiene una relación de homología con la biblioteca y con los instrumentos que la hicieron posible y pensable. En ella se resume las adquisiciones, se trazan recorridos a través de las colecciones y se percibe el despliegue de una red de alianzas y de autoridades por medio de las citas. A propósito de citas como les va a señalar Juan Sebastián Nieto, es un espejismo creer que Caldas cita rigurosamente los textos que utiliza. Juan Sebastián ha descubierto que los textos de Caldas tienen citas no explícitas, es decir, en esa época ya existía el corte y pegue; y es muy importante tener en cuenta que en muchos casos Caldas se parece más a sus libros que a sus observaciones sobre la naturaleza. Las colecciones son lugares donde la convergencia de informaciones sobre el mundo con datos locales y parciales genera efectos intelectuales de generalización, síntesis, totalización, medida y formación de series. Hay que subrayar el papel de Caldas como condición de posibilidad de un saber acerca del Virreinato elaborado conforme a criterios internacionales apropiados de una manera específica. Los criterios de su formación ejemplifican una elección intelectual fuerte, ellas generaron probablemente nuevas formas de escritura científica, nuevos tipos documentales, nuevas relaciones con otras disciplinas practicadas en la Expedición Botánica. Es decir, lo que pretende esta investigación básicamente es recuperar el patrimonio científico del Observatorio Astronómico tanto en su archivo, como en su colección de instrumentos y en su colección de libros. Un poco acercándonos a los resultados podemos decir que el Observatorio fue un nodo de una red local, virreinal e internacional, a través de la cual circularon diversos datos, efemérides, observaciones de cometas, de satélites de Júpiter, de precipitaciones, mediciones de temperatura y topográficas, fue un centro de consumo, de información y de producción de conocimiento e informaciones normalizadas. La producción y publicación de este tipo de informaciones se consideraba un deber de todo gobierno ilustrado. La dotación de Caldas fue adquirida con recursos de la corona, de la fortuna de José Celestino Mutis, con recursos del propio Caldas y gracias al mecenazgo de Manuel María Arboleda Arraechea y de Ignacio de Pombo. La iniciativa privada tuvo más peso que la participación de la corona. Las colecciones se hallaban depositadas en una institución pública, aunque no eran accesibles al público. El Observatorio Astronómico estaba dotado de libros e instrumentos que no circulaban en el mercado local, pues Santafé se hallaba ampliamente aislada del circuito comercial de libros e instrumentos astronómicos, la iniciativa privada fue decisiva para adquirir los libros e instrumentos que Caldas utilizo. Por ellos los archivos privados son clave para entender la acumulación de tales colecciones. A Caldas no le era posible poseer en propiedad, por lo menos hasta la Primera República, una dotación como la que tuvo en su calidad de Director del Observatorio Astronómico por lo modesto de sus recursos. 66


Cuando la Expedición Botánica fue clausurada en 1816 la colección de instrumentos astronómicos de este centro había desaparecido en amplia medida y es necesario tener en cuenta que en la reconstitución del Fondo Mutis que se inició en 1987 y que ha contado con nuestra participación, soy el curador de esa colección inscrita en el registro de la UNESCO, esa colección no es representativa probablemente en el aspecto más estratégico de la modernidad, si de la matemática, de la física, de la geografía, de la astronomía, de los atlas, porque de esas colecciones se conservan una serie de documentos que hemos venido recuperando de manera que la reconstrucción virtual de esas colecciones, nos está indicando que el nivel de representatividad de la Biblioteca Nacional no es completo. Por ejemplo, la Biblioteca Nacional conserva un tercio de los libros de Medicina que fueron originalmente de Mutis. En el caso de los libros de física, matemáticas, viajes, geografía, etc.; hemos recuperado 600 entradas, naturalmente en esas entradas hay títulos repetidos porque la biblioteca, por los avatares de las guerras, fue puesta en desorden y es necesario todavía consolidar esta información por títulos. Los inventarios son documentos que necesitan unas claves de lectura. Por ejemplo, cuando se lee el que fue levantado en 1814 por orden del gobierno de las Provincias Unidas, del cual era enemigo Sinforoso Mutis, mientras que Caldas era Coronel de ese gobierno, en ese inventario parece que la inmensa mayoría de los instrumentos más importantes de la colección ya estaban dañados.

2.2. “Francisco José de Caldas visto a través de sus observaciones y cálculos astronómicos y geográficos”. Iván Felipe Suárez. Expresó sus agradecimientos por la invitación a participar en el Seminario de Estudios Caldasianos, que celebra los 250 años de nacimiento de quien fuera el primer geógrafo civil en Colombia. Como bien lo dice el profesor Amaya, es muy importante el estudio de la logística de Caldas y por ese motivo los instrumentos tendrán un lugar especial en la exposición que dará inicio en el mes de noviembre. En las sesiones del equipo, hemos abordado el estudio de los instrumentos del payanés en el marco de unas divisiones por épocas, donde la primera corresponde al período comprendido entre 1796 y 1801, en el que Caldas trabajó como geógrafo particular haciendo uso de instrumentos en parte adquiridos y en parte adaptados por él mismo; luego viene su encuentro con Humboldt y Bonpland; su ingreso como agregado a la Expedición Botánica, en el que se hace cargo del Observatorio Astronómico y finalmente su labor como ingeniero militar. En el Museo Nacional se conservan un fragmento del octante de reflexión que se atribuye a su dotación, al igual que un estuche para astrolabio, que nos servirán para adentrarnos en este estudio de su logística, siendo un instrumento de la época de Caldas científico particular. Un anteojo Dollond, de fabricación inglesa, que posee la Casa Museo Mosquera en Popayán y que también se atribuye a la dotación de Caldas, es otra de las piezas que corresponde a su primera etapa y ha sido mencionado tanto en su correspondencia como en otros trabajos del payanés, así como en las obras de autores recientes. 67


Estamos recibiendo una asesoría muy importante del Real Instituto y Observatorio de la Armada de San Fernando, particularmente del Dr. Francisco José González González, director técnico del archivo y de la biblioteca, quien nos ha brindado su asesoría y respaldo académico. Otra de las piezas que están en la Casa Museo Mosquera y que se atribuye a la dotación del payanés, es un “círculo” de comienzos del siglo XIX, denominado “Binocular con rueda”. Algunos de los instrumentos del Real Instituto y Observatorio de la Armada que serán presentados en el Museo Nacional son los siguientes: Un Cuarto de círculo de Jonathan Sisson, fabricante inglés de instrumentos del siglo XVII. Se trata de una pieza equiparable a la que tuvo en su dotación la Expedición Botánica y que está referenciada por Caldas en sus documentos. Un anteojo Dollond, un poco diferente al que mencionamos anteriormente, también es un instrumento equiparable a la dotación de la Expedición Botánica a finales del siglo XVIII. Un octante de reflexión de Spencer, Browning and Rust. Es necesario resaltar que este instrumento se conserva de manera integral, tiene ensamblada la parte óptica y el dispositivo para tomar la medida en grados. Dado que anteriormente se mencionó el fragmento de un octante que se conserva en Bogotá, la idea es mostrar las dos piezas, una al lado de la otra, para apreciar mejor sus partes constitutivas y detalles relacionados con su ensamblaje. Este fue un breve repaso de algunas de las piezas que harán parte de la exposición, destinada a mostrar la logística del geógrafo que tiene que usar la astronomía, sobre todo la astronomía de posición, para establecer las coordenadas de un determinado lugar. A continuación, se hará referencia al trabajo que se está realizando en el equipo sobre la recopilación de las observaciones y las medidas tomadas por Caldas a lo largo de su vida. Se sabe que Caldas tenía una serie de cuadernos y diarios donde consignaba la información que levantaba mediante el uso de instrumentos científicos. El llevó a cabo ese procedimiento en diferentes épocas, por tanto, se puede concluir que se trataba de una persona a la que le gustaba medir, era amigo de una experiencia “constante” para comprobar “lo que leo y [lo que] me dicen”, así lo refería a sus amigos y allegados 83. Podemos ver que durante el trascurso de su vida siempre está midiendo y realizando observaciones a partir de un determinado momento en 1796, cuando realizó su segundo viaje a Santafé y se adentró por su cuenta en el mundo de la geografía y las matemáticas con la lectura de las obras que tuvo a su disposición. Esto será una constante a lo largo de su vida, la prueba de ello es que en 1826 su viuda María Manuela Barona (1790-1835) aún adelantaba gestiones para recuperar los instrumentos que pertenecían a su esposo, solicitando la devolución de un telescopio, un octante y un estuche de matemáticas que conservaban diferentes personas en Popayán, esto indica que al final de su vida Caldas contaba con una dotación instrumental y estaba utilizándola para trabajar en su proyecto como geógrafo y cartógrafo.

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Carta No. 69. A José Celestino Mutis. Quito, junio 21 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 194.

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Se debe tener en cuenta que durante su época como geógrafo particular -entre 1796 y 1802-, el payanés habla de un “cuaderno en folio de un diario en que, dentro de mil tontunas, tengo mis medidas por el barómetro”. Como es un diario donde va consignando sus observaciones, probablemente está organizado en orden cronológico y no topográfico, junto con otro tipo de información sobre los lugares que visitaba. “Unas observaciones del primer satélite de Júpiter”, hechas en 1798, que fueron conocidas y elogiadas por Humboldt a su paso por Popayán; esto sugiere la importancia que tenía para Caldas este manuscrito. “Otro [cuaderno en folio] de observaciones astronómicas” esto es, determinación de alturas meridianas de estrellas; determinación de latitud; observación de fenómenos celestes para la determinación de la longitud, tales como eclipses de luna, inmersiones y emersiones de los satélites de Júpiter” 84. Este acervo documental y de observaciones tenía como propósito la elaboración de una “Relación de viaje [sobre el camino que conducía] de Santafé a Popayán” 85, que quedó inconcluso y que fue el que el recorrió como mercader entre 1796 y 1797, involucrando la elaboración de mapas topográficos. En un momento dado, Caldas no volvió a hablar del tema; sin embargo, esta fue su primera inquietud, afán y motivación para trabajar durante esos años utilizando los instrumentos adquiridos y los que tenía a su alcance, al igual que los libros de matemáticas, astronomía y las relaciones de viaje que logró consultar. Esta información fue calificada por Caldas como “apuntamientos informes […] que solo en mis manos se pueden hacer útiles”86, por tratarse sin duda de observaciones que aún no habían recibido tratamiento matemático. Esto se verá en varias ocasiones, ya que siempre hablaba de la gran cantidad de información que poseía gracias a sus observaciones y a la que solo él le dará forma final, lo que muestra la existencia de un proceso: en primer lugar, se habla de tomar un dato por medio de la lectura de un instrumento, luego el dato resultante pasa por un tratamiento matemático para ser convertido en una información útil para el geógrafo. Documentos pertinentes creados con motivo de la vinculación de Caldas a la Expedición Botánica, el 21 de mayo de 1802 Para 1802, él se refiere a un proceso de encuadernación de sus documentos: “Hice encuadernar mis libros en blanco [se refiere a los cuadernos de notas]; al primero he puesto por título Descripciones de Plantas [las descripciones presentan la ubicación geográfica del ejemplar descrito]; al segundo, Relaciones de un viaje proyectado y a expensas del célebre Director de la Expedición Botánica de Santafé de Bogotá a Quito, Guayaquil, Panamá, Portobelo, Cartagena y Santafé. En éste ha comenzado la historia y el origen de este viaje, y continúo con el diario circunstanciado de mis operaciones y observaciones en usos, costumbres, carácter, política, temperamento y producciones naturales de los pueblos por donde voy a transitar [relación con la latitud]”. 84

Carta No. 58. A Antonio Arboleda. Quito, febrero 6 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 160. Carta No. 38. A Santiago Arroyo. Popayán, junio 20 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 94. 86 Carta No. 58. A Antonio Arboleda. Quito, febrero 6 de 1802. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 160. 85

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“El tercero tiene por título Observaciones meteorológicas. Aquí va todo lo relativo a meteoros, y nuestras observaciones favoritas sobre el termómetro y barómetro”. Se ve una de las primeras alusiones a las observaciones meteorológicas que él las va a continuar durante muchos años en el observatorio astronómico y lo publica posteriormente. El libro cuarto […] está consagrado a las observaciones astronómicas. Yo he dado principio por mi observación del solsticio [de junio], muchas de las distancias de la luna al sol, etc., etc., que aún no he calculado reservando este trabajo para después, y lograr los momentos en amontonar hechos y observaciones. Aquí se ve de nuevo ese procedimiento de primero tomar los datos y luego darle un manejo matemático. “El quinto está dedicado a las descripciones de animales”. El sexto “para los materiales geográficos de mi carta”87. Tenemos evidencia de unos diarios o cuadernos de apuntamientos donde tiene una serie de observaciones que están llamadas a convertirse en elementos de utilizaría para la geografía, constituyéndose en un patrimonio científico de nuestro país. Materiales reunidos hacia 1809 Con respecto a este período, Caldas tiene su obra organizada en tres grandes temáticas, de acuerdo al informe que presentó al virrey Antonio Amar y Borbón en julio de 1809 88: la primera es una colección de observaciones astronómicas y topográficas, todo lo relacionado con geometría, el compendio de observaciones con el barómetro, declinaciones magnéticas para establecer los rumbos y para el caso de la triangulación: Primera temática: “Colección de observaciones astronómicas hechas en el Virreinato de Santafé de Bogotá desde 1797 hasta 1805, con todas las que se han verificado en el real observatorio de esta capital, desde 180[6]… hasta…[1808]”. Contenidas en un grueso volumen. “Estos acopios geográficos habrían ya dado todo el fruto que prometen, si hubiera tenido el tiempo y la quietud necesarios para digerir en el silencio los largos y complicados cálculos que exigen”. Es evidente que el proceso del manejo matemático de la información sufre represamientos: constantemente obtiene datos con sus instrumentos, pero a muchos de ellos no les da salida o tratamiento matemático, por ese motivo hasta el final de su vida sus notas son piezas que solo en sus manos son útiles. En 1801, Humboldt tuvo acceso a sus manuscritos durante su visita a Popayán, verificando el valor de sus observaciones de los satélites de Júpiter y pronunciando el famoso elogio dedicado a Caldas como una persona muy aventajada en astronomía, quien si no hubiera tenido que hacer todo de cero hubiera dado grandes aportes en esta disciplina.

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Carta No. 70. A José Celestino Mutis, Quito, julio 6 de 1802, en Cartas de Caldas Ilustradas, pp. 197; 199. Carta No. 134. Informe al virrey Antonio Amar y Borbón, Santafé, 1 de julio de 1809, en Cartas de Caldas Ilustradas, pp. 300-304. 88

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Segunda temática: “Cinchografía o la geografía de los árboles de quina, formada sobre las observaciones y medidas hechas desde 1800 hasta…” “No es la nomenclatura, no son áridas descripciones las que hacen el objeto de esta obra, interesante al comercio, a la agricultura y a la medicina. Las quinas, consideradas en sí mismas, y con relación al globo en que vegetan, los espacios que ocupan sobre la tierra, los límites en latitud, o para decirlo así, los trópicos de cada especie, su temperatura, la zona vertical, los términos de ésta, la presión atmosférica, etc., hacen el fondo de esta obra dilatada y difícil”. “Esta obra, puramente geográfica, establecida sobre elevaciones astronómicas, geodésicas, medidas geométricas, barométricas, hechas bajo de la línea o en sus inmediaciones, me pertenece enteramente en propiedad". Tercera temática “Phytografía o geografía de las plantas del Ecuador comparadas con las producciones vegetales de todas las zonas y del globo entero, formada sobre medidas y observaciones hechas en la vecindad del ecuador, desde 1800 hasta…” “El fondo de esta obra lo hace una Carta Botánica del Reino. El lugar que ocupan los pueblos, las villas, las ciudades, las colinas, los arroyos, lo llenan las producciones vegetales del Virreinato. Poco contento con manifestar la localidad de las plantas que hacen el objeto de mis indagaciones he formado perfiles de los Andes desde 4°30’ latitud austral hasta 40°30’ latitud boreal. (…) Diez y ocho grandes láminas contienen estos perfiles, ajustados rigurosamente a las medidas astronómicas, geodésicas y barométricas”. Como es evidente, Caldas está constantemente pensando en elaborar una carta topográfica del Reino. De hecho, también desea elaborar mapas que incluyan temáticas botánica, zoológicas y mineralógicas. A la luz de estos documentos y apreciaciones, ¿por qué se le rinde homenaje a Caldas en una exposición en el Museo Nacional? Para responder parcialmente este interrogante, se determinó recuperar las mediciones contenidas en su obra escrita y cartográfica. La recuperación de información sobre mediciones y cálculos de Caldas, ¿qué nos permite ver del personaje y su época? El profesor Amaya se ha referido a lo que implica esta relación con la logística. Como decía anteriormente, Caldas es una persona a la que le gusta medir y comprobar mediante la experiencia todo lo que lee y se le dice. Actualmente, el grupo está realizando una recuperación de información y de medidas con diferentes instrumentos para la exposición que se presentará en el Museo Nacional. Estos datos están consignados en una tabla donde se puede ver que a partir de 1796 él está preocupado por tomar algún tipo de medida, por acopiar todo un conjunto de datos que están llamados a convertirse en la materia prima para elaborar la carta del virreinato, es una persona preocupada por conocer con precisión el lugar del globo en el que se encuentra su país y dar a conocer esta información. Se pueden ver las diferentes medidas por fechas, por lugares, el tipo de fenómeno o de medida que se toma, el resultado expresado en las unidades de la época, las alturas de estrellas usadas para calcular el tiempo local y la latitud del lugar, y la referencia del documento en el cual se cita esa información como en el caso de su correspondencia, memorias, mapas y toda la información disponible de la obra de Caldas. A la fecha, este consolidado tiene un resultado parcial de 709 registros de los cuales un 39% corresponden a las medidas de altitud, que era un tema de gran interés para él y que se 71


relacionaba con el cálculo de la altitud por medio de la observación de los cambios en la presión atmosférica con el barómetro y mediante el uso del termómetro y la temperatura de ebullición del agua que el desarrolló a partir de 1799 y luego de su viaje al volcán Puracé. Este procedimiento tiene como objetivo demostrar que Caldas poseía un acervo de mediciones y observaciones importante. ¿Hasta qué punto era útil y funcional?, es un interrogante que aún está abierto y que nos invita a explorar este camino. Deseamos demostrar que Caldas tiene un hábito de medir y un número importante de medidas en su haber, contrario a lo que en algunas ocasiones se ha afirmado, que no tenía suficiente información por falta de preparación o que incluso por pereza no tomaba medidas. Caldas practica una geografía matemática de posición. Su objetivo consistía en fijar puntos (villas, ciudades, montañas, ríos) sobre el globo. Caldas conoce, aunque practica poco, el método de la carta de tránsito, lo mismo le ocurría con el de la triangulación. El trabajo de erudición en gabinete le es ampliamente ajeno, incluso cuando se halla en el Observatorio Astronómico. Debemos tener en cuenta que una cosa es hacer un mapa solamente con observaciones directas de los instrumentos y otra es utilizar también materiales ya disponibles, lo que era necesario ya que cubrir un territorio como el de la Nueva Granada solo con observaciones directas era muy difícil y para una sola persona mucho más; aquí vemos que Caldas abraza esa visión de la observación y del cálculo más que la estimación geográfica. Caldas es un geógrafo de un país colonizado que desconfía de los científicos europeos para describir su propia tierra, él siempre está aludiendo a los trabajos de los académicos de la Expedición Geodésica al ecuador terrestre, pero no solo para apoyarse en esos datos sino para corregirlos cuando es necesario. Los resultados de los europeos son sospechosos de inexactitud y merecen ser verificados, dado que se trató de viajeros que pasaron muy rápidamente. La verdad sobre América la deben establecer los propios americanos. Caldas emprendió la conquista científica del Nuevo Reino, en paralelo con Mutis y antes que Humboldt. Es el fundador de la geografía civil en Colombia. Esta es una de las hipótesis que barajamos en el proyecto y que será expuesta en el Museo Nacional.

2.3. Intervención de Michel Lille El señor Lille colabora con estas investigaciones sobre Caldas y la Expedición Botánica desde hace unos 34 años, muy generosamente se ha comprometido con el estudio de la cultura científica en Colombia. Los inventarios o listas de instrumentos son muy complejos de leer, se podría decir que imposibles de leer. Leyendo de manera total y minuciosa, anotando cada entrada del número 1 al 3698, con esta serie ininterrumpida se podría leer el inventario de la Casa Botánica, para ello se tuvo que asociar el inventario mecanográfico con el original, por lo cual se creó una tabla de equivalencias que permite pasar del original al mecanográfico y viceversa. Como se sabe, tanto Mutis como Caldas no levantaron un inventario de sus bibliotecas personales, fueron inventarios levantados por instituciones los que se conocieron. A la muerte de Mutis, su biblioteca se dividió entre la Casa Botánica y el Observatorio, ésta última a disposición de Caldas. Para tener una visión global de la biblioteca de Mutis ya que era una 72


biblioteca privada disponible para la consulta de varias personas, se deben reunir los inventarios de la Casa Botánica, el Observatorio, las requisiciones de Morillo producto de la recuperación de libros que Sinforoso Mutis tenía en su casa y de aquellos que estaban en manos de Caldas. Al final del proceso, se encontraron 11 listas de inventarios y se separaron los que eran de propiedad de Caldas, de los que pertenecían a Mutis. Luego se procedió a ordenar cada inventario cronológicamente para tener todas las entradas en cada una de las listas, algunos títulos están repetidos en los diferentes inventarios y es por esto que ha sido necesario modernizar las notas bibliográficas, pues las de la época tienen información muy reducida. Ha sido necesario buscar en repositorios, diccionarios de la época y bibliografías para encontrar las obras citadas, incluyendo aspectos importantes como autores, fechas, títulos de las obras, ciudades de publicación, editores, números de tomos, el año de edición para después verificar su existencia en la Biblioteca Nacional de Colombia, ya sea en el Fondo Mutis, o en otros fondos. En el Fondo Mutis se han encontrado libros que nunca han aparecido en los inventarios, es decir, que no han pertenecido a la Biblioteca. Se indica el depósito nacional o internacional, la ficha bibliográfica y una digitalización de la obra, es decir, se podrá hacer click en el link que trae la ficha bibliográfica y de este modo acceder al soporte magnético de la misma. Esto permitirá a largo plazo tener la biblioteca virtual de Mutis y clasificar los libros por temas. Teniendo todo esto se puede reunir en una única ficha bibliográfica las referencias que dan todos los inventarios. Esto se ha realizo con la Biblioteca de Mutis aún no se ha empezado con la Biblioteca de Caldas.

