1 minute read

colaboración El algoritmo de la creación

Una de las citas más concurridas de los sanfermines siempre es la salida de las peñas al terminar cada día, salvo el 8 de julio, la corrida de toros. Las 17 peñas desfilan con unas pancartas que normalmente incluyen caricaturas de nuestros políticos y de otros sucesos que hayan marcado la actualidad navarra del último año.

Puede ser que incluso nuestros visitantes guiris hayan oído hablar de este hallazgo en los últimos meses a través de los medios de comunicación de sus países.

Advertisement

Pero en esta ocasión no han sido Cristina Ibarrola, la nueva alcaldesa de Pamplona, o las elecciones generales del 23 de julio los temas que más han destacado en las pancartas sanfermineras, sino la Mano de Irulegi, la internacionalmente famosa pieza de bronce con una inscripción que incluye una palabra en vascónico antiguo. Puede ser que incluso nuestros visitantes guiris hayan oído hablar de este hallazgo en los últimos meses a través de los medios de comunicación de sus países. Al menos son seis las peñas que incluyen la Mano de Irulegi en sus pancartas: Aldapa, Alegría, La Única, Irrintzi, San Fermín y la Rotxapea.

Revisando las pancartas del año pasado veo que, en cambio, el togado de Pompelo, recuperado entonces para

Gestión para el Desarrollo

Esto ocurre a pesar de todo lo que “los romanos han hecho por nosotros”, parafraseando la famosa pregunta de La vida de Brian. Es evidente que la ciudadanía y la administración territorial que Roma aportó al territorio de los vascones antiguos han influido más en nuestra sociedad europea actual que aquellos elementos indígenas que configuraron las ciudades vasconas, más allá de mitos superados como el de la barbarie y la brutalidad de esta etnia prerromana. Nos sentimos vascones, pero no nos sentimos romanos porque las identidades, también la navarra o la vasca, se construyen a partir del elemento diferenciador. La uniformización cultural que supuso Roma, a pesar de los elementos indígenas que respetó e incluso incorporó a sus costumbres, no es atractiva para aquellos que quieren encontrar la particularidad local, el reducto más antiguo de la navarridad que sería la lengua primigenia, el euskera actual. Pero huelga decir, como han apuntado los estudiosos de la Mano de Irulegi Joaquín Gorrochategui y Javier Velaza, que no sabemos si el vascónico es un antecedente del euskera. Continuará...

This article is from: