DCA_GUATEMALA

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Guatemala, lunes 29 de julio de 2013

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Opiniones

La otra arista

Robo de celulares: ¡¿Podemos hacer algo?! Walter del cid wdelcid@yahoo.com

El aparato quedó bloqueado. El círculo estaba cerrado. Alrededor del infame y muchas veces cruento robo de celulares, se han entretejido múltiples expectativas. Que el registro universal es la solución, pregonan quienes promueven la iniciativa de ley cuyo registro es el número 4306 en el Congreso de la República. Que es insuficiente, argumentan quienes se oponen. La víctima más reciente y emblemática, el joven estudiante del colegio San Sebastián, Leonel Alejandro Guillén Sosa, ha sido un referente que ha vuelto la discusión sobre este tema. Las cifras son, a mi juicio con el calificativo apropiado, más que alarmantes. Veamos los datos generales de mi afirmación. La Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT), en su informe correspondiente al 2012, da cuenta que el número de celulares robados reportados alcanzó la im-

presionante cifra de 142 mil 745 aparatos, es decir en promedio, por cada uno de los 366 días de dicho año, 390 móviles. Entonces, también es posible que de esos 390 noventa celulares hayan habido víctimas mortales como el caso del joven Guillén Sosa. Si no hay quienes los compren se acabará lo atractivo del negocio, afirman unos más. Las propuestas antes descritas son eslabones de una cadena en la que todos somos responsables. Unos más unos menos. Pero responsables al fin. Hace poco declaré el robo (mediante ruptura de uno de los vidrios del carro) de un celular. Luego se efectuó una “denuncia en línea” con el Ministerio Público. Me explicaron que igual se cursaba la notificación a la SIT. El círculo estaba cerrado. El número del aparato quedó bloqueado para cualquier empresa en Guatemala. En el territorio nacional perdió valor de intercambio. No lo podrán usar aquí. Ya se hace algo para reducir las cifras de tragedia, dolor y muerte. No obstante se ha de divulgar aún más profusamente lo que ocurre al reportar el robo del celular. Fomentemos la denuncia para que las posibilidades de uso perverso menoscaben. De ello también somos responsables todos.

tercera vía

Una lucha permanente fernando lucero lucerovielman@hotmail.com

ciudadanía

Ciudadanía activa catalina soberanis catalina.soberanis@one.un.org

Protagonista del desarrollo del país, no solo destinataria de políticas públicas. En Guatemala, la ciudadanía como un derecho reconocido en la Constitución Política de la República, se adquiere al cumplir dieciocho años de edad. En cuanto a los derechos electorales, para poder ejercerlos, la persona debe inscribirse en el Registro de Ciudadanos y obtener el Documento Personal de Identificación. Pero no basta con obtener el documento que da derecho a emitir un voto en las urnas electorales o a postularse a un cargo público, lo cual sucede cada cuatro años. Es importante involucrarse en los asuntos públicos mediante el ejercicio de una ciudadanía activa. El concepto de ciudadanía activa se refiere al compromiso y la oportunidad de todas las personas –de acuerdo a la actividad a que se dedican y a sus preferencias o intereses- de participar e implicarse en todas

las esferas de la vida económica, política, social y cultural, aportando sus conocimientos, su trabajo y su liderazgo en la vida cotidiana de la sociedad. Aunque el poder, es decir la política, se manifiesta en todos los ámbitos de la vida, la ciudadanía está directamente relacionada con la esfera pública, ya que es en este espacio en el que se formulan las normas de convivencia y las políticas públicas. Además, en el espacio público se encuentran e interactúan todas las instituciones y organizaciones de la sociedad, tales como los organismos del Estado, los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, las Iglesias, las asociaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales, etcétera. Ejercer una ciudadanía activa significa participar en las actividades públicas que se organizan y desarrollan en la comunidad, lo que implica analizar los problemas, proponer soluciones, participar de las acciones que se desarrollan para ponerlas en práctica y evaluar conjuntamente si han sido efectivas. De esa manera, cada persona es protagonista en el desarrollo del país y no solamente receptora de los servicios del Estado, beneficiaria de programas u objeto de las políticas públicas.

La lucha es permanente contra el narcotráfico y las organizaciones delincuenciales. El que siembra vientos cosecha tempestades. Para nadie es un secreto la férrea batalla que el Ministerio de Gobernación, la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público mantienen contra las bandas que delinquen y crean zozobra entre las y los guatemaltecos. Para muestra un botón. Las investigaciones y luego las capturas giradas en torno a la masacre perpetrada el 13 de junio de este año, en Salcajá, Quetzaltenango, contra nueve elementos de las fuerzas policiales, rindieron sus frutos, pues ya son 14 los presuntos implicados en la matanza, puestos a disposición de los tribunales de justicia. Ahora bien, el turno corresponde a la judicatura que conocerá los hechos de los imputados en la muerte de los agentes policíacos, por medio de las pruebas exhibidas

que deben ser contundentes para que los responsables de cometer estos atroces crímenes paguen por sus despiadados actos y no escapen del peso de la ley. De acuerdo con el exfiscal general de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, doctor Luis María Chichizola, una prueba científica es más certera y menos rebatible que el valor de un testimonio, y preservar y utilizar la evidencia en un juicio debe llevar principalmente convicción al ánimo del juez para la obtención de resultados. Ahí la importancia de la prueba científica y su grado elevado de fiabilidad, no solo para la comprobación de los hechos sino para que los operadores de justicia emitan resoluciones judiciales irrefutables e inobjetables, en las cuales se compruebe fehacientemente la responsabilidad de los implicados. La lucha es permanente contra el narcotráfico y las organizaciones delincuenciales, pues pareciera que se propagan como plagas y la tarea de las entidades encargadas de velar y resguardar la seguridad ciudadana se hace titánica. Por ello, vale la pena comunicar las buenas acciones emprendidas por las autoridades, y como enunciara el filósofo Jean Paul Sartre, desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia.

La frase “Cuando más trabajo es cuando no trabajo. Si no trabajara, la vida dejaría de interesarme”.

Joan Miró


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