2.4. Intervención de Juan Sebastián Nieto. El tema de trabajo es el acercamiento de Caldas al libro científico. Es importante no solo ver como se citan los libros sino ir más allá, atreverse a leer los libros que Caldas utilizo recuperando el espíritu lector que se ha perdido, Caldas en sus cartas invita a la lectura “Sólo la sepultura es capaz de agotar la inclinación a la lectura”89. Para iniciar este trabajo, se deben ubicar los libros que ejercieron una fuerte influencia en Caldas e identificar los elementos que son explícitos en él; esto hizo a partir de las referencias dadas por Caldas de los libros en sus cartas: “Deseo tener el que hizo este académico [Charles-Marie de la Condamine] desde Europa hasta Quito. Yo lo vi en la Biblioteca de ésa en el estante de los filósofos”90. Esta es una referencia importante, ya que denota que Caldas tiene una memoria fotográfica, conoce muy bien la biblioteca y se notaba que era un lector de biblioteca, ya que no podía tener libros de su propiedad y en muchas de sus cartas se lamenta por esta carencia. Caldas toma elementos de los libros y los empieza a desarrollar. Por ejemplo, consultó el libro Viage de España de Antonio Ponz que está escrito en forma de cartas y que cita en un 89 90

Carta No. 8. A Santiago Arroyo, La Jagua, diciembre 9 de 1795, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 38. Carta No. 8. A Santiago Arroyo, La Jagua, diciembre 9 de 1795, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 39.

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momento dado: “La carta que se ahogó dando a usted noticia de muchos de ellos tomados del prólogo del artículo de España de Ponz”91, y es por esto que se puede llegar a pensar que Caldas desarrolla tanto la comunicación epistolar. Caldas es un lector juicioso, que sigue obedientemente a los autores que lee (Zerella, Jorge Juan, Bouguer, De la Condamine, Lalande). En el caso de Jorge Juan92, le brinda todo un compendio de historia de la astronomía, conociendo de este modo los grandes protagonistas de la disciplina como Kepler, Newton y Galileo, dándole métodos y racionamientos que puede aplicar. Se conoce una carta de 1797 donde cita a Zerella: “He leído una noticia bien plausible para los que queremos conocer el Reino. Ya tiene usted noticia del arte de relojería de Cerella; éste, en la página 317, dice que en estos últimos años ha hecho, de orden de Su Majestad, don Francisco de la Cruz un mapa de la América Meridional…”93, remitiéndose a la página 347 del “Tratado General y Matemático de Reloxeria” de Manuel de Zerella e Icoaga94, donde se encontró que este libro no solo le aportaba a Caldas el hecho de conocer un mapa en construcción, sino que a su vez le aporta definiciones de latitud y longitud, conocimiento de las diferentes formas cartográficas, tipos de geografía y matemáticas. En el año de 1799, Caldas tiene acceso a las tablas que se encuentran en el libro de Lalande 95 siendo este libro más teórico y conceptual que el de Jorge Juan que es metódico, y una de las hipótesis es que Caldas al ver este libro siente que la astronomía no era una tarea fácil. El principio coordinador de lectura de Caldas es la “relación de viaje”, género literario que necesita varios elementos: una forma de escritura limpia y agradable, conocimientos de astronomía y de geografía, especialmente. Esta relación de viaje no puede ser tediosa y se muestra que Caldas alcanza muchos de estos elementos. El cientificismo ha predominado sobre la historia cultural en el campo de los estudios Caldasianos. El payanés no es sólo un recolector de mediciones, sino que él mismo se consideraba, ante todo, un literato. Caldas aprendió primero a escribir y describir, luego a calcular. El objetivo es situar a Caldas mediante ese acercamiento al libro científico y en la Republica de las letras, abordar esa mirada del payanés que se orientaba a la relación de viaje, al desarrollo de este género literario, ya que muchos de los autores que leía habían realizado sus propias relaciones de viaje. 2.5. “Caldas visto a través de sus instrumentos”. Jesús Esteban Romero Mediante la lectura de las obras manuscritas y cartográficas de Caldas, el objetivo es recuperar todas las referencias posibles sobre instrumentos, creando un dispositivo que recoja 91

Carta No. 8. A Santiago Arroyo, La Jagua, diciembre 9 de 1795, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 40. Jorge Juan y Santacilia; Antonio de Ulloa. Observaciones astronomicas y phisicas hechas de orden de S.M. en los Reynos del Perú: de las quales se deduce la figura y magnitud de la tierra y se aplica a la navegación. Madrid: Por Juan de Zúñiga, 1748. Biblioteca Nacional de Colombia, FONDO MUTIS 2490. 93 Carta No. 18. A Santiago Arroyo, Popayán, mayo 20 de 1797, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 52. 94 Manuel de Zerella e Icoaga, Tratado general y matemático de relojería: que comprende el módo de hacer reloxes de todas clases, y el de saberlos componer y arreglar por difíciles que séan. Madrid: En la Imprenta Real, 1791. Biblioteca Nacional de Colombia, FONDO MUTIS 3859. 95 Joseph Jérôme Le Français de Lalande, Astronomie. París: Chez et Saillant, 1764. Biblioteca Nacional de Colombia, RG 4922. 92

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las referencias correspondientes y plantee unas líneas de tiempo que permitan hacer una lectura cronológica y en todo caso diferente de esta temática. Al analizar cualitativamente y cuantitativamente las alusiones a los instrumentos en la obra de Caldas, se ven aspectos que merecen ser resaltado, como la relevancia de ciertos instrumentos en los primeros años del trabajo del payanés. Es el caso del barómetro, el instrumento que es citado mayoritariamente en sus escritos, lo que es destacable, dado que fueron tomadas en un territorio caracterizado por la presencia abundante de montañas. La primera medición conocida de este tipo fue realizada en Santafé en el Cerro de Guadalupe junto a su amigo Santiago Arroyo. Se debe resaltar que el barómetro tiene una logística de viaje complicada por su tamaño, es uno de los primeros instrumentos adquiridos por Caldas en Santafé y llevado de regreso a Popayán siendo el instrumento más utilizado en dicho viaje. Antes de su encuentro con Humboldt, Caldas ya se había percatado de la singularidad del territorio americano, que tiene diferentes niveles de altitud y con una posición estratégica por su cercanía al Ecuador terrestre, sintiendo que no se le ha dado la importancia debida por parte de los viajeros y autores europeos, por lo cual decide corregir muchos de sus resultados. Se evidencia una conciencia de descubrimiento de su territorio, realizada por americanos y no por extranjeros; la ciencia será una vía de reivindicación del territorio americano, de conocimiento autónomo y de una capacidad de inteligencia imperceptible para los europeos. Los instrumentos manejados por Caldas en este periodo son en parte adquiridos y otros fabricados por él como el telescopio, el cuarto de círculo y el gnomon, mostrando que la ilustración del Nuevo Reino de Granada no tuvo lugar solamente a través de los libros sino también de los instrumentos. Caldas se lamentaba de la precariedad de su dotación en libros e instrumentos y es por esto que se crea inseguridad en sus resultados comparados con otros realizados posteriormente; Caldas no tenía en esta primera época de su carrera como geógrafo un panorama muy real en el desarrollo de los instrumentos en el mundo. Sin embargo, después de su encuentro con Humboldt, se percata de que algunos de sus instrumentos son de gran calidad, comparados con los del Barón, quitándole esa barrera mental de inferioridad a pesar de que estaba emocionado con este encuentro, dado que pudo conocer instrumentos nuevos y obtener un mayor conocimiento sobre su manejo. Gracias a Caldas, Humboldt adoptó la práctica de asociar las medidas de la altura obtenidas con el barómetro, con las temperaturas del agua hirviendo.

3. Comentarios del profesor Gabriel Jaime Gómez Carder En Mannheim (Alemania), cuando dictaba una conferencia sobre Humboldt fue sorprendente encontrar muchos jóvenes que deseaban saber del Barón, de Caldas y de este continente, por lo cual una de sus preocupaciones era por qué no conocemos a Caldas en nuestro país. De José Celestino Mutis se sabe mucho y casi nada, sabemos que en Santafé de Bogotá habló por primera vez de los principios de Newton en el Colegio del Rosario, formado como médico y por ende como botánico, traía una lupa consigo como todos los botánicos de la época. 75


Mutis pidió instrumentos para el Observatorio entre los que se encontraban un par de telescopios a los que se refiera Caldas, también la lupa y el microscopio. Con estos instrumentos, Mutis nos lleva de un microcosmos a un macrocosmos. A través de los libros y de los instrumentos nos hicieron ver la luz. Uno de los adelantos tecnológicos más importantes del siglo XVIII fue el cronómetro. En el Observatorio había un par de estos y Caldas solicito uno en préstamo, ya que sin él es imposible hacer astronomía de precisión. Hay algo que es muy importante y que no se ha mencionado: en ese período, la Expedición de Joaquín Francisco Fidalgo estaba apostada en Cartagena de Indias con un arsenal instrumental formidable, se le solicito entre otras tareas fijar el primer meridiano de la América por el Puerto de España en la Isla de Trinidad y se le había encomendado elaborar el mapa de la América Septentrional. Esta expedición trabajaba desde el río Chagres en Panamá hasta la punta de la Guajira, haciendo cartografía. El equipo astronómico de la Expedición Fidalgo (según Arias de Greiff), estaba compuesto por dos cuartos de círculo de Ramsden de dos y medio pies, dos sextantes de pedestal con horizonte artificial de Stancliff[e], dos anteojos acromáticos de tres pies de distancia focal de Nairne y Blunt, sextantes de mano de Stancliff[e], cronómetros de Arnold, barras magnéticas de Nairne y numerosos elementos para el trabajo topográfico 96. Se debe dar la razón a Arias de Greiff cuando dice “aquí se hacía astronomía”, era una astronomía militar y cartográfica que no era de divulgación popular, pero algo de eso penetraba en Santafé. Dice Francisco José de Caldas “Mi primera educación fue adocenada: a los diez y seis años de edad vi unas figuras de geometría y unos globos, y sentí una vehemente inclinación hacia estas cosas. Por fortuna me toco un catedrático ilustrado, que detestaba esa jerga escolástica que ha corrompido los más bellos entendimientos: me apliqué bajo su dirección al estudio de la aritmética, geometría, trigonometría, algebra y física experimental, porque nuestro curso de filosofía fue verdaderamente un curso de física y de matemáticas”97. Ese maestro era José Félix de Restrepo, era de Medellín y fue a trabajar al Colegio Seminario de San Francisco en Popayán. Llegaron a manos de Restrepo los libros de lecciones de Física experimental del Abad Nollet98 el cual tradujo para dar las clases de física fundamental y el libro Description et usage d'un cabinet de physique expérimentale de Sigaud de la Fond99, libro en el que Caldas buscó una explicación para la hipsometría 100, algo que le dé luz sobre

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Jorge Arias de Greiff. La astronomía en Colombia. Bogotá: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 1993, p. 42. 97 Carta No. 42. A José Celestino Mutis, Popayán, agosto 5 de 1801, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 113. 98 Lecciones de Physica experimental, escritas en idioma francés por el Abate Nollet, de la Academia Real de las Ciencias de París, de la Sociedad Real de Londres, del Instituto de Bolonia, y Maestro de Physica del Serenísimo Señor Delfín. Traducidas al español por el P. Antonio Zacagnini de la Compañía de Jesús, Maestro de Physica Experimental en el Real Seminario de Nobles de Madrid. Madrid: En la Oficina de Joachim Ibarra, 1757. Biblioteca Nacional de Colombia, Fondo Mutis 2534. 99 Joseph-Aignan Sigaud-Lafond, Description et usage d'un cabinet de physique experimentale. París: Chez Gueffier, 1784. Disponible en línea: https://archive.org/details/descriptionetus03lafgoog 100 En realidad, el libro que consultó de Sigaud Lafond fueron los Elementos de física teórica y experimental. Madrid: En la Imprenta Real, 1787-1792, 7 tomos. Disponible en la Biblioteca Nacional de Colombia.

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ese coeficiente que le está faltando para poder correlacionar esos puntos de ebullición del agua con la altura. Dice Caldas “Volví el año de 1796 a Santafé con miras de mercader: aquí vi por primera vez y de paso la Astronomía de Lalande y los Elementos del Abate Bezout para los guardias marinas de Francia. Estos dos libros, al tiempo que me instruían, me manifestaban que era imposible ser astrónomo en América. Copié del último las tablas del sol para calcular sus declinaciones y hacerlas servir en mis observaciones de latitud; compré una brújula, un barómetro de mar, dos termómetros y un octante de reflexión” 101. La Astronomía de Lalande es tal vez lo más precioso que se pueda conocer en temas de divulgación de esta ciencia en la época, este excéntrico y ateo quien hizo una astronomía formidable y de claridad meridiana. Dice Caldas: “¡Qué dolor para mí ver salir a Júpiter rodeado de sus lunas rodar sobre mi cabeza, tener todo lo necesario, y no poder observar un solo eclipse por falta de unas tablas astronómicas! (…) Oiga ahora dónde están: están en el segundo tomo de la Astronomía de M. de Lalande, que posee don Fernando Vergara en dos tomos, pasta. Yo quiero que usted (interese con esto a mi don Camilo) haga sus últimos esfuerzos a fin de arrancarle esta obra a Vergara, comprándosela”102. “Yo había hecho construir un cuarto de circulo de madera de 17 pulgadas francesas de radio, le había dividido con cuanta exactitud me fue posible, poseía un anteojo de cuatro palmos y una muestra de segundos, regular; pero me faltaba un coobservador” 103. A partir del libro de Jorge Juan “Observaciones Astronómicas y Físicas” que lo apasiono, Caldas construye un cuadrante, proceso que muestra Lino de Pombo paso a paso. “Actualmente me preparo a observar diez y seis eclipses de los satélites de Júpiter, que hay este mes, calculados para el meridiano del Observatorio Real de Cádiz y reducidos al de Popayán. Lo que me había impedido observar estos eclipses era la falta de un buen telescopio, y ya la tengo casi vencida a fuerza de trabajo, de combinaciones y del estudio de catóptrica. He llegado a formar uno con que veo con toda perfección el anillo de Saturno, los satélites de Júpiter y las zonas oscuras de este planeta; pero no me doy por victorioso hasta que el buen suceso corone mis trabajos”104. Después conoció el telescopio acromático de Dollond y tuvo a su disposición uno que le prestó Mutis. Después de su encuentro con Humboldt, cita lo siguiente: “En astronomía ya no me conozco; un velo espeso de dificultad se ha disipado delante de mis ojos, y como yo tenía muchos objetos trabajados y cuasi concluidos, sólo faltaba una mano maestra que les diese la última perfección. Con un poco más de tiempo y de trato con el Barón puedo gloriarme de haber 101

Carta No. 42. A José Celestino Mutis, Popayán, agosto 5 de 1801, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 114. Carta No. 25. A Santiago Arroyo, Popayán, enero 5 de 1799, en Cartas de Caldas Ilustradas, pp. 59-60. 103 Carta No. 42. A José Celestino Mutis, Popayán, agosto 5 de 1801, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 115. 104 Carta No. 24. A Santiago Arroyo, Popayán, diciembre 3 de 1798, en Cartas de Caldas Ilustradas, pp. 58. 102

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entrado en los más profundos misterios de esta ciencia preciosa; y ya puede contar con su amigo astrónomo. En la geografía, no hay voces para explicarle cuánto he aprovechado; nuevos métodos, nuevas agujas, nuevos cálculos, nuevos…qué sé yo que diga a usted. Me ha ofrecido sus libros, sus instrumentos y el famoso cronómetro ha estado a mi disposición”105. Humboldt actualiza al payanés, le enseña a manejar el sextante, el cuadrante, el cronómetro y a realizar los cálculos para las refracciones; también adula a Caldas: “Nacido en las tinieblas de Popayán, ha sabido elevarse, formarse barómetros, octantes, sectores, cuartos de círculo de madera; mide latitudes con gnómones de 15 o 20 pies. ¡Qué habría hecho este genio en medio de un pueblo culto y qué no debíamos esperar de él en un país en que no se necesita hacerlo todo por sí mismo! El genio no puede extinguirse y se abre las puertas para seguir la gloriosa carrera que los Bouguers y de La Condamines han abierto. La Audiencia de Quito ha podido destruir las pirámides, pero no sufocar el genio, que parece propio de este suelo”106. Con estos comentarios todos pensaban que lo llevaría a su expedición, pero no fue así. “Nada tocaba más vivamente mi gusto que la astronomía; su relación con la navegación, con la geografía, con la cronología, lo brillante y magnífico del espectáculo me decidieron por ella. ¿Pero qué podía hacer en un país en que se ignoran hasta los nombres de cuarto de círculo, telescopio y péndola? Cuatro libros que una feliz casualidad arrojó a esta ciudad me daban nociones de esta ciencia y de sus instrumentos; mis deseos, mi furor por la astronomía me sugerían recursos. Un pequeño gnomon que hice construir me entretenía; tiraba meridianos, observaba alturas del sol, fijaba latitud, calculaba azimudes, y emprendí conocer la amplitud de la elíptica por la observación de los solsticios; con sólo este instrumento estaban para mí como aniquiladas las estrellas y los planetas, y no podía dar un paso más en la ciencia que hacía mis delicias”107. “Yo me he dicho a mí mismo: el sabio Mutis posee estos instrumentos, pueden servir en esta correría, pueden volver a su soberbia colección sin alteración, y con el mérito de haber aumentado la gloria de su dueño; no tendrá este sabio embarazo de confiarnos estas alhajas por el tiempo de nuestra expedición, de una expedición dirigida, emprendida por el mismo y para utilidad común. Yo no tengo telescopio, pero los hay muy buenos entre la colección de Mainas, cuya lista incluyo. En ella se hallan dos, una péndola y un pequeño cuarto de círculo con otros menos importantes. Si el sabio Mutis hace presente a ese Virrey el objeto y la importancia de esta expedición, si hace ver que hace muchos años que están abandonados, que no se piensa ya en división de límites, se podrá obtener una orden para que se nos confíen estos instrumentos en calidad de empréstito.

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Carta No. 54. A Santiago Arroyo, Quito, enero 21 de 1801, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 146. Carta No. 60. A Antonio Arboleda, Chillo, marzo 6 de 1802, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 163. 107 Carta No. 42. A José Celestino Mutis, Popayán, agosto 5 de 1801, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 114. 106

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Yo poseo algunos pocos que pueden servir: un microscopio, un octante, dos termómetros, algunos tubos de barómetros, una aguja; si a esto se añada algo, no tenemos qué apetecer, ni qué desear”108. Hace alusión de los instrumentos que tiene Mutis y el necesita. “El señor Barón de Humboldt me propuso compra de su excelente cuarto de círculo que mantiene en Guayaquil. El corazón me palpitó al oír esta oferta ventajosa. Un montón de pensamientos se apiñan en mi cabeza en ese momento. ¿Llegaré a poseer esta obra maestra de Bird? He aquí un instrumento necesario a mi plan, ya no se necesita que el sabio Mutis se deshaga del que posee, se ha ahorrado un transporte difícil y costoso, yo puedo comenzar mis trabajos sobre el cielo austral, sobre las refracciones astronómicas, puedo llegar antes del 20 de junio, puedo hacer una observación solsticial, puedo… ¡Ah! ¡Qué grande pensamiento! Puedo observar por mucho tiempo la distancia de E de Orión al zenit de la torre de la Merced de Quito con un instrumento que da las alturas dentro de dos segundos; puedo hacer igual observación en la torre de la Catedral de Cuenca. La importancia de estas dos observaciones debe conmover a Mutis (…) Si restablecemos la base de Yaruqui, si observamos la distancia de E de Orión y la mano de Antinoo al zenit de las dos torres; si fijamos la altura de Caraburú y la elevación media del mercurio al nivel de mar Pacífico, puede creer el sabio Mutis que ha hecho más que esos cinco héroes de la astronomía, y puede añadir a su corona este nuevo laurel”109. Caldas, emocionado, escribe a Mutis y adquiere el instrumento. Con todos los instrumentos que tiene, puede hacer astronomía al nivel de Humboldt y es esta una de las injusticias para la historia colombiana, que no sea reconocido en la astronomía y la cartografía, como se hace con Humboldt. Había un interés por la lectura y la literatura, obras como la de Buffon 110 sobre la naturaleza alimentaban ese espíritu descriptivo, El “Espectáculo de la Naturaleza” del Abad Pluche111, “La Geografía Moderna” del Abad De La Croix112, libros a los cuales Caldas tuvo acceso. Entre los instrumentos no pueden dejar de mencionarse las cajas de matemáticas, que aparecen en los inventarios, lo mismo que el péndulo, fundamental para hacer observaciones exactas. El cartógrafo Caldas pudo hacer cosas geniales como una carta del Río Magdalena desde la Jagua a Honda, que muestra a Humboldt, quien la incorporó a su mapa, dando como resultado el trazado completo del río. 108

Carta No. 65. A José Celestino Mutis, Quito, abril 21 de 1802, en Cartas de Caldas Ilustradas, p. 184. Carta No. 66. A José Celestino Mutis, Quito, mayo 6 de 1802, en Cartas de Caldas Ilustradas, pp. 185186. 110 Georges Louis Leclerc, comte de Buffon. Historia natural, general y particular. Madrid: En la Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1791-1835. Biblioteca Nacional de Colombia F. MUTIS 2160 V.1. 111 Noël Antoine Pluche, Espectáculo de la naturaleza, o, conversaciones acerca de las particularidades de la historia natural que han parecido más a propósito para excitar una curiosidad útil y formarles la razón a los jóvenes lectores. En la Impr. de Andrés de Sotos, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros, 1785-1786. Biblioteca Nacional de Colombia, FONDO MUTIS 2190. 112 Louis Antoine Nicolle de Lacroix, Geografía moderna. Madrid: Joachin Ibarra, 1779. Biblioteca Nacional de Colombia FONDO MUTIS 4345 V.1. 109

