18 caracteres. Los jóvenes periodistas del TC - TNA

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Nº 1. Abril / Septiembre de 2017. Área Gestión de Públicos - Educación - Teatro Cervantes . Teatro Nacional Argentino

18 caracteres LOS JÓVENES PERIODISTAS DEL TC - TNA

TODO COPI / NO ME PIENSO MORIR/ LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA DETRÁS DE ESCENA Y MUCHO MÁS

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Sumario Página 5 Editorial. Sonia Jaroslavsky y Ana Durán Página 6 Abrir puertas y ventanas. Leni González Página 7 Nuestro refugio. Aimé Pansera y Juan Pablo Gómez EL OTRO LADO DEL TELÓN Página 8 Servir la escena. Ana Schimelman Página 11 Joven y artesana. Antonella Ferretti Página 13 Familia rodante. Catalina Goldszmidt Página 15 Por los pasillos del TC - TNA. Galería de fotos COSAS DE MUJERES Página 19 Yo, Amalia. Janice Finardi Página 20 La química del amor. Ana Schimelman Página 22 Los roles del juego. Emiliana Di Pasquo Página 24 Los ciclos de la vida. Cyrene Koch LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA Página 26 Entrevista a Alejandro Tantanian. Ana Schimelman, Catalina Goldszmidt y Emiliana Di Pasquo 2


PARA GRANDES Y CHICOS Página 32 Érase un poeta enamorado. Emiliana Di Pasquo Página 33 Día del niño en el Teatro. Emiliana Di Pasquo

UN PAÍS LLAMADO COPI Página 36 Pour la Gallerie. Galería de fotos Página 41 Sola frente a Copi. Yago Bentivenga Página 42 La mamá de Evita. Ana Schimelman Página 44 Hombre, mujer, rata y Garbo. Ana Schimelman y Emiliana Di Pasquo Página 47 Las reinas del mambo. Por Nayla Shisko Loyola, Lucía Claps y Janice Finardi Página 50 Antes muerta que sencilla. Lucía Claps

Página 53 ¿Qué es “ser” nacional? Catalina Goldszmidt Página 56 Mientras cae la tarde. Antonella Ferretti Página 58 La chica y la playa. Catalina Goldszmidt Página 60 Historias del sur. Facundo Scarlatta Página 63 Quiénes somos 3


Staff 18 caracteres

Los jóvenes periodistas del TC - TNA Coordinadoras generales: Ana Durán y Sonia Jaroslavsky.

Coordinadorxs Laboratorio-taller Jóvenes periodistas: Leni González, J Aimé Pansera. Criterio editorial: Ana Durán y Leni González.

Fotografía: Gustavo Gorrini y Mauricio Cáceres. Todo el equipo de 18 cara

Jóvenes periodistas: Yago Bentivenga, Juana Biscardi, Lucía Claps, Emilia nella Ferretti, Janice Finardi, Catalina Goldszmidt, Camila González, Alex ne Koch, Francisco Petit de Meurville, Luciano Saner, Facundo Scarlatta Nayla Shisko Loyola

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Juan Pablo Gómez y

acteres.

ana Di Pasquo, Antoxander Holway, Cyrea, Ana Schimelman,

Nº 1. Abril / Septiembre de 2017. Área Gestión de Públicos - Educación - Teatro Cervantes . Teatro Nacional Argentino

Editorial

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urante el mes de marzo de este año se hizo una convocatoria para seleccionar a jóvenes de escuelas públicas o privadas, de entre 16 y 21 años para que hicieran un taller anual intensivo en el que se los formara en el perfil de periodistas gráficos con herramientas de análisis teatral. El espacio del TC - TNA aporta su magia, sus artistas, artesanos y trabajadores, sus muchas historias para ser contadas y la vorágine cotidiana que, seguramente aparece retratada en estas páginas con entusiasmo y pericia. Cada uno de estos chicxs tiene su carácter particular, sus búsquedas y expectativas. Soñamos con que estos “caracteres diferentes” aprendan, crezcan, se diviertan y vuelquen sus particulares miradas en cada nota. Y que los lectores lo disfruten. Sonia Jaroslavksy y Ana Durán. ÁREA GESTIÓN DE PÚBLICOS

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ABRIR PUERTAS Y VENTANAS

La selfie de los Jóvenes periodistas TC - TNA

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resulta que este era, entonces, uno de los caminos para entender de qué se trataba un teatro público y nacional. Debe haber muchas recetas pero con este ingrediente estuvimos todos de acuerdo: si no se abren puertas y ventanas a los más chicos, los más grandes envejecerán fríos y prolijos en la vitrina de un museo. Invitar a participar a chicas y chicos de 16 a 21 años con ganas de conocer y contar a otros su experiencia es asegurar que la historia corra hacia adelante y no se convierta en napas arqueológicas, que el teatro sea vida y no bronce.​

La revista 18 caracteres da sus primeros pasos con el blog escrito por estos jóvenes periodistas, elegidos por un talento y entusiasmo capaces de alegrar cualquier pesado cortinado de terciopelo. Son notas, entrevistas, reseñas a todos los que hacen cada día el TC - TNA, desde

indispensables y a todos los queremos en nuestra publicación. Porque es nuestra, de quienes armaron este proyecto y lo impulsaron, de los profes y editores, de los estudiantes y periodistas, y de todos los que quieran acercarse. El teatro no está más solo: llegaron los pibes.

“El teatro no está más solo: llegaron los pibes”

los artistas hasta los técnicos y administrativos, desde el divo hasta el ignoto, el más capo y el que recién empieza: todos son 6

LENI GONZÁLEZ. Periodista y docente. Coordinadora del Programa.


NUESTRO REFUGIO

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ace tres años trabajamos junto a Ana y Sonia acompañando jóvenes en sus primeras experiencias como espectadores de teatro y danza. Escuchamos sus murmullos en la oscuridad de las salas, intuimos la sorpresa en sus rostros, sus ceños fruncidos y desenrollamos con ellos el hilo de las interrogaciones que surgen al encontrarse cerca, en la escena, a veces por primera vez, con cuerpos que sudan, gimen, temen y vibran. En tiempos digitales, atravesados por pantallas, estos momentos de copresencia se vuelven indis-

pensables para el desarrollo de nuestra humana sensibilidad. De esos encuentros a veces surgen deseos inquietos, en ellos y en nosotros, que se concretan en estudios que se emprenden, en nuevos proyectos, en obras y en textos. Trabajar en el TC - TNA acompañando otras trayectorias de nuevos espectadores y, en el taller de Jóvenes Periodistas junto a Leni González, es seguir afinando, con los jóvenes nuestra mirada sobre el teatro, comprendiendo porqué nos gusta lo que nos gusta, poniéndole palabras al deseo, a las preguntas. Es llevarlos por los caminos que nos apasionaron y nos hicieron 7

algo de lo que somos. Todos los miércoles de este 2017, nos encontramos durante dos breves, intensas horas, un grupo de cuerpos entusiastas, con hambre de discusión, crecimiento, afecto. En tiempos inestables, cínicos y peligrosos, el teatro es el lugar que nos permite imaginar y probar otros mundos posibles. Y este divino tesoro, estos 18 pibes, nuestro refugio.

AIMÉ PANSERA y JUAN PABLO GÓMEZ. Coordinadorxs del Laboratorio - Taller Jóvenes Periodistas.


Al otro lado del telรณn UN RECORRIDO POR EL TC-TNA

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Servir la escena Entrevista a Juan Manuel Bembassat: responsable de utilería Por Ana Schimelman

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e origen trelewense y familia poco teatrera, Juan Manuel se encontró con el arte escenográfico de la manera más inesperada, armando el escenario de un concierto de Fito Paez en Chubut: “Ese recorrido por abajo del escenario fue un momento mágico, porque me dije ‘yo quiero hacer esto’, me gusta esta situación, esta adrenalina, este olor”. Años después entraría a trabajar al TC-TNA, donde lo fantástico pareció acompañarlo: “Tenía la luz de frente

y veo una persona a contraluz tirando alcohol de quemar en un tacho y prendiéndolo fuego, fue como entrar a la NASA. Ese muchacho es ahora compañero mío… eso fue hace 20 años en el 97, y ya entré con esa magia, el teatro me recibió así”. Pero no todo en su trabajo coincide con el plano de la ficción, sino que también resalta la importancia de la organización entre compañeros. Se sonríe al comentar que en 2001, frente a los dichos del ministro de Cultura en ejercicio, Darío Lopérfi9

do, de que no se necesitaba un teatro como el Cervantes teniendo el Colón a dos cuadras, todos los trabajadores decidieron salir a las calles y realizar un abrazo simbólico. La lucha colectiva queda impresa en su memoria, cuando relata aquel conflicto que mantuvo el teatro cerrado por casi dos años en 2008: “Estaban todos mis compañeros reunidos en asamblea y dimos la noticia de que íbamos a empezar a trabajar al otro día, que el teatro iba a volver a funcionar, y ahí fue


un aplauso y un estallido de abrazos y lágrimas”. Aguerrido y artista combativo, pareciera fundirse con los objetos que día a día realiza, organiza o “atiende” en escena (este último, término para entendidos). Rompe la burbuja e incluye en su discurso a las políticas culturales del Estado y los modelos educativos nacionales: “Ahora hay más universidades donde se estudia arte pero sigue habiendo un solo Teatro

Nacional en el que el Estado le da lugar a los profesionales que forma”. Nadie dijo que fuera fácil… los sábados a veces se hacen largos, pero Juan Manuel Benbassat sigue en la trinchera. ¿Qué lo mueve? Lo que a todos los románticos: el amor por la vocación, la magia del detrás de escena: “Cómo puede ser que en este país, en esta ciudad, con estos gobiernos, en este estado de situación, con estos funcio-

narios, con los temas edilicios y presupuestarios de este teatro, con las dificultades que tuvimos para que nos llegue el material y con los problemas de organización que hay, que podamos levantar el telón y que la gente aplauda… eso también es magia inexplicable: que podamos levantar todos los días el telón contra toda esa adversidad es mágico, porque cuando se levanta el telón y empieza la función ya no hay vuelta atrás”.

“Ahora hay más universidades en las que se estudia arte pero sigue habiendo un solo Teatro Nacional en el que el Estado le da lugar a los profesionales que forma”.

