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Y Houston se convirtió en Nuevo León
Jahir Cárdenas jcardenas@epsilonmedia.mx
La pasión regia se trasladó anoche a Houston, Texas, que se convirtió en una sucursal de Nuevo León.
El Shell Energy Stadium fue la sede del derbi entre Tigres y Rayados, donde la afición abarrotó las tribunas al generar un sold out (lleno), pero además el ambiente emuló lo que se vive en el Estadio BBVA o Universitario.

Y es que, el inmueble se pintó de auriazul y albiazul en distintas partes, e incluso Libres y Lokos y La Adicción se dieron cita con caravanas desde las calles aledañas.
Un sector del recinto se llenó del grupo de animación de los felinos, mientras que al sector opuesto contó con el de “La Pandilla”.
Sin embargo, el ambiente se vivió desde horas antes del partido, pues por parte de la afición de Tigres se reunieron en un bar de la ciudad para armar una auténtica fiesta.
Seguidores radicando en Texas y otros que hicieron el viaje desde Monterrey colorearon el lugar y lo hicieron vibrar con los cánticos característicos del equipo.
El club auriazul llevó a la mascota y los trofeos que ganaron en el Clausura 2023 y el Campeón de Campeones posterior, lo que fue aprovechado por sus aficionados para tomarse fotos.
Con la nómina más baja de la Liga MX, los Gallos del Querétaro se han erigido como la mayor sorpresa de la Leagues Cup tras instalarse en los Cuartos de Final.
De acuerdo a Transfermarkt, Querétaro tiene un valor de 22.2 millones de dólares, pero en la cancha han respondido.
Querétaro se sobrepuso a una goleada de 5-1 en su debut ante Filadelfia, para enderezar el camino y ser uno de los dos equipos mexicanos que sigue con vida en la Leagues Cup.