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El perfil de los Andes, ya que contaba con un teodolito para poder situar punto de referencia, tenía un telescopio para puntos geodésicos y tenía un sextante. El aparato de Paul, después conocido como hipsómetro y al ver este instrumento se da una hipótesis de si Caldas había sido original en el hecho de haber establecido la correlación entre variaciones del punto de ebullición del agua y variaciones de altura barométrica, es decir, que construyo su termómetro barométrico y obtuvo la fórmula matemática. No se tiene información que nos aclare si Humboldt adoptó esto de Caldas. 4. Discusión y comentarios José Antonio Amaya: Bouguer en La Figure de la Terre, tenía lo que se denomina vistas, panorámicas, los vuelos de pájaro y que tenía los perfiles que Caldas conoció; esas formas de representación del espacio, esas formas verticales pero en ningún momento las utiliza sino hasta que conoce a Humboldt y sus representaciones verticales, a la vez que Caldas conoce los diarios de Humboldt donde él hace ese tipo de representaciones. Lo que es digno de tener en cuenta es que Bouguer había señalado que tenía las vistas y unos perfiles de los Andes que son muy difíciles de escalar y de hecho la gente evita hacerlo, bajo la influencia de las creencias indígenas. Podemos hablar de una indigenización de los españoles que consideraban que subir a las montañas, según Bouguer, era provocar a los dioses, ahora nos falta conocer el contenido de esas montañas, pero no solamente hay un bloqueo cultural sino que las gentes no suelen subir a los picos de las montañas. Cuando vemos que Caldas hace una relación de viaje debemos tener en cuenta que no es un explorador, él va por un camino que puede ser riesgoso por sus características pero él no sabe lo que es exploración como experiencia personal. Aunque él está en el límite de las tierras civilizadas por occidente, que es Timaná, con una carta de comerciante no lo fue realmente. Había leído sobre exploraciones y eso significa que cerca de Timaná esta ese mundo donde empieza lo salvaje, lo americano, las tribus y es el mundo que incursiona La Condamine, pero en ningún momento Caldas se resuelve a hacer esa experiencia; es con Humboldt que él hace por primera vez exploración en esa idea de conocer el contenido de eso que se llaman montañas y en eso que se llama representar ese contenido. Un gran legado de Humboldt con respecto a Caldas es haberle enseñado esa manera de representar el espacio que vino a recordar y complementar su formación, porque Caldas es una persona que conoce como se hace un plano o un mapa antes de que llegara el Barón. Entre las novedades que aparecerán en la exposición del Museo Nacional son unos planos que Caldas hacia sistemáticamente porque hay una concepción del espacio en Caldas que debe mucho a Humboldt, pero no es que Caldas copie enteramente a Humboldt. Humboldt hace dibujos o representaciones de unas montañas precisas, mientras que Caldas hace una representación de un tramo entero de los Andes. El payanés conoce este método de representar en una montaña su contenido vegetal y lo aplica en un manuscrito que está en el Jardín Botánico de Madrid, pero además de eso Caldas hace la representación de las ciudades en perfil, que es algo que no se conocía. Hemos descubierto la vista de Ibarra, que se despliega en un plano y luego hay otra parte de la obra de Caldas que es recoger ese contenido 80


de las montañas, disecar las plantas, describir y dibujar las plantas y obtener las ectypas. Tenemos desde esas vistas generales hasta la particularidad de la especie botánica, donde están señaladas las observaciones astronómicas que Mutis no acostumbraba a incluir en sus descripciones. Enrique Forero: Cuando hay gente que no sabe lo que Caldas hizo y que lo critican como lo hacen, ver los argumentos que ustedes tienen y ver su trabajo, es emocionante. Luis Carlos Arboleda: Hay un hecho que es vital y es organizar estas colecciones, hacer el trabajo arduo de su clasificación como lo mostro Michel Lille y la complejidad es recapturar y valorizar de esta manera el patrimonio científico nacional, este es un enfoque de trabajo diferente al historiográfico que está pendiente, ya que esta es una de las misiones de la Academia que explican los esfuerzos para abrir este tipo de espacios. José Antonio Amaya: Ya se tiene una lista consolidada de 55 instrumentos científicos con los que contaba la Expedición Botánica y que fueron parte de la dotación de Caldas. Cada uno de esos instrumentos va acompañado de su fotografía, pero no se trata solamente de una lista de fotografías, se trata de hacer microhistoria científica y lo que esconde en Caldas la Filosofía Botánica de Linneo113, la historia de la relación de Caldas con ese libro. En cada instrumento va una historia hecha con migas, con detalles, con alusiones que cuando se condensan se lee un subtexto, es decir, que las cartas de Caldas tiene múltiples estratos, no se debe ser anecdóticos, se debe tratar de ser lo más analíticos y sintéticos al mismo tiempo. Cada instrumento tiene su historia y se señala el valor patrimonial de los inventarios porque es el único vestigio que nos queda de una época extraordinariamente importante de la ciencia y de la cultura en el Nuevo Reino de Granada. Luis Carlos Arboleda: Algo que llama mucho la atención es la propuesta de echar una mirada a las transformaciones de la lectura de Caldas en distintos momentos de sus obras, yendo más allá del supuesto saber particular que hay en el texto del cual él se apropió en su lectura y que tratemos de ver unas lecturas integrales que haya podido hacer en su momento, es decir, cuál es el conjunto de prácticas y de saberes que a través de la obra que él adquiere. Esto es muy importante, ya que se observa que en ciertos textos como el Tratado de Relojería de Zerella, uno puede encontrar que hay una conjunción de saberes que va más allá del objeto especifico al cual pretende el texto dar respuesta, de igual manera sucede con las “Observaciones Astronómicas y Físicas” de Jorge Juan, aparte de dar cuenta de una relación de viaje se abordan muchos otros conjuntos de saberes y el lector se apropia de esto, el lector erudito que está en un momento de efervescencia intelectual y de reconocimiento que tiene que llevar a fondo su autodidactismo. Un estudio profesional de la historia y de la formación de la cultura científica en nuestro país tiene que atacar ese tipo de situaciones que van a permitirnos imaginar al científico en su práctica, en su contexto concreto.

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Carl von Linée, Philosophia botanica: in qua explicantur fundamenta botanica cum definitionibus partium, exemplis termonorum, observationibus rariorum, adjectis figuris aenis. Stockholmiae: Apud Godofr. Kiesewetter, 1751. Biblioteca Nacional de Colombia. FONDO MUTIS 2929.

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Esto lleva a que se deben buscar diferencias entre corpus de saberes y métodos de exposición en textos que Caldas leyó. Es diferente el saber astronómico que él haya podido adquirir en el libro de Jorge Juan y otro el que ha podido adquirir leyendo un género de texto como los cursos de Bézout114 o el curso de Bails115. Esos cursos son de un orden de producción textual distinto al texto ilustrado y a veces al escolástico colonial como el de Goudin; son de un orden distinto, el saber en los cursos como el de Bézout está contextualizado en su historia, en su momento y en sus aplicaciones. Es una tarea dispendiosa pero es fundamental, la lectura que hace un Caldas del saber que caracteriza un momento histórico concreto, relativa a la práctica que él tiene, no apunta tan solo a un saber específico sino a una ecología de saberes, verificar cómo se apropió el payanés de esa ecología de saberes del curso de Étienne Bézout. Sería muy útil que en los catálogos se pueda diferenciar de alguna manera categorizaciones de las distintas producciones científicas en los momentos históricos. José Antonio Amaya: El desafío en este caso también incluye una crítica a la noción de autodidactismo, es decir, Caldas desea aprender botánica y lo hace a partir la Parte práctica de Linneo116 y a partir de un autor que no conoce las plantas de las cuales da cuenta y en una fase posterior conoce la Filosofía Botánica. De la misma manera ocurre en la astronomía, Caldas conoce primero el libro de Jorge Juan, un libro sencillo con voluntad de hacer cartografía en el imperio español con los medios con los cuales se cuenta y después conoce a Lalande, que es un curso más formal, es decir, es el mundo al revés comparado con Europa en donde cualquier astrónomo que quiera aprender ciencia tiene que empezar por Lalande o cualquier botánico debe empezar por la Filosofía Botánica. La lectura que hace Caldas de Lalande no es la misma lectura que haría un europeo, a Caldas no le interesa la mecánica celeste, a él lo que le interesa es posicionar los saberes en la cartografía, esa es la clave de la lectura, toda lectura es un arte de creación.

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Uno de los tomos del curso de Étienne Bézout tiene el título Cours de mathématiques: a l'usage des gardes du Pavillon et de la marine. Seconde partie. Paris: Chez J. B. G. Musier, 1772. Biblioteca Nacional de Colombia, RG 4885. 115 Entre las obras de Benito Bails, se encuentra Elementos de matemática. 11 volúmenes. Madrid: Por D. Joachin Ibarra, Impresor de Cámara de S.M., 1779-1787. Biblioteca Nacional de Colombia, FONDO MUTIS 2384. 116 Carl von Linée, Parte práctica de botánica del caballero Carlos Linneo que comprehende: las clases, órdenes, géneros, especies y variedades de las plantas: con sus caractéres genéricos y específicos, sinónimos más selectos, nombres triviales, lugares donde nacen, y propiedades. Madrid: En la Imprenta Real, 17841788. FONDO MUTIS 2940 V.1.

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Seminario Estudios Caldasianos Sesión de junio 20 de 2018 “Caldas, Ciencia e Independencia” Lugar: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 1. Presentación de la sesión El Dr. Forero dio inicio a la cuarta sesión de los Seminarios de Estudios Caldasianos. Esta programación se lleva a cabo en el marco de la celebración de los 250 años del nacimiento de Francisco José de Caldas y es realizada por el Comité Interinstitucional del Año Caldas 2018, compuesto por cerca de 20 instituciones entre universidades, museos, centros de investigación y cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y de UNESCO. El año pasado se presentó la candidatura de la esta celebración ante UNESCO y fue aceptada, dado que ellos tienen un calendario de efemérides de personajes destacados en el campo de la ciencia y la cultura. Paralelo a los seminarios, se han realizado unas jornadas regionales -que son 9 en total-, de las cuales faltan dos. La idea era llevar la imagen de Caldas a la mayor cantidad de sitios en el país posibles y divulgar su vida y su obra, para lo cual se obtuvo el apoyo de COLCIENCIAS y en el segundo semestre ellos apoyaran financieramente un nuevo ciclo de eventos, ya que el apoyo del Ministerio de Cultura terminan en el mes de julio. Junto con los seminarios, en el segundo semestre se quieren realizar tres jornadas regionales y el Congreso Internacional que se está programando para los días 24, 25 y 26 de octubre, ya que el natalicio de Caldas se celebra en ese mes. Al no conocerse la fecha de su nacimiento, se puede decir que todo el mes está dedicado a él y como la Escuela de Ingenieros Militares lo celebra el 4 de octubre, tendremos un evento compartido, en tanto que el Congreso se realizará en Popayán con la coordinación de la Universidad del Cauca, el Comité Interinstitucional y el apoyo de COLCIENCIAS. Allí se tendrán varios conferencistas nacionales e internacionales y se quiere hacer un resumen de todo lo discutido en las jornadas regionales y los seminarios. El propósito de las jornadas es programar una serie de conferencias de carácter divulgativo, dirigidas a una audiencia amplia, que den a conocer la vida y la obra de Caldas, en tanto que los seminarios cuentan con la participación de expertos académicos que se enfocan en un aspecto particular de su obra y que se reúnen con otros especialistas para hablar de una determina área de las muchas que cubrió el Sabio. En el caso de hoy se abordará la problemática denominada “Caldas ciencia e independencia”. El programa de la sesión es el siguiente: Conferencia “Ciencia y Política en los Ilustrados del Nuevo Reino de Granada”. Gilberto Loaiza. Universidad del Valle.

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Profesor titular del departamento de filosofía de la Universidad del Valle desde agosto de 2017, antes estuvo vinculado 20 años al departamento de historia de la misma universidad. Licenciado en Filología y Magister en Historia de la Universidad Nacional de Colombia de Bogotá, obtuvo su título DEA en la Universidad Marc Bloch Strasbourg, Doctor de sociología de la Universidad París III-Iheal, obtuvo el título en 2006, la tesis doctoral fue “Sociabilidad y definición del Estado nación en Colombia, 1845 - 1886” y recibió la máxima mención del jurado. Es autor de dos estudios biográficos, Luis Tejada y la lucha por una nueva Cultura. 1898-1924 (Bogotá: Tercer Mundo-Colcultura, 1995) y Manuel Ancízar y su época, 1811-1882 (Medellín: eafit-Universidad Nacional, 2004). Publico los libros “Sociabilidad, religión y política en la definición de la nación (Colombia 1820 – 1886) (Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2011), Poder letrado: ensayos sobre historia intelectual de Colombia, siglos XIX y XX (Universidad del Valle, 2014), fue editor de los tres tomos dedicados a la historia de Cali en siglo XX (obra colectiva publicada por la Universidad del Valle y la Alcaldía de Cali, 2012), en 2012 recibió el premio en Ciencias Sociales y Humanas, otorgado por la FUNDACION ALEJANDRO ANGEL ESCOBAR, es miembro del grupo de investigación Nación/Cultura/Memoria, sus líneas de investigación son historia del Estado e historia intelectual de Colombia, siglos XVIII, XIX y XX. Conferencia “Escenas de Ciencia y Nación en Caldas”. Luis Carlos Arboleda. Universidad del Valle. Investigador emérito de Colciencias y profesor titular jubilado de la Universidad del Valle en donde continúa presentando sus servicios docentes en el doctorado en educación matemática del instituto de educación y pedagogía. Es miembro del grupo de historia y filosofía de la ciencia y filosofía de la práctica matemática desde el grupo Nación/Cultura/Memoria de esa institución. Realizo estudios de licenciatura en matemáticas y física en la Universidad del Valle y en la Universidad Santiago de Cali. Especialización en lógica y epistemología de las ciencias en el Instituto de historia de las ciencias de la Academia de ciencias de Varsovia y de Maestría y Doctorado en historia de las culturas, los saberes y la educación en la Escuela de altos estudios de ciencias sociales de Paris. Es miembro de número de la Academia de ciencias exactas, físicas y naturales, en donde coordina el grupo de historia y filosofía de las ciencias. Comentarista. Javier Guerrero Barón. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). Es sociólogo, Magister y Doctor de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Profesor titular de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, donde ha sido decano de la Facultad de Educación, director y profesor del doctorado y la maestría en Historia, decano de la facultad seccional de Chiquinquirá, director del centro de investigaciones CENDES, actualmente es coordinador del proyecto ruta del bicentenario y editor de la colección del mismo nombre en la que se han publicado 16 libros de historia, el más reciente “Caldas después de la derrota”, ha sido investigador invitado del Instituto de estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, del Instituto de Historia Jaume Vicent Vives de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, 84


pasante en El Colegio de México, Conferencista en Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales e Institut des Hautes Etudes de l'Amérique Latine en Paris, la Universidad Pablo Olavide en Sevilla desde el Instituto de estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, en el Rosario, La Javeriana, entre otros. Miembro Panel de Expertos “Sobre el problema de los Mercenarios” de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas de Ginebra, en calidad de Experto Independiente. Ginebra, (2001). Conferencista invitado y participantes en eventos en Universidades de Estados Unidos, México, Costa Rica, Portugal, España, Francia, Venezuela, Ecuador y Argentina. Autor de varios libros sobre conflictos sociales y violencia, representó a la comunidad investigadora ante el Consejo Nacional de Investigaciones del Programa de Ciencias Sociales y Humanas de COLCIENCIAS.

2.1. “Ciencia y Política en los Ilustrados del Nuevo Reino de Granada”. Gilberto Loaiza. El profesor Loaiza inició su presentación indicando que ha realizado el ejercicio sobre lo que sucede con la elite a la que perteneció Caldas antes de la Independencia, es decir, antes de la coyuntura crítica del período 1808–1810. Para abordar a ese punto, nada mejor que recurrir a la obra colectiva que Caldas ayudo a fundar y dirigir: el Semanario del Nuevo Reino de Granada. Desde la llegada de Mutis y después con la presencia de uno de sus discípulos más connotados como lo fue Caldas, hubo una especie de puesta de relieve del paradigma de las ciencias útiles. Es evidente que hay una expansión de esa noción, concebida en tres dimensiones por lo que se entiende en cartas y escritos de Mutis, de ese Mutis que aún tenía entre manos la creación de la Expedición Botánica, es decir, durante el período en que solicita recursos y auxilios de la Corona para llevar a cabo un proyecto científico de tal magnitud. Esas tres dimensiones de la ciencia útil, que se pueden ver en la propuesta de Mutis, se ven de este modo: La ciencia útil como aplicación en bien de los mortales, es decir, la utilidad común que pueda estar presente en cualquier forma de conocimiento científico. Útil para las ciencias mismas, es decir, de una manera similar a como las matemáticas son útiles para la física, las matemáticas y la física útiles para la medicina, etc. Útil para gobernar, es decir, para usar bien el conocimiento. Más tarde uno de sus discípulos, Francisco Antonio Zea, definió el objeto de la Expedición Botánica en 1802, relacionado con la importancia de dar a conocer las riquezas naturales del Reino, mejorar las producciones agrícolas, obtener los recursos que sean provechosos para la medicina, las artes y la economía. Estas reflexiones corresponden a un momento de mutación general de los Estados europeos y especialmente de las potencias imperiales y de sus relaciones con sus dominios territoriales en diferentes partes del mundo, pero específicamente es un momento del Estado español que 85


está replanteando varias cosas, sobre todo a partir de 1763. Se tuvieron en cuenta cartas de Mutis de ese año y de años posteriores, al igual que los acontecimientos ocurridos durante ese año en el mundo y en el viraje político estatal español, que para Immanuel Wallerstein es un replanteamiento global de su política sobre sus posesiones en América, que implicaba sustituir la conquista militar por la conquista científica y comercial. Dado que algunos imperios sabían que crecer territorialmente era ruinoso por la imposibilidad de administrar tantos territorios, saber administrar lo que ya se poseía y extraer los recursos naturales tomó un carácter prioritario. Este año también fue importante porque hace parte de las fechas de cierre de una guerra que fue muy ruinosa para España, ocasiono muchas pérdidas y los obligo a replantear la relación con sus colonias. Para resarcirse económicamente, era importante volver a la mirada a sus territorios en América con el objeto de explotarlos de la manera más apropiada y eficiente; habrá un replanteamiento en la configuración del gobierno para convertirlo en un Estado administrativo centralizador. Es en ese replanteamiento que el discurso de una ciencia útil adquiere suma importancia en la segunda mitad del siglo XVIII. Zea dice: “tan útil para el Estado como lo es para la ciencia”, una reflexión que plasma lo que para muchos científicos ilustrados del período debía ser la práctica científica. Hace parte de lo que alguna vez Michel Foucault señaló para ese contexto, para lo que sucedía con respecto a las mutaciones del Estado europeo y en sus relaciones con sus posesiones en el resto del mundo, lo que él iba a llamar la nueva racionalidad planetaria del siglo XVIII, que era la necesidad de trasformar el mercado mundial bajo unas lógicas de utilidad y de beneficio en que era importante la libertad de comercio y la producción agrícola con todas estas corrientes fisiócratas que ayudaron a nutrir ideológicamente de propósitos y de medios esta vocación estatal mercantil, la cual en la segunda mitad del siglo encontró unas ciencias afines con esa vocación que permitían conocer mejor la población y el territorio midiéndolos y cuantificándolos para proporcionar información a esa vocación y a un Estado mercantil. Era necesario acelerar la capacidad administrativa y cuantificadora del Estado y para eso estaban disponibles los cartógrafos, ingenieros, médicos, botánicos quienes hicieron parte de una especie de movilización de la razón gubernamental en que era necesario arrebatarle a la naturaleza su secreto, ya no se trataba de contemplar el bello espectáculo de la naturaleza sino extraer sus secretos, riquezas y rarezas con un fin técnico pragmático evidente que era el enriquecimiento de la Corona. Las ciencias que contribuían a la observación meticulosa y directa de la naturaleza y a describir cada elemento que hay en ella eran la botánica y la geografía por su capacidad de atesorar información sobre mundo natural y ayudar a ver la naturaleza no simplemente como algo bello sino como un objeto de satisfacción de necesidades apremiantes. La botánica era reivindicada no solo porque ayudaba a comprender cómo Dios había puesto en la naturaleza tantos elementos hermosos para ser contemplados por lo seres humanos, sino además porque ese conocimiento que brindaba ponía a disposición de los gobernantes de las monarquías europeas ese mundo natural que servía para solucionar los problemas apremiantes relacionados con el progreso y el comercio a finales del siglo XVIII. Parecía que el botánico cumplía una múltiple función de servicio a Dios, al monarca y a la ciencia. 86


Hay una relación inmediata entre un Estado con una vocación mercantil y la necesidad de expandir el ideal de una utilidad social y un conocimiento científico que podía garantizar esa utilidad mediante, por ejemplo, una actividad expedicionaria. La palabra expedición alude a una actividad organizada de conquista ya no en términos militares sino en términos científicoadministrativos para resolver las necesidades de información y de acopio de determinados elementos de la naturaleza en beneficio del gobierno español. El reglamento escrito por Zea en 1802 habla muy bien en el sentido de cómo la Expedición Botánica debía ser una mezcla de proyectismo científico y económico en favor de las prioridades comerciales de la Corona. Es interesante que en esa época se entendía la ciencia como ciencia para el gobierno, lo que significaba que los científicos tenían que ser funcionarios del Estado. Una frase de Zea que decía “primero lo útil y luego lo científico” se volvió corriente cuando se daba el caso de tener que detenerse en los aspectos menudos de la descripción de ciertas especies de plantas y si la rareza del elemento obligaba a la curiosidad del científico a observar en exceso y experimentar hasta el punto de distraerse, se debía implementar una alerta por parte del director de la Expedición que permitiera recordarles cuáles eran las prioridades de su labor. Hay mucho lenguaje utilitario en los científicos de la época y un lenguaje apremiante acerca de los beneficios de la actividad que está desarrollando el expedicionario, como en el caso de Mutis, Caldas y Zea. Eso muestra que la ciencia cumplía una función bastante subordinada, que el científico era parte de un eslabón comercial y ejercía una labor de funcionario subordinado que tenía que cumplir con una serie de cánones que le permitieran hacer sus envíos con un valor comercial importante para la Corona. Esa faceta utilitaria tan arraigada que se encuentra en las prácticas y discursos de aquellos años no es todo lo que va a suceder, esa relación por subordinada que hubiera sido contribuyo a formar un nuevo personal científico-político, que es la generación a la que perteneció Francisco José de Caldas y esa generación que se formó en esos ritmos de descripción, acopio, clasificación, envío de colecciones a Europa comprendió que estaban realizando una actividad muy útil, logrando algún tipo de reconocimiento en medio de las rivalidades entre los propios pares de la época, conquistando la oportunidad de participar en la definición de los planes de gobierno y tal vez alcanzar una seguridad de sí mismos al ser poseedores y conocedores de un conocimiento sobre el territorio y la población que permitía tener algún tipo de control. Eso se hace en el Semanario del Nuevo Reino de Granada, donde colaboraba una generación de criollos letrados que estuvieron bajo la orientación del maestro Mutis. Esta élite de criollos ilustrados son los que presentan y discuten públicamente sus hallazgos científicos en el Semanario y la figura central de este proceso es Caldas. En su memoria inaugural hay algo que llama poderosamente la atención y es la definición de la geografía en Colombia, cómo entiende él esa ciencia que está utilizando y que él considera tan útil para la Corona. Hay una reflexión sobre los alcances políticos de esa ciencia, sobre qué tanto puede servir, que tanto es necesaria para gobernar bien, hay una especie de autodefinición del criollo letrado cuando él se detiene a decir: “Entiendo por europeos no sólo los que han nacido en esa parte de la tierra, sino también a sus hijos que, conservando la pureza de su origen, jamás se han mezclado con las demás castas. A éstos se les conoce en la América con el nombre de criollos, y constituyen la nobleza del nuevo continente 87


cuando sus padres la han tenido en su país natal”117. Hay un balance del conocimiento sobre la población y el territorio que enuncia logros y avances de los cuales él es uno de los principales protagonistas, pero también señala faltas y carencias que está señalado al Estado, por ejemplo, se necesitan recursos para continuar haciendo los mapas de las provincias. Se trata de un esbozo del plan científico que manifiesta una voluntad de gobierno muy grande. Hay un detalle que otros autores han estudiado, que es en el epígrafe de su memoria sobre el “Estado de la geografía”, donde cita una frase del vasco ilustrado Nicolás de Arriquibar, un lector y comentarista de la obra de Charles Davenant, un gran aplicador de la aritmética en la economía política. Es muy elocuente el hecho de que Caldas haya comenzado su memoria citando a Arriquibar y él a su vez a Davenant, porque hay una preocupación por la matematización de los comportamientos del Estado, muy grande en ese momento. En Europa era entendido y aceptado que el Estado necesitaba de las matemáticas en para administrar, legislar, para proyectismo económico, etc., pero que alguien como Caldas apele a lo que sugieren las obras de Arriquibar y Davenant permite pensar que estos criollos letrados eran muy sensibles y autoconscientes de la necesidad de inocular en el Estado un nivel de racionalidad en sus operaciones cotidianas. La memoria de Caldas reivindica el conocimiento como premisa de toda especulación política, casi hace entender que conocer es igual a poseer, conocer es igual a gobernar, se atribuye un lugar prominente como un criollo letrado teniendo nexos con una nobleza europea que ha sido trasplantada al nuevo continente. En Caldas queda claro que hacer ciencia es hacer ciencia para ordenar y para administrar, que la geografía pertenece a esa esfera de saberes mundanos, técnicos, convencionales propios del ejercicio de cualquier gobierno y que todos esos saberes son indispensables para afirmar el poder soberano. Cuando ha finalizado su memoria en el número seis del Semanario hace una descripción de todas las figuras sociales que pueden y deben participar de esa definición mundana del gobierno que es el político, el magistrado, el filósofo, el comerciante, el botánico, el viajero, el mineralogista y el militar, todas estas formas de representación técnica del poder de lo mundano en lo falible está expuesto al debate público, ellos producen un conocimiento que es útil pero es falible y el Semanario demuestra la falibilidad de ese conocimiento porque puso en discusión lo que se conocía. Por ejemplo, Caldas presento una tesis muy discutida sobre el influjo del clima en los seres humanos, él va a encontrar en su amigo Diego Martín Tanco alguien que le va a discutir esa tesis; ellos dicen que es necesario debatirlo ante la opinión pública y que sea ella quien ayude a dirimir quien tiene la razón, evidenciando un comportamiento moderno acerca de cómo conciben la opinión pública, si bien lograr la participación pública es hacer falible el conocimiento. No nos hemos quedado solo con el postulado de la utilidad del conocimiento geográfico como lo presento Caldas al inicio del Semanario, en relación con la importancia política de la información que suministraba para el buen gobierno, los datos acerca de la población y el territorio por la geografía. En el trascurso de esta publicación aparecerá alguien que escriba 117

“Estado de la Geografía del virreinato de Santafé de Bogotá, con relación a la economía y al comercio, por Don Francisco José de Caldas, individuo meritorio de la Expedición Botánica del Reino, y encargado del Observatorio Astronómico de esta capital”, en Jorge Arias de Greiff, et al. Obras Completas de Francisco José de Caldas. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966, p. 188.