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Joven y artesana Entrevista a Mariana De Paoli: realizadora escenográfica Por Antonella Ferretti

“Con mi mamá solíamos ir a ver muchas funciones de títeres”, recuerda con una sonrisa Mariana De Paoli. Fue esa costumbre de su infancia la que la impulsó a estudiar teatro y manipulación de marionetas. Sin embargo, tiempo después des-

do llegó el momento de elegir un camino profesional, estudió el profesorado de Bellas Artes en la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales “Manuel Belgrano”. Luego de participar en la realización de pequeños proyectos independientes y de

“Las veces que más disfruté trabajar fue aquellas en las que hubo un verdadero ida y vuelta”.

cubrió que disfrutaba más estar detrás de escena y armar esos pequeños muñecos en lugar de hacerlos jugar en un escenario, un sentimiento que hoy sigue intacto. Cuan-

acercarse al teatro comunitario con el Grupo de Teatro Catalinas Sur, las vueltas del destino la hicieron llegar al Teatro Nacional Cervantes, donde trabaja como realizadora

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escenográfica desde hace seis años. “Somos artesanos. Somos aquellos que llevamos a la realidad todo lo que se planteó para la obra”, dice De Paoli. Cada pieza llega al taller con una propuesta artística y los diseños de un escenógrafo, el “arquitecto” que aporta bocetos, muestras y planos con las decisiones de cómo será la puesta en escena. Cuanto más material provee, más fácil es para el realizador acercarse a la idea planteada, aunque eso no siempre ocurre y si hay errores o lo armado no funciona luego en el escenario, se debe rearmar hasta que coincida con lo planeado inicialmente. De Paoli confiesa que todo es más sencillo cuando la persona que diseña se acerca a ellos y escucha consejos: “Las veces que más disfruté trabajar fueron aquellas en las que hubo un ida y vuelta”. Trabajar en el Cervantes le ha dejado aprendizajes y lindas experiencias. En particular, recuerda dos obras en las que fue “un placer” haber participado: Juan Moreira (2015) con escenografía de Marcelo Salvioli y dirección de Claudio Gallardou –le gustó pintar el telón–, y Así es la vida, dirigida por Santiago Doria con puesta de René Diviú. La entrevistada enfatiza también que es necesario diferenciar el armado y la realización del sector de maquinaria y herrería, que se ocupa de la construcción de estructuras. El realizador transforma el material, lo “disfraza” para que se

acerque a la estética deseada: “En No me pienso morir, de Mariana Chaud, por ejemplo, nos dieron madera y nosotros nos encargamos de que se asemeje a la de un barco. La escenografía es como una buena mentira”. Una vez terminadas, las estructuras se desmontan, se fraccionan y se terminan de armar en el escenario. De Paoli asegura que siempre asiste a ver las obras en las cuales trabajó: “Algunas veces uno no está totalmente de acuerdo con las elecciones del escenógrafo pero siempre está bueno verlo en acción”. Si bien ha diseñado y realizado escenografías para proyectos pequeños por fuera del Cervantes, por el momento se concentra en investigar sobre la dirección escénica y estudia la carrera de diseño escenográfico en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). En su trabajo está a punto de dar un paso importante, ya que se integrará a la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el sindicato que la representa dentro del teatro. “Hubo pequeñas cosas que me fueron acercando adonde estoy hoy. Todo se fue conectando, todos los caminos te van llevando a lo que te gusta hacer. Esta es mi vocación, estoy contenta con lo que hago y todo lo recorrido”, asegura De Paoli, con una sonrisa dibujada en el rostro, la misma que apareció al principio de la charla, cuando empezó a contar su historia.

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Familia rodante Entrevista a Marcelo Dorto: productor de giras Por Catalina Goldszmidt

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arcelo Dorto define su oficio así: “Ser productor implica todo”. Es el productor de giras del TC - TNA. Se metió en la producción casi de casualidad y ahora es un apasionado de lo que hace: “Es emocionante llevar las obras de gira porque la gente del interior te lo agradece muchísimo”. Forma parte del Cervantes desde 2014. Su trayectoria como productor es muy amplia: tra-

7 personas”. Uno de sus mayores orgullos fue haber girado por quince años con El pasaje del terror, una obra argentina que consistía en un laberinto tematizado con distintas escenas del terror antológico de todos los tiempos. La recuerda como “algo universal”: “La llevamos a muchos países con distintas culturas y sin embargo todas las personas que venían se asustaban en el mismo momento y

bajo en su país le confirmó una de las razones por las que volvía: la movida cultural en la Argentina es impresionante. “Acá hasta un taxista te habla de teatro”, insistió. El hecho de sacar una obra de gira tiene como objetivo principal llevar las obras a lugares adonde no llegan los demás teatros que no son nacionales, cuyo objetivo facilitar la circulación de espectáculos produci-

“Normalmente a los públicos de las provincias les interesan las obras que llevamos porque son prestigiosas”. bajó durante veinticuatro años en España produciendo tanto grandes espectáculos para parques de atracciones como obritas que hacía con su mujer solo por diversión a las que iban “6 o

en el mismo lugar”. Habían pasado solo diez días desde que volvió de España cuando lo contrataron para producir las giras del Cervantes. La rapidez con la que consiguió tra13

dos en todo el territorio sumado al propósito de que tengan un precio accesible o sean gratis. Una vez que la decisión de que una obra salga de gira está tomada, Marcelo y su equipo se


ponen en contacto con la municipalidad de la ciudad elegida para proponerles las obras. “Normalmente a las provincias les interesan nuestras propuestas porque las obras que llevamos son prestigiosas”, afirma. Los pasos a seguir después de dar el sí son buscar y financiar teatros que tengan esas obras

a su cargo y que sean aptos para ese fin, fechas disponibles, alojamiento y comida. Con todo eso listo, los camiones del Cervantes empacan la escenografía, y sus actores, técnicos y productores se suben al micro. Lo que sigue es la historia de acercar el teatro a todas partes.

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Desde la perspectiva de Dorto “cuando estás de gira las cosas se complican porque no es tarea fácil”. Sin embargo, cree profundamente que si las cosas se hacen con armonía, tolerancia y cooperación suelen salir bien y no teme afirmar que en sus giras generalmente se termina “armando una familia”. Marcelo Dorto entiende a la cooperación como método fundamental para que una obra salga lo mejor posible en cada lugar adonde van. “Acá todos hacen todo” es una de las frases que no se cansa de decir este productor desde sus primeras salidas de gira. Llevar obras a ciertos pueblos del interior donde los teatros no abundan y las condiciones no son ideales es una tarea difícil, pero considera que el respeto por el público tanto del TC -TNA como de un teatro chico de otra provincia debe ser el mismo. Aunque a veces las cosas se compliquen, una vez que termina la función el agradecimiento y la emoción de la gente, generan en Marcelo un sentimiento tan gratificante que le hace sentir que vale la pena.


Por los pasillos del TC-TNA

El miércoles 14 de junio, los jóvenes periodistas hicieron un paseo por los talleres del Teatro. El guía fue el productor Gabriel Gianola. Aquí una muestra en imágenes tan personal como cada uno de los 18 caracteres.

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Cosas de mujeres Entrevistas a las actrices y directora de

No me pienso morir

La obra se estrenĂł en el mes de mayo en la sala Orestes Caviglia con direcciĂłn de Mariana Chaud y las actuaciones de SofĂ­a Brito, Maruja Bustamante, Claudia Cantero, Graciela Dufau y Tatiana Emede en los roles femeninos.

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Yo, Amalia Entrevista a Graciela Dufau, protagonista de No me pienso morir Por Janice Finardi

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s una actriz de culto con una trayectoria actoral increíble que empezó a los 16 años. Este año aceptó trabajar con una autora y directora joven, y con un elenco también de menor edad y experiencia. “Fue más facil para ellos trabajar conmigo que para mí hacerlo con ellos”, dice para referirse a algunos hábitos como las llegadas tardes a los ensayos. El personaje de Amalia en la obra No me pienso morir la ayudó y la asustó, porque tiene su misma edad y le posibilitó hacer un balance de su vida. Pero no se siente identificada con esta mujer de ficción, que es una persona sin vocación, sin trabajo, sin una urgencia y sin ninguna necesidad de dignidad. Para Graciela el trabajo la identifica: “Ser digno de algo”. Por momentos, siente que se lleva a Amalia a casa. Durante la función se le escapa y muchas veces le resulta difícil hacerla volver. “Pero si uno está pendiente de eso se vuelve mucho más difícil estar en escena”, dice. A veces se queda hasta las cuatro de la mañana pensando en qué hizo mal o qué debe corregir. Es una mujer muy autocrítica. Fue dirigida durante mucho tiempo por el director Hugo Urquijo, su marido. “Trabajar con una persona tan cercana es trabajar las 24 horas, constantemente, porque te levantás y haces algún que otro comentario sobre qué podría es-

tar bien y qué podría estar mal en la obra”, cuenta. Muchas veces Urquijo escucha la obra detrás de la puerta del teatro y le da su opinión sobre el guión o si hace mucho enfasis en una palabra. Graciela aconseja tener tres o cuatro personas de confianza que te digan críticas realistas y evitar a los que te viven diciendo que todo está perfecto. Ella siempre pregunta qué fue lo que menos les gustó, porque considera que siempre tiene que haber algo para

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mejorar. “Tener una mala crítica no te cambia la vida si estás muy segura de tu vocación porque quizá ese día no te sentías bien o no llegaste a alcanzar ese personaje. Igualmente no deja de ser la opinión de una sola persona”, dice. Un consejo que le daría a los actores jóvenes es que estén muy seguros de que quieren ser actores y no famosos: “Famoso puede ser cualquiera, te desnudás cinco minutos en el Obelisco y ya está”.


La química del amor Entrevista a Claudia Cantero, actriz de No me pienso morir Por Ana Schimelman.

Me gusta mucho la ficción, bastante más que la vida”, comenta con picardía Claudia Cantero, que de jueves a domingo se infla el pelo y viste el traje de Irma en No me pienso morir, de Mariana Chaud. A la hora de remontarse en la historia, recordar no es ejercicio fácil incluso para una actriz que trabaja en una obra donde el relato es esencial: “Actué desde muy chica pero durante un tiempo dejé de hacerlo; después me di cuenta que esa época coincidió con los años de la última dictadura militar, del 76 al 83. Ese año entré a la carrera de Bioquí-

mica y ahí vi una obra de teatro off e inmediatamente me acordé de qué era lo que me gustaba”. Versátil en sus roles, reflexiona acerca de las diferencias en los distintos estilos de actuación: “El teatro es la actuación por excelencia porque al estar el receptor tan cerca, la dedicación es más concreta. El cine es distinto, hay más intermediarios. Pero a su vez te contiene mucho: son muchas horas de trabajo con un equipo enorme y un fin en común: tiene algo de heroico”. Llena de particularidades, esta artista-científica puede transmitir como pocas personas esa sensa-

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ción luego de que baje el telón: “Soy bioquímica así que lo analizo todo desde ese lugar. Ante una situación de exposición extrema, el metabolismo se afirma todo; usamos la voz, el cuerpo y las emociones de una manera extraordinaria. Luego de eso queda una suerte de vacío”. Claudia (al igual que su Irma) responde con firmeza y sonríe al contar que de chica fue cautivada por las vedettes, aunque su mayor referente artístico es Ricardo Bartís. “El juego sería no creer que soy Irma, si no hacerle creer a los que están mirando que yo soy Irma. Eso no quiere decir que no


me exprese a través de Irma. Irma no es algo por fuera de mí, es una construcción mía. Por más que esté escrita en una obra, si otra actriz hiciera a Irma, la haría de forma diferente”, dice acerca de la construcción de su personaje.

nor, sino porque me parece que durante demasiados años fue un tema mayor”. Pero tal como lo indica su título, la pieza también trata temáticas como la muerte y la familia, con una fuerte impronta humorística.

circuito de teatro independiente, es el turno de Cantero de pisar el TC - TNA, del que opina que está pasando por un gran momento: “Creo que lo que está ocurriendo es responsabilidad absoluta de Alejandro Tantanian, no de la

“Creo que lo que cualquier artista pretende es abrir la percepción del espectador, perturbarla para que no sea tan clara, tan unívoca”. No me pienso morir es el relato de muchas mujeres de distintas generaciones, que reflexionan sobre el amor y la importancia de contar el cuento: “Hoy las mujeres tienen otros objetivos. Quizá hay algo de las mujeres del pasado que sobrevaloran el tema del amor, no porque yo piense que es un tema me-

“Creo que lo que cualquier artista pretende es abrir la percepción del espectador, perturbarla para que no sea tan clara, tan unívoca; y creo que el humor es una puerta de entrada muy efectiva para que los temas más duros puedan ser procesados por el otro”, comenta. Con una larga trayectoria en el

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gestión de la Ministerio de Cultura de la que soy absolutamente crítica. Creo que ha hecho que este teatro se moviera casi como si fuera independiente pero desde el Estado, con la creatividad, con las ganas y el deseo de que las cosas pasen de verdad y no para capturar algún voto”.


