Guatemala, martes 7 de enero de 2014
17
Artes
Agenda Cultural de hoy Convocatoria ÄÄCine y televisión La Escuela de Cine y Televisión de Casa Comal convoca al programa de becas de estudios a jóvenes centroamericanos no mayores de 23 años para su ciclo 2014 al 2016. Información en el correo escuela@ casacomal.org asunto becas centroamericanas hasta el 10 de enero.
Máquina fabricada en 1923 por la empresa alemana Mercedes Büro-Maschinen Werke AG, Zella-Mehlis.
les y políticos. El procedimiento mecánico aceleró el ritmo de las comunicaciones, marcó un punto de inflexión en el desarrollo de las relaciones sociales y permitió a la mujer ingresar masivamente al mundo laboral como dactilógrafa, entre los siglos XIX y XX.
Los Pioneros
Entre los primeros desarrolladores de este artefacto, figura Pellegrino Turri, quien en 1808 también inventó el papel calco. En 1829, William Austin Burt patentó hizo una máquina llamada “tipógrafo”. Como muchos de los otros prototipos, a menudo se la cita como “la primera máquina de escribir”. El Museo de Ciencias de Londres, Inglaterra, la describe como “el primer mecanismo de escritura cuya invención fue documentada”. Pero Burt nunca encontró comprador para la patente, y la máquina no fue comercializada. Debido a que usaba un dial para seleccionar el carácter (similar al de los teléfonos de disco), en lugar de contar con una tecla separada para cada uno, fue llamada “máquina de escribir de índice”. En 1855, Giuseppe Ravizza creó el Cembalo scrivano o macchina da scrivere a tasti, el cual permitía ver lo que escribía a medida que tecleaba. Seis años después, el sacerdote brasileño Francisco João de Azevedo fabricó la suya con materiales básicos, como madera y cuchillos. Pedro I, el emperador de Brasil, le entregó una medalla de oro por este invento. El gobierno federal de ese país, considera a Azevedo el auténtico inventor de la máquina de escribir, una reivindicación que ha sido objeto de “cierta controver-
Máquina de escribir por Peter Mitterhofer, en el Museo de la Técnica de Viena.
sia”, según recoge Mary Bellis en History of typewriters, typing, and qwerty keyboards. De vuelta en el Viejo Continente, en 1864, el austriaco Peter Mitterhofer creó una máquina de escribir que tampoco llegó a comercializarse porque no era muy buena. El inventor siguió mejorando su modelo original y creó cinco versiones mejoradas diferentes hasta 1868.
La bola de escribir
En 1865, el reverendo danés Ramus Mailling-Hansen inventó la “bola de escribir”, que se comercializó en 1870, convirtiéndose en la primera en ser puesta a la venta. En el libro Hvem er Skrivekuglens Opfinder?, escrito por la hija de Malling-Hansen, Johanne Agerskov, se relata que en 1865 Malling-Hansen fabricó un modelo de porcelana del teclado y experimentó con diferentes ubicaciones de las letras para lograr
la mayor velocidad. La bola de escribir de Hansen permitía elaborar textos más rápido que escribiendo manualmente. El primer éxito comercial se consiguió con la máquina inventada en 1872 por Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soulé Sholes. Su patente fue vendida por US $12 mil a Densmore and Yost, que llegó a un acuerdo con E. Remington and Sons (famosos como fabricantes de máquinas de coser) para comercializar la “Máquina de escribir Sholes and Glidden”. Remington empezó su producción el 1 de mayo de 1872.
Del estándar a la nostalgia
Hacia 1920, la máquina de escribir había alcanzado un diseño más o menos estándar. Los modelos variaban de un fabricante a otro, pero la mayoría seguía el mismo diseño. Cada tecla estaba unida a un tipo que tenía el
correspondiente caracter en relieve en su otro extremo. Cuando se presionaba una tecla con la suficiente fuerza y firmeza, el tipo golpeaba una cinta (normalmente de tela entintada) extendida frente a un cilindro que sujetaba el papel y se movía adelante y atrás. El papel se enrollaba en este cilindro, que rotaba al accionar la palanca del “retorno de carro”, cuando se alcanzaba el final de la línea. Algunas cintas estaban divididas en dos mitades, una roja y otra negra, a todo lo largo, contando la mayoría de las máquinas con una palanca que permitía cambiar entre los colores al escribir, lo que estaba especialmente ideado para los libros de contabilidad, donde las cantidades negativas tenían que figurar en rojo. La distribución QWERTY de las teclas se convirtió en un estándar de facto que sigue usándose aunque las razones de su adopción hayan perdido validez. Las máquinas Sholes & Glidden de 1874 la establecieron. Fue diseñada para reducir la posibilidad de atascos internos, al situar las combinaciones más comúnmente usadas lejos unas de otras. Esto permitía al usuario teclear realmente más rápido sin sufrir atascos. Esta distribución de las letras en el teclado es lo único que sobrevive en el mundo, como silencioso homenaje a aquellos armatrostes de hierro que agilizaron la escritura. Las versiones eléctricas, las computadoras, tablets y demás dispositivos electrónicos las desplazaron del mercado. La última empresa dedicada a la fabricación de máquinas de escribir mecánicas fue la india Godrej and Boyce, que cerró su última fábrica en abril de 2011, poniéndole punto final a esta historia.
Exposiciones ÄÄArte en las calles Fundación Rozas Botrán, en alianza con Equipamientos Urbanos de Guatemala (EUGUA) y Paseo Cayalá despliegan por octavo año consecutivo Arte en las Calles, para impulsar y popularizar el trabajo de 10 artistas visuales nacionales e internacionales, quienes son seleccionados con la rigurosa supervisión de un grupo asesor en todas las paradas de los autobuses. ÄÄPesebres Visite la exposición de nacimientos de Europa Central, del Este y nórdica en Casa Mima, puede verse hasta el 8 de febrero, en 8a. avenida y 14 calle, zona 1, Centro Histórico, de 9:00 a 18:00.
Efemérides
7
ENERO
en 1986 muere en México Juan Rulfo, escritor mexicano, perteneciente a la generación del 52, autor de Pedro Páramo, una de las obras maestras de la literatura latinoamericana. También escribió la novela corta El gallo de oro y la colección de cuentos titulada El llano en llamas.