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en que puede aplicarse el conocimiento geográfico para el buen gobierno y eso lo hace el discurso de Frutos Joaquín Gutiérrez sobre la erección de obispados en el Virreinato 118. Esa es una demostración de cómo un criollo civil está ayudando a la Corona a tomar decisiones sobre la forma de gobernar lo eclesiástico en la Nueva Granada. Esto permite llegar a algunas conclusiones: Esta coyuntura que parte de 1760 hasta la creación del Semanario del Nuevo Reino de Granada, hasta el umbral crítico donde la crisis monárquica española va a desatar muchas cosas y donde Caldas va a tener una presencia activa, estamos ante un momento de la ciencia que corresponde con un momento del Estado. Siguiendo lo que la ciencia hace y dice a través de estos personajes, ciencia y política estaban en sintonía para producir un orden, para darle sustento a prioridades económicas del gobierno español. Los científicos que se formaron en esa coyuntura encontraron un modo de situarse de manera privilegiada en la estructura del poder político y lograron exponer proyectos de gobierno como los que se encuentran a lo largo del Semanario. Y esa voluntad de gobierno fue un antecedente que permitió formar un personal científico-político que en la crisis de la monarquía española halló el momento propicio de ser una opción de poder: estamos listos para gobernar porque somos los que mejor conocemos este territorio y su población. Estos señores ayudaron a producir la idea de que la ciencia, para ser ciencia, tiene que ser útil por antonomasia, pero nosotros en esta generación consideramos que nos dedicamos a ciencias que no pueden ayudar a resolver temas políticos. Estamos ante una tradición de comprensión de lo que se considera ciencia útil y ciencia inútil. Por ejemplo, en esta generación, los humanistas hacen parte de lo que para muchos es una ciencia inútil, estamos ante un paradigma fundacional de lo que serán las ciencias y de la comprensión de lo científico hasta hoy. Comentario de Enrique Forero: Algo importante que sucedió en esa época es que los ilustrados promovieron el debate crítico y lograron posicionarse como individuos que podían decirle al gobierno qué hacer. En la actualidad, lo único que interesa es el utilitarismo, en detrimento de la naturaleza. Una de las cosas maravillosas que tiene la naturaleza es precisamente su valor estético. Hemos perdido el interés por esto y lo único que hacemos es acabar con todo. En esa época, ellos habían asumido que podían gobernar este territorio porque eran los que mejor lo conocían. Por ejemplo, Francisco de Paula Santander daba importancia a la ciencia en el gobierno, lo que hoy ya no existe; nuestras instituciones científicas están dedicadas a otras cosas.

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“Discurso en que siguiendo las piadosas intenciones de nuestros Católicos Monarcas, y consultando a la necesidad y utilidad de la Religión, del Estado, y de los Pueblos, se propone la erección de Obispados en este Nuevo Reyno de Granada; por el D.D. Frutos Joaquin Gutierrez de Caviedes, Abogado de la Real Audiencia, Catedrático de Derecho Canónico en el Colegio R. M. y S. y Agente Fiscal de lo criminal en esta Capital”. En Semanario del Nuevo Reyno de Granada, del Núm. 42. Santafé, 16 de octubre de 1808, p. 362-369, al Núm. 53. Santafé, 1 de enero de 1809, p. 450-461.

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Algo prometedor que ha sucedido recientemente es que el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC) se unirán en un solo organismo. Esto permite reflexionar en el hecho de que no deberían existir barreras entre las ciencias exactas y las ciencias sociales.

2.2. “Escenas de Ciencia y Nación en Caldas”. Luis Carlos Arboleda. Se quieren tocar dos puntos importantes en esta exposición: - Pensar las distintas modalidades de relación con el saber que se podría encontrar en las prácticas de Caldas y como esas modalidades cambiaron según el periodo de tiempo desde finales del siglo XVIII, donde se da su introducción sistemática en los saberes de la ciencia, hasta los años 1812. - Explorar algunas escenas relacionadas con la ciencia y la política en el siglo XIX y XX, donde se reinterpretan sus relaciones con el saber para satisfacer necesidades sociales y políticas de contexto de esos momentos históricos. Carta de Humboldt a Mutis a su paso por Popayán el 1 de noviembre de 1801. Traducida por Caldas y distribuida a sus amigos. “Este Caldas es un prodigio en astronomía. Nacido en las tinieblas de Popayán y sin haber ido nunca más allá de Santafé, ha construido barómetros, un sector, un cuarto de ciclo en madera. Mide meridianos y latitudes mediante gnomones de 12 a 15 pies. ¡Qué no habría hecho este joven hombre en un país con más medios, en donde no hay que aprender todo por sí mismo! Las obras de Bouguer y de La Condamine han tenido una influencia singular sobre los americanos de Quito a Popayán. El territorio (sol) de este país ha llegado a ser clásico y podría decirse que esto tiene que ver con una característica telúrica” Cuando los notables de Popayán presentan a esa figura criolla tan importante que es Caldas, Humboldt se refiere a él ante quien en ese momento legitima la actividad científica en el país que es Mutis. Están frente a un hombre prodigio y que sorprende, Humboldt relaciona esto con un espíritu de lo americano, de la manera como estos americanos en Quito y Popayán dieron origen a esa ingeniosa capacidad de este joven y lo identifica en el hecho de que el territorio americano es clásico por la ciencia. Hace referencia al concepto de criollismo científico, la nueva cultura de la elite a comienzos del siglo XIX; dos características son: - El optimismo telúrico que movía a los criollos a encontrar razones propias para la realización del saber en las condiciones del espacio geo-cultural local. - El sentimiento de soledad, que expresaba la toma de conciencia sobre la naturaleza peculiar de la empresa de formación e investigación en las periferias alejadas de los centros científicos internacionales. 90


El ideario social y político de la elite criolla: Ciencia útil a la patria. La astronomía de posición útil para la cartografía y la geografía. “Observar el cielo por observarlo, sería una ocupación honesta; pero no pasaría de una curiosidad estéril que llenase los momentos del hombre ocioso y acomodado. Este observador sería inútil, y la Patria lo miraría como un consumidor de quien no esperaba nada. Nosotros no queremos representar este papel en la sociedad: queremos que nuestros trabajos astronómicos mejoren nuestra Geografía, nuestros caminos y nuestro Comercio”119. La primera publicación científica de Caldas, que se encuentra con relación con el saber: Relación del saber, ese estilo particular de las ideas y saberes, mediada por los instrumentos, los métodos y la relación de un estilo de narrativas y la subjetividad del observador ante los objetos. - Observaciones sobre la verdadera altura del Cerro de Guadalupe en Santafé de Bogotá (julio-agosto de 1801)120 - Comienza la exposición sistemática y pública de sus observaciones del territorio de la Nueva Granada en el género de “Relaciones de viaje”. Carta del 20 de marzo a Santiago Arroyo: “El Correo Curioso me ha hecho rever mis cartapacios antiguos y empolvados. Las observaciones de más de seis años en Timaná, Neiva, Santafé y Popayán y todos los lugares intermedios, sobre geografía, posición de los pueblos, curso de los ríos, producciones naturales en los tres reinos, comercio, industria, carácter, usos y costumbres de sus habitantes, monumentos de los indios, etc., dan material inmenso…”121. Se propone publicar luego de vencer ciertas resistencias personales y de ver la decisión de establecer una estrategia comunicativa y distinguirse. Una relación con el saber que impone una distinción personal. Características del programa de Caldas de “descripción completa de nuestra patria”: Esto se relaciona con una episteme de saberes de la misma completitud, de la relación con el saber; hay una manera de relacionar saberes para producir un estudio. La medición y la matematización dan esa posibilidad de establecer una relación completa.

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“Preliminares para el Almanaque de 1811. Prefación”. En Obras completas de Francisco José de Caldas, p. 402. 120 “Observaciones sobre la verdadera altura del Cerro de Guadalupe que domina esta ciudad, dirigidas a los editores del ‘Correo curioso’”. En Obras completas de Francisco José de Caldas, p. 365-374. 121 Carta No. 33. A Santiago Arroyo. Popayán, marzo 20 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 76-77.

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- Asociacionismo científico: “es preciso ordenar, dirigir, rectificar y muchas veces volver a consultar a las personas ilustradas y capaces de repetirlas, que se hallen en los mismos lugares de que se piensa hablar”122. A la red de apoyo y de colaboración científica de Caldas que hace posible su relación con el saber pertenecieron su maestro José Félix de Restrepo, sus cercanos Santiago Arroyo, Antonio y Manuel María Arboleda, Juan José Hurtado, Miguel Pombo, Jorge Tadeo Lozano, José María Cabal, Francisco Antonio Zea y José Celestino Mutis. Ese asociacionismo se expresa también en la formación de personas capaces de repetir sus observaciones y verificar aquello que se está estudiando, de tener una conexión necesaria para dar viabilidad a algo. - Pulsión de rigor científico en lo que se publica: “El amor y gana de ser autores, de verse en letra de molde, precipita a muchos y los hace delirar; por fortuna presto se desengañan, pero a expensas de su reputación y del honor de la patria. Si no hemos de producir cosas nuevas, útiles e interesantes, ¿no es mejor estarse quedo en su agujero?” 123. Desde el momento en que él publica en el Correo Curioso expresa sus reservas a publicar, está de por medio algo más que el prestigio personal, está de por medio el honor a la Patria con la publicación de lo que es interesante en términos de la ciencia útil. Esto se expresa en la manera de rectificarse, corregir, ser prudente, el caso de la hipsometría es de los más llamativos, por su negación a entregar esa publicación ya que puede tener inconsistencias. - Apropiación y uso local de la ciencia internacional: En particular, la mecánica racional, el sistema del mundo y la figura de la Tierra de Newton aplicados por Bouguer, La Condamine y Jorge Juan en los Andes (la Expedición a Quito). Caldas se apropia y usa saberes para sus indagaciones en el caso particular de la base matemática, cartográfica y astronómica para producir la carta de los Andes. - Relacionar conocimientos, saberes y técnicas interdisciplinarias en la explicación de un problema local: Por ejemplo, integrar observaciones geográficas, medición de alturas, métodos de triangulación, observaciones astronómicas, cálculos de latitudes, etc., en correlaciones de variables y matematización de la naturaleza. - Habilidades de diseño, construcción y uso de instrumentos: Destaca Humboldt en una carta a Mutis de 1801, sobre la creación del cuarto de círculo que hizo Caldas gracias a sus lecturas de la obra titulada “Observaciones astronómicas y físicas” de Jorge Juan, Caldas relata al virrey cómo llego a realizarlo: “En 1796 hice un viaje a esta capital para buscar algunos libros, algunas luces y algunos instrumentos. Yo vi que era necesario concentrarme dentro de mí mismo, y que en la capital, como en mi patria, no había instrumentos y mucho menos astrónomos. En el silencio, en la oscuridad de Popayán traté de formarme un Cuarto de círculo conforme al que describe el Excelentísimo señor don Jorge Juan en sus Observaciones Astronómicas. Este sabio español,

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Carta No. 33. A Santiago Arroyo. Popayán, marzo 20 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 77. Carta No. 33. A Santiago Arroyo. Popayán, marzo 20 de 1801. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 76.

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honor de la Nación y de las ciencias, fue mi guía en medio de las densas tinieblas que me rodeaban”124. Jorge Juan justifica la razón de ser del Manual: “Rara operación hay en la Astronomía que no necesite valerse de este instrumento, por cuyo motivo es de sumo conocimiento su fábrica y manejo… para que se valga de ellas el que se quisiere dedicar a estas ciencias en nuestros reinos de España, en donde parece que al presente se hallan algunos genios que les dan la estimación que merece…Este y otros muchos beneficios debemos a nuestro presente soberano, de quien espero ponga en estado de mayor perfección estas ciencias que conoce de suma utilidad para el adelantamiento de sus vasallos”125. Se trata de una retórica de ciencia colonial que describe el uso de un instrumento porque hay personas que esperan conocerlo en los territorios de su majestad y que necesitan aprender a elaborarlo, dado que es importante en el reconocimiento de los territorios para el programa de la monarquía y espera convencer al monarca a dedicarle mayor atención al asunto y vincularlo a su política de Ultramar. Es una explicación técnica dentro de una retórica de ciencia colonial, es el tipo de lectura que Caldas hace de esto. El Semanario del Nuevo Reino de Granada es un instrumento inicialmente concebido para fundamentar prácticas de “ciencia colonial”, por lo que no se utilizará en el contexto local necesariamente en este sentido. En razón de los cambios de orden político y de sus propios intereses, las élites criollas que detentan estos saberes y técnicas orientan sus prácticas en el horizonte de una emergente “ciencia republicana”. Estas élites poco a poco intuyen que en la perspectiva de organizar un Estado local (pseudo-monárquico o republicano) se impone la necesidad de comenzar a implementar dispositivos propios de control territorial y poblacional que proporcionen información suficiente con la cual poder gobernar. Un caso interesante es el “Discurso sobre la organización de poderes en la Suprema Junta de Santafé” (Anónimo, octubre de 1810). Allí se plantea ese tipo de relación con los saberes que bien podía ser la de Caldas en su momento y la primacía del orden matemático en la reorganización del poder se presenta de esta manera: “La legislatura no debe contraerse a hechos particulares, sino a hacer leyes que fijen en todos los casos posibles, prototipos de donde se pueden sacar ejemplares infinitos…” 126. Lo que se conozca como política tenga un carácter universal: “El poder legislativo es de orden más alto; y como un geómetra tira las líneas, mide los ángulos sobre el papel, resuelve

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Carta No. 134. Informe al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, julio 1 de 1809. En Cartas de Caldas ilustradas, p. 299. 125 Jorge Juan, Introducción al Suplemento de las Observaciones: Reflexiones sobre la fábrica y uso del cuarto de círculo. Impreso en 1809 por la Dirección de Hidrografía, Memoria 4.ͣ 126 “Discurso sobre la organización de poderes en la Suprema Junta de esta Capital de Santafé”. En Suplemento al N[úmero] XIX del Diario Político de esta Capital. Santafé de Bogotá, 27 de octubre de 1810, sin paginación.

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los problemas, sin necesidad de transportarse al terreno, sin usar cuerdas ni caminar fragosidades…”127. Algo como lo que Caldas trataba de hacer cuando desarrolló la hipsometría a través de una regla matemática que da la universalidad y la explicación del fenómeno sin ir a la situación particular, ésta es la simetría que se está estableciendo entre los saberes matemáticos y los propios de la administración pública. Ésta elite lo reconoce en este sentido. También se debe destacar en este aspecto, en 1808 cuando Caldas dice quiénes eran españoles para él. En 1810 en el Diario Político de Santafé de Bogotá se habla de los españoles honrados y reclama que los lectores abandonen el odio y el capricho nacional. “Ya somos libres, seamos pues justos. Extingamos para siempre las rivalidades y los odios… Abramos nuestros brazos a todo hombre virtuoso, abrámoslos a los buenos españoles honrados que viven con nosotros. Lejos de nosotros el odio y el capricho nacional… Un corazón americano no puede obrar de otro modo”. “Que estos pueblos que ha recibido oprimidos en la humillación y el abatimiento, estos pueblos aterrados con los calabozos, con las cadenas y con los cadalsos, estos pueblo amenazados todos los días con la bayoneta, con la metralla y con el cañón, respiren bajo el dulce Gobierno que hemos establecido. Que el Comercio, la Agricultura, las Arte, la abundancia, la paz, sean los frutos de nuestra revolución, y que si Fernando viene a nuestros hogares algún día halle en nosotros Pueblos felices, virtuosos y dignos de él” 128. Esa retórica hace parte de la relación de Caldas con el saber y se cuida mucho esa convivencia que se espera entre los españoles honrados y los criollos. El colegial Pombo: patriotismo y orden matemático (1811) Discurso de conclusiones de sus estudios de filosofía en 1811 en el Colegio del Rosario: ideales patrióticos del cadete Pombo en sus tesis en geografía y astronomía. “Ha mucho tiempo que los sabios suspiran por una medida, que al carácter universal añada el ser dictada por la misma naturaleza”. Pombo crítica las unidades antiguas de medida porque son subjetivas, se fundamentan en el peso de la costumbre. No responden a problemas de indagación sobre la naturaleza ni se adoptaron, como el metro, a través de procedimientos de rigor geométrico y astronómico. La toesa, la yarda, la vara de Burgos…son producto de la barbarie y de la arbitrariedad, mientras que el metro es una medida de carácter universal y dictada por la naturaleza. Las conclusiones de Pombo refieren el nuevo orden de Estado al orden universal de medidas:

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“Discurso sobre la organización de poderes en la Suprema Junta de esta Capital de Santafé”, sin paginación. 128 Diario Político de Santafé de Bogotá, No. 1. Agosto 27 de 1810. Prospecto firmado por los editores, Josef Joaquín Camacho y Francisco Josef de Caldas.

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“¡Ojalá que conforme al voto general de los sabios, nuestro Estado naciente de Cundinamarca, y todos los demás de América adopten este medida sabia, y olviden para siempre la vara de Burgos, que tal vez hemos heredado de la barbarie goda! La confusión y la incertidumbre de las medidas presentes forman el sello de nuestras divisiones y de nuestra antigua ignorancia (…)”. En el discurso, el “metro” designa un orden universal de medida en el contexto de un nuevo orden de Estado: el orden propio de una sociedad metrizada, normalizada y con una nueva capacidad de organización. La primera representación de Caldas con posteridad a su sacrificio es la inauguración de la Cátedra de Filosofía en el Colegio de San Bartolomé en 1822, por José Félix de Restrepo. El filósofo es, a sazón, político republicano: Magistrado de la Alta Corte de Justicia y miembro del Consejo de Gobierno de la Gran Colombia. “¡Con que gloria no se presentará Colombia a las naciones extranjeras cuando florezcan entre nosotros las artes y las ciencias!” Colombia que reúne en su seno los climas más dichosos de la naturaleza, con los más sobresalientes ingenios”. Una relación con el saber pero de cara al mundo. Restrepo se refiere a Caldas en el contexto del régimen colonial: “A pesar de las prohibiciones de un gobierno, barrera impenetrable a las ciencias y a las luces, hemos conocido, entre otros, uno cuya memoria lloramos, que por fuerza de su ingenio llegó a nivelarse con los más célebres astrónomos y botanistas de Europa.” Se va dando la invención de que la ciencia se constituyó no como parte de una política de los borbones sino de una manera autónoma. Un uso de la ciencia para un proyecto de instauración de una visión de lo republicano por oposición a lo monárquico de una manera drástica. Pedro Acevedo Tejada y la edición de la geografía política de Colombia, 1925, Londres. Hijo de José Acevedo y Gómez y hermano de la escritora Josefa Acevedo, Pedro hacía parte de la élite de los primeros patriotas, influenciados por la Ilustración, víctimas de la guerra y de la persecución durante la lucha emancipadora. Acevedo acopio descripciones y datos de Caldas sobre la geografía del Virreinato con relación a la economía y al comercio, y de otros artículos de Humboldt, Lozano, Camacho y Restrepo publicados en el Semanario del Nuevo Reino de Granada. Destacaba que las descripciones sobre las producciones vegetales eran una redacción “preciosa de los trabajos de un sabio asesinado por el sicario Morillo”, y exalta la figura de Caldas como el estudioso y el patriota ejecutado por la causa libertaria. “Breve noticia sobre Francisco José de Caldas” de Joaquín Acosta en la edición del Semanario de la Nueva Granada, Lasserre, Paris, 1849. “A pesar de su ingenio observador y paciente, Caldas poseía la más brillante imaginación y el estilo animado y lleno de imágenes que es la consecuencia. ¡Qué mucho pues que un 95


carácter tan noble y patriótico abrazara con vehemencia la causa de la independencia de su patria! Y que el botánico y el astrónomo se transformará, durante la lucha por la libertad, en militar e ingeniero ocupado en los últimos años de su vida en formar jóvenes para la ciencia de la guerra, o en trazar fortificaciones” 129 Se ve el énfasis en la parte del ingenio creativo de explicar los problemas propios de la geografía del Virreinato y la firme convicción que se está planteando una aceptación y un ideal propio de su práctica de abrazar la causa de la independencia. “¡Vergüenza e ignominia eterna a los bárbaros que le hicieron que le hicieron perecer en el patíbulo, solo porque era sabio y patriota! El día 30 de octubre de 1816 en que la cuchilla del general español Morillo privó a Caldas de la vida, la naturaleza tropical se cubrió de un vuelo fúnebre, y desde aquella época triste la patria no ha podido reemplazar este hijo benemérito. Más de treinta años han trascurrido y su lugar está todavía vacante, a pesar de los progresos que las ciencias han hecho desde entonces en el mundo. Jóvenes Granadinos, ahí tenéis la misma naturaleza cuya observación hizo célebre a vuestro ilustre compatriota, tenéis además lo de que él careció, libros, métodos, instrucciones, y un gobierno liberal que protege a los que se dedican a las ciencias. La patria os convida, la gloria y la celebridad os aguardan”130. La gloria de Caldas según Pombo: Haber promovido en su época valores cívicos y científicos. Pombo, el ingeniero matemático de la República par excellence, escribirá el elogio de Caldas con la descripción de sus principales aportes científicos, en una presentación para el gran público del género de la biografía hagiográfica. En el contexto de las luchas por organizar el nuevo Estado a lo largo del siglo XIX, surgen narrativas legitimadoras de Caldas que se inspiran de la “Memoria histórica sobre la vida, carácter, trabajos científicos y literarios y servicios patrióticos de Francisco José de Caldas” 131. Las narrativas de este género reconocen que la gloria de Caldas radica en haber propagado conocimientos útiles y doctrinas civilizatorias que estimularon en nuestras élites el patriotismo y el ingenio, de acuerdo con el patrón exógeno de nación culta. Nieto Restrepo en 1886 cuando se celebra los 70 años de la muerte de Caldas produce un soneto que compara a Caldas con Sócrates, se trata de que este radical liberal de aquel momento, está mostrando ambos tienen de común que fueron llevados por el poder al 129

Semanario de la Nueva Granada, miscelánea de ciencias, literatura, artes e industrias, editado por Francisco José de Caldas, y publicado por una Sociedad de Patriotas Granadinos. Nueva edición corregida, aumentada con varios opúsculos inéditos de F. J. de Caldas. París: Librería Castellana/ Laserre editor, 1849, p. X. 130 Semanario de la Nueva Granada, miscelánea de ciencias, literatura, artes e industrias, p. X. 131 Lino de Pombo, "Memoria histórica sobre la vida, carácter, trabajos científicos i Literarios, i Servicios Patrióticos de Francisco José de Caldas". En La Siesta, 1852. Biblioteca Nacional de Colombia, 781553 - MF1110.

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sacrificio por haber cometido en alguna medida el mismo pecado de haber socavado las bases del régimen político del Estado. Con ocasión del Primer Centenario de la Independencia Diego Mendoza se propone rescatar a Caldas del olvido. “Es una gran lástima que nuestros ingenios busquen su inspiración en temas exóticos, o imiten escritores forasteros, o sigan las huellas de las literaturas que no corresponden a nuestros ideales como nación.” En los arcanos de nuestra historia, en el suelo virgen de nuestras tradiciones nacionales, en nuestra estupenda naturaleza, que nutrió el cerebro de Caldas, en la aspiración, común por ser pueblo de ideales cuando nos amenazan los apetitos organizados de naciones de mercaderes, tenemos oro y laurel para las coronas de las frentes pensadoras. El Semanario del Reino de Granada fue todo eso, pero, por desgracia, no ha tenido imitadores.” Mendoza preparó la obra en los años de su exilio en España, al ser declarado traidor a la Patria por hacer públicos los términos de la negociación de Panamá cuando era embajador en Estados Unidos. En el prólogo se advierte la influencia de la publicación de Menéndez Pelayo de 1894, en cuanto a reivindicar la memoria de Caldas, y rescatar la originalidad de sus trabajos y el papel del Semanario de la Nueva Granada en la formación de la élite de Santafé: “Mutis formó y educó una generación de físicos, matemáticos, y naturalistas (…) y del más ilustre que todos ellos, D. Francisco José de Caldas, víctima nunca bastante deplorada de la ignorante ferocidad de un soldado a quien en mala hora confió España la delicada empresa de la pacificación de sus provincias ultramarinas”. En 1907 Federico González Suárez, Arzobispo de Quito, redescubre la Memoria de Caldas sobre las Quinas de Loja, que publica con el título “Un Opúsculo de Caldas” 132. A la biografía de Pombo se agrega ahora otra narrativa histórica sobre la figura de Caldas como naturalista, literato y patriota, fuertemente articulada en una doble retórica:  

La neutralidad de la Ciencia: la pasión de Caldas por la ciencia; ciencia y bienestar público, el estilo literario de Caldas, la ciencia como espectáculo de la naturaleza. El martirio del patriota: Caldas abrazó con entusiasmo la idea de la emancipación, pero su sacrificio por Morillo fue un absurdo error histórico que mancilló el honor de la Madre Patria y finalmente contribuyó a la emancipación definitiva de las colonias.

La posteridad no ha sabido aprovechar los servicios de Caldas a la geografía de la República: González Suárez propone un programa sistemático de investigación y publicación de sus obras completas. La Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales asume el reto de promover la memoria de Caldas y de otros eruditos criollos, es un artículo que está preparando Alberto Gómez sobre el proceso que promovió la revista de

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Federico González Suárez. Un Opúsculo de Caldas. Quito: Tipografía Salesiana, 1907.

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la Academia para reinventar la memoria de Caldas para los fines de la institucionalización de las ciencias que se requería adelantar hacia finales de los año 30 y 40. En el volumen 1(1936 -1937) se publica el primero de varios trabajos de Caldas: la Memoria sobre la Quina de Loja, junto con el estudio de Caldas por González Suárez de 1907. La historia de las ciencias es el recurso empleado para mejor adelantar la misión de la Academia, en cuanto a conseguir que: La opinión pública y los altos poderes del Estado puedan proteger como es debido el ejercicio más alto de la mente humana. Siempre lírico e imaginativo, nuestro país jamás ha pagado la menor atención al cultivo de las ciencias que han sido flores exóticas, incomprendidas y, a veces, hasta juzgadas con desconfianza y mala voluntad. Ejemplo de ello, es el sacrificio del sabio payanés que antes de subir al cadalso imploraba de sus verdugos la merced de seis meses más de vida para poner en orden sus papeles y los de la Expedición Botánica. Caldas y la restructuración del Instituto Geográfico Agustín Codazzi en 1960. Se apela a un texto de Caldas en el Semanario, aparece en la lápida del busto de Belisario Ruíz Wilches, lo interesante decir ahí es “El sueño de Caldas ahora hace parte de la misión del nuevo IGAC…” se omite la dedicatoria del final de la memoria a la “gloria del Monarca”. Aparece Caldas en una posición de ciencia republicana. Caldas y la reestructuración de Colciencias en los años 1990. El nombre de Francisco José de Caldas está asociado en la historia de Colombia con el proyecto republicano en el cual la soberanía de la nación y su desarrollo social y económico aparecen por primera vez articulados a la construcción de una capacidad endógena en ciencia y tecnología. Su figura intelectual ha inspirado intermitentemente a lo largo de 180 años la búsqueda de formas de cultura científica abiertas a las corrientes mundiales más ilustradas, y al mismo tiempo funcional con el progreso y el bienestar de la sociedad colombiana.

3. Comentarios del profesor Javier Guerrero Barón. El texto del Doctor Loaiza está muy bien escrito y bien documentado, en él se tiene una serie de reflexiones muy importantes sobre todo aquella sobre el sistema mundo que extrae de Wallerstein y existe una importante contextualización si se profundizara. Si vamos a reflexionar sobre ciencia y nación tenemos que ubicarnos en el contexto de una gran revolución mundial que además tiene que ver con el proceso de la Enciclopedia, es decir, no solo una revolución del mundo sino del pensamiento que es contemporánea con todo lo que se ha hablado y eso va a transformar todo el pensamiento ilustrado de las élites del mundo, del conocimiento científico y de las élites letradas. El problema es saber hasta dónde alcanzaban a llegar esos conocimientos y su difusión a los sectores no letrados, por eso la Ilustración hace tanto énfasis en la educación, por eso todas estas generaciones fueron de apóstoles de la difusión educativa del conocimiento. Allí juega un papel importante el pedagogo Simón Rodríguez con su famosa máxima y consigna 98


republicana y radical. Se tendría que centrar un nodo de problemas muy importantes que podrían insertarse y conectarse con ese punto de la Enciclopedia para entender que lo que llega aquí es un coletazo de ese huracán de pensamiento nuevo que se expresa en el sistema métrico, por ejemplo, en cómo revolucionarios radicales están diciendo que el metro debe ser la nueva medida de la modernidad, por lo que lo relacionado con Pombo es importantísimo, una revolución de pensamiento importante de la imposición de una nueva métrica y medida racional en el mundo en kilómetros y metros. Esto es todo el debate de una partición de aguas que empieza en 1517 en el primer ciclo revolucionario con Enriquillo y la creación del Cimarrón, que inicia un huracán por todo el continente. La Revolución Francesa no es solo un problema europeo, ya que desacomodo toda América y ésta a su vez desbarata todo el sistema mundo y el efecto espejo es la Revolución Francesa, los derechos humanos están en las constituciones americanas, para entender este mundo de la ciencia, de los conocimientos útiles y el mundo nuevo que está llegando a Europa. Fontana tiene un texto sobre Europa donde no se refiere a la quema de brujas en el norte de Europa, por qué llego la ciencia americana y africana en donde la intolerancia católica no supo qué hacer con eso, les desbarata todo su sistema filosófico, teórico de conocimiento científico y de medicina. El sistema colonial impone una destrucción del conocimiento sobre todo lo que hace esta generación que es un descubrimiento de la botánica científica, medica, curativa empírica y un ejemplo es el descubrimiento de la magia de la Quina. Una generación maravillosa y llena de limitaciones. Se debe volver a retomar el debate de como la Ilustración española es una Ilustración distinta al resto de Europa. Es importante ese matiz entre novadores e ilustrados, porque hay una ilustración muy apegada a la Monarquía y a la teología y por eso se tiene una limitación muy grande en esa generación. El otro problema que llama la atención del trabajo del Dr. Loaiza es cómo se inserta en una etapa del capitalismo mercantil que se podría desarrollar mejor. América se inventa el capitalismo que conocemos, las grandes ciudades y grandes puertos están en América, ya que las revoluciones no empezaron en el mundo industrial, son revoluciones de esclavos, de marineros, de barcos y de puertos. Los capitanes y grandes marinos eran científicos de las estrellas, la ciencia de la ubicación era fundamental para conducir un barco. Desafortunado fue Caldas al decirle a Enrile que lo dejara sobrevivir porque él podría ser piloto de uno de esos barcos, cuando Enrile era uno de esos científicos de las estrellas, un gran marino de la flota de Morillo que tal vez pensaría que como Caldas habían muchos más. Una observación importante sobre la hipsometría que plantea Luis Carlos Arboleda: hay un debate que planteo Jorge Arias de Greiff, que es sobre la debilidad matemática de Caldas a pesar de que fue profesor en el Colegio del Rosario. Mucha gente se disgusta por esa reflexión, pero el profesor Arias de Greiff conoce a profundidad a Caldas. En el artículo de Arias de Greiff se muestra el debate sobre las deficiencias en el conocimiento de las funciones logarítmicas por parte del payanés, lo que le impidió tal vez poder construir y demostrar el conocimiento de la técnica hipsométrica, si bien eso no demerita a Caldas, al contrario, se ve todo lo que hizo con sus manos y cómo tuvo que hacer muchos de los instrumentos. Lo que Humboldt vio en Caldas fue todo ese ingenio para solucionar problemas. 99


El libro “Caldas después de la derrota”133 nos muestra un Caldas derrotado y monárquico que se deja presionar por la idea de la muerte como si eso lo pudiera salvar, sin recordar que entre más se arrodille ante su verdugo más duro será el corte de la cabeza. Esa inflexión fuerte de un Caldas preocupado dándole recomendaciones a su esposa para que las verifique después de su muerte, católico y rezandero que puede extrañarse pero era el Caldas derrotado a punto de ser asesinado. Si se hace un esfuerzo por entender al Caldas derrotado podemos entender que eso no le quita la grandeza.

4. Comentarios y discusiones: Enrique Forero: En la sesión anterior se habló del problema de Caldas matemático, también se ha hecho mención a la idea del Caldas derrotado. José Antonio Amaya: Con su equipo de trabajo se encuentra en una situación muy similar a la que está el profesor Loaiza en el sentido que está preparando un texto que es el catálogo de la exposición “Ojos en el cielo, pies en el Tierra” que estará en el Museo Nacional del 29 de noviembre al 24 de febrero. La diferencia hasta cierto punto es que se basa en un texto de investigación y que a medida que va avanzando se va produciendo el texto de divulgación. El profesor Loaiza hace centrar la atención en 1763. Es interesante porque en ese año estuvo a punto de romperse el circuito militar y comercial español con la inminencia de que España entregara Cuba y prefirió entregar una parte del continente. Se debe revisar el lugar común que nos han enseñado desde pequeños de que hubo una vez un monarca que perdió una guerra y no tenía dinero, se acordó que existía la ciencia y empezó a estimularla. Eso no es verdad. Si se toma 1763 y se le asocia con una personalidad individual que es Mutis, se debe tener en cuenta que él esperaba la victoria de 1763, él no esperaba una derrota. Debido a que se tomó metodológicamente el año de 1763, lo que va a pasar es algo en lo que Jorge Cañizares ha insistido pero a la inversa, estamos acostumbrados a ver la ciencia en América cómo producto de la iniciativa gubernamental y de la Monarquía; eso es erróneo, es necesario ver esa ciencia como un fruto de la iniciativa individual que surgió no en 1763 sino en 1756 cuando el joven Mutis se entera que ha muerto Pedro Loefling en Cumaná (Venezuela) y dice: “Yo voy a continuar la obra de Loefling”, esto es, antes de la Guerra de los Siete Años y durante ese tiempo se puede seguir un itinerario de sus planes no de crear una Expedición sino de convertirse en el reformador de la historia natural española. El hombre que vino aquí a introducir la ciencia moderna se creía llamado a reformar la ciencia española, en particular la historia natural. La Ilustración neogranadina es la realización de los ideales del gran proyectista de la reforma de la ciencia en España y a quien le toca trabajar durante 23 años a título privado hasta perder la esperanza y el interés de que el gobierno le financiara esa Expedición, hasta querer volverse multimillonario con una de las empresas mineras más ambiciosas que existía y en la que 133

Javier Guerrero Barón (compilador). Caldas después de la derrota. ¿Geógrafo, astrónomo o ingeniero antes que científico? Colección Ruta del Bicentenario. Nuevas lecturas de Historia No. 39. Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), 2017.

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fracaso, por lo cual volvió muy sutilmente a insistir con el dinero. Tanto en Caldas como en Mutis es indispensable tener en cuenta en el primero 23 años de trabajo a título privado para acreditar su obra y en el caso de Caldas 14 años a título privado para acreditar su obra y seducir al virrey para que lo nombrara encargado de la Expedición Botánica con unas palabras que nos llegan al corazón: “A los 40 años puedo decir que tengo asegurado el pan de cada día”. Aquí la iniciativa privada es muy importante, contrario a lo que piensa la última autoridad en la materia el profesor Cañizares que ve en el espectro de la Monarquía la única causa de la ciencia en América. Tanto el profesor Arboleda como el profesor Loaiza parecieran creer que alguien llamado Francisco José de Caldas quiere hacer geografía y puede hacerla. Pues no, a Caldas le estaba prohibido legalmente hacer el mapa del virreinato, este era un privilegio de los ingenieros del Rey, por eso a Caldas no se le permitió ir al Norte, ir al Quindío, mucho menos recorrer el virreinato como él lo que quería, era absolutamente prohibido que un particular hiciera el mapa del virreinato. Ni Sergio Mejía, el especialista en Vicente Talledo ha tenido en cuenta que hay un protagonista fundamental que no se ha considerado sino a nivel de una alusión tangencial, que es por una parte la geografía militar y por otro lado la geografía eclesiástica, lo que da como resultado que Caldas se mueva en un plasma en donde hay una gran limitación. Es importante explorar esta dialéctica, este tipo de eventos renuevan el interés en estos temas de la Ilustración, que han sido de gran utilidad para mí. La figura del profesor Jorge Arias de Greiff, del profesor Mauricio Nieto, de Sergio Mejía o Alberto Gómez no porque esté de acuerdo con ellos, sino porque sin ellos la obra que pensamos con mi equipo no sería posible, es decir, la lectura muy concienzuda ha sido definitiva ya que hay unos subtextos que subyacen del texto que estamos preparando. También el profesor Loaiza plantea una nueva relación que debe revisar la historiografía, para ver si alguien la ha planteado y la ha iniciado, que no sea una mera alusión y es el científico como funcionario público, porque cuando consideramos esa relación hay que decirle a la Historia de la Ciencia y a los Estudios Sociales de la Ciencia ¡cuidado!, tenemos que involucrar y hacer alianzas con lo que en Francia se llama Historia de la Administración Pública y que en nuestro medio se conoce como Historia del Estado. De ahí se desprende otra vía que es la ciencia hecha por los comerciantes, la historia de la ciencia hecha por mineros, por los empresarios y hasta qué punto esos empresarios con científicos nacionales o la ciencia que utilizan no es precisamente nacional. El profesor Loaiza debe diferenciar la palabra colección de la palabra remesa. La palabra colección implica ciencia, implica objetos destinados al análisis científico a la clasificación, mientras que la palabra remesa alude a unos objetos, a unas mercancías que se envían a Europa para ser comercializadas. Mutis envió a España durante su vida en Nueva Granada una sola colección cuando no era director de la Expedición Botánica, pero es uno de los comerciantes de Quina más importantes del mundo. La Corona española entre 1785 y 1787, le da a Mutis 162.000 pesos que podrían ser aproximadamente el 20% del presupuesto anual del virreinato y nunca le pide cuentas mientras Mutis vive, es decir, que ese discurso de que había una vez un Rey derrotado y empobrecido, que recurrió a la ciencia para hacer dinero, lo debemos desechar y la vía para hacerlo la ha dicho el profesor Loaiza: concebir al científico 101


hasta cierto punto como funcionario del Estado, al no pedirle cuentas a Mutis de ese dinero se puede decir que a la Monarquía no le interesaban los rendimientos económicos producto del dinero que le brinda a la ciencia. Es importante invitar a los historiadores de la ciencia que tengan en cuenta no solo el logos y la logística sino la crematística del dinero, hemos revisado sistemáticamente los RUNA, la revista de historia de la ciencia, y son muy pocas las contribuciones al estudio de la financiación de las instituciones científicas. En relación con la interesante intervención del profesor Luis Carlos Arboleda, Carlos Fernández Aguilar en 1998 hizo una tesis sobre la metabiografía y un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Juan Pimentel, está trabajando en esa materia. Pero sobre Mutis, el peor error que podemos cometer en la historia intelectual es tomar una serie de citas en este caso relacionadas con la memoria de Caldas y hacer una compilación de esas citas y ver la relación de unas con otras como si la reconstrucción de la memoria de Caldas tuviera una entidad propia. Nicolaas Rupke en la metabiografía de Humboldt es muy sabio al decir que lo primero que se debe hacer con la metabiografía es ver qué grupos sociales se han apropiado de una biografía para justificar sus interés y posiciones, creo que es un punto importante que el profesor Arboleda debe continuar y establecer el lugar social de donde vienen las citas, qué grupos sociales pueden pretender explotar política, ideológica y culturalmente la imagen de Caldas, por ejemplo los liberales radicales no lo pueden hacer. Dado que toda representación biográfica tiene elementos incómodos para quien la defiende y la promueve, apuntar la mira en los silencios es fundamental. Alberto Gómez Gutiérrez: En la intervención del profesor Loaiza, se habló de Caldas en la categoría de discípulo connotado de Mutis. En cuanto a la característica privada de la evolución de Caldas tanto como el mismo Mutis pudo evolucionar de manera independiente de la Monarquía. Conviene precisar dos periodos que creo podrían ser importantes de revisar: del año 1802 al año 1805 frente a Mutis y el año del encuentro propiamente dicho, 1805, hasta la muerte de Mutis que fue muy rápida, tres años después. Este tiempo donde hay una interacción personal con una serie de conflictos que también se pueden revelar en la correspondencia, asocio a ese concepto del profesor Loaiza el concepto que me pareció muy interesante de los extravíos de Mutis en actividades inútiles, Mutis era el director, no tenía derecho a extraviarse pero se extravía, de tal manera que hay una figura clave para entender la utilidad de la inutilidad que se exalto en su reflexión. Con el profesor Arboleda se ha discutido mucho el tema del termino de rigor científico, es un tema incomodo pero también puede ser muy productivo para analizarlo en los casos de Caldas y de Humboldt. Se cita que Caldas no quiso publicar su memoria sobre la hipsometría y es evidente que no lo publicó donde podía hacerlo que era el Semanario y en la carta al virrey le dice que no está lista y tampoco publica la Nivelación de las plantas, pero si publica la de Humboldt que considera imperfecta y una de sus críticas a Humboldt es la imperfección de los resultados, la relación de datos de personas sin fundamento que Humboldt utiliza tal vez muy rápidamente y ese es el contraste con una idea del profesor Jorge Arias de Greiff, que Humboldt publica muy precipitadamente la Geografía de las plantas en 1807 con una fecha que ha sido controvertida y merece más adelante una discusión más profunda, la 102


precipitación de Humboldt lo hace pensar que esa incomodidad del Barón con Caldas tendría que ver con esa rigurosidad de Caldas. Humboldt se reúne muchas veces con Joaquín Acosta en los años 20 en París para trabajar juntos varios aspectos y se vuelve a reunir con Acosta para producir la reedición del Semanario de la Nueva Granada -ya le quita el “Nuevo Reino”-. Acosta señala que habló con Humboldt sobre la publicación de Caldas. Silencio absoluto de Humboldt, no se ha podido encontrar una sola referencia al respecto. En 1849, Acosta le recomienda utilizar su publicación de 1817, que es una versión ampliada donde utiliza el concepto de la latitud que era explícito en Caldas, tanto en sus manuscritos como en sus cartas. Es muy interesante el concepto del rigor científico y la ausencia de validación que sentía Caldas para su obra. El profesor Guerrero nos precisa la importancia de la Enciclopedia en este proceso, le alertaría sin embargo sobre el efecto del origen americano de la botánica científica con un solo ejemplo europeo que es Paracelso, quien ya para el siglo XVI había desarrollado estos temas. En cuanto al comentario del profesor Amaya, de que Caldas tenía prohibido hacer cartografía es algo clave. La pregunta es, ¿por qué Humboldt si podía? Sería un tema de discusión. Gilberto Loaiza: En estos eventos se trata de aprender de quienes son autoridades en estos temas. El año de 1763 no era el asunto más importante pero se puede pensar que antes sucedieron cosas importantes, en medio de la singularidad de estos individuos debe hallarse un lenguaje común en ellos, que los recorre por mucho tiempo. El lenguaje común es el de la ciencia útil, es una resultante interesante en una indagación histórica, saber por qué compartían ese lenguaje común, había un afán de elevar ese paradigma de la ciencia útil con otras cosas que están relacionadas acerca de cuáles son las ciencias que contribuyen a la utilidad y por qué. Esa conexión que el profesor Amaya considera primordial de la relación científico-funcionario público, está más cerca de ser una historia del Estado que para nosotros es un objeto ausente. Esa segunda mitad del siglo XVIII muestra un momento interesante del Estado que se extiende al siglo XIX con la República, hay una semejanza entre lo que lee y propone gente como Caldas y lo que hace Florentino González. Nos ha faltado encontrar de dónde provienen y por qué estas semejanzas, son temas que se prestan para discusión. Luis Carlos Arboleda: En cuanto al rigor científico, al usar ese anacronismo epistemológico y aplicárselo a una época lejana no es sencillo, ese tipo de ejercicios permiten esclarecer aspectos interesantes como la práctica de Caldas en sus relaciones de saberes en un momento determinado, se continuara explorando este punto. En cuanto a la recomendación de mirar detrás de las citas el acontecimiento social y político, en mi intervención se toma algo que llama la atención para llegar a tener interés por el asunto, pero no se trata de verlo como una limitación solo del uso de citas. Lo que interesa en la mención de las citas es la situación del saber en las instituciones con relación a las prácticas de los individuos, un ejemplo de esto que se puede ofrecer a discusión es la manera en que el prefacio del Semanario en la edición de 1849 esta concatenado con el momento de constitución del Colegio Militar de Bogotá. Al final de ese documento se dirige a los estudiantes del Colegio Militar diciendo que no hay una razón para estar en contra de desarrollar una relación con los saberes distintas a lo que 103


ese individuo en soledad logro hacer con las limitaciones que tuvo, invita a despertar el ingenio e impulsar su proyecto de crear la primera promoción de ingenieros militares. Uno de los propósitos de los estudios Caldasianos es sacar a flote todo lo relacionado a Caldas. Javier Guerrero: Las relaciones sociales de producción de conocimiento y más específicamente el problema del conocimiento sabiendo que aquí existen relaciones de poder, porque Humboldt podía hacerlo, porque hay una relación colonial, Caldas de alguna manera está amarrado con las relaciones coloniales y Humboldt no. Mutis empezó a hablar de nuestra América cuando los demás hablaban de la América española, al final el Caldas derrotado abandona todas esas características lingüísticas de la emancipación humana que se están produciendo en América. Se debe llamar la atención sobre esa partición de armas entre Monarquía y República, que en ese momento era fundamental. El problema de la construcción lingüística de quienes son del criollismo con una conciencia de nobleza en América, la diferencia entre la lucha por la independencia y la lucha por la libertad. Si se miran las épocas de Caldas y de todos ellos hay diferentes usos lingüísticos de esto, lo de Pombo es clave sobre el metro, porque era un radicalizador del lenguaje científico al servicio de la República. No hay duda de que Humboldt quedo deslumbrado con Caldas, con su creatividad, ya que construyó su saber con unas limitaciones impresionantes, lo cual es un mérito.