Los roles del juego Entrevista a Maruja Bustamante actriz de No me pienso morir Por Emiliana Di Pasquo

Hay que escucharse, escuchar el deseo y respetarlo. Tener coraje para eso y confiar. Es muy importante tener confianza en una misma, no dejar que nadie te diga nada porque cada cual piensa el mundo subjetivamente. Y los que opinan se pueden equi-

ese rol y de hacer lo que necesita. Pienso que el director tiene mucha responsabilidad y que es una tarea muy exigente dentro de las artes escénicas, es quien decide todo, quien tiene que contener a todo el mundo. Posiblemente me estreso más como directora que como ac-

conflicto o de acción que siempre están preparados para accionar. El cuerpo es más poderoso que la palabra, un gesto a veces dice más que un monólogo y de esa manera se puede modificar”. En cuanto al proceso de creación de un personaje, Maruja

“El cuerpo es más poderoso que la palabra. Un gesto a veces dice más que un monólogo y de esa manera se puede modificar”. vocar, no de malos sino porque piensan diferente.” Maruja Bustamante es una actriz, directora y dramaturga argentina. “Empecé a actuar desde muy chica. Era lo que más me gustaba hacer. Solo dudé a los 20 años cuando unos maestros un poco duros me dijeron que era gorda, rara y que no iba a tener trabajo como actriz, que nadie me iba a llamar. En un momento me tomé muy enserio eso y me puse a escribir y dirigir”, dice. Hoy Maruja es una artista exitosa y reconocida en el ambiente teatral. Afirma que no hay diferencias universales entre actuar y dirigir, pero le gusta respetar esos roles: “No soy una actriz que me ponga en directora cuando estoy actuando sino que me gusta que me dirijan. Trato de entender a la persona que ejerce

triz”, explica.

En cuanto a su labor como dramaturga, Maruja señala que el 80 % de las obras que dirigió las escribió ella misma, aunque también dirige obras de otros. En cuanto al proceso de pasar del papel a la puesta, afirma que primero le gusta tener una comprensión del texto: “A la hora de enfrentarme con los actores no soy déspota ni obligo que digan lo que yo escribí, pero sí me gusta que el actor cree sobre ese límite, no que rompa todo. Me gusta crecer sobre lo que ya se hizo. No rompamos eso porque hubo alguien que estuvo un montón de tiempo escribiendo”, dice, pero reconoce que cuando el actor encarna un personaje es más inteligente que el texto: “Los actores entrenan tanto la idea de 22

considera muy importante leer y releer la obra tratando de entenderla al máximo: “Me gusta hablar con la directora o el director, trato de ver cómo dirige a mis compañeros para entender qué quiere. Es importante saber qué se quiere contar”. Su método para aprender un personaje es empezar a poner el cuerpo aunque no tenga el texto ciento por ciento sabido: “Por ejemplo, en No me pienso morir, con Sofía Brito teníamos que hacer de mujeres antiguas. Empezamos a ver muchas películas y ahí pensé que quizás Pepa, mi personaje, podía ser medio Nini Marshall, le busqué la voz, más nasal y aguda que la mía. Trato de darle una particularidad a los personajes para divertirme más que nada”.


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Los ciclos de la vida Entrevista a Sofía Brito actriz de No me pienso morir Por Cyrene Koch

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a obra empieza en hora y Sofía Brito, que interpreta a la joven Amalia, un personaje frívolo y quisquilloso, embelesado por el amor y la juventud, se sienta de forma dulce y habla en una media voz calma. Representa a una mujer de alma sensible pero no por esto menos fuerte, que hilvana su camino con su forma de ver el mundo que la rodea, ojos que distan mucho de los de Amalia. “Siempre supe que quería actuar”, cuenta. A los quince, sus padres la quisieron encauzar en una carrera intelectual: “Física, matemática, científica”, dice y se ríe. Pero la actuación fue más fuerte y su voluntad ganó. Le hubiese gustado, dice hoy, algo más sólido que contrarrestara el desaliento y la incertidumbre pero no se arrepiente: “La vida fue un camino de sorpresas, y

siempre fueron buenas”. No me pienso morir cuenta con la constante presencia de la muerte, y Sofía confiesa que siempre fue un tópico consciente para ella: “Desde chiquita, me podía quedar colgada y cuando me preguntaban que me pasaba, respondía: ‘¡No me quiero morir!’ “Pero mi perspectiva cambió y evolucionó mucho. Veo la vida como un ciclo y a la muerte como algo de lo que forma parte. No le tengo miedo”, termina tranquila. Otra de las presencias es la del amor, aquello para lo que adivina que nació: “Siento que el amor es por lo que existo y lo que nunca puede faltar, al menos, en lo que doy. El amor es la fuerza más revolucionaria que existe”. A medida que cuenta, más se trazan las diferencias entre ella y su 24

personaje, un rol que fue un desafío que quiso asumir para seguir experimentando y crecer como actriz. Comparte que fue un desafío el traer e interpretar otra época y que fue buscando pequeños detalles para inspirarse. Se ríe cuando admite que hacer de linda es divertido, algo que ella nunca hizo. Pero hace hincapié en que si bien no es lo que busca transmitir como persona, su actuación es una herramienta en la historia del relato, algo que la hace sentir honrada y feliz. “Lo más interesante es poder encontrar los puntos en común y sorprenderse”, dice sobre lo interesante de trabajar con un elenco mixto. En especial, subraya el disfrute de trabajar con su compañera Maruja Bustamante y la contención que le brinda además de la diversión entre escenas.


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La dirección artística En vísperas del inicio de su segundo semestre en la dirección del TC - TNA, Alejandro Tantanian comparte su visión y estrategias para comandar este gran barco teatral.

Por Ana Schimelman, Catalina Goldszmidt y Emiliana di Pasquo.

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Cuál fue el motivo principal por el cual accedió a ser el Director General y Artístico del TC - TNA? Fue aceptar el desafío de dirigir un teatro público en la Argentina. Yo siempre soñé con dirigir un teatro y pensar su programación. Además de trabajar como artista y como creador, trabajé mucho en gestión y, de hecho, sigo haciéndolo de manera privada, con un proyecto que se llama Panorama Sur. El TC - TNA presenta una responsabilidad mayor, que siempre es algo atractivo, sobre todo porque soy una persona a la que le interesan los desafíos y suelo pensar en grande. Considero que esa épica es necesaria y está bueno que seamos los artistas los que nos mandemos a hacer eso, porque tenemos un conocimiento del campo muy diferente al que puede tener un gestor, y ni hablar de un político, que

tiene otra mirada sobre las cosas. ¿Qué es lo que tiene en cuenta a la hora de definir la programación? En principio el nivel de excelencia de los artistas. También creo fundamental que una dirección artística tenga una línea editorial clara, porque esa claridad también es la que acompaña a que el espectador sienta atracción hacia ese espacio, que sea fiel al mismo. Querer ampliar y ser demagógico termina licuando las voluntades editoriales del espacio. Estuvimos trabajando seis meses en el texto “Misión”, que se encuentra actualmente en los programas de los espectáculos, donde se presentan los fundamentos que articulan todas las acciones que llevamos adelante. ​¿Qué importancia le da a la gestión de públicos? 26 26


Me parece una pata muy importante para un teatro, que lo acerca a los espectadores. Nosotros realizamos un trabajo de investigación sobre cómo se veía este teatro y la mayor parte de las personas creían que el teatro estaba cerrado, invisibilizado. Por esta razón, empezamos a trabajar para generar un teatro abierto, vivo y dinámico, que le hable a las personas. El teatro es presente, es algo que sucede hoy, y la institución debe trabajar sobre esa premisa. ¿​ Qué diferencias encuentra entre el Teatro General San Martín, de la Ciudad de Buenos Aires, y el Cervantes, desde el rol de director y actor? En este teatro sólo participé en dos espectáculos como actor, antes de ocupar mi cargo actual. En el San Martín tuve mucha más experiencia porque ahí dirigí, trabajé mucho más. No es lo mismo ocupar un teatro por unos meses para ensayar y hacer fun27

ciones que dirigirlo, tarea que te posibilita, por ejemplo, vincularte más con los trabajadores del lugar, todos los días. Me parece que este teatro tiene una relación diferente con la comunidad teatral que el San Martín, empezando por cuestiones edilicias. Uno está en la calle Corrientes en un edificio con puertas de vidrio, abierto al público; el otro, en cambio, en una esquina poco luminosa y cubierto de andamios, cosa que genera una distancia afectiva y emocional en cualquier persona. Considero que hay que empezar a “perforar” este edificio, porque al ser un edificio público, tiene que transformarse un lugar a donde la gente quiera venir.

¿​ Cuáles son los riesgos artísticos que puede asumir un teatro público? ¿Cómo


trabaja con ellos?

que apostar y poner dinero para que los artistas hagan lo suyo. Así como un gobierno tiene que apostar en ciencia también tiene que apostar en cultura. Un teatro público tiene la obligación de correr riesgos, tiene que ser el lugar donde un artista pueda equivocarse, experimentar, sin importar el nivel de concurrencia de los espectáculos: lo único que importa es que las personas que vengan sientan que son modificadas por esa experiencia.

