50 mitos sobre el tabaco

Page 31

prohibido. Sin embargo, se imponen a diario por aparcar en doble fila, algo que por supuesto también ocasiona trastornos a otros ciudadanos pero no perjudica su salud física. Salvo excepciones, lo habitual es que no se ha penalizado a los fumadores infractores y muy poco a los responsables de los locales. Más bien lo contrario: en abril de 2006 se sancionó a un guardia civil por denunciar que se fumaba en la cantina de un cuartel en la que la ley recién aprobada prohibía consumir tabaco30. A esto se llama culpabilizar a la víctima. Hay casos documentados de al menos dos trabajadores de la hostelería en Aragón y en País Vasco que sufren de problemas respiratorios, que no se han atrevido a denunciar a su empleador y han remitido cartas al Defensor del Pueblo y al Consejero de Sanidad, sin obtener respuestas satisfactorias. En el caso del País Vasco el consejero le remitió a un trabajador que reclamaba su derecho al ocio sin humos un lote de CDs que le fueron devueltos inmediatamente. Es absurdo hablar de acoso al fumador cuando estamos hablando de “proteger al no fumador expuesto al humo”. La escritora Espido Freire describe la situación: “cada vez más mi propósito, aparte del de sobrevivir, se entiende, es el de comprobar por qué demonios se armó tanto revuelo, dónde quedó el acoso tan cacareado a los fumadores. Los veo, con frío, calor y tiempo robado a la empresa, en la puerta, con su cortina de humo, que atravieso sin respirar. No les deseo ningún mal. En todo caso, me gustaría que dejaran de fumar. O que no lo hicieran en lugares en los que también yo trabajo y consumo. Sin embargo, el otro día me mandaron a cenar con una amiga a la barra, ya que el espacioso restaurante (muchos decoradores hacen milagros con 100 m2) dedicaba todo su aire a los fumadores. El anterior, me mandaron al piso de arriba, donde los camareros se olvidaron de mí, ya que la barra y las mesas principales se encontraban abajo. En otro, la separación de zonas la marcaba una columna. El humo la respetaba poco. Y estoy cansada de denunciar. De ser la guardiana de mi hermano, la mala del restaurante, la única que exige la ley.”31 Es curioso el concepto de tolerancia consistente en que los no fumadores pongan sus pulmones a disposición de los que fuman en espacios públicos cerrados. O, como dice Santiago Segura:

“Yo no me tiraría un pedo a la cara de nadie; eso es lo que hacen los fumadores, ese es el tipo de agresión. Pensarán que exagero, pero yo soy asmático. Noto el asqueroso olor a cigarrillo, el contaminante y pernicioso humo de alquitrán y nicotina a distancia. Me hiere. No lo soporto y me pone enfermo”32.

30. EL MUNDO. 4 de abril 2006. 31. Espido Freire. PUBLICO. Diciembre 2007. 32. Entrevista concedida a los autores para esta obra.

50 Mitos del tabaco. Rodrigo Córdoba y Encarna Samitier

33


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.