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Seminario Estudios Caldasianos Sesión de julio 25 de 2018 “Caldas en el Real Jardín Botánico de Madrid”134 Lugar: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 1. Presentación de la sesión El presidente de la Academia, Dr. Enrique Forero, da la bienvenida a la quinta sesión del Seminario de Estudios Caldasianos al igual que a los conferencistas invitados en esta ocasión, José Luis Fernández Alonso y Esther García Guillén del Real Jardín Botánico de Madrid. Agradece al profesor Luis Carlos Arboleda, quien ha dado vida a este espacio académico y a Boris Villanueva Tamayo, profesor de la Universidad del Tolima e Ingeniero Forestal por su entusiasmo sobre los temas relacionados de Caldas, quien se espera los acompañe en la jornada regional que tendrá lugar en San José del Guaviare a finales de agosto y quien hoy será comentarista de las conferencias presentadas. Agradece también la presencia de los asistentes a la clausura de este primer semestre de Estudios Caldasianos. Se cuenta con la presencia de la Dra. Sandra Rebok, quien actualmente trabaja con una fundación alemana y se encuentra haciendo contactos para la celebración de los 250 años del nacimiento de Humboldt para el año 2019. Como todos saben, el nacimiento de Caldas está incluido en el cronograma de efemérides de UNESCO gracias a las gestiones del entonces Embajador de Colombia en Francia. La idea es que esta Academia continúe las actividades que hemos hecho con Caldas, ya dedicadas a Humboldt en algún nivel. Está conectada desde París María Esmeral Henríquez, quien también será comentarista de las conferencias que se presentaran el día de hoy. También nos acompaña a través de internet Yolanda Urrego de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien recuperó unos cuadros de Caldas que serían tirados y los ofreció a la Academia, cuadros que pueden ver exhibidos el día de hoy y que fueron realizados para la conmemoración de los 200 años de la muerte de Caldas en 2016. También agradece a Yolima Álvarez y Asdrúbal Moreno docentes de la Universidad Distrital e integrantes del Comité Interinstitucional. Este material también estará en la exposición que se realizara en la Universidad Minuto de Dios en septiembre. El día 24 de julio se sostuvo una reunión con el electo Presidente de la República, Dr. Iván Duque y la nueva Ministra de Educación, Dra. María Victoria Angulo. Por iniciativa propia, el Presidente Duque buscó un acercamiento con la comunidad científica por medio de Sergio Fajardo quien estableció este contacto. Se presentaron cinco o seis puntos concretos para su evaluación y se destaca que el Presidente Duque tomó la decisión de reactivar el Consejo Nacional Asesor de Ciencia y Tecnología y la creación de una nueva Misión de Sabios que 134

Esta sesión fue anunciada en la nota “Seminario de Estudios Caldasianos. Sesión de Clausura. Miércoles 25 de julio de 2018, 9:00 a.m. – 12:00 m.” en el Boletín Electrónico de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 6, No. 15, julio 19 de 2018, pp. 2-5.

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integre antiguos y nuevos miembros. De acuerdo a las disposiciones del Presidente electo, la comunidad científica trabajara conjuntamente con el Ministerio de Educación para llevar a cabo estos proyectos. De otra parte, está confirmado el apoyo de COLCIENCIAS para la realización de todo lo relacionado con la celebración de los 250 años del nacimiento de Caldas durante el segundo semestre del año, que incluye nuevas sesiones de seminarios y jornadas regionales. Agradece la presencia de asistentes y conferencistas que han estado a lo largo del presente ciclo, cuyas actividades han sido exitosas y nos han enriquecido con conocimientos y discusiones sobre los temas tan apasionantes sobre Caldas a nivel nacional. Expresa sus agradecimientos al Dr. Jorge Arias de Greiff, Miembro Honorario de la Academia, por su participación en la clausura de este ciclo de seminarios. Finalmente, expresó sus agradecimientos al Ministerio de Cultura por su apoyo para la realización de las actividades del primer semestre y en especial al supervisor del contrato, que hoy nos acompaña por su apoyo y asesoría. Por su parte, el profesor Luis Carlos Arboleda hace referencia al Congreso Internacional del Bicentenario de la muerte de Caldas celebrado en octubre de 2016, donde se evidenció el trabajo que se adelanta con relación a las líneas de indagación sobre la vida y obra de Caldas que tenían novedad y rompían de alguna forma con la historiografía tradicional. Por lo tanto, se dio a la tarea de presentar una propuesta para adelantar este seminario que hoy se está clausurando en este primer semestre. Los temas seleccionados para cada sesión fueron difíciles de elegir por los múltiples matices de este personaje: Biogeografía, revisiones sobre los aportes de Caldas en astronomía, los instrumentos y libros de Caldas, revisión del contexto social, político e intelectual en la época de transición entre la Ilustración del régimen colonial y la post Ilustración cercana a la constitución de la República en Colombia. Uno de los temas novedosos del Congreso de 2016, fueron las presentaciones que nos ofrecieron Esther García y José Luis Fernández sobre el estado de las colecciones de Caldas en el Real Jardín Botánico de Madrid, que permite conocer mejor su faceta como botánico. El día de hoy estos expertos presentaran los avances de sus investigaciones sobre el tema. Agradece al profesor José Antonio Amaya por la presentación de uno de los temas más importantes que se han tocado sobre los nuevos enfoques de los Estudios Caldasianos, enfocado en la importancia de pasar de una historia centrada en las narrativas documentales a una historia que reivindique la importancia de los documentos y de los instrumentos. Como comentaristas de esta sesión estarán María Esmeral Henríquez, con Maestría en Investigación y Patrimonio e Historia del Arte de la Universidad París IV – Sorbonne y Boris Villanueva Tamayo, Profesor de la Universidad del Tolima, quien hará una contextualización general de la investigación de Caldas que él ha venido desarrollando en el marco del material más conocido de la vida y obra de Caldas.

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2.1. “Francisco José de Caldas en el fondo documental de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada”. Esther García Guillén, Conservadora del Archivo, Real Jardín Botánico de Madrid, CSIC. El Real Jardín Botánico de Madrid es un centro de investigación fundado en 1755 y trasladado en 1781 al Paseo del Prado, adscrito al Ministerio de Ciencias de Universidades. Su archivo conserva más de quince mil dibujos de Flora americana, en su depósito se conservan los productos relacionados con la botánica procedente de las expediciones científicas españolas del siglo XVIII (Real Expedición de Límites de 1750, Real Expedición Botánica al Virreinato del Perú, Real Expedición Botánica al Virreinato de Nueva España, Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada, Expedición Marítima de Alejandro Malaspina y Comisión de Guantánamo). Una de esas colecciones es el Fondo José Celestino Mutis. Es importante aclarar que dentro del archivo del Real Jardín Botánico de Madrid no existe un fondo documental de Francisco José de Caldas, sino que se trata de documentos que se encuentran en el Fondo Mutis, resultantes del trabajo de la Expedición Botánica. Se puede considerar como un trabajo producido por Caldas el herbario que está intercalado con las plantas recogidas por todos los expedicionarios y en concreto las ectypas. El resto de los documentos son fragmentos de obras no acabadas y la correspondencia que sostuvo con José Celestino Mutis que serían unas 32 cartas. En el Fondo Mutis la belleza de los dibujos es lo que siempre ha llamado la atención, por esto muchas otras partes de esta producción han sido olvidadas y marginadas. Los instrumentos actuales de difusión del archivo del Real Jardín Botánico son: “Catálogo del fondo documental José Celestino Mutis del Real Jardín Botánico” que se encuentra en línea, la Red del CSIC donde está el Catalogo del Fondo Mutis y la página web del Real Jardín Botánico. Sin embargo, todo esto estaría anticuado ya que se tendría que volver a las fuentes, la bibliografía que es bastante grande, a los inventarios originales, ya que en algunos casos se conservan las signaturas antiguas y a otros instrumentos de descripción existentes antes de 1993, año en que se empezó este catálogo. Hasta ese año la documentación de José Celestino Mutis se mantuvo como llego de Bogotá y se alteró la procedencia y el orden en el proceso de catalogación que se realizó. Se sabe que estos fondos se alteraban hace mucho tiempo, pero esta alteración no era significativa ya que en los inventarios adicionales se muestra una secuencia lógica. El trabajo que desean realizar es volver a ese origen que tuvieron los documentos en su traducción y poder hacer un catálogo más cercano a lo que fue la producción de esa documentación. Se conservan los ficheros antiguos. Como curiosidad todas las documentaciones de las expediciones se integraron dentro del archivo del Real Jardín Botánico formando una serie de divisiones que se han mantenido desde su creación en 1815. El archivo de José Celestino Mutis no entro en la división hasta 1993, antes se conservaba en un armario y dentro del despacho del director. Nuestra intención con esta vuelta a los orígenes es intentar relacionar toda la documentación producida de los distintos grupos de producciones, se quiere intentar unir estos cinco tipos de producciones como son documentación textual, dibujos, nivelaciones y mapas, ectypas y pliegos de herbario, para conseguir una agrupación coherente en este caso de la producción científica de Francisco José de Caldas. 107


En el archivo del Real Jardín Botánico se encuentran 32 cartas de Francisco José de Caldas dirigidas a José Celestino Mutis entre 1801 a 1805, una carta de Caldas a Salvador Rizo del 19 de enero de 1811 y una carta de Caldas a Santiago Pérez de Arroyo del 21 de enero de 1802. Estas cartas no corresponden a Caldas puesto que él las enviaba, por tanto, corresponde al Fondo Mutis. Con esas cartas se incluyen planos o dibujos como el de las ruinas precolombinas en Otavalo enviado junto con la carta a Mutis del 7 de enero de 1802. Se tienen seis descripciones de plantas -un total de 7 hojas-; se conservan las memorias o planes de viaje: la memoria del estado de las quinas en donde se encuentran tres dibujos los cuales actualmente no están integrados con la memoria; el ensayo de la memoria para medir por medio del termómetro montañas; las memoria de la nivelación de las Quinas; un plano del tramo del río Magdalena y de la zona adyacente; un dibujo de un molino de pólvora; 26 hojas de nivelaciones de las cuales se quiere identificar el momento de su realización; 34 borradores de dibujos de plantas entre ellos cuatro de quinas; información que han complementado los inventarios y las filigranas. Se han catalogado como si fueran 30 dibujos o diseños los que aparecieron bajo una carpeta que encontró Santiago Díaz Piedrahita. Se cree que no todos estos dibujos son de Caldas, podrían ser de otros expedicionarios. Para saber esto será importante el estudio de las filigranas y distinguir los trazos propios de sus dibujos o algunos datos que aparecen en el papel. En realidad, se encuentran 26 dibujos adscritos al Fondo Mutis. En cuanto a la filigrana se puede decir que el 95% de los dibujos lleva la de J. Kool y el resto la filigrana Honing. Dentro de la producción de Caldas lo más llamativo son las ectypas que realizó con su prensa portátil, algunas se podrán apreciar en la exposición “Ojos en el cielo, pies en la Tierra” con la curaduría del profesor José Antonio Amaya. Con las ectypas se empezó a trabajar hasta 2002 y se pensaba que eran trabajo de Mariano Lagasca. Esta técnica solo se ha visto en las expediciones de Humboldt y Bonpland, en la expedición de Alejandro Malaspina y en la expedición de Caldas. Se considera que en total hay 885 ectypas pero algunas son copias realizadas con el mismo ejemplar, por eso el total de hojas que se conservan son 1035 dentro de la producción de Caldas. Son impresiones de un material prensado al que se le ha aplicado algún tipo de lo que se llamaba negro de humo. Existían varias fórmulas para este tipo de prensados que era una manera de no detenerse en el campo a realizar el dibujo, aprovechar las horas de luz y tener una imagen fiel que represente el ejemplar trabajado. Muchos de los ejemplares tienen el nombre científico, la clase Linneana, el género y el número de colección que lo conecta con el resto de la colección acopiada. Esta el anverso y reverso de la planta, muy rara vez aparecen dos especies diferentes en la misma ectypa y solo en dos casos están parcialmente coloreados, es posible como lo decía Santiago Díaz Piedrahita que las ectypas sirvieran como base para los dibujos realizados por los artistas de la Expedición Botánica, algunos tenían citas y en dos casos se conserva la misma planta entintada dentro del ejemplar, si son muy grandes se usan dos hojas diferentes. También se ha analizado la procedencia de las filigranas: en un 90% son de un molino catalán de Berdaguer, José y Cía., de Barcelona que data de 1800 y el 10% restante tienen una filigrana Valenciana de un molino de José Galeano. Las conexiones entre los herbarios y las ectypas son evidentes. Por medio del número de la ectypa se puede localizar el pliego de 108


herbario y adjudicarlo a Francisco José de Caldas, este trabajo también había sido realizado por Santiago Díaz Piedrahita y por Paloma Blanco Fernández de Caleya cuando publicaron en 2010 su libro sobre el herbario de Mutis. El número también permite conectarlas con los dibujos y con las listas enviadas de sus colecciones y nivelaciones. Todo esto muestra la sistematización y organización del trabajo de Caldas. Para terminar una frase que Mutis le dedica a Francisco José de Caldas: “Vuestra merced es paciente, profundo y constante en sus empresas…”135

2.2. “El aporte de Francisco José de Caldas a la Flora de Bogotá. Aproximación basada en el análisis taxonómico de la colección de impresiones naturales o ectypas”. José Luis Fernández-Alonso, Vicedirector de Colecciones, Real Jardín Botánico de Madrid, CSIC. La presentación está centrada en el análisis taxonómico, caracterización y reconocimiento de los grupos, como primer comentario teniendo en cuenta la parte documental, catalogación, numeración, tipo de base y tipos de papel entre otros y cruzarlos con la geografía de la plantas, cuando se reconoce una planta representativa de una región geográfica se tiene un elemento fuerte para ubicar en un contexto un documento, una lámina o un pliego de herbario, cazan perfectamente las interacciones que ha realizado Esther García con los documentos y el archivo, con la información que se deriva del estudio de las plantas y los herbarios. Caldas y la botánica: Caldas llegó a la botánica tardíamente, aunque en su formación de juventud tuvo contacto con el tema de las plantas, herbarios y textos de botánica, pero es en el período de 1799 a 1801, en algunas de sus cartas con sus colegas de Popayán y Quito, que muestra intervenciones concretas en el estudio o recolección de alguna planta. Consta que en 1796 hay unas recolecciones por parte de Caldas. Caldas adjunto de la Real Expedición Botánica de Mutis: en 1801 Caldas inicia una serie de recolecciones en Ecuador y se vincula a la Expedición Botánica con el visto bueno de Mutis, quien envío unas instrucciones precisas del trabajo que podía desempeñar Caldas en Quito y empieza como tal una fase más formal de Caldas como botánico, dedicándose de lleno a la documentación, accede a muchas fuentes y Mutis le obsequia libros y documentación variada, alcanzando un conocimiento sorprendente en corto tiempo. En 1802 cuando llega Aimé Bonpland a Ecuador y se encuentra con Caldas, participan en colecciones conjuntas. Caldas cuenta con conocimientos de la documentación que ha manejado, se ve fascinado por la diversidad de especies que encuentra a su paso y manifiesta en sus cartas a Mutis y a sus colegas que se entregó a esta ciencia sin conocerla consiguiendo gran cantidad de información. Viajes, reconocimientos y recolecciones en Ecuador: se debe resaltar que el trabajo de Caldas en Ecuador fue muy brillante desde que se comprometió a documentar esta región de la Flora de Bogotá, abordó unas exploraciones muy bien planeadas, recorrió varias regiones 135

Carta a Francisco José de Caldas. Santafé, 21 de mayo de 1802.

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recolectando todo tipo de plantas con un interés que rebasaba las especies más llamativas o las plantas ornamentales o cultivadas, el trabajo de Caldas es exhaustivo, particular y de iniciativa, esto permite reconocer a un Caldas competente con gran capacidad de análisis y de planeación que si hubiera terminado su obra sería de extremo interés por la información obtenida en tan poco tiempo. Quinas de Caldas y su contribución a la Historia de los árboles de la Quina de Mutis: un tema de gran interés que le fue recomendado es el de la Quina, “Las Cinchonas”, que eran un grupo que se estaba estudiando en Perú y la Nueva Granada de forma especial. Es interesante lo que Caldas documentó sobre las especies encontradas en Ecuador escribiendo algunas descripciones y tratos sobre su distribución, “la Cinchografía”. También el haber entrado en contacto con los botánicos de la Flora de Perú que llegaron a Ecuador, Tafalla y Manzanilla, siendo un punto de conflicto entre los dos proyectos el de Mutis y el de Ruíz y Pavón, al haber botánicos del Perú en la Nueva Granada. Cuando Caldas llega a Bogotá y entrega sus colecciones al Herbario de la expedición, participa en unas recolecciones de Quinas entre 1805 y 1806 especialmente en Cundinamarca, de lo cual queda constancia en sus memorias. Interviene en algunas publicaciones como en 1809 la memoria de las Quinas y en el libro ya elaborado de la Historia de los árboles de la Quina. La acotación de la distribución de las plantas y la proyectada Phytographia: otro aspecto que toco Caldas es la documentación de la distribución de las plantas en su contexto de aspectos climáticos, de hábitat o de rangos de distribución y haciendo énfasis en las especies de interés como plantas cultivadas, fueron los primeros pasos en los estudios relacionados con la geografía de las plantas en conflicto con lo que empezaba a publicar tempranamente Humboldt como resultado de sus investigaciones y observaciones. En la obra de Caldas, en las descripciones de sus viajes y sus notas se plasman aspectos importantes de algunos usos y de navegaciones vernáculas que unido a la catalogación cuidadosa que el llevaba de sus notas dando una numeración consecutiva a las muestras, ilustraciones y a las impresiones naturales, que en nuestros días sirven para concluir sobre la identificación correcta y la distribución de algunas de estas especies que no habían sido estudiadas con detalle por no ser de las clásicas zonas de la expedición en Colombia. Géneros nuevos, primicias de la Flora de Bogotá: estos géneros nuevos que se dieron a conocer en el Semanario del Nuevo Reino de Granada de 1808 a 1811 con la colaboración de Sinforoso Mutis y otros miembros de la expedición, una iniciativa que trataba de validar alguna de estas primicias que tenían desde hace mucho tiempo en los anaqueles, láminas, documentos y herbarios de la expedición y que se produjo en la publicación válida de algunos nombres muy significativos como el Ullucus, Caldasia, Consuegria, Pombea, Amaria, Lozania, Valenzuelia, entre otros que tiene una gran trascendencia por que fueron dedicados a personajes de la expedición o personas influyentes de la época virreinal que tuvieron que ver con las iniciativas de estos proyectos de inventario y catalogación de la naturaleza de las zonas de América. Materiales para La Flora Quitoensis: Caldas se tomó su trabajo con una gran dedicación y alcanzó a recoger un volumen de información sorprendente, analizando la cantidad de 110


ectypas y lo que ya se conocía, unos 6000 pliegos de plantas de la zona de Ecuador. Llama la atención que no se centró en lo más llamativo recolectando por igual todo tipo de plantas como helechos, plantas acuáticas, plantas cultivadas, plantas epífitas e incuso las plantas malas hierbas que acompañan a los cultivos o las zonas habitadas, se debe valorar este aspecto de exhaustividad que quedó plasmado en las ectypas. Dando forma a una Flora, el proyecto: Esta Flora Quitoensis en la que él puso tanto empeño muestra que Caldas llego a desarrollar un protocolo de trabajo y de almacenamiento de información muy particular y bien perfeccionado, en lo que se refiere a numeración, descripciones, acopio de materiales entre otros, con muy poco auxilio, un trabajo muy duro y muchas veces en condiciones desfavorables porque el empleo muchos recursos, por tanto se debe reconocimiento a este gran trabajo. Se puede considerar como un trabajo propio esta Flora Quitoensis. A pesar de no poder asignar identificación a buena parte de las plantas que él consideraba como nuevas, el empleo de nombres vernáculos en los muchos casos y la asignación de números consecutivos, le permitía hacer seguimiento a sus colecciones en diarios, notas, mapas, ectypas y especímenes disecados. El furor por las ectypas. Justificación práctica de las impresiones naturales: para ser más eficiente a la hora de elaborar una ilustración una impresión rápida que refleja la morfología externa de la planta era más fácil que llevar un par de pintores y detenerse por un largo espacio de tiempo para realizar las ilustraciones. Era una práctica muy certera ya que de muchas de las ectypas que llevo Caldas se elaboraron varias de las láminas definitivas de plantas ecuatorianas posteriormente en Bogotá. En la actualidad, hay cerca de 850 ectypas en las que se encuentran representadas unas 145 familias y 438 géneros de plantas vasculares incluyendo helechos, gimnospermas y angiospermas, el proceso de identificación está en avance pero falta una gran parte, es sorprendente que duraran tanto tiempo sin catalogar y solo contaran con la descripción de la época. Censo preliminar de familias, géneros y especies Hay una representación muy fiel de la Flora de América. Hay mejor representación de algunas familias que de otras y es debido a la cantidad que se encuentra de cada una, entre mayor cantidad mejor será su representación. - Familias con mayor número de géneros y morfoespecies representadas: 1. Compositae – 40 géneros y 111 ectypas (morfoespecies) Muchas láminas de plantas de Ecuador y muchos especímenes en el herbario de la Expedición y en la colección de las ectypas. Aequatorium, Baccharis, Chuquiraga, Dasyphyllum, Dendrophorbium, Gynoxis, Jungia, Loricaria, Montanoa, Onoseris, Pentacalia, Pseudogynoxis, Senecio, Trixis, Verbestina.