Lo que tiene de apasionante el trabajo de la creación es que uno no tiene la certeza de que una obra va a ser un éxito o un fracaso. Los riesgos artísticos tienen que ver con pensar determinadas cosas que no sean necesariamente conducentes a un resultado en primera instancia previsible. Creo que los tres proyectos que se están trabajando este año en la sala María Guerrero, la más grande del complejo, son de alto riesgo. Un teatro público es un espacio en donde creo que hay que trabajar como en una especie de laboratorio de imaginación. En contraposición con el teatro independiente, donde se trabaja con medios muy magros y un alto nivel de explotación, y el teatro comercial, que tiene reglas absolutamente vinculadas al mercado, el teatro público tiene

​ l ser nuestro único teatro nacional, ¿cómo se A vincula el Cervantes con el Gobierno actual? Este teatro tiene la cualidad de que muchos artistas pueden acercarse a él, no como un lugar de pertenencia partidaria, sino con la certeza de que en este lugar se defiende otra cosa

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UN PERFIL Alejandro Tantanian nació un 23 de mayo de 1966 en el Hospital Alemán de Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Inicia en 1979 sus estudios de actuación en la Universidad Popular de Belgrano. Estudios que amplía y diversifica a partir de la década del 80 con maestros de la talla de Laura Yusem, Ricardo Monti, Mauricio Kartún, Alicia Scaglia, Norman Briski, Juan Carlos Gené y Augusto Fernándes, entre otros. Su labor en el medio se inicia como actor a comienzos de la década del 80. Desde entonces, a este rol sabrán sumarse, a lo largo de los años, sus trabajos como autor, director, régisseur (director de escena), cantante, docente, traductor y gestor cultural. Formó parte del colectivo de autores Caraja-jí y del grupo El Periférico de Objetos - grupo paradigmático del teatro experimental e independiente argentino. Su trabajo teatral lo ha llevado a participar en numerosos festivales internacionales y lo ha hecho merecedor de diversos premios nacionales. Es el primer artista del campo teatral argentino seleccionado para la beca Akademie Schloss Solitude, Stuttgart, Alemania. Funda en enero de 2010 junto a Cynthia Edul Panorama Sur: plataforma de formación e intercambio para artistas con sede en la ciudad de Buenos Aires desempeñándose como director artístico. Proyecto en colaboración con Siemens Arts Program y el Goethe Institut. Actor, traductor, adaptador, cantante, entre la larga lista de obras escritas y dirigidas, apenas mencionarenos algunas: Un cuento alemán (1997), La escala humana (2000), Los mansos (2005), La libertad (2007), Los sensuales (2008) y Amerika (2009). Convocado por el Nationaltheater Mannheim, Alemania estrena en 2010 una versión de La ópera de tres centavos, de Kurt Weill y Bertolt Brecht: fue la primera vez que un director argentino montaba este clásico popular del siglo XX en un teatro público alemán. Como cantante ha presentado junto con Diego Penelas, Viaje de invierno (2010), De noche (2008), De protesta (2004); y De lágrimas (2002); además de la dirección de Vale todo (Anything goes), de Cole Porter, en el teatro El Nacional.

que una línea política. La importancia recae en el talento y el trabajo de un actor, director o escenógrafo, porque entendemos que el teatro público es un teatro de todos, no de un partido político: es el teatro argentino.

“Empezamos a trabajar para generar un teatro abierto, vivo y dinámico, que le hable a las personas”.

Por Camila Gonzalez Schubert, Francisco Petit de Meurville, Janice Finardi y Juana Biscardi.

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Para grandes y chicos Cyrano de más acá y Deseos inquietos en la temporada 2017

El joven director y adaptador de la obra de Edmond Rostand fue Emiliano Dionisi, con las actuaciones de Julia Gárriz, Roberto Peloni, Horacio San Yar y Talo Silveyra. Por su lado, los Bigolates de chocote presentaron su última producción que combina música, títeres y maravillosas actuaciones.


Érase un poeta enamorado Por Emiliana Di Pasquo

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no de los lugares comunes más frecuentes a la hora de hablar de teatro infantil es subestimar a los niños. Cyrano de más acá es el ejemplo de cómo hablarle a todo el mundo -niños, jóvenes y adultos- y contar una historia

basado en el clásico de Edmond Rostand, pone de manifiesto la temática de la discriminación y nos permite conocer la historia de Cyrano, un hombre que mediante poesías desea conquistar a su amada.

la vida: las relaciones humanas y el amor. Cyrano escribe versos románticos para Roxana mientras que en la actualidad las relaciones suelen estar plagadas de redes sociales y mensajes de texto. El montaje de Dionisi combina, a

“Emilio Dionisi combina, a partir de estas tradiciones, los lenguajes del clown, el teatro físico, el canto y la danza”. que los atrape por igual. El eje de la obra toca una pregunta frecuente de los niños: ¿qué es más importante en una persona: ser linda por dentro o por fuera? Una dualidad presente en sus vidas y una incógnita que aparece en reiterados momentos de la infancia.

La versión de Emiliano Dionisi,

La historia resulta muy apropiada para este siglo en el que la sociedad antepone la imagen y lo visual sobre el resto de las cosas. La obra le habla a los niños de hoy, quienes a veces -quizá sumergidos en la tecnología y en la gran cantidad de atracciones que tienen a mano- olvidan lo más primario y esencial de

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partir de estas tradiciones, los lenguajes del clown, el teatro físico, el canto y la danza. Con música en vivo y una escenografía e iluminación que nos transporta a lugares mágicos, todo aquel que busque deleitarse con una historia que llegue al corazón, saldrá con su cometido cumplido.


Día del niño en el Teatro La crónica de una especial visita a la función de Deseos inquietos, de Bigolates de Chocote Por Emiliana Di Pasquo

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s el Día del niño y muchas familias esperan ansiosas en la entrada del Cervantes para ingresar a la sala. Varios de los pequeños seguramente experimentaban por primera vez una visita a un teatro. Mientras subían las escaleras hacia la Orestes Caviglia, se escuchaban murmullos con estas preguntas: “Papá, ¿lo que vamos a ver es de verdad o de mentira?”. Los Bigolates de Chocote tienen esa respuesta o, mejor dicho, los chicos pueden descubrirla por sí solos. Deseos inquietos es una obra que invita a los niños a imaginar. La primera canción empieza a contarles de qué se trata el teatro y la experiencia de ver una obra. Con mucha creatividad, proponen a los espectadores acciones que van desde alzar carteles invisibles hasta lanzar partes del cuerpo de un perro imaginario para construirlo entre todos. Desde un principio se instala un código teatral que el público infantil capta con rapidez, demostrándonos una vez más que no hace falta construir un castillo para que podamos verlo en el escenario. La imaginación todo lo puede. Con cada canción los Bigolates proponen un mundo diferente, hecho de afectos y lazos con la familia, los amigos y muchas ganas de cumplir nuestros sueños. Una de las pistas musicales repite muchas veces “Hay que insistir”, un himno a la consigna de nunca

dejarse vencer y encontrar nuevos caminos para lograr lo que queremos con todo el corazón. Además, el grupo trabaja su espectáculo con materiales reciclables, tanto en el armado de la escenografía como en el vestuario. “Qué mejor forma de enseñarles a los niños a cuidar el medio ambiente que viéndolo en el teatro, la obra además de ser divertida, es educativa”, comenta una mamá afuera del teatro. La energía y entrega de los actores permiten que la puesta de

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Martín Joab divierta tanto a niños como a adultos y que todo el público termine bailando en la última canción, y no se quiera ir de la sala. Deseos inquietos nos hace reír a carcajadas, nos hace sentir que formamos parte de lo que estamos viendo, y nos lleva a viajar por múltiples escenarios posibles, navegar por distintos planos de nuestra imaginación, desde la butaca y sin movernos durante una hora. “Volvería mil veces más”, dice Iara, de 8 años, después de la función.


El homosexual o la dificultad de expresarse y Eva Perรณn en la temporada 2017

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Un país llamado Copi

Con dirección de Marcial Di Fonzo Bo, el esperado estreno en la sala María Guerrero contó con las actuaciones de Carlos Defeo, Rodolfo de Souza, Hernán Franco, Juan Gil Navarro, Gustavo Liza, Rosario Varela, Benjamín Vicuña. Música original: Etienne Bonhomme. Iluminación: Bruno Marsol. Vestuario; Renata Schussheim. Escenografía: Oria Puppo. Asistente de escenografía: Martina Nosetto. Asistente de vestuario: Laura Copertino. Asistente de iluminación: Facundo David. Asistente de sonido: Franco Amorosino. Producción Silvia Oleksikiw. Asistente de dirección: Ana Calvo. Traducción de El homosexual o la dificultad… Joani Hocquenghem. Traducción de Eva Perón: Jorge Monteleone 35


Pour la gallerie LOS JÓVENES PERIODISTAS EN EL ESTRENO DE COPI El sábado 8 de julio se estrenó El homosexual o la dificultad de expresarse y Eva Perón. En el estreno estuvieron Renata Schussheim, Graciela Dufau, Nacha Guevara, Cecilia Rossetto, Graciela Fernández Meijide, Enrique Avogadro, Héctor Calmet, la China Suárez, Roxana Berco y Marcelo Allasino.

“Leí la obra Eva Perón hace unos diez años y me pareció fantástica, muy interesante. Y pensé: ‘¿Cómo se hace esto?’. Así que tengo mucha curiosidad. Sé que han trabajado muchísimo. Me parece bien el protagónico para Benjamín Vicuña como Evita. Es un atractivo más. Como país hemos sido siempre muy generosos. Hemos albergado actores de la época de la persecución en la Guerra civil española, por ejemplo. Y están nuestros amigos uruguayos, como China Zorrilla y tantos otros que han hecho su carrera en esta tierra.” Graciela Dufau

“Creo que es una obra difícil. Me encanta cómo quedó y que sea diferente. Creo que parte del público se va a sentir muy desconcertado y a otra parte le va a encantar, pero no tengo ni la menor idea, ni puedo decir ‘esto va a ser un éxito’ o ‘no va a ser un éxito’. Yo espero que sí porque creo que lo vale pero no podría asegurar nada. En cuanto a Benjamín Vicuña, creo que es un actor entrenado y muy disciplinado.” Renata Schussheim

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“Vine porque creo que me va a gustar. Además leí bastante, sé de sus otras puestas, la vi hace no sé cuánto tiempo y me gustó, me resultó muy provocativa y muy creativa. Es importante ver todo lo que nos haga pensar, ideas diferentes a las nuestras y que nos pueden interesar y ayudar a reflexionar mejor. Es muy bueno. Con mis 86 años todavía me atrevo a innovar cosas.” Graciela Fernández Meijide

“Tengo mucha curiosidad. Copi es un personaje muy interesante, un argentino que -como muchos otrosvivió afuera y toda su carrera la hizo en Francia: esa mirada externa siento que es muy argentina. Por otro lado, es una gran apuesta de Alejandro Tantanian como director porque encarna claramente lo que es la programación que plantea para el TC -TNA. La respuesta a qué debe ser un teatro público la vemos en escena. Es un teatro que no busca agradarnos sino provocarnos, incomodarnos, hacernos pensar, poner en crisis la argentinidad como la entendemos.” Enrique Avogadro

“Me gusta mucho Copi así que espero ver cuál es la propuesta estética que hace el director con este material. En mis clases trabajé sus textos, en especial, Cachafaz.” Roxana Berco

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“Espero pasarla muy bien, a eso venimos, a emocionarnos y a reírnos, las dos máscaras ¿viste? Eso tiene que estar en el teatro. Conozco poco de Copi porque vivió siempre en París. Sé que fue el primero que se atrevió con el mito de Eva. Quiero ver qué fue lo que hizo el director.” Nacha Guevara

“Vi una versión en Barcelona de esta obra y me dio muchas ganas de verla acá. Copi siempre es muy de quiebre, muy atractivo y la programación del Cervantes hoy tiene mucho que ver con eso.” Cecilia Rossetto

“El arte de Copi me fascina. Eva Perón era una deuda pendiente en nuestros escenarios. Es una obra que plantea muchas posibilidades escénicas y, obviamente, también ideológicas. Hay diferentes lecturas posibles y quiero ver qué pasa con la elegida por el director.” Marcelo Allasino 38


“Siempre espero ser sorprendido por una obra. Respeto mucho a Copi, me gusta cómo escribe, sus ideas e inventos. Me gustó siempre en toda su magnitud.” Héctor Calmet

“Estamos muy contentos. Este espectáculo va a dar que hablar. Es un riesgo porque Copi no es un autor complaciente, no puede ser aceptado de manera general. Es enormemente vital y con mucho humor, así que espero que la gente nos acompañe.” Alejandro Tantanian

“Tengo expectativas sobre todo con la Eva Perón. Quiero verla. Tengo un poco de miedo también. Durante muchísimos años pensé en hacer esta obra.” Claudia Cantero

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Sola frente a Copi Entrevista a Marilú Marini actriz de El día de una soñadora Por Yago Bentivenga

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l último estreno del proyecto Copi en el TC - TNA fue El día de una soñadora (y otros momentos), donde Marilú Marini mostró una vez más todo lo que es capaz de hacer sola en un escenario. Cuatro únicas funciones en las que la sala principal María Guerrero se mostró repleta y con localidades agotadas semanas antes del estreno. Marilú Marini es el nombre que retumbó en la sala antes de que todo comience. Lxs espectadorxs que esperaron algunos minutos el inicio, comenzaron a aplaudir ante la presencia de la actriz argentina residente en Francia. En un abrir y cerrar de ojos, ella ya estaba ahí, entre la gente que aún se encontraba acomodándose en su butaca, dispuesta a subir al prestigioso escenario del Cervantes. Con un inicio disímil y poco tradicional a lo que apreciamos en otras obras, la actriz dio comienzo al espectáculo desde la platea, y las expectativas previas del público empezaron a cobrar vida.

Las luces habituales del TC-TNA aún prendidas, su lenguaje coloquial y la forma en la que se empezó a desarrollar la situación dieron lugar a un ambiente relajado en la platea. Conversar con todxs es la intención de la protagonista de la noche, quien cuenta que el director, el francés Pierre Maillet, le pidió que entretuviera al público. Entre aplausos y ovación, Marilú, ya en el escenario con su vestido negro, peinado estridente

y sonrisa espléndida anuncia el inicio. Todo se acomoda y la escenografía está dispuesta para que la actriz interprete los textos de Copi, el cuestionado y conocido escritor, historietista y dramaturgo argentino, que también residió muchos años en Francia hasta su muerte. Un telón, una silla y ella: todo lo necesario ya se encontraba en escena cuando comenzó el monólogo. Un cambio fuerte desconcertó a lxs espectadorxs: el idioma. Los textos que reúne la obra: El día de una soñadora y Río de la Plata fueron escritos por Copi en francés, y reproducidos por Marilú en idioma original, que a su vez es su lengua amante. Los subtítulos

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incomodaron a la sala completa y los roles se cambiaron: lxs espectadorxs concurrentes al TC-TNA, ahora eran extranjeros disfrutando un espectáculo en París. La actriz argentina mostró a lo largo de los 80 minutos de obra, “la otra cara del teatro”: entradas y salidas de escena, un micrófono con inconvenientes técnicos y problemas con su vestuario que se solucionaron en pleno espectáculo y formaron parte del show. Marilú Marini no dejó de demostrar su capacidad de manifestar emociones desde su enérgico personaje y buscó desde la actuación conquistar la mirada y atención de la sala. más allá de los textos.


La mamá de Evita

Entrevista al actor Carlos Defeo. Por Ana Schimelman

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rreconocible en su atuendo de “hombre común”, Carlos Defeo, el actor que interpreta a la despampanante madre de Eva Perón en el ciclo Copi del Teatro Nacional Cervantes, abre las puertas de su camarín horas antes de la función.

replantearme todo, además de cruzarme con Ricardo Bartís, alguien muy importante para mí. Me dijo que actuar iba a salvarme la vida. Le hice caso. ¿Creés que hay una tensión entre el actor de oficio y la carrera del actor más vinculada al reconocimiento público? Debe haber, ¿no? Es algo buscado, por lo menos en mi caso. No soportaría ser conocido, soy súper tímido, fóbico. Hay algo que me pasa en muchos de mis personajes: la gente no se da cuenta de que soy yo. Creo que eso es lo que más disfruto de ser actor.

¿Por qué decidiste dedicarte al teatro? Creo que quería ser bailarín y nunca me animé, aunque tampoco me estimularon mucho a que lo fuera. Estudié teatro desde muy chico pero tengo otra profesión que ejercí durante mucho tiempo que es la Psicología. Soy de otra generación cuando todavía se pensaba que, si querías ser actor, había que estudiar otra carrera porque si no te ibas a morir de hambre. Pero como pasa casi siempre, a los 30 años me tocó

Sin embargo, no parecés muy tímido arriba de esos tacos…

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en un tono de actuación muy exagerado, frente a tonos más naturalistas de otros actores. Pero la realidad es que el material no lo permite. Pensarme como actor de teatro me dejaba tranquilo y eso me tiene muy contento. ¿Cual creés que es el impacto de hacer Eva Perón en un teatro nacional en este contexto político? Eso todavía lo estamos viendo. Teníamos miedo de que la obra suene muy gorila pero creo que a partir de distintas decisiones de la dirección vinculadas a poner fotos de Eva y escuchar su voz en escena, se terminó hablando un poco de un homenaje a Eva. El texto está tal cual pero esos pequeños agregados fueron decisiones de Marcial Di Fonzo Bo. A mí, y creo que a todos, nos daba un poco de miedo hacer esta obra en este momento. Pensábamos que nos iban a gritar o tirar cosas, pero por ahora no pasó nada. Está buenísimo que se haga este material un poco polémico, está viniendo mucha gente. En la puesta quedó clara la fascinación de Copi con la Eva estrella de cine.

¿Víste? Nunca me había puesto tacos, no pensé que iba a poder caminar tan bien. Nunca había hecho un personaje de mujer. Hay algo de la actuación que me encanta y es la encarnación, la posesión, y eso sucede al vestirse de mujer. Soy tomado por las mujeres de mi familia, creo que un poco las copio. Confío mucho en algo denominado “imaginación técnica” que Bacon, un artista inglés, explica muy bien: como me gustó mucho estudiar y lo hice desde muy chico, confío en que a la hora de actuar la técnica debería estar incorporada y veamos que sale. La verdad es que acá me divierto como un chancho. Un actor como vos, con tanta experiencia teatral: ¿Cómo viviste el trabajo con los actores más reconocidos popularmente? No haber tenido prejuicios a la hora de trabajar es lo que me pone más contento. Todos los actores, incluso Benjamín Vicuña y Juan Gil Navarro, hicimos una audición para esta obra. La mezcla me gusta, me parece agradable y me siento muy cómodo porque si bien no soy conocido popularmente, en el mundo teatral me conoce mucha gente. Tuve miedo, sí, de quedar pagando por momentos

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¿Cómo funciona el travestismo en la escena y en vos como actor? Estoy muy sorprendido y me divierte mucho que la gente realmente piense que soy una señora. En relación a la escena, en ningún momento el director trabajó la temática, aunque la mayoría de los actores estén travestidos. El trabajo de Marcial fue muy interesante: marcó unos senderos de los que como actor no te podías salir pero entre los que podías circular. Eso fue muy distinto a otras experiencias que tuve con otros directores. Creo que se buscó algo, también en relación a la escritura de Copi, donde los actores trabajamos con el presente en la escena. ¿Creés que el material de Copi dialoga con los debates actuales sobre género? Poner a un autor así en un lugar central es una decisión clara. No sé si hay otros autores que hayan trabajado tanto sobre lo trans. Hay algo de la incomodidad que genera Copi que está buenísimo. Se nota mucho también en las risas más contenidas y en la tensión del aplauso al final de Eva, donde la gente no está segura si le gustó o no, si está a favor o en contra. Pero con todo esto, la gente sigue viniendo igual.


Hombre, mujer, rata y Garbo

Entrevista al actor Hernán Franco. Por Ana Scheimberg y Emiliana di Pasquo

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ernán Franco es la Señora Garbo, en El homosexual o la dificultad de expresarse, una actuación consagratoria para el actor que se reunió con dos jóvenes periodistas para contarles cómo lo hizo, qué significa Copi en el TC-TNA y qué opina del transformismo.

se hizo el casting y nos pidieron de la producción del Cervantes hacer un trabajo práctico sobre los textos de Copi. Actuar en el Teatro Nacional Cervantes bajo una dirección franco-argentina, en la nueva gestión de Alejandro Tantanian y encima hacer Copi era un combo impensado para mí. Toqué el cielo con las manos. Pasaron quince días en donde me limé la cabeza en leer todo lo máximo posible y armar algo para presentar. Así fue, lo presenté, ese mismo día hice el casting y después Marcial (Di Fonzo Bo) y Alejandro (Tantanian) decidieron que estuviera en el proyecto.

¿Cómo llegaste a ser parte de esta propuesta de Copi? Me formé en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y en esos años de estudio conocí a Copi. Gracias a la facultad leí algunas de sus obras principales: Eva Perón, Cachafaz y algunos cuentos. Ahí me quedó la sensación de que era un autor increíble. El año pasado

¿Cómo fue el proceso de ensayos?

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Copi. El grupo es impecable. Los ensayos fueron todos los días desde las dos de la tarde hasta las nueve de la noche. Mi vida se basaba en comer, dormir, levantarme, repasar el texto, ir a ensayar y volver a dormir y así. Fue intenso durante 20 días. De todas formas, aún en las funciones sigo investigando de qué se trata y qué es Copi. ¿Cómo es la experiencia de actuar en el Teatro Nacional Cervantes? Es la primera vez que piso este escenario, no sé si tengo la dimensión todavía. Es una excitación y es muy estimulante para cualquier actor, me atrevo a decirlo. Pero estar en el Cervantes haciendo Copi, con todo lo que eso significa es meterse en la historia misma del teatro. Uno aunque no quiera trabaja lo momentáneo, pero una parte de la historia te toca como actor. Y pasar por esta “vidriera”, por así decirlo, por este flujo que es el Cervantes tiene una potencia para actuar que es impresionante. Es un desafío muy gustoso, hay algo en Copi que se desdobla todo el tiempo, es una potencia. ¿Qué pensás del hecho de que Copi, finalmente, llegara al teatro nacional?