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Varios géneros de ambientes ruderales: Ambrosia, Bidens, Conyza, Erechtites, Plagiocheilus, Tagetes, son plantas pequeñas herbáceas que pasan desapercibas para la mayoría de botánicos por carecer de importancia. 2. Leguminosae – 27 géneros y 65 ectypas Es una representación muy fiel de la Flora de estas regiones con elementos arbóreos, con lianas, plantas trepadoras y muchas hierbas. Acacia, Bauhinia, Calliandra, Chamaecrista, Clitoria, Dalea, Haematoxylum, Inga, Mimosa, Ortholobium, Phaseolus, Senna, Tephrosia, Vigna, Zornia. Arvenses y cultivadas: Cicer (Garbanzo), Desmodium, Lathyrus, Medicago (Alfalfa), Vicia. Algunas bien introducidas o bien maleza de los cultivos alto andinos. 3. Malvaceae s.l – 27 géneros y 49 ectypas Es un grupo que se ha trabajo mucho más, se divide en: Bombacoideae: Ochroma pyramidale (ectypa); flor (diseño), Spirotheca, Quararibea. Malvoideae: Abutilon, Alcea, Anoda, Gaya, Malachra, Nototriche, Pavonia, Sida, Sidastrum, Urocarpidium, Wissadula. Sterculioideae: Byttneria, Guazuma, Melochia, Theobroma (Cacao), Waltheria. Tilioideae: Corchorus, Heliocarpus, Triumphetta. 4. Rubiaceae – 16 géneros y 46 ectypas Es una de las familias que fue tratada con esmero por la Expedición de Mutis. Cinchona (Quina), Joosia, Guettarda, Elaeagia, Rondeletia, Coutarea, Gonzalagunia, Psychotria, Palicourea, Amphidasia, Cococypselum, Hamelia, Spermacocce, Galium, Relbunium, Alibertia. 5. Poaceae – 20 géneros y 45 ectypas Es notable haber logrado hacer ectypas de los pastos que no exhiben muchos caracteres y que son muy uniformes; pues Caldas se las arregló para lograr su impresión. Le dedico un esfuerzo especial a las gramillas tal vez por su relación con las plantas cultivadas. Agrostis, Aristida, Avena, Botriochloa, Bouteloua, Bromus, Calamagrostis, Cenchrus, Cynodon, Dactylis, Echinochloa, Lasyacis, Melinis, Oplismenus, Panicum, Paspalum, Pennisetum, Poa, Polypogon, Setaria, Sporobolus, Stipa, Tragus, Trisetum. 6. Euphorbiaceae – 12 géneros y 32 ectypas Acalypha, Alchornea, Caperonia, Croton, Dalechampia, Euphorbia, Jatropha, Mabea, Phyllanthus, Sapirum, Tragia. 7. Orchidaceae – 12 géneros y 23 ectypas 112


Familia de las orquídeas, tienen hojas muy carnosas por esto las ectypas quedaron muy bien representadas. Cyclopogon, Epidendrum, Eulophia, Isochylus, Malaxis, Odontoglossum, Pleurothallis, Ponthieva, Sobralia, Stelis, Telipogon. 8. Labiatae – 6 géneros y 25 ectypas Ectypas de Caldas: 25 que representan a 22 especies pertenecientes a 6 géneros. (Hyptis, Ocimum, salvia, Santureja, Scutellaria y Stachys) 9. Melastomataceae – 8 géneros y 21 ectypas Con sus hojas características, son plantas de gran belleza. Aciotis, Adelobotrys, Clidemia, Meriania, Miconia, Tibouchina. 10. Solanaceae – 9 géneros y 20 ectypas La familia de la papa es impresionante la cantidad recogida por Caldas. Brunfelsia, Cestrum (Caballero de la noche), Datura, Dunalia, Iochroma, Juanulloa, Nicotiana (Tabaco), Physalis, Salpichroa, Solanum (Tomate de arbol). Con estas impresiones se pueden reconocer muchas cosas con facilidad por su nivel de detalle, Caldas recogió muchas de las plantas pequeñas que pasan desapercibidas para el botánico que busca la Flora de los ambientes más conservados. Existen casos en donde se conservó la ectypa pero no se tiene el pliego correspondiente en la actualidad. Plantas endémicas de Ecuador: Plantas que quedaron muy bien documentadas en la Expedición, las ilustraciones de plantas ecuatorianas en la Flora de Bogotá, elaboradas a partir de las muestras y documentos aportados por Caldas. Bignoniáceas - Jacaranda Hidrofiláceas - Wigandia Piperáceas - Piper Ramnáceas - Colletia Pteridofitos,s.l - Lycopodium,Vittaria Algunos casos particulares encontrados: Boragináceas – Lithospernum cf. Macbridei. Perú – Ecuador Ericaceas – Semiramisia. Sur de Colombia – Ecuador Fagaceae – Quercus humboldttii – Sur de Colombia, no alcanza Ecuador Pasifloraceas. Passiflora popenowii “Granadilla de Quixos”. Zona de Popayán y Ecuador

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Filonomáceas. Phyllonoma ruscifolia. Rara Lorantáceas. Aetanthus macranthus. Ecuador Verbenaceas. Hierobotana. Solo Ecuador no Colombia Verbenaceas. Verbena trífida. Una mirada a la Flora arvense: una Flora desapercibida para la mayoría de los colegas botánicos en Colombia porque no es tan interesante como la Flora nativa, Caldas le prestó atención y se piensa que una de las razones es que en sus manuales para aprender botánica se encontraba muchos ejemplos de plantas europeas y él encontraba satisfacción en reconocer estas plantas que crecían al lado de los cultivos y eran éstas las que se encontraban en los libros. Algunas de ellas son: malas hierbas de cultivo de origen foráneo (Eurasia), varias especies cultivadas (Avena, Cicer, Medicago) y varias plantas arvenses de origen europeo frecuentes en zonas habitadas (Anagallis, Capsella, Erodium, Lepidium, Linum, Plantago, Poterium, Rosa, Spergula, etc.). Plantago Afra. Las Labiadas de la Flora de Mutis: un grupo estudiado con más detalle tanto las de Colombia como las de Ecuador, el aporte de Caldas es aproximadamente del 40% un gran número de especies algunas que solo crecen en Ecuador y que se sumaron al flujo de información que ya había en el herbario y las láminas de la expedición provenientes de territorio colombiano. Se tienen 30 especies pertenecientes a 9 géneros, iconografíadas en la Flora de Bogotá. Hay especies de Hyptis, Salvia y Satureja. 47 especies pertenecientes a 8 géneros, representadas en el herbario de la Expedición (20 de ellas son plantas de Ecuador aportadas por Caldas). Las especies de los géneros Marrubium, Prunella y Sideritis, corresponde a plantas introducidas o llegadas de Europa. La familia de labiadas en la Flora Quitoensis. La mayoría de estas no cuentan con láminas elaboradas en Flora de Bogotá, pero si están representadas en el herbario de la Expedición. Ocho pliegos de Herbario MA- MUT incluyen numeración que guarda correspondencia con las ectypas de Ecuador. De la albahaca silvestre Ocimum campechianum, no hay lámina ni pliego de herbario, siendo la ectypa el único testimonio. Casos importantes, en mastrantos y ajedreas (Hyptis y Satureja). Hyptis florida. Pliegos, ectypas, láminas. No está en el herbario de Mutis. Satureja jamesonii: caso diseño y lámina de anatomías. Pliegos herbarios. Salvias, albahacones y alegrías de Ecuador. 114


Salvia leucocephala: herbario, ectypa, anatomía y lámina definitiva. También número de campo de Caldas. Salvia corrugata y Salvia macrostachya: ectypa, herbario, no laminas. Scutellaria scutellarioides y Scutellaria cuatrecasana. No herbario ni láminas. Scutellaria pseudocoleus. Nueva especie. Herbario y lámina. El hecho de que Caldas a partir de unos pocos datos empezara a trabajar con las ectypas y llegar a este nivel de calidad refleja su ser y su trabajo le honra, porque en algunas especies como por ejemplo en la Quina se ve que experimenta y trata de mejorar su técnica. Se han encontrado casos en que Caldas deja manchones de los pigmentos del propio fruto para dar a conocer el color. A modo de síntesis: - Caldas como botánico logra obtener en pocos años una formación importante y cosechar unos méritos sorprendentes para el tiempo limitado que dedicó a esta actividad. - Un trabajo bien documentado, crítico, sistemático y original como lo demuestra en algunos aspectos relacionados con la manera de procesar sus muestras, catalogarlas, referirlas y cruzar la información. - Proyectos estructurados, objetivo definidos y sentido práctico. - Colecciones, impresiones naturales, descripciones y observaciones etnobotánicas debidas a Francisco José de Caldas, es un crédito tardío que se le está otorgado. - La colección de más de 850 impresiones naturales, que fue el resultado de un trabajo sistemático, metódico, exhaustivo y muy cuidadoso de recolección y preparación de muestras. - Caldas nos deja entrever como experimentó también con las ectypas, con la impregnación y con los pigmentos, mejorando los conocimientos de partida. - En el momento de abordar el presente estudio, más de la mitad (478) de las ectypas del Real Jardín Botánico estaban indeterminadas, contando el resto con identificaciones genéricas, tentativas y originales de la Expedición. El catálogo actual de plantas identificadas será público más adelante cuando este completo. Dicho trabajo asciende ya a 438 géneros pertenecientes a 145 familias de helechos, gimnospermas y angiospermas. - En la colección se encuentran fielmente representados los distintos biotipos de esta Flora (bejucos, epífitas, parásitas, pequeñas hierbas, arboles, etc.) y los diferentes hábitats, incluyendo plantas acuáticas, epífitas y algunas plantas cultivadas, arvenses y ruderales acompañantes. - El análisis de la colección de ectypas, en conexión con los pliegos de herbarios de Caldas y las descripciones de sus viajes nos permiten conocer hoy la real dimensión del impresionante trabajo que Caldas había iniciado. También nos da licencia para soñar con lo 115


que la Flora Quitoensis y la Phytographia pudieran haber sido, si las circunstancias hubiesen sido otras. Se da un reconocimiento a Santiago Díaz Piedrahita que fue la persona que mejor entendió la botánica de Caldas en la Expedición.

3.1. Comentarista. María Esmeral Henríquez. “Imágenes del Mundo en el Nuevo Reyno de Granada: referentes cartográficos de Francisco José de Caldas dentro de la Expedición Botánica”. Maestría en Investigación y Patrimonio, Historia del Arte, Universidad París IV – Sorbonne. La presentación inicia indicando que después de las conferencias presentadas es importante interrogarse sobre nuevos enfoques y preguntas para reconstruir el pensamiento científico de una persona como Francisco José de Caldas. Gracias a estas dos conferencias podemos ver como un personaje riguroso y con un pensamiento científico amplio y rico se ganó el nombre de “sabio” gracias a su erudición y es así que se origina la pregunta de sus referentes ideológicos y más allá del pensamiento científico como tal, como historiadora de arte sobre sus referentes iconográficos. En esta idea de abordar referentes ideológicos e iconográficos de Francisco José de Caldas hay que tener en cuenta que si bien él llega a la Expedición Botánica en la fase final de la empresa llega a un sitio bastante rico. La colección bibliográfica de José Celestino Mutis del cual el profesor José Antonio Amaya es el investigador con más erudición, es considerada un álef del pensamiento científico europeo de los siglos XVII, XVIII y principios del XIX. Es una colección que incluye grandes nombres de la ciencia como Isaac Newton, Carlos Linneo, Charles Marie de La Condamine, Jorge Juan y Santacilia, Nikolaus Joseph von Jacquin, Georges Louis Leclerc, Conde de Buffon, que están conservados en la Biblioteca Nacional donde los investigadores pueden completar sus investigaciones con este fondo inmensamente rico. Es interesante desde el punto de vista de la historia del arte y de su aporte en el análisis de imagen, de poner a dialogar los referentes iconográficos presentes en esta colección con las obras de Francisco José de Caldas. Se realizó una selección de algunas obras presentes en la colección para tratar de ponerlas en relación, la idea es presentar una pregunta de investigación que ayude a enriquecer los conocimientos sobre el pensamiento científico de Francisco José de Caldas. La colección de la Historia Natural de Buffon en su versión española136 que está en el Fondo Mutis, como la versión en francés. La primera versión del Conde de Buffon que es un naturalista francés del siglo XVIII incluye en su primer volumen dos mapas, uno que él llama del antiguo continente y el segundo correspondiente al nuevo

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George – Louis Leclerc de Buffon. Historia natural, general y particular escrita en francés por el conde Buffon y traducida por D. Joseph Clavijo y Faxardo. Madrid: Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1791 – 1835. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2160 – 2183.

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continente137. Lo interesante de este es una noción que van a desarrollar Caldas y Alexander von Humboldt, que hace parte de las publicaciones científicas que no es solo la identificación de un espécimen sino la identificación de un lugar de origen del espécimen y mostrar en la publicación estas dos nociones completamente ligadas. Se tiene un ejemplar presente en la biblioteca de la Expedición Botánica de Sébastien Vaillant, un botánico francés que presenta las plantas típicas de la región alrededor de París y la muralla del siglo XVII – XVIII en París, bastante detallado sobre la región de Île de France, conservado en la Biblioteca Nacional de Colombia 138. En esta idea de la botánica se tienen también los libros de viajes de exploradores que incluyen historias naturales, en este caso, Hans Sloane que es un naturalista y medico irlandés que viajó a Jamaica en 1687 como médico pero que se dedicaba a recoger materiales y después de 15 meses en Jamaica regresa y publica esta historia natural que incluye plantas y animales139, es importante anotar en este representación del territorio que los mapas no están muy lejos de lo que hoy en día conocemos por la cartografía, es el territorio visto desde arriba, se ponen las fronteras, las líneas de meridiano, el relieve, las fuentes de agua y los asentamientos más importantes. Una carta del Imperio Ruso, también presente en la Biblioteca Nacional de Colombia, es un ejemplar espectacular en tamaño Atlántico como lo llamaba Mutis, es una carta plegable, bastante detallada del Imperio Ruso producto de la publicación de Peter Simon Pallas que era un médico y botanista alemán elegido por la Reina Catalina II de Rusia para hacer un inventario de los recursos naturales del imperio140. Esta visión económica de los recursos naturales y de ubicarlos en los mapas va en la misma línea de Humboldt y Caldas a la hora de presentar sus iconografías. Algo interesante de este volumen es la presentación de imágenes representado tipos humanos que es una práctica que va a tomar furor en el siglo XIX pero que existe desde el siglo XVII – XVIII de estudiar el hombre, estudiar los diferentes tipos según su posición geográfica. Es interesante porque se verán imágenes como esas producidas en la República Independiente durante el siglo XIX 141.

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George – Louis Leclerc de Buffon. Histoire Naturelle, générale et particuliére, avec la description du Cabinet du Roy. Tomo I, Mapa del Antiguo Continente, Mapa del Nuevo Continente. París, Imprimerie Royale, 1749-1788. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2015 – 2046. 138 Sébastien Vaillant. Botanicon Parisiense, ou Dénombrement par ordre alphabétique des plantes qui se trouvent aux environs de Paris Leidem y Amsterdam, J. et H. Verbeek et B. Lakemman, 1727. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 3753. 139 Hans Sloane. A Voyage to the islands Madera, Barbadoes, Nieves, S. Christophers and Jamaica. with the natural history of the herbs and trees, four-footed beasts, fishes, birds, insects, reptiles, &c. of the last of those islands. Volumen I, Nuevo mapa del Océano Oeste, Nuevo mapa de las islas del Caribe, Nuevo mapa de las islas de Jamaica. Londres, B.M., 1707. . Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2835, 2836. 140 Peter Simon Pallas. Voyages de M. P. S. Pallas en différentes provinces de l'empire de Russie, et dans l'Asie septentrionale. Mapa general del Imperio Ruso 1787, París,Chez Lagrange, 1788-1793. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2489. 141 Peter Simon Pallas. Voyages de M. P. S. Pallas en différentes provinces de l'empire de Russie, et dans l'Asie septentrionale. Tomo VI, Joven Chauvasia en ropa de verano, París,Chez Lagrange, 1788-1793. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2489.

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Otra imagen de Peter Simon Pallas sobre su viaje representa la vista de un templo budista en Ablaikit una región situada al este de Kazakhstan142, interesante porque no es el mapa sino una visión totalmente diferente, más cercana a lo que comúnmente se ha utilizado a lo largo de la historia de la humanidad para representar el paisaje que es el punto de vista de la montaña completamente paralelo a la línea de horizonte. Los únicos que no toman este tipo de representación son los egipcios porque ellos descomponen el punto de vista. La representación de la “Estela de la victoria de Naram – Sin Rei” del Imperio Acadio (Piedra caliza, siglo XII A.de C.), es casi prácticamente el primer el primer paisaje de la historia de la humanidad143.Una pintura famosa de Caspar David Friedrich “El caminante sobre el mar de nubes” muestra también esta noción de paisaje 144. En la colección de libros de la Expedición Botánica se encuentran también obras teóricas sobre como practicar el ejercicio de la geografía, esto aplica a todas las ciencias por eso se considera una fuente muy rica a la hora de reconstruir el pensamiento científico de personas como Francisco José de Caldas, en este caso la obra es del matemático Thomas Vicente Tosca uno de los precursores de la Ilustración en España, filósofo y matemático español 145. España Sagrada: Teatro, geographico – histórico de la iglesia de España de Enrique Flórez de Setien, es un tratado de geografía que es un compendio histórico de los territorios de España en su historia gobernados por la iglesia católica 146. España ya tiene colonias en el nuevo continente muy bien establecidas, por tanto la representación que aparece del globo terráqueo es muy importante, se encuentra también mapas de diferentes periodos de la historia española como el Mapa de los Obispados y las Provincias antiguas de la iglesia de la España en tiempos de los Godos147, que muestra el dominio de la iglesia en la provincia. Para terminar esta selección se presentaran dos obras importantes, el diario de viaje hecho por Charles–Marie de La Condamine148, es un científico francés que hace parte de la Academia de ciencias francesa y es designado por el Rey para hacer una expedición al norte 142

Peter Simon Pallas. Voyages de M. P. S. Pallas en différentes provinces de l'empire de Russie, et dans l'Asie septentrionale. Tomo VI, Vista de la residencia de Ablaikit, París,Chez Lagrange, 1788-1793. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2489. 143 Anónimo. Estela de la victoria de Naram – Sin Rei del Imperio Acadio, Piedra caliza, siglo XII A.C. París, Museo de Louvre. 144 Caspar David Friedrich. El caminante sobre el mar de nubes. Óleo sobre tela, 1818. Hamburgo, Kunsthalle. 145 Thomas Vicente Tosca. Compendio mathematico: En que se contienen todas las materias más principales de las ciencias, que tratan de la cantidad. Valencia, Imprenta de Joseph García, 1757. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2472 - 2480. 146 Enrique Flórez de Setien. España Sagrada: Teatro, geographico – histórico de la iglesia de España. Origen y división[e]s, y términos de todas sus Provincias. Tomo I. Madrid, M.F. Rodríguez, 1747. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 1728 - 1755. 147 Enrique Flórez de Setien. España Sagrada: Teatro, geographico – histórico de la iglesia de España. Origen y división[e]s, y términos de todas sus Provincias. Tomo IV. Mapa de los Obispados y las Provincias antiguas de la iglesia de la España en tiempos de los Godos. Madrid, Antonio Marín, 1749 – 1789. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 1728 - 1755. 148 Charles–Marie de La Condamine. Journal de voyage fait par ordre du Roi a l’Equateur servant d’introduction historique a la mesure des trois premiers degrés du méridien. París, Imprimerie Royale, 1751. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2524.

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de Perú -lo que hoy es el actual Ecuador-. La idea de esta expedición es medir el arco del meridiano ya que había un conflicto entre franceses e ingleses sobre la forma de la Tierra. Los franceses pensaban que la Tierra era aplanada en el Ecuador y los ingleses, gracias a Newton, pensaban que era aplanada en los polos. El mapa de La Condamine muestra las rutas de ida y vuelta de su travesía, el continente americano y el océano atlántico. El libro también incluye un mapa de la Provincia de Quito muy detallado, que recuerda la misma línea en el mapa de la región parisina, se ve el relieve, la topografía, los ríos, los nombres de los asentamientos y también se encuentra el Plano de la ciudad de Quito 149. De la publicación de La Condamine es importante analizar la imagen de la “Vista de la medida de la base de Yarouqui”, en donde se ve un punto de vista típico de la historia del arte a la hora de representar un paisaje y un sistema de letras y códigos para describir elementos dentro del paisaje y mostrar su localización en un punto de vista en particular. Es importante ver que todas estas nociones científicas se añaden a una imagen que tradicionalmente no hace parte del ámbito científico, por ejemplo esta imagen fue medida desde la cima y el punto de vista de Carabourou a 180° del horizonte, es una noción muy exacta que va a ir en esta idea de publicaciones científicas completamente exactas y que van a tomar un lenguaje científico importante 150. En esta misma expedición al Ecuador, que era francesa pero a través de territorios españoles, el Rey de España decidió que debían ir dos exploradores españoles: el primero era Jorge Juan, quien fue muy importante en la Ilustración de España y con una enorme influencia en el pensamiento y obra de José Celestino Mutis, y el segundo es el astrónomo Antonio de Ulloa. Es interesante ver que las dos publicaciones hacen parte de la misma expedición pero la obra de Jorge Juan se dedica más a los cálculos matemáticos y no a la topografía. En el frontispicio de la publicación se ve una representación del globo terráqueo donde se identifican América, África y Europa, dejando la inquietud de lo que queda atrás, puesto que se representa una esfera. También están las cuatro alegorías la navegación, la geografía, la astronomía y las ciencias; es el único mapa de la publicación por lo menos en lo que concierne al planeta Tierra por que el libro incluye una selenografía de la Luna que es un estudio topográfico de su superficie151. La publicación de Jorge Juan contiene varias ilustraciones enfocadas en los instrumentos utilizados en esta expedición así como las tablas de cálculos porque fue una empresa muy célebre.