Tiene que ver con la gestión, supongo. Copi es igual a la lucha del imaginario y quizá se necesitaba un poco de eso. El Cervantes siempre promulgó textos buenos, obviamente argentinos, clásicos, con actores que aportaban a ese lenguaje y me parece que hubo poca apertura a abrir cambios. Es un campo de resonancia de muchos otros lenguajes y de muchos otros actores que vienen de otro palo, de otra forma de ver teatro, de otras maneras de estar ahí o de percibirse en la escena. Y no por nada Copi tiene eso también, la irreverencia, la mutación constante, los cuerpos dentro de los cuerpos y, por sobre todo cierta ruptura, la de la idea de personaje. En los personajes de Copi hay una alteración muy fuerte en la idea de que en el mismo plano sos hombre, mujer, rata y trans. Hay una cosa ahí muy dispar que, supongo, para la señora que viene acostumbrada a ver Las de Barranco es un poco impactante y miserable de alguna manera. Se deben preguntar ¿qué están haciendo? Me parece que en El homosexual... aparece un Copi mucho más atroz,

Fue un poco arduo, intenso y en muy poco tiempo. Antes del segundo casting no conocíamos qué se iba a hacer y recién ahí nos dijeron que las dos obras iban a ser Eva y El homosexual o la dificultad de expresarse. No sabíamos el orden pero leímos algunas partes y afortunadamente hice el casting con Rosario Varela, quien finalmente es mi compañera en este proyecto. Ella es un tema aparte, una actriz increíble, nunca había trabajado con ella. Creo que mucho de lo que pudimos hacer fue gracias a Juan Gil Navarro, a Rosario y a una dinámica de grupo rodeada de mucha gentileza, amabilidad, trabajo en común y también de una dirección bien concreta, con mucha personalidad como la de Marcial. Todos sabemos que no es fácil hacer

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mucho más fuerte que en Evita. ¿Qué se siente actuar Copi? Creo que cualquier actor quisiera actuar Copi. Es una teatralidad surreal, estirada, torcionada, que despliega desde adentro y hacia afuera. Aparecen un montón de signos y un montón de alteraciones que son muy gustosas de actuar. ¿Cómo te encontraste con tu personaje? ¿Te resultó extraño? No me sentí raro, hasta te podría decir que me siento cer-

de cosas que circulan alrededor de ese hombre que tienen que ver un poco con el género, el transgénero, la apertura sexual, corporal, de los movimientos minoritarios, todo eso existe. Y paradójicamente con Marcial nunca hablamos de trans, nunca nos sentamos a hablar de qué es ser hombre y mujer, es como que se entendía como otro objeto más. ¿Cuál es tu opinión sobre romper los paradigmas teatrales establecidos? Si el teatro arma lenguajes, es una organización de cuerpos y tiene una manera de hablarle a cierto público que se

“Soy hombre pero también soy mujer y me transformo en una rata y después una serpiente y al rato me saco la piel y soy el Papa argentino en la red de trata”. cano. Me costaría pensarme en un teatro más naturalista. Cuando actúo la Garbo hay algo de actuar por partes. Copi venía del dibujo y todo ese hielo que propone Marcial tiene algo del papel en blanco. Más allá del personaje, Copi actúa algo del tiempo, de un tiempo al lado de otro o dentro de otro. Siento que actúo proporciones. Es muy finito el límite. En un segundo puedo estar llorando, en otro pegándole a alguien o ser violentado. Esa fricción, esos choques tienen que ver con algo de la esencia de Copi, y Garbo tiene eso todo el tiempo. Uno actúa la firmeza sabiendo y teniendo la percepción que el que lo recibe nunca va a tener un signo claro de lo que está viendo. Es implementar fuertemente dudas, pero desde una firmeza total. Aparte del personaje, de quién es Garbo o qué hace, me traté de ubicar en si hay un cuerpo Copi y qué pretenden las obras, qué formas tienen, cómo se actúa. ¿El transformismo argentino está dentro de esa tradición? No sé si lo relaciono a Copi directamente con eso, me parece que es un ser bastante particular. Me parece que ni siquiera es la sexualidad el eje de su trabajo, no tiene que ver con ser el hombre o la mujer, sino con cierta situación que puede llegar a ser cualquier cosa. En ese sentido, es Copi, nada más. Si lo tuviera que asociar a algún tipo de categoría, lo pondría en una situación surreal, con cierta mutación de la materia, una cosa mucho más amplia que el género. Son cuerpos rotos, cuerpos trazados por muchas líneas, que se expanden de la condición humana. Pero la obra toca el tema trans: ¿Qué opinás de tu personaje en ese aspecto? Es una lucha, la lucha por el imaginario. Soy hombre pero también soy mujer y en un momento tengo un virus y me transformo en una rata y después paso a ser una serpiente y al rato me saco la piel y soy el Papa argentino en la red de trata. Copi venía de la performance, era actor y eso se por lo que escribe también desde la actuación. Hay un montón 46

junta para resonar con eso que se ve, me parece que es impecable. Por ejemplo, Ricardo Bartis sigue luchando para que aparezca algo de eso. Adhiero a esa lucha por insertar o descentrar las líneas principales de la actuación. Hay que asociarse a autores y hacedores, a investigadores y a todas las personas que tengan nuevas lecturas para ver o reversionar el lenguaje. Copi es uno de ellos y me da felicidad total formar parte de este proyecto. Festejo la idea de pertenecer a una época que lucha por desbaratar esas líneas principales, que pueden ser buenas o malas, pero que no pueden permanecer cristalizadas.


Las reinas del mambo Entrevista a Gustavo Liza y Oscar Larrea “La Cacho” Por Nayla Shisko Loyola, Lucía Claps y Janice Finardi

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ioneros del transformismo ¿Cómo fue su carrera artística, cómo la pasaron en el teatro? Gustavo Liza: Trabajé con público toda mi vida y el público es público, en un teatro, en un sótano o al aire libre... Pero acá estamos acostumbrados en este país que el artista es el que sale en la tele y si no salís en la tele no eres artista, si no trabajás en el Nacional o en el Maipo no sos artista, porque trabajas en un sótano en el Abasto. Y ahora estoy ansioso por ir a Europa a trabajar donde Copi es Copi (subraya) y los actores son considerados Actores, con mayúsculas. Acá no, acá vale más una tontería que diga Susana Giménez que un discurso de Nora Cárpena o vale más Showmatch a programas culturales, que hoy en día no hay. Oscar Correa: El de (Gerardo) Rozín G. Liza: Me encanta lo que hace los domingos, con mucha música, grupos folclóricos que pensé que estaban muertos todos los integrantes. Estoy harto de la novela turca. Mucha gente no puede acceder al cable porque sale una fortuna y en la televisión abierta hay programas que no interesan o no se entienden porque

el nivel cultural no es el mismo lamentablemente; entonces confunden a la población. Pero estoy feliz de trabajar en el Teatro Cervantes en una obra tan importante como las de Copi con grandes actores que me consideran un par. Porque si venís de otro “palo”, del under, sos diferente. No es la primera vez que trabajo así, trabajé con primerísimos actores y hay actores… ¡y actores! O. Correa: Igual depende de cómo te trate la vida. Yo tuve la suerte de trabajar con muchos dentro del ambiente under y depende de cómo uno se comporte en la vida o como uno se pare frente al otro. G. Liza: Pero acá se forman como sectas. Sí, Correa, vos fíjate que los mediáticos se juntan con los mediáticos y se creen estrellas porque vos ves a Guido Suller, “amigo” del Mago sin dientes (se ríe), Lito Cruz es amigo de Facundo Arana y, según los puntos que están en la tele, este transformista con este transformista. Es así, todo está muy separado, no hay una unidad actoral donde puedas debatir con ellos, tener posibilidades de trabajo y si sos del grupo de los mediáticos te contratamos para una propaganda de “tampones” que nunca fallan, 47


es así. Y me asquea que la televisión dedique tantas horas a esa gente que no te hace nada. Por ejemplo, Natasha Jaitt diciendo que tuvo una relación con Diego Latorre. Quiero que me cuenten lo que están haciendo bien para la gente, algo con lo que digas ¡qué bueno que estoy mirando la tele! Un artista me habla sobre sus proyectos, dónde puedo ir a verlo a tal lugar... No me interesa la vida de la gente. ¿Por qué no ocupan esos espacios de actores y actrices con proyectos? G. Liza: Ahora Copi, gracias a Dios, tenemos lleno todos los días. De ese lleno, el 10% sabe quién es Copi y los demás vienen porque dicen “Copi” pero empieza la obra y, a pesar de que Copi es muy cómico por lo absurdo, la gente esta “así” (hace gestos de aburrido o serio), no escuchamos ni una palabra o una risa, porque ven nada más lo dramático, lo trágico. Y se ríen cuando Irina (Rosario Varela) se corta la lengua, es morbosa la gente. Pero entonces no entienden nada, vienen porque es moda venir a ver Copi. O. Correa: Por Benjamín Vicuña. G. Liza: Me encanta como Eva, con ese acento chileno me mata y además, es un tipo grandioso, es buen compañero, divino; y Juan (Gil Navarro) es fantástico pero te digo la verdad: ¡a veces nos toca cada uno!

Igual a mí no me importa, trabajo hace 38 años en esto. O. Correa: ¿Ya? Yo te conozco hace 32 años. ¿Cómo se conocieron? G. Liza: En un concurso de belleza que conducía yo y él fue de concursante. O. Correa: No... G. Liza: Sí, vos, la Barbie y Florencia.

O. Correa: No, ¡en Pijama nos conocimos! G. Liza: Verdad, en Pijama. Con la Barbie en Bunker. O. Correa: Cuando lo vi a él, dije: “yo quiero hacer eso”. G. Liza: Lo que tenían los boliches gay de antes era que los artistas salían del teatro y reservaban mesa y lo llenaban. Ahora si un boliche quiere llevar a un artista, tiene que pagarle presencia. Cuando trabajaba, me acuerdo, miraba una mesa y estaban Marilú Marini, que me conoció allí, o Graciela Borges, Enrique Pinti… todos iban. Y ahora no, hay que pagarles. ¿Cómo fue su experiencia en Club 69?

O. Correa: Fue fantástico, la felicidad absoluta, trabajar en grupo grande, producciones maravillosas, un grupo humano fantástico. Hace dos años que no estoy pero voy el 48

día del amigo o aniversarios. G. Liza: Me encanta el trato que le dieron a La Cacho en el boliche, porque les gustaba el arte que hacía, porque las producciones lo pusieron como figura principal, como el emblema del lugar: si había temática griega, era la diosa griega y si era egipcia, era Cleopatra. O. Correa: Lo que extraño son los viajes, fuimos a Brasil y fue increíble. G. Liza: En Morocco tuve la oportunidad de trabajar con La Cacho, dos meses. O. Correa: Y quedaste “montada” (quedarse vestido o ir vestido de mujer a algún lugar. Antes se decía travestido ahora es montada y más si estás producida). G. Liza: Hacíamos un desparramo con Correa allí. ¿Hubo alguna época de oro en esos boliches? G. Liza: Bunker fue el mayor boliche gay de la Argentina. Trabajaba Susana Giménez, Jorge Luz e infinidad de artistas; y el modelo porno gay más importante del mundo también. Trabajé seis años seguidos. O. Correa: Entonces yo me iba a boliches como Morocco y a restaurantes. G. Liza: Lo primero que hice fue en un teatro. Había uno en Paraguay y Florida, un sótano, la obra se lla-


maba Nosotros, los alegres, basada en una experiencia gay en un boliche. ¿Y qué recepción había en ese momento? G. Liza: ¡Te agarraban a palos! Te llevaban preso cada dos minutos… Entraba la policía con ametralladoras, “todos contra la pared, prendan las luces”. En el 76 empecé a trabajar en el ejército y zafaba porque tenía la credencial. Me veían pintado como una puerta y no me podían decir nada.

me bajé. Si querés vivir la noche, date una vueltita y bajate, hay mucha gente que dice que no puede dejarlo y no puedo entender cómo se hace tan adicta. ¿Alguna vez salieron a escena en estado de ebriedad?

G. Liza: Sí, muchísimas, pero nunca se dieron cuenta porque no andaba balbuceando ni cayendo. Hay compañeros que sí, se caían mucho y se les trababa la lengua. Imaginate que lo mío eran monólogos e improvisar.

ropa y el maquillaje. Las transformistas tenemos más rasgos femeninos, seguimos nuestras líneas.

G. Liza: Y hacen culto del playback de grandes cantantes o ridiculizaban canciones de grandes cantantes. Nosotros respetamos lo que realizaba cada uno, si había que hacer a Violeta Rivas o Isabel Pantoja uno solo lo hacía pero ninguno se hacía mala sangre y hasta nos íbamos a ver entre nosotros y nos aplaudíamos. Ahora van a copiarse, lamentablemente. Yo me considero un ícono del

“Soy mecánico en armas de guerra... Así que cuidado porque tengo una puntería...” (Gustavo Liza).

¿Trabajabas en el ejército? ¿Qué hacías? G. Liza: Soy mecánico en armas de guerra. O. Correa: (se ríe al ver nuestro asombro). G. Liza: Así que cuidado porque tengo una puntería (se ríe). Y una vez sola me llevaron a la comisaria, les dije que tenía que ir a trabajar y me dieron suba igual. Después me largaron. Pero antes te llevaban, te encontrabas con alguien, te saludaba con un beso, venían y te separaban, te preguntaban “¿de dónde se conocen?”, te hacían perder tiempo y te llevaban.

O. Correa: Para mí, Pijama fue uno de los mejores boliches de la historia.

O. Correa: Para improvisar tenés que estar atento, con la cabeza abierta a cada contestación, tenés que contestar y retrucar, como tener un radar y pensar diez mil veces más rápido que la gente. G. Liza: Acá se ríen de cualquier cosa, se ríen de algo morboso y, al otro día, dicen “qué horrible” y entonces, ¿por qué te reíste? Hay gente que le llama humor a la puteada. ¿Cuál sería la tradición del transformismo en la Argentina? O. Correa: Están las drag queens y las transformistas que, para mí, hay una gran diferencia. Las drags no hablan, es el show, el aspecto, la

G. Liza: América no es lo mismo. El tipo de público y las noches fueron cambiando, se pusieron más heavy. O. Correa: Sí, por ejemplo, cuando yo salía no tomaba alcohol, ni drogas, era ir con amigos a levantarse minitas pero nada más. Luego, cuando di vuelta la página, ya no (risas). G. Liza: Yo sí me metí de todo en el cuerpo, me tendrían que tener embalsamado (carcajadas). Pero hay un edad en que uno dice hasta acá. O. Correa: Me subí a la calesita y 49

transformismo de los 80 porque cuando empecé no había transformistas. Estaban las travestis como Vanessa Show. Los transformistas aparecieron a fines de los 70 como Walter Soares o yo. Siempre está la imitación de la diva… G. Liza: A veces se ridiculiza pero no de una manera agresiva, siempre con una manera fina. Yo imitaba a Violeta Rivas y ella me odiaba pero al marido, el cantante Néstor Fabián le encantaba. O. Correa: La gente se reía, era bien sano. Hice a Natalia Oreiro, el tema Tu veneno, en el 90.


Antes muerta que sencilla Un perfil de Gustavo Liza y Oscar Larrea (La Cacho)

Por Lucía Claps

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ue una tarde de septiembre en el Teatro nacional Cervantes en la que las grandes estrellas del transfor-

cagaban a palos, te llevaban preso cada dos minutos. Trabajé en infinidad de boliches en los que yo estaba haciendo

ción del público LGBT en la ciudad de Buenos Aires, a principios de los 80, fue Experiment. Pocos años más tarde, sus dueños de-

“Amerika abrió sus puertas a principios de los 80, bautizado como Experiment. Fue uno de los primeros sitios para el público LGBT”.

mismo argentino Gustavo Liza y Oscar Larrea (quien a veces juega a ser “La Cacho”) colisionaron. Entre anécdotas y experiencias compartidas, se develaron algunos detalles de la evolución del transformismo y la noche porteña. En septiembre de 1979, en plena dictadura, Gustavo Liza salía a escena por primera vez: “Te

playback y de repente entraba la Policía con ametralladoras”. Pronto saltó el nombre de Pijama que, según La Cacho, “fue el mejor boliche de la historia”, lugar en el podio que para Liza ocupó Bunker, la discotheque de Gascón 1040 que hoy lleva por nombre Amerika. Algo de historia: uno de los primeros sitios para la concentra50

cidieron abrir un nuevo sótano por la zona de Palermo, al que llamaron Line. Pero en 1987, ante su éxito arrasador, apareció la necesidad de inaugurar un nuevo espacio que permitiera sacar a la comunidad de los sótanos, concepto por el que nace Bunker. Esta disco le otorgó a personas LGBT de distintas ciudades, provincias e inclusive de múltiples


países de Sudamérica disfrutar de una libertad de la que carecían en sus respectivos lugares de origen. Fue un ícono clave en la comunidad LGBT y el transformismo durante la tardía década del ‘80 y el ‘90. Además, fue el primero en apoyar activamente la causa de la lucha contra el SIDA, colaborando con hospitales y recaudando fondos. Ahí trabajaron Susana Giménez, Valeria Lynch, Alberto Olmedo, Jorge Porcel e icónicos transformistas como La Veneno, una conocida cantante y actriz española, y el actor Jorge Luz, quien fue un histórico del transformismo argentino en el

cine, famoso por interpretar papeles como La Porota, junto a La Tota, de Jorge Porcel. Finalmente, Bunker fue reemplazado por Amerika, en 1999. Sin embargo, no se puede hablar de transformismo a la argenta sin mencionar al Grupo Caviar. En la década del 80, llega a Buenos Aires Jean-François Casanovas, actor y bailarín francés, quien estrena Cocktail Show y funda el grupo que reinó la avenida Corrientes durante esa época con obras como Fénix (1984), Caviar: lo mejor de 1989, Espíritu del Éxtasis (1998) y Konga (2008), entre otros. Extra51

vagantes: así podía describirse a sus espectáculos. Compuestos por elegantes y múltiples cambios de vestuarios y grandes puestas en escena que requerían de mucha preparación física por parte del elenco. “La noche fue cambiando; se puso más heavy, más dura”, dice La Cacho que al encontrarse con Liza y recordar viejos tiempos se puso un poco nostálgica. Así, entre cientos de prendas que dieron vida a cientos de historias en el Cervantes, ellos compartieron la suya, una tarde de septiembre en el octavo piso del teatro nacional.


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¿Qué es “ser” nacional? Una de nuestras jóvenes periodistas siguió paso a paso La Guiada para enterarse qué hacía este grupo de extraños anfitriones del Cervantes dirigidos por Gustavo Tarrío. Por Catalina Goldszmidt

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na de las Jóvenes Periodistas siguió paso a paso La Guiada para enterarse qué hacía este grupo de extraños anfitriones del Cervantes dirigidos por Gustavo Tarrío, los sábados a las 11. Con su nombre tan preciso y curioso a la vez, La Guiada ofrece un recorrido por el Teatro Nacional Cervantes (TC-TNA) que está lejos de ser una visita convencional porque se trata de una visita guiada que pertenece al mundo teatral: está hecha en forma de obra-deriva. Y lo consigue gracias a la dirección de Gustavo Tarrío y a un elenco preparado tanto para brindar información histórica

del teatro como para interpretar a una especie de trabajadores desprolijos pero muy simpáticos. El público debe esperar el comienzo de La Guiada en el mismo lugar donde esperaría para entrar a la sala de cualquier otra obra: en el foyer. Allí, sin previo aviso, aparece Bernal (Nicolas Levín), el guía principal vestido con un saco azul grisáceo y una banderita indicativa, que se presenta de manera excéntrica y atolondrada. Con esa misma naturaleza actoral empieza a volcar información del teatro para que en pocos segundos sea interrumpido por sus compañeros de trabajo, que hasta ese momento no

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parecían haberse dado cuenta de que La Guiada había comenzado. La jefa de escenario (Milva Leonardi), el utilero (Gustavo di Sarro) y el sonriente acomodador (Marcos Krivocapich) se suman para ayudar a Bernal, que parece estar pasando una mal día o no estar bien preparado para brindar los datos correctos del teatro. Banderita en mano, Bernal y sus compañeros guían al público hacia las escaleras que conducen al entrepiso donde habita la estatua de María Guerrero, la actriz española que colaboró económicamente para la construcción del teatro por el 1900. En ese espacio, el utilero y la jefa


de escenario cuentan –mejor dicho, actúan– la historia de María Guerrero y su hijo, Fernando Fernán Gómez. La cantidad de datos acerca del origen español del edificio que Bernal menciona llevan a que los cuatro guías terminen cantando una canción cuyo estribillo repite una pregunta que queda latente durante

las filosóficas entre ellos hasta que deciden seguir el recorrido. La siguiente parada es la sala Orestes Caviglia, que supo ser la confitería del teatro en sus principios, según cuentan, y ahora abre las puertas para que el público pueda ser testigo de un ensayo. Entonces, algo inesperado: Bernal y sus compañeros se transforman

antes pisar la sala María Guerrero, la principal de teatro, con capacidad para 860 espectadores. Es la última parada y, quizá, la más divertida, donde los visitantes pueden apropiarse de un asiento por segunda vez y vivir la experiencia de ver una obra de teatro en una sala tan elegante y coqueta. Aunque la

“Los cuatro guías terminan cantando una canción cuyo estribillo repite una pregunta: ¿Cuán ‘nacional’ es el Teatro Nacional”. toda la obra: “¿Cuán Nacional es el Teatro Nacional?”. Luego del número musical, el grupo indica cuál es la próxima parada: la sala Luisa Vehil, que en los comienzos del teatro se usaba para reuniones de intelectuales o personalidades vinculadas a la cultura. Bernal, el utilero, la jefa de escenario y el acomodador –ubicados en el escenario frente a los visitantes del teatro, ahora sentados por primera vez– se sumergen en char-

de guías en actores cansados de no poder ensayar por culpa de un supuesto Juan Gil Navarro quien, al parecer, actúa en esa obra y siempre llega tarde. Una vez ensayada la obra ficticia, que se hizo posible gracias a la participación de un espectador de La Guiada, los visitantes del teatro siguen la banderita de Bernal hasta los camarines del teatro para escuchar las historias de los actores que pasaron por el Cervantes.

El recorrido no llega a su fin sin

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elegancia se pierde cuando en el escenario aparecen los cuatro guías bailando al ritmo de una furiosa cumbia mientras los invade una niebla ficticia y los enfocan unas luces de intensos rojos y azules.

Ahora sí, La Guiada llega a su fin en el mismo lugar donde empezó: en el foyer, donde los guías concluyen la visita y se despiden. Hasta que regresan, ya en su rol de actores, para recibir los aplausos que merecen como intérpretes.