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Charles – Marie de La Condamine. Journal de voyage fait par ordre du Roi a l’Equateur servant d’introduction historique a la mesure des trois premiers degrés du méridien. Mapa de la Provincia de Quito en Perú, plano de Quito. París, Imprimerie Royale, 1751. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2524. 150 Charles – Marie de La Condamine. Journal de voyage fait par ordre du Roi a l’Equateur servant d’introduction historique a la mesure des trois premiers degrés du méridien. Vista de la medida de la base de Yarouqui desde Carabourou hasta Oyambaro. Con base en un arco de 180 grados en el horizonte. París, Imprimerie Royale, 1751. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2524. 151 Jorge Juan y Santacilia; Antonio de Ulloa. Observaciones astronómicas y phisicas hechas de orden de S. Mag. en los reynos del Perú: de las cuales se deduce la figura y magnitud de la Tierra y se aplica a la navegación. Selenografía de la Luna. Madrid, Juan de Zuñiga, 1748. Biblioteca Nacional. Fondo Mutis 2490.

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¿Cómo poner esta colección de libros en relación con la obra de Francisco José de Caldas? Evidentemente, del análisis de la obra de José Celestino Mutis y de sus relaciones epistolares cuando habla de Charles Plumier y Jacquin, nace la idea de comparar la obra de estos dos botánicos y revisar cuales de los ejemplares estaban presentes en la biblioteca. Es interesante preguntarse qué tipos de referentes tiene Caldas, de cuáles referentes podemos dar testimonio en su obra escrita y en su correspondencia y ponerlas a dialogar con su producción. El Fondo Mutis tiene una particularidad excepcional, que no solo es sumamente rico sino que está comentado. Muchas de las obras conservadas en la Biblioteca Nacional de Bogotá tienen notas en tinta hecha de la mano de Mutis, existen varios tipos de letras lo cual indica que no solo es de la mano de Mutis sino de sus discípulos lo cual convierte a este Fondo en una fuente inédita de investigación en lo que respecta a la producción gráfica de personajes como Francisco José de Caldas. El profesor Mauricio Nieto ha realizado un excelente trabajo al reconocer y al comparar las imágenes geográficas hechas entre Humboldt y Caldas. Él ha identificado las diferencias iconográficas que responden a diferencias ideológicas entre ambos personajes y en este sentido, cuando un investigador y explorador como Francisco José de Caldas está en dialogo con una persona como Humboldt, es porque tienen conocimientos similares. De este modo, ¿por qué no poner a dialogar la imagen de La Condamine, cuya expedición es una de las más célebres de la época? La imagen de La Condamine, Humboldt y la de Caldas tienen el mismo punto de vista completamente paralelo a la línea de horizonte, usan el mismo sistema de imagen y texto para identificar la localización de diferentes elementos dentro de la geografía y del lugar específico, incluso si los objetos localizados son completamente distintos es interesante identificar este proceso en la creación de la imagen. En la “Carta topográfica de las cercanías de Loxa en que nace la Cinchona Officinalis por Francisco José de Caldas”152, que Esther García comenta que viene con un texto, hay que reconstruir su fondo documental. Si se indaga sobre qué texto contiene, si hay referentes a otros científicos en este texto se podrá, más que reconstruir una simple representación del sitio donde se encuentra la Quina, reconstruir la ideología científica de un personaje como Caldas. En esa carta topográfica Caldas usa un sistema para resaltar, para dar valor a una zona geográfica, una cuadrilla muy similar a la que se usa en el Plano de la Ciudad de Quito en donde su finalidad es resaltar las calles de la ciudad. En la carta de Caldas se desea resaltar ese territorio alrededor de Loja donde crece la Quina, ver la utilización de la flor de Lis como estrella de los vientos, muy parecida a la que se encuentra en el mapa de Sloane, nos permite interrogarnos sobre cuáles son los referentes ideológicos y teóricos de la producción iconográfica de Francisco José de Caldas y sobre todo preguntarse sobre el contenido epistemológico de estas imágenes. Se debe tener en cuenta que la Quina es un producto muy apreciado en Europa en esa época, es una imagen que no solo tiene un discurso científico y

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Carta topográfica de las cercanías de Loxa en que nace la Cinchona Officinalis. Por F. J. De Caldas. Madrid, Real Jardín Botánico. DIV.III B – 528.

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que reivindica ciertas tradiciones de la representación en general del espacio, sino que al mismo tiempo se inscribe en ciertas reflexiones contemporáneas que él debía conocer.

3.2. “Don Francisco José de Caldas Botánico desde el Naturalismo”. Boris Villanueva Tamayo. Ingeniero Forestal y profesor de la Universidad del Tolima. Mi acercamiento a la historia de Francisco José de Caldas fue posible gracias al profesor Santiago Díaz Piedrahita, quien era el historiador dentro de los botánicos y quien sembró la necesidad de recuperar la memoria histórica de muchos botánicos dentro del mismo gremio. En el simposio de historia del Congreso Colombiano de Botánica fue donde se planteó la posibilidad de recuperar la memoria histórica iniciando con José Jerónimo Triana, gran botánico colombiano vinculado a la Comisión Corográfica y en segundo lugar continuando con Francisco José de Caldas, en donde el trabajo principal que se ha realizado es de difusión de su memoria y su pensamiento, lo cual es extenso a pesar de morir a una edad temprana. Su desarrollo fue grande y la idea era tener herramientas para poder difundir su memoria e historia. Un documento que ha servido para leer a Caldas de primera mano y conocer la pasión de sus escritos son las Cartas de Caldas Ilustradas153, la otra obra que ayuda a ver el proceso histórico a un nivel más analítico de lo que pasa con el conocimiento científico y con el proceso de la Ilustración es el trabajo del profesor Mauricio Nieto Olarte, en su libro Remedios para el imperio154. Se va a mostrar un pequeño trasegar sobre fracciones de los escritos y cartas de Caldas. Este es el llamado a la naturaleza donde el habla de la atracción que siente por ella y cómo será su nueva motor después de haber pasado por la astronomía y haber tenido otras inclinaciones. “…me ha llamado la naturaleza; ella me encanta, me arrebata, y ya estoy hecho un observador común; todo me llama la atención y mueve mi curiosidad… La multitud de plantas nuevas para mí y verdaderamente raras me han llenado muchas horas; los peces, animales, ríos, colinas, genios, usos, costumbres, comercio, población, vicios y virtudes de sus habitantes llenan todos mis momentos” 155. En la vida de Caldas la pasión es una de las características más estimulantes para reflejarlas a las nuevas generaciones, la pasión que refleja en sus escritos: “No pierdo la esperanza de revolver el mundo con usted, de reformarlo, echar cortes y reveses, proyectos y más proyectos, y que todo se quede como se estaba. A lo menos habremos pasado nuestros ratos divertidos con agricultura, botánica, observaciones astronómicas, mapas, arquitectura, y cien y otras cositas que no ofenden a Dios ni al Estado”156. 153

Cartas de Caldas Ilustradas. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Academia Colombia de ciencias exactas, físicas y naturales y asociación de amigos del Museo Casa Caldas (ASOCALDAS), 2016. 154 Mauricio Nieto Olarte. Remedios para el imperio: historia natural y la apropiación del nuevo mundo, ICANH, 2000. 155 Carta No. 8. A Santiago Arroyo, La jagua diciembre 9 de 1795. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 38. 156 Carta No. 22. A Santiago Arroyo, Sin lugar y fecha. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 55.

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Estamos hablando de una carta donde el aún cumplía con sus funciones de comerciante, en donde realizaba observaciones de un lugar a otro, todas sus cartas con los científicos de la época, todas las observaciones astronómicas y naturales que logro hacer en esta época, son un gran avance que va dibujando y acumulando por diversión, esto es uno de los principales valores de esta memoria de Caldas para incitar un poco a la juventud, este es uno de los objetivos que se persigue con la recuperación de la historia de algunos botánicos. En 1801, el Correo Curioso despierta en Caldas la necesidad de publicar sus escritos. Las cartas de esos días son muy interesantes porque señalan que quiere decantar todo lo que ha hecho en este período y propone publicar viajes hechos en diferentes tiempos, la necesidad de hacer un Atlas, reconstruir y describir las costumbres de las personas y de las plazas, los monumentos de los indios -por ejemplo, San Agustín- e incluso la arquitectura de los lugares, esto es una forma de incitar a los botánicos no historiadores a recopilar información sobre las colecciones botánicas que han realizado otros expedicionarios más pequeños. Muchos años después, esto se verá reflejado en el Semanario del Nuevo Reino de Granada. El encuentro de Caldas y Humboldt es muy importante para conocer su acceso a libros y documentos que nunca antes había podido tener en sus manos, por lo cual se había lamentado mucho en el pasado. Sus 30 días junto a Bonpland, donde puede transcribir en las noches, aprendiendo a colectar ya que no había tenido una formación botánica. La instrucción de Bonpland se fundamenta en desarrollar un método científico, realizar una verdadera colección botánica y familiarizarse con la clasificación. Llega a colectar 200 ejemplares con sus respectivas descripciones. A partir del encuentro con Bonpland, la experiencia y conocimientos de Caldas son innegables y está a mayor altura que cualquier persona en la Nueva Granada. Esto, sumado a su persistencia y dedicación lo convierten en un gran poseedor de conocimientos de botánica reciente. Los botánicos con los que Caldas tuvo contacto a su paso por Ecuador fueron Juan José Tafalla y Juan Agustín Manzanilla (Flora del Perú), Anastasio Guzmán (botánico andaluz) y José Mejía (primer botánico ecuatoriano adjunto de la Expedición 1806). Uno de los proyectos de Caldas es el viaje a Buenaventura, había planteado bordear el Pacífico, cruzar el Istmo de Panamá. Se lamentaba de que no existiera un canal que comunicara el Pacífico con el Atlántico y le plantea a Mutis hacer esta expedición pero los planes de Mutis son otros. Viajes de Caldas en Ecuador: - 1802, Ibarra y Otavalo, levanta carta geográfica, mide los montes Cotacache, Mojanda e Imbabura; recolección de especies botánicas y anotaciones de la altura. - 1803, julio y agosto, Ibarra a Malbucho (Costa Pacífica) nueva ruta de la Sierra al mar. - 1804, Viaje de las Quinas, Latacunga, Ambato, Río Bamba, Alausí, Cuenca y Loja. Determina 4 especies de Quina (Cinchografía). Viajes en Santafé: - 1805, de regreso a Santafé, Pasto, Popayán, Paramo de Guanacas, La Plata, Timaná y Neiva.

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- 1806, Zipacón, Anolaima, La Mesa, Melgar, Cunday, Pandi y Fusagasugá. Completa la observación de todas las Quinas. Muchos de los documentos de estos viajes están referenciados en el Semanario del Nuevo Reino de Granada, hay relaciones sobre los avistamientos de animales, habla de la fundación de Prado (Tolima), habla de las diferentes personas con las que tiene correspondencia en diferentes ciudades y pueblos, plantas que se pueden producir en las zonas siempre con la idea de promover el desarrollo económico y social de estas regiones. Decide colectar todo cuanto tenga a su vista, va remitiendo a Mutis paquetes hasta de mil ejemplares. En 1803 en el camino de Malbucho se encuentra con miembros de la expedición de Flora del Perú, Juan José Tafalla y José Agustín Manzanilla; revisa la Flora Peruviana y de Chile. Aportes de las Herborizaciones: - Colectó o herborizó en Ecuador cerca de seis mil ejemplares de plantas. - Dos volúmenes de descripciones botánicas y observaciones. - Un folleto con veintisiete diseños de plantas. - Colección de cortezas y semillas. - Colección de Ectypas. - En diciembre de 1805 se presenta acompañado de una recua de mulas con dieciséis cargas de materiales para la casa de la botánica. Ultimas luces de la Flora Quitoensis: - Estos son los cometarios de Caldas sobre los derechos de sus colecciones. “…Yo quedo satisfecho con que se pongan mis colecciones de Quito bajo mi dirección, y que yo solo sea dueño de organizarías… Yo quiero salvar de esta ruina que amenaza a la Flora de Bogotá siquiera mis trabajos botánicos de la parte meridional del Virreinato. Yo tengo un derecho indispuesto sobre ellos, me han costado mi dinero, mil fatigas y mi salud; solo yo he visto vivas las plantas de mi herbario, solo yo poseo la clave y solo yo puedo poner en orden mis trabajos”157. “…Yo formé las descripciones en las selvas de Quito, yo las diseñé, yo las vi vivas en sus lugares nativos, y yo las esqueleté. Nadie conoce sino yo ese herbario…” 158.

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Carta No 127. Al Memorial dirigido al Secretario del Virreinato y Juez Comisionado para los Asuntos de la Expedición Botánica de Santafé. Santafé, septiembre 30 de 1808. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 293. 158 Carta No 136. Informe al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, noviembre 1 de 1809. En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 309.

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- Mutis únicamente vio 27 plantas, todas tan nuevas y desconocidas para él, las cuales quería incluir en su Flora. - El plan de Caldas de pasar por el Pacífico quedo inconcluso por ir tras las Quinas antes que Tafalla y Manzanilla. Diseños de plantas: el único medio de conservar la información acopiada, es la reproducción gráfica. “No pretendo, Excelentísimo señor, que se pinten con la magnificencia de la Flora de Bogotá. Esta grandiosidad, y si me es permitido decir, este lujo literario, poco contribuye, y hablando con verdad, retarda los progresos de las ciencias” 159. Esto demuestra el espíritu práctico y claro que tenía Caldas. Finalmente se muestran unas ideas de la biografía del payanés, hecha por Santiago Díaz Piedrahita160. - Mutis, en su última voluntad le separa “con la mayor ingratitud e injusticia de la parte botánica en que había hecho tanto mérito”. - La actividad de Caldas como botánico duró apenas diez años, tiempo en el que demostró su capacidad, aportando nuevos conocimientos, quizás sin valorar la importancia de sus contribuciones. Legó a la posteridad un excelente herbario, que perdió su numeración original, quedando refundido con el de Mutis. - Aparte del herbario, de los escritos y de las observaciones sobre las Quinas, a él se le debe en gran parte la reorganización de las colecciones, (Herbario, icones, etc.) de la Casa de la Botánica, la elaboración de muchas láminas de plantas y el empeño por dar a conocer las novedades y descubrimientos de la expedición. - Si Caldas hubiese sido tan solo un botánico, si no se hubiese desempeñado con éxito en otros campos del saber o de la actividad política, sus aportes en la ciencia de las plantas, habrían sido suficientes para ganarle un lugar destacado en la historia del país y en particular del desarrollo científico.

4. Comentarios y preguntas de la sesión. Luis Carlos Arboleda: Este nuevo frente de investigaciones que se ha abierto, va a dar luces no solo para los botánicos, sino para la comprensión de la práctica científica de Caldas en un contexto tan controvertido y particular. Todo un espacio abierto a nuevas preguntas y nuevos enfoques, hemos obtenido lo que este seminario se proponía ofreciendo una perspectiva muy novedosa. 159

Carta No 134. Informe al Virrey Antonio Amar y Borbón. Santafé, julio 1 de 1809.En Cartas de Caldas Ilustradas, p. 305. 160 Santiago Díaz Piedrahita. Francisco José de Caldas. Bogotá, Panamericana Editorial, 2012.

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Darío Valencia Restrepo: una pregunta para José Luis Fernández, ¿a partir de las ectypas se ha podido llegar a novedades internacionales? José Luis Fernández: hasta ese detalle aún no se tienen casos concretos, pero sí información novedosa para la Flora de Mutis. Algunas de ellas, como se comentó, no están referenciadas ni se encuentran presentes como herbario o como muestra seca, ni como lámina de la colección general de Mutis, han aparecido en las ectypas, sobre todo endémicas de Ecuador, esto enriquece más la información porque algunas tienen que ver con notas de Caldas de alguna parte de su viaje. Lo que si se ha encontrado son cosas descritas en años recientes por ejemplo de la Amazonia del Putumayo, se descubrió una Escutelaria que aparece en las ectypas de Caldas, La escutelaria cosas muy regionales de las que se han tenido noticias muy tarde por que no se estudiaron en su momento, pero no sería suficiente para describir un taxón sino se tiene un pliego de referencia que corresponda a lo mismo. No es válido en la actualidad ni tiene información de suficiente detalle para publicar algo nuevo en base de una ectypa. Luis Carlos Arboleda: un punto que llama la atención, de orden metodológico, es que estas ectypas reflejan en Caldas una visión integral de la gran diversidad de plantas que están alrededor de otras en un mismo lugar del altiplano de Quito. No es posible que esto nos dé más elementos para entender ese concepto de visión integral y diversa de la naturaleza que él va a expresar en otros dominios la biogeografía, la fitogeografía incluso la astronomía, ¿que opina José Luis de esto? José Luis Fernández: es resultado de su propia manera de trabajar cuidadosa, exhaustiva y de deseo de describir todo lo que viera en el camino, un botánico cualquiera cae en las cosas más llamativas y las más cómodas de trabajar, pero lo que llama la atención de Caldas es que tomaba por igual las hierbas pequeñas del borde del camino o lo que tenía que ver incluso con las zonas habitadas que para la mayoría no eran interesantes, pero Caldas había hecho incidencia que le utilizaban las plantas útiles como las medicinales. Caldas quería realizar una integración en el sentido exhaustivo, pasar por un sitio y recoger todo lo que se presentara como también las cosas incomodas como las plantas acuáticas de las que en algunos casos solo se conserva la ectypa. Carlos Díez, Decano de la Facultad de Matemática e Ingeniería de la Universidad Konrad Lorenz: En los seminarios no se ha visto la figura divulgadora de Caldas sería una buena propuesta hacer algún estudio sobre la figura de divulgación de la ciencia hacia el público en general que Caldas hizo en sus publicaciones. Sería bueno conocer si Caldas tenía en su cabeza la idea de divulgación de la ciencia y cuál era su paradigma en este sentido. Boris Villanueva: en ese sentido, en las publicaciones del Semanario, muchas veces Caldas escribe lo que ve en los viajes que realiza entre 1795 y 1803 entre el valle alto del río Magdalena a Popayán y va divulgando muchas fiestas y costumbres. En ese tiempo la divulgación de la ciencia es más compleja porque se trata de mostrar a la gente es lo que hay. El hace descripciones de las especies que hay para cultivar, de los animales que utiliza la gente, de dar las oportunidades de cultivo y minería, siendo la manera que tienen de contárselo a las demás personas. Su mayor impulso divulgativo es el Semanario como un 125


proceso de editor y después de la Independencia su labor es más política en ese sentido. Desde sus inicios de Padre General de Menores, le interesa que se conozcan diferentes relaciones y trata de enfocar a los jóvenes en diversos oficios. Luis Carlos Arboleda: el 24, 25 y 26 de octubre se celebrará el Congreso Internacional dedicado a Caldas en Popayán, donde muchos de los asistentes van a presentar sus ponencias y como lo ha señalado José Luis Fernández, el libro del Congreso de 2016 ya está pasándose a imprenta y se espera que en octubre a más tardar pueda ser distribuido, teniéndose muchos elementos nuevos para continuar. Gabriel Jaime Gómez: Endeavour Expeditions ha organizado dos expediciones para conmemorar el aniversario de los 250 años del nacimiento de Caldas, una en Galicia y allí, en el Museo de Pontevedra, se tendrá la gran exposición internacional Francisco José de Caldas organizada por Xavier Balbé y el Alcalde de Caldas de Reis. La otra expedición será de Popayán a Quito, deteniéndose en los sitios donde Caldas estuvo trabajando, que son principalmente Ibarra, Otavalo y el Quito histórico. David Rubio: a nombre del Colegio Máximo de las Academias de Colombia felicitó a la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, a Enrique Forero y a Luis Carlos Arboleda por este proyecto tan exitoso. Enrique Forero: Agradece la asistencia a estos seminarios, invita a todos los eventos que se seguirán organizando para la celebración de los 250 años del nacimiento de Caldas.

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CONCLUSIONES GENERALES

Los aportes del naturalista, ingeniero militar, periodista y patriota payanés Francisco José de Caldas al desarrollo de campos tan variados del conocimiento, lo convierten en una de las personalidades más relevantes de la historia y de la ciencia de Colombia. El apoyo brindado a la celebración de su natalicio por parte de entidades como el Ministerio de Cultura de Colombia, la UNESCO y el Ayuntamiento de Caldas de Reis en España dan testimonio de la admiración que despierta el estudio sobre su vida y su amplia obra científica, desarrollada en los albores de la República, enfocada al bien común, a la educación y a la administración pública. El interés mostrado por los asistentes a los seminarios demuestra que nuestro país posee un patrimonio científico, cultural e histórico invaluable y que debe ser valorado, protegido y estudiado profesionalmente, especialmente por las nuevas generaciones de colombianos, cuya presencia en los eventos realizados hace urgente la adopción de medidas por parte de las entidades involucradas que permitan trazar políticas tendientes a motivar su compromiso con la producción académica. El período en el que se enmarca la vida y la obra de Francisco José de Caldas, es decir, las últimas décadas del período colonial y el tránsito hacia la República, posee elementos que ayudan a comprender el proceso de formación de la nación colombiana e invitan a la reflexión y al análisis de problemas que permanecen vigentes en la agenda del país: conocimiento del territorio y de los recursos naturales, desarrollo científico y divulgación de sus resultados no solo a la comunidad académica sino al público en general, políticas educativas, creación de infraestructura vial y de comunicaciones, ingeniería militar, implementación de mejoras en la industria y la agricultura, temáticas abordadas por Caldas y toda una generación de intelectuales en sus escritos, varios de los cuales fueron difundidos a través del Semanario del Nuevo Reino de Granada, proyecto periodístico dirigido por el Sabio como plataforma para visibilizar la necesidad de trabajar en esos ámbitos para el desarrollo de la administración pública, la economía y la educación. Generar conocimiento propio sobre nuestro país era esencial en la época de Caldas y sigue siéndolo en la nuestra. Ésta debe ser una de las prioridades del Gobierno Nacional. Uno de los objetivos de espacios como el que han promovido la Academia y el Comité Interinstitucional de la celebración del Año Caldas 2018 es hacer aportes en este sentido, que pueden seguir implementándose en el futuro próximo no solo con la figura de Caldas sino con el estudio de otros ámbitos y personajes de la ciencia y la cultura colombianas.

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