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Mientras cae la tarde Laura Paredes habla de su primera obra como autora y directora, Todo lo cercano se aleja, antes de pasar por la Orestes Caviglia. Por Antonella Ferretti

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n balneario de San Clemente. Hay viento pero, de a poco, el día mejora. Olas, chapuzones, aroma a bronceador, arena ardiente como fuego. Ese es el escenario que la actriz y dramaturga Laura Paredes eligió para Todo lo cercano se aleja, su primera experiencia en solitario como directora, luego de haber trabajado durante años con “Piel de lava”, un grupo de investigación teatral que comparte con Elisa Carricajo, Pilar Gam-

boa y Valeria Correa, siempre elogiado por sus montajes. Selva (una histriónica Paula Acuña) viaja a la costa con su marido (Marcelo Mariño) para visitar a su madre (Emma Rivera), pero ese ámbito destinado normalmente al descanso de las vacaciones se convierte en una especie de subasta inmobiliaria cuando se empeñan en venderle un terreno heredado en Madariaga al ingeniero, histórico vecino de carpa. No pasa inad-

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vertido en escena que los actores que dan vida a estos personajes se han cruzado previamente en el camino: Acuña y Rivera han trabajado juntas con las “Piel de lava” en Acassuso, de Rafael Spregelburd, Pozzi y Mariño han compartido escenario en ¡Viva Italia!, de Walter Jakob. A medida que el día va cayendo, también caen las esperanzas, y a los anhelos de grandeza se los llevan las olas. El tratamiento lumínico y sonoro de la puesta


refleja con dinamismo el paso del tiempo y el “universo playa”, con una atmósfera apática, un ritmo y un clima de espera, con lo que Paredes casualmen-

fracaso de una ambición familiar en una tarde de veraneo. La desilusión y el desencanto profanan repentinamente el tiempo sagrado de las vacaciones y

su conferencia La ceguera, un verso que le habla al crepúsculo y que esta pieza tomó prestado para su título. La obra se puede ver en la sala Orestes Caviglia,

“Todo lo cercano se aleja, es verdad. Al atardecer, las cosas más cercanas se alejan de nuestros ojos”. te parece recordar a Balnearios, un documental dirigido por su pareja, el cineasta Mariano Llinás. Si bien deja asomar varios rayos de comedia, esta obra es, en realidad, una pequeña tragedia naturalista que ilustra el

la luz de a poco se comienza a apagar. “Todo lo cercano se aleja, es verdad. Al atardecer, las cosas más cercanas ya se alejan de nuestros ojos”, reza un verso de Goethe citado por Jorge Luis Borges en

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del Teatro Cervantes, y se suma así a la renovación artística que ha atravesado su programación a lo largo de este año, que resignifica el espacio, busca nuevos lenguajes y abre las puertas a textos y autores provenientes de otros circuitos.


La chica y la playa Laura Paredes, la autora y directora de Todo lo cercano se aleja contó cómo es estrenar una obra en el TC-TNA Por Catalina Goldszmidt

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lega a la entrevista para hablar de su trabajo reciente: la dirección de Todo lo cercano se aleja en el TC - TNA, obra que escribió años atrás mientras estudiaba teatro en la EMAD y que ahora tiene su lugar en una sala oficial gracias a la “Convocatoria de Proyectos Teatrales de la Programación 2017” impulsada por Alejandro Tantanian, el director del teatro. La obra transcurre en un balneario. Allí, Mario (Marcelo Mariño), su pareja Selva (Paula Acuña) y su suegra Gloria (Emma Rivera), pasan todo el día con un objetivo: vender unos terrenos de Madariaga que heredaron. El único

problema es que la persona a la cual le quieren vender estos terrenos, un ingeniero con el que solían veranear hace muchos años (Marcelo Pozzi), no tiene idea del propósito de estas personas. En medio de las insinuaciones acerca de las bondades de esos terrenos, la nostalgia de Selva por su padre y esas playas no logra desaparecer. Esa necesidad de la protagonista de no hacer foco u opacar sus sentimientos a través de un objetivo único no fue obra de la imaginación de la autora y directora sino que surgió a partir de una vivencia personal. La obra entera fue impulsada a partir de

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una experiencia propia. Al poco tiempo de la muerte de su padre, Laura Paredes volvió al balneario donde veraneaba con él en su infancia. Todos los sentimientos que aparecen en la obra fueron fruto de ese reencuentro con aquel lugar lejano. Acerca de su elenco –del que no le faltaron elogios– afirma que sus intérpretes, a quienes ya conocía por otros trabajos, demostraron un compromiso muy serio con los ensayos, lo que permitió generar mucha confianza. Y si hablamos de relación, para Laura, las personas que se dedican al teatro están conectadas por un vínculo casi como si fueran


primos. Así que cuando la pregunta fue qué diferencias notó al trabajar en un teatro oficial con respecto al teatro independiente, la respuesta fue, simplemente, la comodidad. “El desempeño de los actores y directores es el mismo en cualquier tipo de teatro. Sentí la misma confianza”. Esa última declaración sobre sus compañeros de trabajo, disparó el recuerdo de Laura del ex ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, cuando dijo que el teatro off no estaba a la altura, por cuestiones técnicas, de ocupar las salas del oficial. Hoy no solo puede negar ese comentario sino refutarlo mientras presenta su obra, de jueves a domingos a las 21 en la sala Orestes Caviglia del Teatro Cervantes, con actores que no discriminan entre chico, grande, conocido y no conocido. Además, agregó que si un ministro cree que existe una distinción muy amplia entre lo oficial y lo independiente, el problema es de los funcionarios por no promover el equilibrio entre ambos.

¿QUIÉN ES ESA CHICA?

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aura Paredes estudió dramaturgia en la EMAD y se formó como actriz con Rafael Spregelburd, Alejandro Catalán y Javier Daulte, entre otros. Desde hace 14 años trabaja en conjunto con su compañía Piel de Lava, grupo que codirige junto a Elisa Carricajo, Valeria Correa y Pilar Gamboa: cuatro mujeres que trabajan hace mucho tiempo complementándose entre sí con el objetivo de hacer sus obras, desde la actuación, la escritura, la dirección. Las Piel de Lava crearon Neblina, Tren, Colores verdaderos y la más reciente, Museo, una obra que se centra en el grupo que formaron y se cuestiona qué pasaría si alguna de ellas faltara. Con una trayectoria centrada en el teatro, Paredes trabajó en varias obras de Spregelburd. Por su actuación en Bizarra, una saga argentina, en 2003, recibió el premio “S” a la excelencia de jóvenes teatristas, apoyo que le permitió escribir y dirigir la obra La Galeano, junto a Leandro Arecco. En cuanto al cine nacional, actuó en La larga noche de Francisco Sanctis, de Andrea Testa y Francisco Marquez; en Viola, de Matias Piñeiro; y en La flor, de Mariano Llinás, pareja de Laura, protagonizada por todas las Piel de Lava.

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Historias del Sur En el marco del ciclo Territorios en conflicto (TEC) se presentó El sur de la ciudad. Una historia de abajo hacia arriba, 5ª conferencia performática a cargo de Azul Blaseotto y Marcos Chinchilla. Por Facundo Scarlatta

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na alfombra verde está a la izquierda del escenario, como si fuese un pequeño césped en medio de la ciudad. Al principio, antes del inicio de la conferencia, el sonido de los pájaros impide el silencio en la sala Luisa Vehil. El público, sentado en butacas negras, espera el comienzo del espectáculo. En el centro, como si fuese un tríptico, se alza una pantalla dividida en tres partes, en la que se observan diferentes videos e imágenes so-

bre diversos espacios naturales llenos de plantas, el lago Soldati, el barrio de Villa Lugano y de la Comuna 8, para complementar los discursos de los oradores. El TC-TNA alberga en una de sus salas el desarrollo de otra conferencia performática del ciclo Territorios en Conflicto, esta vez referida a la situación de riesgo en que se encuentran los parques y los habitantes del sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Al costado derecho, e ilumina-

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do por una luz artificial, una mesa está lista para que la artista, docente e investigadora Azul Blaseotto, quien escribe, interpreta y dirige la conferencia junto a Marcos Chinchilla, muestre sus dibujos a los espectadores, como el que realizó de la cara de Evita, entre otros tantos. El sistema técnico de la puesta proyecta esos trazos en la pantalla central, mediante una cámara que enfoca las imágenes. Esto es El sur de la ciudad. Una historia de abajo


una lengua nativa, con la participación del músico Nicolás Varchausky. Blaseotto, acerca de la posibilidad de que este proyecto se exponga en otro lugar, manifiesta: “Estamos viendo dónde va a seguir. Nos gustaría mucho que sea en la Comuna 8”. Y agregó: “El TC-TNA realizará un libro en el que reunirá el material de todo el ciclo las conferencias de Territorios en Conflicto”. EL PINTOR DEL BARRIO

hacia arriba, la quinta conferencia performática que el Cervantes presenta en su programación. Luego aparece un segundo disertante, Chinchilla, a quien su

ciudad. Una historia de abajo hacia arriba de otras conferencias convencionales. Las investigaciones denuncian la falta de condiciones básicas en las

“El TC - TNA realizará un libro en el que se reunirá el material de todo el ciclo de conferencias”.

compañera presenta como un vecino de la villa 20. Desde su ingreso, Blaseotto aprovecha la tecnología y sus habilidades como artista visual para exponer los dibujos que va creando en la pantalla, mientras Chinchilla enumera las carencias en la urbanización de su barrio. La cantidad de datos brindados sin pausa tiende a veces a dispersar la atención del espectador. La idea de colocar imágenes de pinturas coloridas, visualizadas en el tríptico, es lo que ayuda al público a sostener la concentración ante tantas informaciones y lo que distingue a El sur de la

que viven los habitantes de la villa 20, ubicada en Villa Lugano. Los oradores, además, expresan su disconformidad por la eliminación de los espacios verdes que consideran necesarios para la ecología del lugar, tales como el Parque de la Ciudad de Villa Soldati, donde en una parte se está construyendo la Villa Olímpica que alojará a los atletas de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. El ciclo de conferencias performáticas aún no ha concluido. Comenzó en abril con Extinción, de Soledad Barruti y Agustina Muñoz, y finalizará en noviembre con Timotéc: Exclusión de

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De media estatura, con ojos profundos, Marcos Chinchilla cuenta que trabaja de pintor, siempre fiel al lugar donde vive, precisamente en villa 20. Calmo, humilde y reflexivo, contesta las preguntas luego de la función de El sur de la ciudad. Una historia de abajo hacia arriba. Además de pintor, es profesor de golf, aunque afirma que tiene esa profesión relegada por el momento. Ahora ha ocupado el rol de orador para mostrar otra de sus facetas: milita desde hace años por las causas de su barrio. Con entusiasmo, cuenta a 18 caracteres cómo surgió la propuesta y llegó al TC-TNA: “Un día, el año pasado, fui a hablar a la Feria del libro sobre mi barrio y la Comuna 8, en el stand de la Legislatura. Allí estaban invitadas la escritora y periodista Gabriela Massuh, la investigadora Soledad Arqueros y el legislador Marcelo Ramal. Después de la conferencia, se acercó Gabriela Massuh, actual integrante del comité curatorial de este teatro, me dijo que le gustó lo que había dicho y dijo que pensaba hacer algo sobre este tema en el Cervantes”.


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Quiénes somos Aquí, nombre e institución educativa de los 18 caracteres, los jóvenes periodistas del TC - TNA.

Juana Biscardi UBA - C.A.B.A.

Alexander Holway - Escuela Domingo F. Sarmiento. C.A.B.A.

Camila González - Colegio San José Gral. Las Heras

Ana Schimelman UNA - C.A.B.A.

Catalina Goldszmidt - TEA - C.A.B.A.

Antonella Ferretti - TEA Arte C.A.B.A.

Cyrene Koch E.E.M. María Claudia Falcone C.A.B.A.

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Emiliana di Pasquo - UP - C.A.B.A.

Lucía Claps EEM Nº 1 D.E. 7 C.A.B.A.

Facundo Scarlatta - Tea&Deportea C.A.B.A.

Luciano Saner E.E.S. Jorge Adur - San Miguel Pcia. Buenos Aires

Francisco Petit Instituto Argentino Excelsior - CABA

Nayla Shisko Loyola - Instituto Betania - C.A.B.A.

Janice Finardi EEM Nº 1 D.E. 7 C.A.B.A.

Yago Bentivenga Inst. Nstra. Sra. de Fátima - Marcos Paz.

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